Cayetano Ibarra Barroso, Carlos Calderón Torres, Ismael Sánchez Expósito
Si hay un animal esencialmente unido a los paisajes agroganaderos de Extremadura es el cerdo. Las ventajas que ofrece la dehesa y el resto de agroecosistemas de nuestro territorio han posibilitado que, incluso en el contexto tradicional, su cría y manejo estuvieran integrados tanto en sistemas orientados al autoconsumo como en explotaciones de tipo industrial. Como diría Marvin Harris, somos una cultura porcófila, y la matanza fue un ritual con una amplia dimensión de significado en nuestro contexto mediterráneo.
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