Cordoba, España
Enrique Eduardo Pérez de Guzmán el Bueno y Gallego (1826-1902), Marqués de Santa Marta, nació en Córdoba en el seno de una familia de alta alcurnia, los Guzmanes. A pesar de su pertenencia a la aristocracia se distinguió desde su juventud por la defensa de ideales democráticos y más tarde republicanos, que le llevaron a participar en los partidos demócrata y republicano federal, granjeándose una estrecha amistad con Pi y Margall, y ser diputado en las Cortes de la nación durante todo el Sexenio Democrático. Durante la Primera República ocupó la Dirección general del Patrimonio que fue de la Corona, siendo el encargado de inventariar los bienes de la extinguida monarquía y desde donde, según Enrique Vera (autor de su única biografía en 1894), planificó la enajenación en lotes de las fértiles fincas dedicadas a paseos o jardines de los reales sitios, para ser entregadas en concepto de censo a un gran número de nuevos propietarios. En esta ponencia proponemos trazar una biografía de una personalidad de enorme relevancia, para comprender su labor política, así como el alcance efectivo de sus ideas y propuestas en la política republicana a través del Diario de Sesiones del Congreso y la prensa nacional del momento, con especial atención al desempeño de sus funciones como delegado del gobierno en la Dirección general del Patrimonio de la Corona.
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