Las cada vez más frecuentes misiones en las que se ve implicado el personal de Sanidad Militar, sobre todo en lo que conocemos como “misiones no bélicas”, han puesto de relieve la necesidad de dar una repuesta adecuada a cuantas situaciones de emergencia se presenten, sobre todo cuando se trata de emergencia extrahospitalaria. Todos somos conscientes, por haberlo sufrido en nuestras propias carnes, de la influencia del vestuario y el equipo en las diferentes actividades de los profesionales de la sanidad, y de cómo el hecho de vestir unas prendas inadecuadas o un equipo incorrectamente diseñado puede perjudicar, cuando no hacer fracasar, el apoyo sanitario de la misión. El presente artículo es fruto de nuestra experiencia en este campo, y a la vez una propuesta de futuro para encontrar un equilibrio entre comodidad y efectividad que nos permita el desarrollo de nuestras misiones con una mayor efi cacia.
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