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EXTRAIT
LATOMUS
REVUE D'ÉTUDES LATINES
FONDÉE EN 1937 PAR
M.-A. KUGENER, L. HERRMANN
ET
M. RENARD
PUBLIÉE SOUS LA DIRECTION DE
Carl DEROUX
PROFESSEUR A L'UNIVERSITÉ DE BRUXELLES
AVEC L'AIDE FINANCIERE DU MINISTERE DE LA COMMUNAUTÉ FRAN(:AISE
(DIRECTION GÉNÉRALE DE L' ENSEIGNEMENT NON-OBLIGATOIRE ET DE LA
RECHERCHE SCIENTIFIQUE) AINSI QUE DE LA FONDATION UNIVERSITAIRE DE BELGIQUE
TOME 65 FASCICULE 2
AVRIL-JUIN 2006
Sobre el origen bético de Teodosio 1 el Grande,
y su improbable nacimiento en Cauca de Gallaecia
Antonio García y Bellido
in memoriam (1903-2003) (')
l. «Nacido en Cauca de Gallaecia» : Un axioma con pies de barro.- Es bien
sabido que el emperador Flavio Teodosio (379-395 dC), para la Historia Antigua
Teodosio I o Teodosio el Grande, era hispano. Mucho más inverosímil en mi opinión es lo que de forma tan unánime y segura se afirma : Que nació en Cauca
(actual Coca, provincia de Segovia), «una civitas de la Gallaecia», se entiende
que tal como esta provincia quedó definida tras la reforma de Diocleciano y la
División de Constantino. Sin embargo, el universalmente aceptado axioma caucense y galaico sigue tan firme en nuestros días que el congreso internacional
que tan dignamente conmemoró, en 1995, el decimosexto centenario de la muerte de Teodosio tuvo sus dos sedes precisamente en Coca y en Segovia (2).
Esta sólida creencia, generalizada en la bibliografía extranjera (3) y en la española, aunque más durante el siglo XX ('), hasta hoy mismo (5), descansa exclusivamente en dos autores antiguos, Hidacio y Zósimo, ninguno coetáneo ni pró(1) El 10 de febrero de 2003 se cumplió el primer centenario del nacimiento en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) del más completo arqueólogo español del siglo XX,
antiguo maestro a cuya persona y obra quieren ser estas páginas un sencillo homenaje personal. Ellas son reelaboración muy ampliada del capítulo 12 de mi libro El Clípeo de
Teodosio de la Real Academia de la Historia de Madrid. Una revisión profunda de la
mejor pieza de la Arqueología española, que desde noviembre de 2000 se mantiene inédito en el archivo de esta institución, propietaria del famoso y mal llamado missorium, el
más espléndido objeto arqueológico teodosiano llegado hasta nosotros.
(2) La Hispania de Teodosio. Actas del Congreso Internacional (Segovia-Coca 1995),
ed. R. TEJA y C. PÉREZ, Salamanca, 1997, 2 vols.
(3) Valga como representación de una ingente cantidad de libros, manuales y artículos,
el comienzo del artículo de A. LIPPOLD, Theodosius l. und !l. , en RE., Suppl. XIII (del VA), Munich, 1973, col. 837): <<Theodosius wurde zu Cauca in der nordwestspanischen
Provinz Gallaecia (Zosim., IV, 24, 4. Hydatius Chron.) geboren>> y cf n. 41 (dicho sea en
passant, la actual Galicia sí está en el NW de la Península Ibérica, pero no la ciudad de
Cauca/Coca, que se halla en su cuadrante central, v. infra la cartografía). Hay ahora en la
Red un buen resumen bibliográfico de Teodosio desde el siglo XVII, del BiographischBibliographisches Kirchenlexikon de Bautz (http://www.bautz.de/bbkl/t/theodosios_r_k_ i.
shtml).
(4) En España, entre los siglos XVI y XIX, las opiniones favorables al nacimiento de
Teodosio en Itálica (Sevilla) eran la mayoría (vid. infra). Pero esa convicción se abando-
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO 1 EL GRANDE
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ximo al emperador, y cuyos pasajes además presentan graves problemas de crítica textual cuyo análisis no se suele acometer. Los mencionados dos textos son
los siguientes :
1) HIOACIO, Chron . (MGH, t. XI, p. 14, 2.1 y PL 51, p. 873):
«Theodosius <natione Spanus de prouincia Gallaecia ciuitate Cauca> (6 ) a Gratiano
Augustus appellatur...»
2) ZósiMO, NÉa 'Iaro(!ia IV, XXIV, 4 (ed. F. Paschoud, 1986, t. 11', p. 286-287):
«(Graciano) ...ewóóawv, éu /lEV イヲ■セ@
év 'I{3r¡(!Í\X k。uFケゥセ@
('), イᅮFキセ@Z
be k。■ュセ@
Ó(!/l(ÍJ/lfVOV... »
De entrada, ambas frases ya tendrían que provocar desconfianza, puesto que
el nombre de Gallaecia no está documentado en las variantes manuscritas de
ambos autores (ut infra), y además porque, según el Laterculus Polemii Silui para
el 385 dC (documento datado en el reinado de Teodosio), Cauca no formaba
parte administrativamente de la Gallaecia, sino de la prouincia Carthaginensis
(fig. 1), y esto era así desde la época de Diocleciano (297 dC). Añádase que, en
lo eclesiástico (calcado de lo administrativo), Cauca y su regio tampoco dependían de la metrópolis de Bracara (que era la cabeza de la Gallaecia tardoimpe-
na en el siglo XX, bajo la influencia de EMIL HÜBNER (RE. III.2, col. 1800-1801) : EL
CONDE DE CEDILLO, Coca, patria de Teodosio el Magno. Sus monumentos arqueológicos en
Boletín de la Real Academia de la Historia 63, 1913, p. 364-366, y quizá por un mayor
acceso a la bibliografía extranjera, como los trabajos de G. ScHNüRER y otros. El giro será
casi definitivo más adelante, por el peso de A. ScHULTEN, cuyo artículo <
<Cauca>>en la
Deutsche Zeitung für Spanien de abril de 1927 se tradujo al año siguiente por la
Universidad Popular de Segovia: Cauca (Coca), una ciudad de los celtíberos (sic),
Segovia, 1928, causando el natural efecto ; v. también ID., RE., V A 2, col. 1937-1945 s. v.
