En este artículo se analiza cómo durante el guzmancismo, los ciclos epidémicos ocasionaban en el gobierno un ambiente de desconfianza y tensión política, porque de manera equivocada se pensaba que eran empleados por algunos opositores para incidir en el cierre de los puertos, paralizar el intercambio, cortar el flujo de recursos económicos provenientes del comercio exterior y obtener así beneficios políticos. El gobierno se movilizaba para evitar rumores y reprimir cualquier tipo de acción política al respecto, con el fin de impedir que la oposición diera uso político a los ciclos epidémicos; también ejecutaba con eficiencia una política de información que, desde los Consulados, le permitía estar al corriente acerca del movimiento de los barcos y su situación sanitaria interna; además se desarrolló un conjunto de previsiones nacionales e internacionales altamente benéficas en el control y manejo de los períodos epidémicos.
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