Francisco de Asís Chavero Blanco
Juan de la Rochella subraya una orientación de la teología como búsqueda del intellectus fidei, pero acentúa la dimensión etico-personalista, que es una característica de la escuela franciscana y que, quizás, sea el primero en proponer. Consecuentemente, la finalidad del trabajo teológico en la unión entre el intelligere y el bonum facere, entendido aquel en sentido agustiniano, es decir, el ser una actividad del espíritu, que se situaría inter fidem et speciem. Esto se estudia con base en un texto de la summa de vitiis del segundo maestro del studium de los franciscanos de París, que sigue a Bernardo de Claraval.
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