Theodosius (comes) no 9. La aparición del tomo VIII de los Fontes Hispaniae Antiquae
(citado en adelante FHA), Barcelona, 1959, p. 66-69, donde R. GRossE liquida el origen
del emperador en Itálica como <<una errónea tradición posterior>> (p. 68), obró el resto en
favor de Coca para el resto del siglo XX.
(5) Como muestra de la opinión unánime en la actual generación de historiadores españoles valgan, entre otras, estas frases de A. CABALLOS RuFINO en Itálica y los italicenses,
Sevilla, 1994, p. 148: <<No hay que prestar mayor atención a la cita de Marcellinus Comes
de hacer proceder al emperadorTeodosio (379-395) de Itálica, que tiene su origen en unos
planteamientos ideológicos [...] el resto de los biógrafos de Teodosio coinciden al afirmar
que fue de Cauca, identificada tradicionalmente con Coca (Segovia) ...>>. Como veremos,
un estudio mas detenido de todo el problema no validará estas afirmaciones.
(6) Las palabras que pongo entre corchetes no aparecen en el códice más antiguo,
véase infra.
(7) Sic en los codd. V y¿ (ed. F. PASCHOUD cit., t. 11.2, p. 287 y su nota 1). Como se
ve, no está escrito, como debiera, KaÁÁmuia, siendo particularmente extraña la ausencia
de -mu/-aec. Aunque se da por hecho (BEKKER) que está por Gallaecia, recordaré (v. algo
más adelante, y la parte III de este artículo) nombres de ciudades béticas susceptibles de
ser confundidas con Kallegía, como las bien documentadas Callet y Callecula, esta
segunda necesariamente derivada de una posible Calleca.
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A. M. CANTO
rial), sino de la archidiócesis de Toletum (R) . Esta pertenencia jurisdiccional se
prolongó en el tiempo, y se puede probar fácilmente porque el territorio de la
metrópolis toledana se extendía geográficamente hasta las subdivisiones o episcopados de Uxama, Segouia y Pallantia (h. Osma, Segovia y Palencia), más o
menos hasta la línea del Duero y, por tanto, más al norte de Cauca, según se dice
taxativamente, por ejemplo, en la llamada División de Wamba :
[metrópolis] Toletum ... [lista de diócesis dependientes] ... 16. Oxoma ... 17. Secobia ...
18. Palentia ... Haec sunt XX sedes diuise episcopales de Tolero amare usque in camino Sancti Petri qui uadit ad Sanctum lacobum ... (9)
De forma que si tenemos en cuenta las dos divisiones, administrativa y eclesiástica, de su época, parece obvio que Teodosio no pudo ser simultáneamente
«de Cauca y galaico» y, como corolario, que los textos de Hidacio y Zósimo
encierran algún error o interpolación (1°). Pero estos problemas textuales, al igual
que la incoherencia administrativa subyacente, ya no se discuten. Como mucho,
algunos autores citan el problema administrativo y lo dejan a un lado con cierta
perplejidad. De este modo, la Historia Antigua ha acabado admitiendo de plano
los dos textos antiguos citados, aunque éstos digan que Teodosio era ambas contradictorias cosas. Es mi propósito hacer ahora esa crítica textual pendiente,
aportando otros argumentos y textos para demostrar que en realidad lo que parece que dicen Hidacio y Zósimo no pudo ser así. Y, como consecuencia, que se
debe prestar más crédito a aquellas otras fuentes textuales - no sólo existentes,
sino más numerosas - que nos dicen que la sedes natalis de Teodosio estaba en
la provincia de Bética.
Para rebatir primero metódicamente el axioma de base, aparte de los dos argumentos contrarios que ya avancé - esto es, las divisiones administrativa y eclesiástica en vigor en el año 346 dC, cuando nace el futuro emperador-, me voy
a detener primero en el autor más antiguo de los dos citados que, además de por
ello, puede aparecer como el más creíble por ser hispano, y por si él pudo a su
vez haber sido la fuente de Zósimo.
(8) Al mencionar esta su capital en época tardía, me parece interesante recordar que,
casi seis siglos antes, la primera cita histórica en relación con los romanos del pueblo vacceo, al que pertenecía Cauca, ya lo asociaba a la misma ciudad : En el 193 aC, en el marco
de la coalición que forman vacceos, vetones y celtíberos para enfrentarse allegado Fulvio
Nobilior, los tres pueblos se concentran precisamente junto a Toletum (LIVIO XXXV, 7, 6;
Avw GEuo XVI, 1, 3).
(9) L. V ÁZQUEZ DE PARGA, La división de Wamba, Madrid, 1943, p. 78 y 100, y véanse
las notas 12 y siguientes. E. ALBERTINI, Les divisions administratives de l 'Espagne romaine, París, 1923, p. 121-122 para la extensión y obispados de laprouincia Carthaginensis.
(10) Véase para una revisión de las formas en las que en el pasado se trató de resolver
esta abierta contradictio in terminis J. M. MESTRE, Trajano y los humanistas, en VV.AA.,
Trajano emperador de Roma (Actas congreso internacional Sevilla 1998), ed. J.
GoNZÁLEZ, Roma, 2000 (Saggi di Storia Antica no 16), p. 313-363, esp. 330 con n. 67.
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO 1 EL GRANDE
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HmACIO. Este conocido obispo cristiano nació hacia el año 394 dC, por tanto
el año anterior a la muerte de Teodosio. Se encarga de continuar las crónicas históricas de Eusebio (m. circa 340) y Jerónimo (m. circa 419) hasta el año 468, en
que él mismo debió de fallecer. En su Crónica, Hidacio parece desvivirse por
dejar claro el detalle de que el famoso emperador, un campeón del Catolicismo,
era oriundo de una ciudad de la misma provincia que él - nacido en Forum
Limicorum - , y a la cual pertenecía la sede de su obispado - no se sabe, quizá
Aquae Flauiae C') -,esto es, la Gallaecia. Tal preocupación por indicar la procedencia de Teodosio contrasta fuertemente con el hecho de que el sabio obispo
no se vuelve a interesar por la origo de ninguno de los siguientes emperadores
que conmemora a continuación, lo que no deja de resultar, si no imposible, sí al
menos una rara excepción dentro de su obra. Semejante anomalía en la regla
lleva a pensar en al menos tres posibilidades: [a] la mención de Cauca y/o la
Gallaecia puede deberse a una interpolación del propio Hidacio, tentado por
cierto orgullo de paisanaje ; [b] la introduce interesadamente algún copista posterior ; [e] la fuente original sólo traía Cauca, y un copista añadió, con la mejor
o la peor intención, la provincia incorrecta.
