Durante el siglo XVIII hubo en Valencia muchas bibliotecas (personales, colegios mayores, órdenes religiosas, etc.), pero solo hubo dos públicas. La primera fue creada por el arzobispo Andrés Mayoral. La idea surgió en la década de 1740, pero no se materializó hasta 1756, con la muerte de Juan Bautista Cabrera. Aunque el arzobispo no compró grandes bibliotecas (la del cardenal Passionei o la del consejero de Castilla, Fernando de Velasco) consiguió formar una buena, que llegó a su plenitud en 1774.
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