Baltasar Fernández Ramírez, Enrique Alonso Morillejo, Enrique Rebolloso Pacheco, Carmen Pozo Muñoz
Las crecientes necesidades sociales demandan un modelo de universidad que integre niveles de calidad, que puedan posteriormente evaluarse, para con ello, racionalizar y justificar las inversiones que en esta institución pudieran hacerse. Esta necesidad obliga a llevar a cabo mecanismos de evaluación como mejor vía para estudiar el impacto que la universidad tiene en la sociedad. Por tanto, a través de instrumentos adecuados de evaluación se permitiría el correcto estudio de la calidad docente, la investigación desarrollada en el momento y los procedimientos de gestión administrativa en cada caso. La figura del psicólogo como evaluador de programas de calidad es incuestionable, siendo un pilar base para la adecuada implantación de los programas de calidad y su posterior evaluación
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