Por esto era necesario ver la tradición manuscrita hidaciana más minuciosamente. Y me encontré, dentro del detallado aparato crítico hecho por Theodor
Mommsen, con estos excitantes hechos : 1) En el manuscrito más antiguo de
Hidacio, que es la llamada por Mommsen «epítome Fredegariana» (códice de
París de los siglos VII-VIII dC), la referencia a la «Cauca galaica» simplemente
no existe : en aquél se omite Cauca, y la provincia es citada como gallila
[sic!] (1 2). 2) En el segundo códice más antiguo (el B o Berlinés, del siglo IX)
toda la frase aparece suprimida, como si el copista hubiera comprobado
a posteriori que no pertenecía a la obra original. 3) Sorprendentemente, donde sí
se encuentra la frase completa es en las copias de los que Mommsen denominó
«epítomes hispanos» (H), copiados entre los siglos XIII y XVI ; el cuarto de tales
epítomes, por ejemplo, se debe a la mano de Juan Páez, uno de los cronistas de
Felipe II .. . (1 3) . Sin necesidad de entrar en mayores e incómodas profundidades,
me parece que los tres datos que comento sobre sus códices conducen inevitablemente a confirmar mis sospechas previas acerca de la autenticidad de la frase en
cuestión de Hidacio que, como mínimo, me parece una interpolación del siglo
VIII.
(11) TH. MoMMSEN, praef, ibid. p. 4: << ••• episcopus a. 427, cuiusnam urbis, ignoratur,
fortasse Aquarum Flaviarum, hodie Chaves, Limicis proximarum propter ea quae narrantur>>. Forum Limicorum se corresponde con el actual Ginzo de Limia, en la provincia
gallega de Orense.
(12) Es decir, lo que en la frase de Hidacio (supra) he incluído entre corchetes agudos,
que por ello aparece, en la edición de Mommsen, con diferente tipografía.
(13) MGH cit. , p. 8-9 y 14 con su apparatus.
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A. M. CANTO
ZósrMo. A pesar de ello, en aras de la mayor objetividad, y aunque ya hemos
visto que Hidacio no puede ser la fuente de Zósimo, debido a que los dos códices hidacianos más antiguos no traían la referida frase ( 14), el que unas pocas
décadas más tarde este segundo autor afirme lo mismo, aunque con otras palabras, podría ir en favor de que alguna otra fuente intermedia sí mencionara interesada o erróneamente tal «Cauca de Gallaecia». Por ello hemos de ver también
la credibilidad de Zósimo.
En este caso es indispensable recordar que la crítica filológica e historiográfica moderna es, valga la redundancia, bastante crítica con Zósimo, y más aún en
todo aquello que se refiera a Teodosio el Grande. Zósimo escribió en griego su
Néa 'Im:oQÍa o Nova Historia hacia el año 500, por tanto más de un siglo después de morir Teodosio. Eso no sería tan grave si no fuera porque además se le
tiene por autor de una única fuente que va alternando, pero a la que se ciñe estrechamente incluso cuando algo más atrás haya escrito lo contrario (' 5). Por esto
Zósimo, aunque usara fuentes buenas, y aunque él mismo estuviera bien situado
en la administración de Teodosio 11, resulta autor poco escrupuloso y tendencioso, presentando bastantes errores (' 6 ) precisamente en lo que afecta a cronología,
topografía, asuntos militares y, por descontado, a la geografía, y más especialmente en los asuntos del Occidente del imperio. Aparte de lo referido ya en la
nota precedente, en la edición y estudio para la col. Budé de F. Paschoud menudean las frases de este editor, del tipo « ... nous avons tout simplement ici un nouvel exemple de l'incompétence géographique d'Eunape-Zosime ... », y «... on est
peut-étre ici en présence d'une falsification intentionelle d'Eunape-Zosime ...»,
con todo lo cual creo que se puede al menos poner en cuarentena el valor de
Zósimo como fuente histórica fiable en éste y otros puntos.
Además de ello, y debido a su tendencia anticristiana, ya se ha señalado que
Zósimo consideraba a Constantino y a Teodosio como los grandes culpables de
la decadencia de Roma (' 7). Por lo tanto, si encontró en algún sitio alguna referencia al nacimiento de Teodosio en una ciudad o región menos famosas o prestigiosas que, pongo por caso, la famosa Hispalis de Hércules o la celebrada
(14) Aunque se abre ahora la posibilidad inversa: que fuera precisamente a la vista del
texto de Zósimo cuando algún interpolador posterior añadiera la frase en Hidacio (y vid.
además lo dicho en n. 7 e infra).
(15) F. PASCHOUD (ed.cít., t. Ill.l , 1986, p. 76 y 240), confirma la justa frase de
Mendelssohn sobre Zósimo: iudícíum quoque cumfonte mutavit. Valga de muestra cómo
en el libro V critica y defiende sucesivamente a Estilicón, y ello porque a mitad del libro
deja de copiar a Eunapio y se pasa a Olimpiodoro, y lo hace sin el menor escrúpulo y sin
advertir sobre ello al lector.
(16) Del tipo de IV, LVII, 2, cuando afirma que Serena era hermana de Teodosio, en
vez de su sobrina e hija adoptiva, o que Teodosio no murió en Milán, sino en el camino
de vuelta a Constantinopla. Para sus otros defectos véanse éstos y más ejemplos señalados por el citado editor, F. PASCHOUD, en su edición de Zósimo (ibíd., t. I, p. 473 n. 214, o
t. Il, p. 385-386 n. 150-151, etc.).
(17) Por ejemplo A. LIPPOLD, en Kleíne Pauly, t. V, Munich, 1979, col. 1563-1564.
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO 1 EL GRANDE
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ltalica, cuna de tan grandes y nobles emperadores (como otros textos veremos
que dicen), no me cabe duda de que debió de parecerle muy preferible. Pero lo
importante es recordar que, como más atrás avancé [n. 7], en sus dos códices
tampoco aparece escrito propiamente Kallaikía, sino Kallegía, siendo la crítica
textual moderna la que convirtió ese Kallegía en Gallaecia, basándose además
en el anterior (y supuesto) texto de Hidacio, que, según acabamos de comprobar,
tampoco pone Gallaecia, sino Gallila.
