Tienen algo de ingenuidad y la fuerza de una convicción rotunda en defensa de las mujeres y sus derechos que las ha convertido en pocos años en una organización internacional; son agresivas, arriesgadas, subversivas, radicales, jóvenes y testarudas. Luchan cuerpo a cuerpo contra el patriarcado, la religión y el poder político. Son anticapitalistas y antipatriarcales. Asumen grandes riesgos en sus acciones y dedican su vida a la defensa de sus ideas; quieren cambiar el mundo y son tan artistas como activistas, militantes de la postmodernidad, guerrilleras de la Europa salida del revolcón sangriento y tecnológico del SXX. “¡Atención, cuidado! —gritan— Nadie piensa por ti”.
En el principio era el cuerpo y la sensación que la mujer tenía de su cuerpo, la alegría de su ligereza y libertad. Entonces llego la injusticia y era tan afilada que el cuerpo la sentía. La Injusticia priva al cuerpo de su movilidad, cancela todo movimiento y lo aprisiona. Es necesario que revuelvas tu cuerpo contra la injusticia, que movilices cada una de sus células en la guerra contra el patriarcado y la humillación, y que digas al mundo: ¡Nuestro dios es mujer! ¡Nuestra misión es protestar! ¡ Nuestras armas son nuestros pechos desnudos”.
MANIFIESTO FEMEN
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