Los carros con copas (Kesselwagen) encontrados en el año 1983 en Baiões, centro de Portugal, y luego publicados en 1984, son parte de un amplio complejo de hallazgos con más de 80 componentes, que aunque no estando cerrado, ha sido calificado como depósito.
La investigación se ha ocupado desde entonces de forma intensa con el hallazgo. Con respecto a los carros con copas se les está valorizando no solamente como indicadores, sino como testigos principales para una influencia mediterránea en la Lusitania central durante la época del Bronce Final.
Sin embargo, la presente investigación muestra de forma contundente, que los carros con copas de Baiões tienen una conexión con el centro de Europa, especialmente con la región meridional de los Alpes, hacia la cual hasta ahora se conocen pocos contactos arqueológicos.
También en Lusitania se utilizarían como utensilios en el culto. Como lugar de colocación son mejor imaginables los santuarios que las tumbas de la región. Su apariencia estaría ligada a la introducción de carros, o sus representaciones en general, que surgen de forma impetuosa en la Hispania del oeste y suroeste durante el siglo VII a. C., como se observa tanto en el arte rupestre como en las conocidas estelas extremeñas, en las que aparecen carros con cierta abundancia. Todo indica, que carros ejercieron una especial atracción sobre las sociedades del oeste y suroeste hispánicos, que sale a ponerse de manifiesto en aquel momento de cambio del final de la época del bronce e inicio del hierro, época acompañado de grandes cambios, cuando se buscan nuevas formas de expresión.
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