Zaragoza, España
En los últimos años ha irrumpido con fuerza una nueva forma de entender los espacios y tiempos de aprendizaje: la clase invertida. Básicamente este modelo consiste en sacar del aula los contenidos teóricos, reservando el tiempo de clase para realizar actividades más participativas, como actividades de aprendizaje cooperativo, tutoría entre iguales, presentaciones preparadas por los estudiantes, etc. En el presente estudio investigamos qué tipo de contenido propicia una mejor retención de los contenidos, si una lectura en formato físico o una video-lección. Se compararon las puntuación de las evaluaciones realizadas tras trabajar con el contenido y previas a la clase presencial (evaluación previa), las posteriores a la clase presencial (evaluación posterior), así como la percepción que tienen los estudiantes sobre su propia comprensión de contenidos. Los resultados mostraron que las puntuaciones en las evaluaciones son mayores cuando el contenidos es suministrado en formato físico (lectura) que en formato digital (vídeo), lo que concuerda con la percepción subjetiva de los estudiantes acercade la comprensión del material.
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