En este trabajo se analiza e/ papel que ha tenido y todavía tiene para los historiadores modernistas, una de las fuentes notariales más ricas en información: los inventarios "post-mortem. Este cepo de escritura, ampliamente criticada por sus omisiones, así como por sus limitaciones en lo que respecta a sus grados de representatividad y fiabilidad, constituye, no obstante, una fuente privilegiada para el estudio de la cultura material de las poblaciones de Antiguo Régimen. Su utilización deforma exhaustiva aproxima al historiador a aspectos del cuadro de vida cotidiano de las gentes que, como la alimentación, la vivienda y el mobiliario doméstico, o la higiene y el vestido, entre otros, facilitan un mejor conocimiento de las sociedades, tanto rurales como urbanas, del período moderno.
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