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Alpha (Osorno)

versión On-line ISSN 0718-2201

Alpha  n.21 Osorno dic. 2005

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-22012005000100011 

 

ALPHA Nº 21- 2005 (179-185) Diciembre 2005

NOTA

HERIR TU FIERA CARNE DE ELOY URROZ Y SANAR TU PIEL
AMARGA DE JORGE VOLPI: ALMAS GEMELAS Y NOVELAS DEL "CRACK”

Brent J. Carbajal
Western Washington University, Department of Modern and Classiccal Languages, Bellingham.

Dirección para correspondencia


Con el reciente éxito de las novelas En busca de Klingsor de Jorge Volpi y Amphitryon de Ignacio Padilla,1 la llamada “Generación del Crack” que aglutina a un grupo de jóvenes escritores mexicanos, ha gozado de aumentada atención crítica y de mucho interés por parte del mundo lector. A pesar del hecho de que ambas novelas hayan atraído tanta atención, no quiere decir que no existan otras “novelas del crack” que merezcan una cuidadosa lectura y que, tal vez, evoquen una etapa precursora de los logros actuales de estos autores. Publicadas sólo un año después de la proclamación del Manifiesto Crack por parte de Jorge Volpi, Eloy Urroz, Ignacio Padilla, Pedro Angel Palou, y Ricardo Chávez Castañeda (Puebla, México, verano de 1996), Herir tu fiera carne de Eloy Urroz y Sanar tu piel amarga de Jorge Volpi constan como “novelas gemelas” –en términos de sus estructuras discursivas– de otros dos autores del Crack, al tiempo que ejemplifican varios de los principios e ideas del Manifiesto Crack. Estos tempranos productos de este movimiento pueden servir para señalar la trayectoria temática y narrativa del “Crack” y, tal vez, para informar cualquier lectura de esta nueva literatura, en general.

Lo que, esencialmente, este grupo quería explicar con su manifiesto era que veían la necesidad de cambio en la literatura latinoamericana y, especialmente, en la mexicana. Este cambio tendría que ver con una ruptura con una literatura, percibida como light, y una vuelta a las raíces de la literatura “sin hacer concesiones” al Boom latinoamericano.2 En el ensayo con que contribuyó Eloy Urroz al manifiesto, lamenta que la literatura actual en su país carece de la sofisticación, exigencia y riesgo que caracterizaba la obra de autores como Agustín Yáñez, Juan Rulfo y Carlos Fuentes. Explica Urroz que los autores del Crack estiman mucho a estos grandes autores pero que –desde entonces– no hay una literatura que siga esa gran tradición. Por esta razón, Urroz dice que los novelistas del Crack abogan por una continuidad con el Boom y una ruptura con lo que no aprecian del entorno literario actual. Urroz explica que esa ruptura sería “sólo con la broza, el perjudicial Gérber actual, la literatura de papilla-embauca- ingenuos, la novela cínicamente superficial y deshonesta”. (2)

En términos teóricos, entonces, las novelas del Crack buscan la expresión literaria que toma su inspiración de la tradición mexicana ya establecida, aunque sin imitar dicha tradición con fines comerciales. Sin embargo, los autores se oponen a que los críticos les llamen “una generación”diciendo que el Crack no es “un grupo cohesionado; no es una mafia, ni nada por el estilo.” (Castro 1996:55). Esto quiere decir que los autores no han tratado de imponer una lista de características que supuestamente vayan a describir todas sus obras. Lo que intentaron con su Manifiesto fue proponer una serie de principios para guiar su producción literaria, principios –que más que nada– preparan al lector para una literatura diferente que, tal vez, no se parezca mucho a las novelas de Gabriel García Márquez. Pedro Angel Palou, en la primera sección del manifiesto, declara que “Las novelas del Crack no nacen de la certeza, madre de todos los aniquilamientos creativos, sino de la duda, hermana mayor del conocimiento. No hay, por ende, un tipo de novela del Crack, sino muchos; no hay un profeta, sino muchos. (1).

Sin embargo, hay en este Manifiesto unas líneas que evocan un compromiso o un plan. En una serie de “mandamientos” para los autores del Crack, Palou desarrolla, entre otras cosas, las siguientes ideas premisas

1.- Amarás a Proust sobre todos los otros.
2.- No desearás la novela de tu prójimo.
3.- Nada más fácil para un escritor que escribir sobre sí mismo; nada más aburrido que la vida de un escritor.
4.- No participarás en un grupo en que te acepten a ti como miembro. (1-2).





