A partir del análisis de la documentación almacenada en el Archivo de Simancas relativa a los procesos por causa de contrabando practicados por la Monarquía Hispánica en aplicación de su activa política de embargos comerciales, se ha procedido a realizar un primer acercamiento sobre la comercialización de los productos de lujo en la Corte entre 1635 y 1673. Junto a una descripción del entramado administrativo y judicial, de los mecanismos de represión dedicados al control del comercio ilícito y de la tipología de los productos, procedencia geográfica y canales de distribución, hemos ofrecido algunas indicaciones sobre las principales vías de transgresión, la corrupción y los límites en la aplicación de los embargos. La utilización de los mercados hispanos como un arma de guerra no permitió el cierre hermético de la entrada de productos enemigos pero sirvió para obstaculizar seriamente la libre circulación de mercancías y para otorgar unas ventajas considerables a aquellos comerciantes que gozaban de la protección de la Corona. El artículo intenta también dar algunas indicaciones sobre la naturaleza de las leyes suntuarias concebidas, más que como medidas proteccionistas, como un mecanismo de restricción social destinado a otorgar a la aristocracia un acceso privilegiado al mercado de productos de lujo. Ostentación y consumo creciente de objetos suntuarios que, habida cuenta de la ausencia de un tejido productivo en la capital, fueron un componente más en el proceso de proliferación de la economía castellana a la vez que reforzaron los lazos de dependencia con respecto a la comunidad de mercaderes extranjeros encargados igualmente de distribuir los excedentes agrarios de la nobleza y de facilitar créditos a la Corona
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