Ante estas variantes, Gallila en Hidacio y Ka}.),ey{a en Zósimo, concluyo
que es muy dudoso que las palabras Gallaecia y KaÁÁaoda aparecieran realmente en alguno de ambos autores y, además, las variables textuales que se nos
ofrecen entre uno y otro (todas ellas desechadas por los modernos editores) son
kalékoua, kalekoula, kaUkoula, gallicula, gallucula, calletuta ... ., ninguna de las
cuales autoriza a establecer como texto original Gallaecia ni Kallegía. Así que
convendrá dejar señalado ya aquí mismo (aunque sobre ello volveré en la parte
III), que en cambio existen cinco alternativas de ciudades béticas que pueden responder a estas variantes, entre las cuales, por ejemplo, dos Kallékoula/Callecula
(una de ellas a sólo 30 millas de Hispalis/Sevilla), sospechosamente coincidentes con seis de esas variantes excluídas y que además, como diminutivos que son,
permiten suponer que también existió en la Bética una Calleca.
Después de esta revisión textual puede afirmarse que las dos únicas fuentes
que sostienen el nacimiento de Teodosio el Grande en Cauca de Gallaecia quedan bastante dañadas en cuanto a su valor real, aunque por distintos motivos :
Hidacio porque seguramente no escribió la frase (como sugerí más atrás, esas
palabras parecen interpoladas, bien en el siglo VIII o entre los siglos XIII-XV dC
por epitomadores españoles, incluso quizá inspirados a su vez en el autor griego). Zósimo porque, aunque escribió algo sólo parecido, carece de la fiabilidad
necesaria o, más bien, en ese tema concreto la tiene en contra. Y ambos autores
por los importantes problemas en sus variantes manuscritas, que también he
dejado señalados.
a las fuentes literarias que dicen cosas muy distintas, alguPero antes de ーセウ。イ@
nas de las cuales, como Temistio o Claudiano, sí son contemporáneas de Teodosio y más fiables, quiero poner nuevamente de relieve, con otros testimonios de
peso, que lo que más desacredita a Hidacio y Zósimo, y de una forma incluso
más terminante que los problemas textuales que ya comenté, es que el territorio
de la moderna Coca (Segovia) siempre perteneció, desde época de
Diocleciano/Constantino, a la provincia administrativa Carthaginensis y, en
paralelo con ello, a la metrópolis eclesiástica de Toletum. Creo que no está de
más insistir en esto, ya que algunos autores incluso han planteado, por elevación,
el problema de si habría que poner en duda la extensión real de la Gallaecia
administrativa tardía.
Así, el apreciado colega francés A. Tranoy, editor de Hidacio (' 8), afirma que
la dependencia de Cauca de la provincia Cartaginense, aunque es generalmente
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A. M. CANTO
reconocida, debería de ser objeto de un replanteamiento, citando la opinión de C.
Torres Rodríguez de que habría que «recolocarla en Galicia» . Y, aunque luego
Tranoy pareció dudar de ello, en su apéndice III (p. 130), no deja de reproducir
el mapa del citado autor gallego, cuya Gallaecia se agiganta hacia el Este y, por
descontado, sobrepasa·Cauca por el Sur, conforme a lo apetecido (' 9). Recuerda
Tranoy también que A. Chastagnol indicaba que un emperador galaico era «le
point de départ idéal pour un chronographe galicien». Reproduzco aquí, en fin,
el mapa na 11 de Tranoy (fig. 2), en el que puede observarse la manera en la que
él mismo se plantea cartográficamente la duda : Pues, al formar su mapa, aunque
traza correctamente la frontera entre la Cartaginense y Gallaecia, a continuación
extiende en realidad el puntilleado de Gallaecia hasta incluir también Cauca .
Por ello es tan necesario que aquí no nos queden dudas sobre la pertenencia
de Cauca a la provincia Carthaginensis, aduciendo textos anteriores y posteriores a Hidacio y a Zósimo. Para lo cual voy a traer a colación otros cinco testimonios aparte de la ya citada División de Wamba, y por el hecho de que aquélla
es una fuente que a veces se discute (a mi juicio sin mucha base). El primero es
la Historia Pseudo-Isidoriana, que va en el mismo sentido (20) : Ps-Isid. 8 :
(Cuarto distrito, en la provincia Carthaginiensis) : «Constantinus diuisit Yspaniam in sex metropoles... Quarta metropo lis est in Carthagine... capud Toletum ;
submetropoles eius Oreto ... Oxonia, Socouia [scil., Segovia], Palentia ... ».
Coincide también en ello el ms. Florentinus 1554 de la Notitia Galliarum, del
siglo XII (Th. Mommsen, ibid., p. 573): «Prouincia Cartaginis: ... ciuitates
S ego< u> i a , Oxima, Palentia ... ». Y las mismas divisiones se conservan también en otras fuentes árabes y mozárabes, de los siglos VII y posteriores (2'), pero
citaré entre ellas sólo al geógrafo andalusí Abu Ubayd al-Bakri (HuelvaCórdoba, c. 1014-1094 dC) (2 2), ya que, desde que lo valoró debidamente R.
Dozy, viene siendo considerado el mayor geógrafo de la España árabe : «[Zona
(18) A. TRANOY, Hydace. Chronique, t. II: Commentaire et index, París, 1974 (Sources
chrétiennes no 219), p. 11 y mapas II-III, elaborados por el Laboratorio de Cartografía
Histórica de Burdeos.
(19) In., ibid. : <<Ün reconnait généralement la Carthaginoise dans la province dont
dépendait Cauca (cita de E. ALBERTINI, Les divisions ... [n. 9], p. 95) ... mais le texte
d'Hydace nous amene a reposer ce probleme [... ] Cette question est done a reconsidérer
dans le cadre d'un étude plus précise sur la Galice ... >>. Trata otra vez la cuestión en La
Galice romaine. Recherches sur le nord-ouest de la péninsule ibérique dans l'Antiquité,
París, 1981 (col!. de la Maison des Pays lbériques no 7), p. 402-403, donde reconoce
(ibid. n. 69) su pleno acuerdo con la más atrás expuesta acerca de la hipotética, enorme,
Gallaecia sueva, según las conjetura anteriores de C. ToRRES RoDRíGUEZ, éste sobre todo
en El reino de los Suevos, Santiago de Compostela, 1977, p. 273-281.