 

Para ampliar estos mandamientos un poco más, conviene leer las palabras del mismo Palou en una entrevista con José Alberto Castro hecha para la revista Proceso de México. En esa entrevista Palou arguye que “en la novela mexicana contemporánea prevalece una corriente monotemática, que cansó a los lectores: “chavos clasemedieros, urbanos, universitarios con broncas existenciales y amorosas que discuten en la novela complejos problemas filosóficos. (1996: 55-56). Esta temática –según Palou– es algo que se debe evitar y algo que las novelas del Crack superan, en un sentido u otro.

Conforme a esta breve introducción al Manifiesto Crack y a los principios de este “movimiento,” se puede apreciar como Amphitryon y En busca de Klingsor –las más galardonadas del Crack– han logrado evitar el aburrimiento temático, mencionado por Palou. Ambas novelas tratan de cuestiones de identidad, con un trasfondo de la realidad nazi, y en ellas nada hay sobre “broncas existenciales o amorosas.” Lo que merece más análisis, sin embargo, es la declaración literaria que consta en las novelas gemelas Herir tu fiera carne y Sanar tu piel amarga.. A primera vista, parecen sufrir de, exactamente, el problema temático que Palou ha criticado, así que el lector tendrá que preguntarse cómo ellas cumplen con los principios del manifiesto y cómo reflejan el deseo de superar una temática percibida como agotada, que puede ser hasta ofensiva para el “lector letrado.”

Herir tu fiera carne y Sanar tu piel amarga son novelas gemelas –o novelas “espejo”– en varios sentidos. Tal vez la primera cosa que nota el lector sea que el diseño de las portadas de las novelas dibujan una sola imagen, la de una pareja besándose; una mujer sola que observa y la cara de un hombre que parece vigilar todo. Es decir, que en cada portada consta la mitad de una escena. Como fueron publicadas por Nueva Imagen en 1997, es obvio que había un deseo de juntarlas. Sin embargo, para mejor ver la naturaleza “espejo” de estas obras es preciso dar un breve resumen de sus argumentos.

Herir tu fiera carne narra la historia de un triángulo amoroso entre Bernardo, un estudiante de literatura, Úrsula, también estudiante y Urbano, un hombre mayor, miembro del Opus-Dei. Bernardo narra a sus amigos, su frustración e incredulidad. En pocas palabras, les comenta que –casi sin querer– había comenzado una relación amorosa con Úrsula. Poco a poco, sin embargo, se enamora de ella y pasa mucho tiempo conociéndola. Entonces, se entera de la existencia de Urbano, un “ex-novio,” quien evidentemente no ha aceptado la idea de ser “ex-", pues, sigue pensando que es el novio de la muchacha. Con el tiempo, Bernardo se da cuenta que algo raro ocurre porque Urbano los espía y hasta le cuenta que él es el novio y que Úrsula está jugando con Bernardo. La frustrada relación amorosa de Bernardo tiene que ver, en parte, con el hecho de que Úrsula se niega a tener relaciones sexuales, aceptando hacer cualquier cosa menos dejar que la penetre. Esto, también, es una preocupación de Urbano porque quiere casarse con una virgen.

Finalmente Bernardo pierde a Úrsula quien decide casarse con Urbano. Sin embargo, éste visita a Bernardo una noche, estando borracho e incapaz de convencerse de la virginidad de su novia, pensaba que Bernardo y Úrsula sí habían tenido relaciones. Urbano pregunta a Bernardo cómo éste había hecho el amor a Úrsula, porque los había visto desnudos, espiándolos por una ventana. En efecto, Bernardo y Úrsula habían tenido relaciones, pero, extrañamente, éste confiesa: “Le hice el amor pero no como se suele, sino de otra forma. Ella me dio la espalda y yo la cabalgué. Sólo de esa manera Úrsula podía y deseaba entregárseme después de tres meses. (137).3

La sorpresa de la novela ocurre cuando Bernardo –a la pregunta de Urbano– contesta en esta forma: “–Si de veras quieres saberlo, Urbano... –me quedé callado, levanté la cabeza y la puse muy cerca de la suya. (...), Lo besé (puesto que tenía su aliento junto a mi mejilla, en mi boca, que yo entreabría sobre la suya y a la que, por mi lengua, pasaba su vida,) escribe Proust". (166).

