La presente memoria estudia la evolución de las rocas de las zonas Externas e Internas de la Cordillera Bética en el sector oriental de la misma, y la relación de estas con el contacto que las une.
En el Dominio Subbético se ha puesto de manifiesto como desde le Jurásico superior al Cretácico inferior se produjeron zonas de subsidencia diferencial debidas a fallas normales, de direcciones principales N-S y otras de menor importancia E-O, que condicionaron el espesor, así como la geometría no tabular de las formaciones que se depositaron en ese periodo de tiempo.
También se ha puesto de manifiesto como a partir del Cretácico final y hasta el Aquitaniense, las deformaciones extensionales se concentrarían en el sur del Subbético y cesó la profundización de la cuenca. Posteriormente entre el Quitaniense y Burdigaliense medio se produjo una fuerte comprensión en la zona, en principio con direcciones de movimiento originales E-O produciendo pliegues que terminan de repretarse durante el Burdigaliense. También se produjeron rotaciones de eje vertical que arquearon la traza de los pliegues.
Esta etapa de arqueamiento se asocia a un elipsoide de comprensión NE-SO.
Después de Burdigaliense medio, El Subbético cabalga sobre el Dominio del Surco de los Flyschs, el cabalgamiento está fosilizado por la Formación Marín que recoge cantos procedentes Subbético y del Dominio del Surco de los Flyschs.
Asociados a esta etapa de deformación se ha deducido elipsoides de paleoesfuerzos que indican una compresión NO-SE y una extensión NE-SO.
La evolución de las rocas del Complejo Maláguide comienza con un depósito de las rocas en condiciones someras y sin grandes variaciones de espesor, desde el Triásico al Eoceno medio.
Desde el Eoceno superior al Oligoceno se produjeron estructuras compresivas (pliegues vergentes al norte con foliación de plano axial). Esta etapa permitió con la formación de un despegue extensional c
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