(20) MGH t. XI, 382, ed. TH. MoMMSEN.
(21) J. VALLYÉ, La división territorial de la España musulmana, Madrid, 1986, p. 218220, así como mi monografía Fuentes Árabes para la Hispania Romana (en elaboración).
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO 1 EL GRANDE
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Centro-Este : Constantino ... ] señala por zona cuarta veinte ciudades, siendo
centro de las mismas la ciudad de Tulaytila, y asignándole ... Sagubiya,
Uksuma, <P>ala(n)ziya ... ».
Es decir, Segovia (con Coca), Osma y Palencia siempre son citadas como
dependientes de Toletum. La situación de la segoviana Coca, bastante al S. de
Palencia y Osma, permite afirmar que, al menos desde Jos comienzos del siglo
IV, y por tanto también en época de Teodosio, todos esos territorios no formaron
parte de la Gallaecia, y por ello tampoco pudo serlo la Cauca de Zósimo y de
Hidacio (en el caso de que en éstos apareciera realmente tal cita, ut supra).
Dado que previamente cuestioné la realidad del texto de Hidacio, debo descartar igualmente la posibilidad de que tal status administrativo hubiera cambiado en la época de Zósimo (segunda mitad del siglo V). Por ello recurro a un cuarto testimonio, fechado en el 527 dC, cuando, con motivo del 11 Concilio de
Toledo, se menciona en sus Actas una cesión temporal hecha por los propios
obispos de Toletum, y precisamente del municipium Cauca, con objeto de facilitar la manutención de un obispo visitante : « ... Et certe municipia, id est Segouia,
Brittablo et Cauca eidem ... concessimus» (2 3).
Este texto tiene la ventaja decisiva sobre el de Zósimo de que, siendo un documento posterior a Hidacio, se debe a obispos hispanos y reunidos sobre el terreno, con lo que se confirma que: [1] Tanto la Carpetania del Tajo como buena
parte de la Celtiberia y de la antigua regio Vaccaeorum, continuaban dependiendo de la archidiócesis toledana ; y [2] la prueba es que las autoridades eclesiásticas de Toletum pueden disponer de las ciudades de su territorio, y aquí lo que
se concede (junto con la propia Segovia y la hoy madrileña Buitrago) es, expressis verbis, la ciudad de Cauca.
Por último, y aunque sea un compendio ulterior, la Primera Crónica General
de España, al relatar hechos relativos a los años iniciales de la conquista árabe
(716 dC), todavía considera que la zona sur de Castilla la Vieja (en donde se
enclava Cauca/Coca) formaba parte de la regio Carpentania (sic) (24 ).
Después de todo ello, creo que no puede caber la menor duda de que, entre los
siglos IV y VIII dC, ni _Cauca pudo pertenecer a Gallaecia, ni hubo cambios
administrativos en su adscripción, ni la provincia abarcó más territorio del que
(22) Toma mucho de él su posterior AL-HIMYARI, y es la principal fuente geográfica de
la General Estoria de Alfonso X. El texto que cito en p. 17 de E. VIDAL, Abú 'Ubayd alBakri. Geografía de España (Kitab al-Masalik wa-1-Mamalik [scil., Libro de los caminos
y los reinos], Zaragoza, 1982 (Textos Medievales no 53).
(23) J. VIVES, Concilios visigóticos e hispano-romanos, Barcelona, 1963, p. 51. En esta
época tan tardía la palabra municipium no tiene un valor estatutario directo. Pero posiblemente éste era su rango, el de un municipio latino menor, desde poco antes del134 dC (v.
infra).
(24) Edición de R. MENÉNDEZ PIDALY D. CATALÁN, Madrid, 1977, t. I, p. 318, cap. 563:
<< ... et otras cibdades et castiellos et villas muchas en tierra de Carpentania [.. .] e estas
tierras son agora llamadas Castiella uieia ... >>.
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A. M. CANTO
sabemos, ni se cuenta con un mínimo indicio para suponer algo de todo ello.
Otro aspecto importante a considerar es el de la entidad histórica y arqueológica que podríamos esperar de una ciudad que se supone patria de una dinastía
imperial. En cuanto al aspecto estatutario, la Cauca de la República, objeto del
deseo romano, fue devastada y pasada a cuchillo durante la conquista. Plinio el
Viejo, hacia 73-79 dC, la cita todavía como una sencilla ciuitas (es decir, indígena y peregrina) de la etnia vaccea dentro del conuentus Cluniensis (25 ). No
mucho antes del 134 dC, y en el marco de la concesión a Hispania del Latium
minus en el 69 d.C., Cauca habría solicitado la mejora, pasando a ser un sencillo municipio latino (26 ), lo que se la sigue llamando en el siglo V [n. 23]. No
parece que una ciudad con esta trayectoria haya podido convertirse en un foco
político y económico del calibre suficiente como para generar una familia imperial.
A este argumento, y a los seis textos probatorios que antes he aportado, hemos
de sumar un análogo mutismo de las fuentes arqueológicas (2 7) y epigráficas (2 8)
(25) Nat. Hist. III, 4, 26. Véanse otras en el trabajo de E. SÁNCHEZ MoRENO, Los vacceos en las fuentes literarias : Historia, geografía y etnografía de una entidad prerromana a los ojos de los clásicos en Hispania Antiqua 22, 1998, p. 51-74 y, por supuesto, en
A. TOVAR, lberische Landeskunde. II.3. Citerior Tarraconensis , Baden-Baden, 1989, sub
C-317.
(26) Ya que en la tabula de Montealegre de Campos, Valladolid, de esa fecha, se menciona un duovir de Cauca con trianomina, pero se sigue usando la antigua fórmula senatus populusque Caucensium (AE 1985, 581 ; 1988, 764 ; 1992, 1032; 1993, 1037; HEp
1989, 645 ; 1993, 412 ; 1994, 944; 1995, 866; 1996, 987). Sobre la evolución del estatuto de la ciudad J. SANTOS, Cauca, patria de Teodosio. De comunidad ciudadana indígena a civitas romana (ss. ll aC. -ll dC) en La Hispania de Teodosio ... [n. 2], t. I, p. 233-240
(la ciuitas en el siglo I dC es incompatible con los estatutos latino o romano ; este autor
es partidario de que Cauca no llegó a ser un municipio flavio).
