Toda guerra deja en silencio el cuerpo del viviente que la experimenta y transporta, queda en silencio, cuando la irracionalidad de la catástrofe, desencarna lo humano. La guerra de Gaza nos ha tocado por la inmensa pérdida del sentido humano, de la humillación en la dignidad de miles de hombres, mujeres, niños y niñas ante una catástrofe sin precedentes. Como espectadores de las noticias que circulan en los medios, nos hemos conmovido por la extrema brutalidad de aquello que ya existe como lo indecible. En el momento de escritura, han muerto más de 8000 niños y niñas en el territorio ocupado por las bombas y la miseria humana. Estos han activado en el mundo artístico, su réplica: la obra de arte. La ponencia presenta el desarrollo del proceso creativo de la obra instalación SIN-CUENTA y el rol de las artes visuales para comunicar aquello que realmente puede representar una mirada crítica y el surgimiento de nuevos conocimientos que se puedan estudiar para la transformación social y para la toma de consciencia territorial. Correspondió a una creación colaborativa y colectiva, generada por artistas docentes, estudiantes de la Universidad de Los Lagos y el Colectivo Albor (de), Puerto Montt. Logró testimoniar las muertes de niños y niñas en Gaza, en su silencio, en el silencio de la conmoción de estos hechos. Fue testimonio de los sucesos de Gaza, y las guerras genocidas de Occidente y el mundo, donde los niños y niñas han sido el olvido del espectador. Realizó, además, una mediación en silencio, al momento en que el público asistente, interactuaba para ubicar en un soporte de madera, preparado para la obra, con unas pequeñas velas de niños, las cuales podían ser encendidas por todos y todas. La obra permaneció en su desarrollo, hasta que las velas se apagaron en su totalidad.
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