Resumen de Torre en el parque litoral de vista alegre, Zarautz, 1958: Introducción de un singular lujo moderno en la costa guipuzcoana
En la segunda mitad del siglo XX, las condiciones geográficas, históricas y políticas en el País Vasco españoldificultaron la aparición de una arquitectura vinculada al Movimiento Moderno. En una región de fuertevínculo con el mar, pero aún centrada en necesidades infraestructurales e industriales, la Torre de VistaAlegre se presenta como una excepción notable en el aprovechamiento del litoral. Proyectada en 1958por Luis Peña Ganchegui en colaboración con Juan Manuel Encio Cortázar, representa una obra inauguralclave por su radicalidad. Su singularidad reside tanto en su carácter innovador como en su capacidad enarticular unos principios del Movimiento Moderno llevados al extremo con las especificidades territoriales,culturales y ambientales de la costa guipuzcoana. Este artículo analiza esta arquitectura confidencialdesde una perspectiva integral: formal, estructural, simbólica y territorial. Su objeto principal e inédito esel de argumentar a través de un enfoque contextual y crítico que esta obra introduce una forma inédita demodernidad arraigada, donde el paisaje no solo contextualiza, sino que atraviesa y configura. La torre, ubicada estratégicamente frente al mar Cantábrico, es el único edificio ejecutado de un ambiciosoplan urbano combinando intereses públicos y privados. Con una ocupación mínima en planta y unaedificación en altura, propone una tipología poco común en el contexto de la época de apartamentos de lujodestinados a estancias balnearias. Muestra una lectura innovadora del bloque colectivo en la articulación deseis viviendas tipo “chalet vertical”, cada una con múltiples niveles y amplias prolongaciones exteriores. Latorre se erige como una jaula estructural de hormigón armado que acoge volúmenes flotantes, acentuandosu porosidad y apertura al paisaje. Su organización remite tanto a referencias de la arquitectura vernáculavasca, como a su integración en la exigente fachada oceánica. La disposición asimétrica, la independencia devolúmenes, la diversidad de aperturas y la estructuración en niveles fragmentados permiten una integraciónactiva con el entorno natural, enfatizando la transición fluida entre interior y exterior. Los desplazamientoscuidadosamente coreografiados, guían la experiencia del paisaje desde el primer contacto con el edificio.La Torre de Vista Alegre, abriéndose al paisaje, no solo se adapta a su entorno; sino que lo interpreta,lo reconfigura y lo incorpora como parte activa de nuevas formas de habitarlo. Constituye un acto fundacionalen la inserción del Movimiento Moderno en el País Vasco. Mas alla, contribuye a la renovación profunday duradera que la cultura vasca conocerá con la redefinición de su modernidad. Su carácter inaugural, sudiálogo con el paisaje oceánico, y su adaptación crítica de principios internacionales a un contexto localhacen de esta obra un manifiesto anticipado de la modernidad enraizada que Peña Ganchegui desarrollaríaa lo largo de su trayectoria. Este edificio representa a una arquitectura que se convierte en mediadora entreidentidad, modernidad y paisaje. El presente artículo lo restituye en su lugar central dentro de la historia delMovimiento Moderno internacional, permitiendo entenderla de manera renovada.