(27) Tampoco la Arqueología ha dejado a lo largo de los siglos, ni en hallazgos casuales, ni en excavaciones, evidencias claras de que la actual Coca haya podido ser objeto de
ampliaciones o embellecimientos propios de una supuesta dignidad imperial. Véase por
último J. F. BLANCO GARCÍA, Aproximación a la Cauca del Bajo Imperio en : La Hispania
de Teodosio ... [n. 2], t. Il, p. 377-393, donde reconoce tal situación real. Este autor, no
obstante, anunciaba algunos hallazgos inéditos, y un futuro plan de excavaciones en Coca.
En efecto, noticias de prensa del verano de 2001 hablan del hallazgo en la zona suburbana de <<Las Pizarras» de estructuras de cierta consideración así como, se dice, fragmentos
marmóreos de canteras extrahispanas. Los excavadores (C. Pérez González y O. Reyes
Hernández) tienden, como es natural, a relacionar los nuevos hallazgos con posibles propiedades imperiales teodosianas en la zona, si bien prudentemente. Aunque no se debe
excluir que hubiera en Cauca propiedades relacionadas con los Teodosios, en tanto no
haya indicios más claros puede tratarse sólo de una de las grandes uillae tardías en la
región de Castilla, que han dado objetos y notables mosaicos tardoantiguos.
(28) Vid. EL CoNDE DE CEDILLO, Coca ... [n. 4], con la localización de dos de las inscripciones referenciadas en el CIL II (2727 y 2728). Cuando R. C. KNAPP, ochenta años
más tarde, publica su catálogo epigráfico de la España central (Latin lnscriptions from
Central Spain, Berkeley, 1992, Classical Studies no 34), las inscripciones de Coca sólo
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO 1 EL GRANDE
397
sobre Coca. Con ello se admitirá como razonable que no apreciemos en tomo al
moderno pueblo las circunstancias adecuadas para haber sido una ciudad imperial.
A las realidades antes dichas no podía ser ajeno Hidacio (como autor más
digno de respeto de los dos que comento), precisamente por ser un personaje
muy representativo de la propia provincia de Gallaecia. De forma que sólo
puede concluirse una de estas dos cosas : O bien que él - y es lo que sugieren
sus códices - nunca lo afirmó (a sensu contrario, si hubiera sido cierta esta
origo imperial, por el orgullo patrio al que más atrás me refería no la hubiera
dejado de señalar) o que, si lo hizo, faltando a la verdad en cuanto a la auténtica
dependencia provincial de Cauca, tampoco podrá ser mucho el crédito que deberemos prestarle cuando después afirme que el último gran emperador hispano
había nacido allí. En resumen, de cualquiera de las formas que lo veamos, el
estudio detenido de las dos únicas fuentes de las que depende este axioma, así
como el de las administrativas y eclesiásticas, que las contradicen, todo junto
indica que Teodosio 1 no pudo ser ni de Gallaecia ni de Cauca si ello nos obliga antes a aceptar que esta ciudad perteneció a aquella provincia.
11. Siete textos fidedignos en favor del - más lógico - origen bético de
Teodosio. - La anterior digresión ha tenido que ser algo más extensa en consideración al importante axioma historiográfico que debo quebrantar. Una vez
puesta en cuestión, por diferentes motivos, la credibilidad de los únicos dos textos que afirman el nacimiento de Teodosio en Cauca (Hidacio y Zósimo), y aportados igualmente seis testimonios que demuestran sin posibilidad de duda que
Cauca nunca perteneció, ni administrativa ni eclesiásticamente, a la provincia de
Gallaecia (ut supra), pasaré a analizar otras siete fuentes antiguas que he localizado, mucho más próximas y verosímiles en mi opinión, que señalan que
Teodosio 1 no sólo era bético, sino más concretamente originario de o de cerca
de la única ciudad del Imperio que, aparte de Roma, fue por excelencia una cuna
de emperadores : la muy antigua y muy noble ciudad de Itálica (hoy Santiponce,
unos 8 km al norte de Sevilla). Pues ninguna otra ciudad fuera de Italia puede
preciarse de haber dado a luz a dos, cuando no a tres, de ellos : Trajano, Adriano (29) y, como aquí estoy defendiendo, Teodosio. O - permítaseme añadir llegaban a ocho (núms. 324 a 331 ), casi todas ellas funerarias, muy modestas y anteriores
al siglo III. Esto llevó a KNAPP a concluir (p. 300) : «In sum, in an area which must have
be flourished in late antiquity, fewer remains of Roman activity have been discovered to
date than might have been expected>>.
(29) Me parece incuestionable que Adriano nació en Itálica, aunque la opinión mayoritaria actual es que lo hizo en Roma, dando más crédito a la contradictoria \lita Hadriani
de los ScRIPTORES HISTORIAE AUGUSTA. He colectado hace poco veinticinco textos históricos antiguos y medievales, más otros seis argumentos indirectos, que creo demuestran de
forma inapelable que la sedes natalis de Adriano fue Itálica : A. M. CANTO, Itálica, patria
y ciudad natal de Adriano en Scripta Antiqua in honorem Ángel Montenegro Duque et
398
A. M. CANTO
cuatro, ya que es muy frecuente olvidar en la nómina de los césares hispanos al
hijo mayor de Teodosio, el emperador Arcadio, que también nació en Hispania
y es lo más posible que ello fuera en los dominios de su abuelo y de su padre.
En la época y en la corte de Teodosio 1, y entre aquéllos que le conocieron
muy bien, se tuvo siempre como un tópos su parecido en muchos órdenes con
Marco Ulpio Trajano; parecido que, aun admitiendo algo de propaganda (dado
el ascendiente y también el modelo reconocido de emperadores, el Optimus que
Trajano llegó a ser) es bastante real. Aparte del parecido físico (que el
Epitomador de Aurelio Víctor dice se podía reconocer fácilmente a través de las
picturae de Trajano), llevaba inherente la misma origo provincial de éste y la
herencia de la gens Aelia, tal como uno de los más famosos elogios del poeta y
bardo oficial Claudio Claudiano describe nítidamente: Tibi (Hispaniae) saecula
debent Traianum, series his fontibus Aelia fluxit ... (1°) .
