La LO 1/2015, que reforma el Código Penal español, consolida la (discutible) decisión político-criminal de sancionar la responsabilidad criminal de las personas jurídicas, pasando del modelo “vicarial”, que se había configurado en 2010, a otro de “culpabilidad de empresa”. De esta forma, las dudas sobre la constitucionalidad del primero (que puede ser tachado de “responsabilidad por hecho ajeno”) se ven sustituidas por los problemas de abierta incompatibilidad que surgen entre las categorías en que se fundamenta legalmente la responsabilidad penal de las personas jurídicas y los conceptos centrales de una teoría jurídica del delito construida en el Código Penal español sobre la base exclusiva del comportamiento humano. Ello, hasta el punto de hacer posible afirmar que hoy, Código en mano, es posible imponer una pena a las personas jurídicas.
The LO 1/2015, that reforms the Spanish Criminal Law, strengthen the (polemic) political-criminal decision of impose penalties on criminal liability of legal entities, turning the “vicarial” model (configured in 2010) into a “corporate guilt”. In this way, the doubts about constitutionality of the first (that can be label like vicarial responsibility) are replaced by incompatibly problems between the categories in which the criminal liability of legal entities are founded and the main concepts of legal theory of crime contents in the Spanish Criminal Law on the exclusive base of human behavior. At this point, it is possible to sustain today, with Criminal Law on hand that is possible to impose penalties on legal entities.
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