El desenlace parece indicar que la relación homosexual es el resultado de este triángulo amoroso y que Urbano y Bernardo van a relacionarse, dejando sola a la díscola Úrsula. Todo esto se cuenta, como ya se ha mencionado, al modo como un amigo relata a otros un “cuento pornográfico”. Lo pornográfico realmente nunca se realiza, pero es parte del autosarcasmo empleado por el protagonista/narrador.

Sanar tu piel amarga también cuenta la historia de un triángulo amoroso, esta vez entre dos mujeres y un hombre. El narrador es el director de las Afinidades Electivas –una especie de agencia matrimonial– y sus supuestos interlocutores son sus alumnos y ayudantes. Este director había arreglado el matrimonio entre Jacobo y Laura. Jacobo es extremadamente celoso y, poco a poco, arruina su matrimonio, provocando que Laura lo abandone a causa de sus incesantes acusaciones de infidelidad y debido a su locura. Después que Laura lo deja, Jacobo emprende una búsqueda que lo lleva a Italia. Allí, pensando que la había encontrado, conoce a Beatriz, una mujer que se parece casi exactamente a Laura. Jacobo hace todo lo posible para convertir a Beatriz en Laura, al extremo que se casan.

Desgraciadamente, Jacobo nuevamente se pone otra vez celoso y comienza a perder a Beatriz. Cuando ambos están en Paris, vuelve a aparecer Laura. Al reconocerse como Laura almas gemelas, logran deshacerse de Jacobo y se casan. Como explica el narrador, “Ayer mismo me escribieron para darme un nuevo testimonio de su alegría compartida... Pero no se vayan, amigas y amigos, esperen, escuchen: ellas son verdaderas almas gemelas. El suyo es uno de los amores más sólido que he visto.” (153).4

Hasta cierto punto, entonces, estas novelas pecan de la temática que Pedro Angel Palou había criticado: una bronca existencial o amorosa. Pero si las analizamos más, veremos que las novelas tienen más que ver con la veracidad de la duda que con la bronca amorosa. Dado que Palou había escrito en el Manifiesto que “las novelas del crack no nacen de la certeza (...) sino de la duda,” (1) el lector puede ver que las dudas de Urbano en Herir tu fiera carne y de Jacobo en Sanar tu piel amarga engendran relaciones verdaderas y sorprendentes, relaciones que casi se burlan del desenlace común y corriente de las novelas que tanto odian Palou y sus compañeros. La incesante duda y los celos de Urbano le dificultan una relación con Úrsula, pero le conducen a “necesitar” a Bernardo por lo que éste sabe de él. En el caso de Jacobo, sus dudas y sospechas le hacen crear un alma gemela para Laura (cuyo apellido es “Espejo,” curiosamente), y le imposibilitan una relación con ellas al crear la relación entre ellas. Dos triángulos amorosos terminan insólitamente, cada uno reflejándose en el otro.

Esta idea de reflejarse o complementarse emocionalmente también se ve en el hecho de que Volpi y Urroz hubieran tratado de crear obras complementarias. Esto se nota de varias maneras en las novelas, ya desde las portadas, pero especialmente en referencias a los autores y a las obras mismas. En Sanar tu piel amarga, por ejemplo, Volpi hace referencia a la novela de Urroz por explicar que Jacobo escribía una especie de diario de su relación con Laura: “Así empezó a escribir, en un viejo cuaderno de pastas duras, un diario que tituló Herir tu fiera carne. En él plasmaba, en secreto, todos sus recuerdos, sus entrevistas, sus descripciones de ella.” (100).

Por su parte, Urroz se refiere a Volpi al incluirlo en la narración haciendo referencia al trabajo de Bernardo. Este había aceptado una invitación para enseñar un curso de literatura en Jalapa, sustituyendo a su colega, un tal Jorge. Bernardo duda que pueda dar un curso adecuado porque no es un experto en la obra de Jorge Cuesta, el autor sobre cuya obra trata el curso. No es ninguna coincidencia que Jorge Volpi hubiera escrito un libro sobre Cuesta. Y, he aquí como Urroz incluye a Volpi: “El lunes, muy temprano, recibí una llamada tuya, Jorge, ¿recuerdas? Me pedías que fuera a sustituirte en un curso a Jalapa, (...) ¿Cómo iba a darles Cuesta si el especialista eras tú, si los estudiantes te esperaban?” (93).