Sin embargo y aparte de todo ello, en modo alguno Teodosio era un parvenu,
ni el descender de Trajano su única credencial para ser promovido. Dejando al
margen ahora a su más oficial e imperial ancestro, el joven general pertenecía a
una domus que durante la dinastía valentiniana ya había alcanzado cotas altas de
mérito, cargos y riqueza, años antes de que él mismo llegara al trono en el 379.
Pocos serían los soldados romanos que pudieran decir que no conocían a su
padre, el comes Flauius Theodosius, o que no habían combatido a sus órdenes en
distintas provincias del Imperio. Amiano Marcelino, por ejemplo, ya había escrito el elogio del padre del futuro emperador, que fue magister equitum entre 369375 dC, por sus grandes virtudes militares, comparándolo con Lusius Quietus,
otro gran general y precisamente de época trajanea (1 1).
José María Blázquez Martínez, edd. S. Crespo ÜRTIZ DE ZÁRATE y Á. ALoNSO ÁVILA,
Valladolid, 2002 (Universidad de Valladolid), p. 363-396, y EAD. Itálica, sedes natalis de
Adriano. 3/ textos históricos y argumentos para una secular polémica en Athenaeum
XCII, 2004, p. 367-408. Sobre Arcadio, hijo mayor de Teodosio y su heredero en el solio
oriental, v. infra.
(30) El texto del anónimo compilador de Víctor en Epit. de Caes. 48, 8 : Fuit autem
Theodosius moribus et corpore Traiano similis, quantum scripta ueterum et picturae
docent. El de CLAUDIANO en su Laus Serenae (carm. min. XXX), v. 55-57 (y se verá más
sobre ello infra).
(31) AMM. MARC. XXIX, V, 4 (año 373) . ... Theodosius magister equitum mittitur, cuius
uirtutes ut inpetrabilis ea tempestate prae ceteris nitebant : Domitii Corb.ulonis et Lusii
ueterum simillimi, quorum prior sub Nerone, alter Traiano rem regente Romanam pluribus inclaruere fortibus factis .... Su editor en inglés, J. C. RoLFE (Loeb, 1963, p. 249 y n.
2) observa ya que <<ambos (además) cayeron víctimas de la envidia de los cortesanos y de
los emperadores». Como se sabe, Lusio fue ejecutado por Adriano al poco de subir al
trono, por lo que Amiano extendía el paralelo también al injusto final del padre de
Teodosio, y nos daba de paso el pretexto real para su ejecución : invidia. La misma causa
refiere ÜROSIO, Hist. adu. pag. VII, 33.6: << •• •una muerte que estimuló e insinuó la envidia>> (y cf n. 33).
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
399
Asimismo, un hermano del general, tío de Teodosio, Flavius Eucherius, era,
desde el año 378 - esto es, también antes del ascenso al solio imperial de su
sobrino - nada menos que comes sacrarum largitionum de Graciano (367-383),
un cargo de alto rango y la máxima confianza. De hecho, en opinión de algunos
autores (32 ), pudo ser este tío el que recordara al emperador los méritos militares
que su joven pariente había acreditado desde su servicio en Britannia (junto a su
padre, en el 368) y, más recientemente, como dux de Moesia Prima (373-374
dC). Tras cuya recomendación, y dado su estado de necesidad de un experto
militar que salvara la guerra contra los sármatas, Graciano hizo regresar a
Teodosio el joven desde Hispania (a donde prudentemente éste se había retirado), nombrándole inicialmente, a fines del 378, para el mismo cargo, magíster
militum, que había tenido su ejecutado padre (3 3).
Algunos textos sobre Teodosio 1 no puntualizan la ciudad de su nacimiento,
lo que en principio podría hacer inferir que aquélla no era ni muy noble ni muy
conocida ; pero esa falta de detalle no autoriza a descartar que naciera en la vieja
Italica o en alguna otra ciudad bética. Dividiría en dos grupos tales fuentes literarias : Entre las primeras, que se refieren a un origen «hispano» de manera genérica, estarían Latinio Pacato, panegirista del emperador en el 389 dC : «.. . Nam
primum tibi tibi mater Hispania est... deum dedit Hispania quem uidemus .. . » (en
medio va su justamente afamada laus Hispaniae) (34 ), o Sócrates y Teodoreto,
dos de los escritores de la llamada Historia tripartita en tiempos de su nieto,
Teodosio 11 (15).
En el segundo grupo se hallarían las que, no mencionándolas expressis verbis,
sí sugieren indirectamente como procedencia la Bética e Itálica, al recordar la
relación, familiar o ciudadana, de Teodosio con el gran Trajano. Aparte de textos como el ya citado de Teodoreto (V, 5, 1 : «de espléndida ascendencia»), la
(32) Por ejemplo, F. PASCHOUD, en su ed. cit. de Zósimo: t. 1!.2 (1979), p. 385, con
otras referencias a favor y en contra de ello.
(33) Es notable que varias de las explicaciones que se daban en la Antigüedad para justificar la decapitación · en Cartago del padre de Teodosio coincidan en afirmar que un
astrólogo predijo al emperador Valente que le sucedería en el trono alguien cuyo nombre
empezaba por las letras THEOD, por lo que fueron ejecutados varios que estaban en este
caso, entre ellos el esforzado· general (¡cuánto recuerda esto también a la ejecución por
Adriano del fiel Serviano y su nieto Pedanio, en el 138 dC!). Tener las mismas iniciales
sería también la causa que indujo a Teodosio hijo a retirarse prudentemente a Hispania .
Un mero pretexto tras el cual puede esconderse perfectamente la invidia, cf supra n. 31.
(34) Pacati paneg. Theodosio dictus IV.
(35) SocRAT., Hist. eccles. V, 2, 2 («descendiente de una noble familia de Hispania>>) ;
TEODOR., Hist. eccles. V, 5, 1 : <<Teodosio era hombre de alta reputación, por su espléndida ascendencia [... ] se hallaba viviendo en Hispania, donde había nacido y crecido ... >>;
en cambio SozoM., Hist. eccles. VII, 2, 1 : <<patricio de cerca de los Pirineos, en Iberia>>
(sic). Véase posteriormente loRD., GET. XXVII (<< ... Teodosio, de Hispania ... >>) y, para las
menciones simples en escritores bizantinos posteriores, los FHA, t. VIII [n. 4], Barcelona,
1959, p. 68.
