Saber que un producto o marca se dirige a las amas de casa de 25 a 34 años, de clase media alta y que viven en un determinado hábitat es insuficiente para determinar las conductas de compra. Y es que el estilo de vida prevalece, en muchas ocasiones, sobre la edad o la clase social en las decisiones de compra, e incluso, determina el lugar donde se adquieren los productos de gran consumo, así como los propios productos y tipología de marca adquiridos, según el estudio "Los Estilos de Vida", de ACNielsen. A partir de este conocimiento del estilo de vida se puede, por ejemplo, identificar públicos objetivos, encontrar el mejor posicionamiento para determinados productos y marcas, lanzar nuevos productos, conocer mejor a los consumidores, u optimizar la planificación en los medios de comunicación de las campañas publicitarias. Asimismo, es posible dirigir mucho mejor la comunicación, las ofertas, las promociones, etc.
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