Referirse mutuamente es sólo una manera como estas novelas evocan el tema del doble o del alma gemela. En Herir tu fiera carne, Bernardo y Urbano se necesitan como dos partes de un solo ser reflejado en Úrsula, lo que Bernardo explica citando a Proust (otra vez una vuelta a los mandamientos del Manifiesto): “Las exigencias de nuestros celos y la ceguera de nuestra credulidad son más grandes de lo que podía suponer la mujer que amamos”. (161).

En definitiva, en Sanar tu piel amarga, el narrador sustenta que “cada uno de nosotros, amigas y amigos, mitad imperfecta, posee en algún lugar un complemento, un alma gemela capaz de hacer que esa felicidad primigenia se restaure. (35).

Los desenlaces sorprendentes de estas novelas, entonces, evocan la idea de que el ser humano muchas veces carece de su “otra mitad” y que encontrarla –el alma gemela si se quiere– tiene mucho que ver con la duda. Dado que en el Manifiesto Crack, Pedro Angel Palou se refiere a la duda como “hermana mayor del conocimiento,” (1) se puede apreciar este elemento temático en los textos aquí reseñados, como buen indicio del temprano desarrollo de la novela del Crack. Por lo pronto, si una de las metas del Crack es lograr una literatura universal, el tema del doble también cumple con esa búsqueda, tema ya presente en Amphitryon de Padilla. Dado el hecho de que la identidad sea, tal vez, el tema más universal que hay, recurrir al doble para acercarse a la idea de la identidad enfatiza una identidad más metafísica que nacional, más filosófica y emocional que práctica. En este sentido los autores del Crack cambian la trayectoria temática de la literatura mexicana –que siempre había sido bastante nacional– y amplían el ámbito y contexto de su literatura. Herir tu fiera carne y Sanar tu piel amarga constan como los primeros pasos hacia una nueva expresión literaria, aunque no han tenido mucho éxito de la crítica ni en términos comerciales.5 Como precursores de obras como En busca de Klingsor y Amphitryon, las novelas aquí reseñadas son buenos ejemplos de las ideas expresadas en el Manifiesto Crack, una valiosa contribución a la literatura de esta generación, específicamente, y a la literatura mexicana, en general.


NOTAS

1 La novela de Volpi ganó el Premio Biblioteca Breve en 2001 y, con Amphitryon, Padilla obtuvo el prestigioso Premio Primavera en 2000.

2 Ver Manifiesto Crack en una de sus varias versiones. La usada aquí es una versión de la red, disponible en http://www.lateral-ed.es/revista/artículos/manifiestocrack7011.html.

3 Eloy Urroz. 1997. Herir tu fiera carne. México. Nueva Imagen. 137. Citaremos por esta edición.

4 Jorge Volpi. Sanar tu piel amarga. México. Nueva imagen. 153. Citaremos por esta edición.

5 Ver el artículo de Sánchez Nettel. En esta reseña de cuatro novelas del Crack, la autora afirma que Sanar tu piel amarga “Es un texto fluido con un narrador voluntariamente estúpido que convierte la lectura del texto en una tarea muy desagradable.” (47).

 

BIBLIOGRAFIA

ANDERSON, Danny. 2000. “The Novels of Jorge Volpi and the Possibility of Knowledge.” Studies in the Literary Imagination 33.1 (Spring): 1-20.

CASTRO, José Alberto.1996. “La novísima narrativa mexicana, entre la “generación del crack” y los “individualistas sin generación.”” Proceso 7 (July): 52-56.

CHAVEZ Castañeda, Ricardo.1997. “La literatura del Crack y el síntoma (una miradadesde dentro).” Revista de literatura mexicana contemporánea 6: 101-103.

PADILLA, Ignacio. 2000. Amphitryon. Madrid: Espasa.

SANCHEZ Nettel, Guadalupe.1998. “Cuatro novelas del “Crack.”” Vuelta 225: 46-48.

URROZ, Eloy.1997. Herir tu fiera carne. México: Nueva Imagen.

VOLPI, Jorge. 1999. En busca de Klingsor. Barcelona: Seix Barral.

VOLPI, Jorge. 1997. Sanar tu piel amarga. México: Nueva Imagen.

VOLPI, Jorge, Eloy Urroz, Ignacio Padilla, Ricardo Chávez Castañeda, and Pedro Angel Palou. “Manifiesto Crack.” Online posting. http://www.lateral-ed.es/revista/artículos/manifiestocrack70.html.

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