Durante la Transición, la irrupción de mujeres en la vida política provocó reacciones encontradas. Pilar Bravo, la mujer que alcanzó los máximos puestos de dirección dentro del Partido Comunista y diputada en las Cortes, proyecto imágenes contrapuestas que remitían a la fortaleza y la fragilidad ,a una estética moderna y sobria, a una feminidad con rasgos masculinos. De manera espontánea o como parte de una estrategia no exenta de contradicciones, contribuyó a reformular la identidad militante comunista y a cuestionar la exclusión de la smujeres del poder.
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