Las bases económicas de la pequeña nobleza no titulada en la montaña antiguorregimental. Un estudio de caso

Abstract

La pequeña nobleza rural no titulada de los territorios norteños de la Corona de Castilla constituyó durante la Edad Moderna un grupo social dominante. La preeminencia económica se basaba en múltiples resortes. Desde el predominio en la propiedad de la tierra hasta el uso de mecanismos como el de la aparcería ganadera, por la que conseguían superar las barreras que suponían los limitados patrimonios rústicos característicos de la cornisa cantábrica - socializando en su favor la explotación pecuaria - , pasando por el monopolio del dinero en metálico que sustentaba el control, casi absoluto, de los préstamos hipotecarios, verdadera base del acrecentamiento patrimonial de este sector, lo que conducía, indefectiblemente, al endeudamiento campesino y, a medio plazo, a la proletarización de gran parte de los micropropietarios locales. Junto a estos y otros mecanismos “ofensivos”- por llamarlos de alguna manera - los grupos privilegiados pusieron en marcha otras estrategias “defensivas” de carácter institucional. Es el caso de los mayorazgos, las capellanías o las fundaciones pías de diversa índole, desplegadas sobre todo a la hora de realizar los testamentos, cuyo objetivo era evitar la fragmentación del patrimonio familiar. En algunas ocasiones, este andamiaje quedará reforzado con la llegada de suculentas sumas de dinero procedentes de los territorios coloniales o de la más cercana bahía de Cádiz, regiones vinculadas con la Cantabria antiguorregimental a través de las poderosas corrientes migratorias que fluían hacia el sur y hacia Ultramar, si bien es verdad que con cierta frecuencia las expectativas no se cumplían. Se abordará el estudio de este tipo de comportamientos a través del análisis de la documentación familiar de uno de los linajes más longevos de Cantabria, los Barreda, cuya base territorial se centraba en Santillana – epicentro de la pequeña nobleza montañesa -, y cuya pervivencia ha llegado hasta nuestros días. Esta fuente de gran interés se complementará con otras más habituales como el Catastro del Marqués de la Ensenada.