400
A. M. CANTO
fuente que más insiste en ello es el Epítome de Caesaribus. Este compilador anónimo, que redacta su obra a fines del siglo IV - esto es, durante la propia época
de Teodosio - , en su última biografía imperial, que es precisamente la del
emperador que comento (Epit. de Caes. 48, 1-20), parece sintetizar una o más
biografías teodosianas al uso en su época, ya que en este caso no puede abreviar
a Aurelio Víctor, cuyo propio Líber de Caesaribus acababa con Constancia, en
el 361 dC. Pues bien, a pesar de su elogioso contenido, de resaltar las similitudes con Trajano y aquello en lo que Teodosio le aventajó (por ejemplo, en que él
no fue víctima de la uinolentia ni de la cupido), el Epitomador no encuentra
necesario hacer una referencia expresa a su ciudad natal, diciendo sólo que era
« ... genere Hispanus ... originem a Traiano príncipe trahens ...» (36) . Aún así, quiero llamar la atención sobre la palabra usada por el Epitomador, origo, que puede
apuntar no sólo a una descendencia más o menos directa, sino también a una ciudad concreta, a un lugar de nacimiento, de lo que hay algunos ejemplos (37) . Otro
caso significativo, posterior, es el de Paulo Orosio, que establece un paralelismo
expreso entre Nerva y Graciano, al optar ambos, en una situación de especial
necesidad del Imperio, por sendos hispanos (3 8).
(36) En 48 , l. Pero téngase en cuenta que, aunque AURELIO VícTOR en la biografía de
Trajano (13, 1) sí citaba expresamente a Itálica (Ulpium Traianum ltalica, urbe
Hispaniae, ortum), tampoco en esto le seguía el Epitomador (13 , 1), sino que citaba la
regio hispana en la que aquélla se enclavaba, la Turdetania : Ulpius Traianus, ex urbe
Tu<rdeta>na , según mi reciente y argumentada corrección, donde creo demuestro lo
infundado de su origo vetustior en Tuder, h. Todi. Hace poco he hecho, en efecto, una
revisión muy completa de ese párrafo inicial del Epitomador, recuperando y ampliando
las propuestas inatendidas de J. LIPSIO en 1600, J. DIERAUER en 1868 y J. ScHLUMBERGER
en 1974, con el objeto de demostrar que la gens natal de Trajano no era la Ulpia , sino la
Traia , y su origo puramente hispánica : A. M' CANTO, Los Traii béticos. Novedades sobre
la familia y los orígenes de Trajano en Trajano (Actas del Curso de Verano de la U.C.M.
edd. J. M' BLÁZQUEZ MARTíNEZ Y J. ALVAR, julio 1998), Madrid, 2003 , p. 33-73. Se ha
publicado como pequeño libro : EAD., Las raíces béticas de Trajano. Los Traii de la
Itálica turdetana y otras novedades sobre su familia, Sevilla-Córdoba, 2003.
(37) El Epitomador debe referirse a una ascendencia familiar, a Trajano como su auctor generis, pero no quiero dejar de recordar que origo suele entenderse en Epigrafía
como «lugar de nacimiento>>, acepción que también literariamente está documentada, ad
ex. en un texto tardío como ULPIAN. Dig. 48,22,7,10 y 50,1,6,3 : ... ut, qui relegatus esset
·ab ea prouincia, in qua domicilium habuit, morari apud originem suam posset ... Cf OLD,
s. v. origo, acepción 3c : «place of birth>>. Aunque aquí, como digo, creo que se trata de las
acep. 4 y 5, debido a la mención expresa de la persona de Trajano.
(38) ÜROS. , Hist. adu. pag. VII, 34, 2 s . ... cum adflictum ac paene conlapsum reipublicae statum uideret, eadem prouisione, qua quondam legerat Nerua Hispanum uirum
Traianum, per quem rempublicam reparata est, legit et ipse Theodosium aeque Hispanum
uirum et restituendae reipublicae necessitate ... Orosio precisa que Graciano eligió aún
mejor, por ser Teodosio cristiano. Para su única edición bilingüe moderna en español v. C.
TORRES RoDRíGUEZ, La obra de Orosio, su historia, Santiago de Compostela, 1954 (reed.:
Pauto Orosio, su vida y sus obras, Santiago de Compostela, 1985, p. 680). Sobre Orosio,
hispano nacido durante el reinado de Teodosio y muy influyente en la Edad Media,
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
401
Que, en cualquier caso, Teodosio sentía a Trajano como algo propio, se comprende de inmediato incluso sólo sabiendo de la enorme columna, hoy perdida,
que, imitando a la Trajana en Roma, mandó erigir para sí mismo en su Foro en
Constantinopla. Y estimo que existen otras diversas pruebas, como la recuperación del tema de la Viétoria Romana escribiendo en su clípeo que, a partir de
Teodosio y sobre todo del empeño de su primera emperatriz y única Augusta, la
muy posiblemente béticaAelia Flaccilla (v. infra, parte IV), se convertirá en uno
de los temas favoritos en las monedas de la dinastía, como lo había sido igualmente en las acuñaciones de Trajano y figuraba también en lugar muy preeminente de la columna trajana ; la diferencia es que la en otros tiempos orgullosa
divisa de Roma- que durante siglos presidió al Senado en la Curia Julia y a la
sazón era ya objeto de grandes debates a favor y en contra de retirarla de allí aparecía en los reversos monetales teodosianos humillada y forzada a escribir el
crismón cristiano sobre su escudo (3 9).
Aunque, como veremos, en la propia corte de Teodosio sí se tenía por segura
su estrecha vinculación y descendencia de Trajano, y en cambio para lo contrario no existen pruebas, la erudición histórica viene afirmando, desde que lo sugirió nada menos que a fines del siglo XVII el gran historiador francés L.-S . Le
Nain de Tillemont ('0), que la vinculación de Teodosio con Trajano e Itálica es
sólo «eine genealogische Konstruktion aus der Zeit nach Theodosius's Regierungsantritt» (< 1), esto es, una mera fabulación genealógica, comenzada a gestar
v. recientemente J. VILELLA, Biografía crítica de Orosio en Jahrbuch für Antike und
Christentum 43, 2000, p. 94-121. Este aspecto concreto de la comparación entre Trajano
y Teodosio lo ha tratado hace poco M. SoRDI, La Spagna nel Panegírico di Plinio e in quello di Pacato en Hispania terris omnibus felicior. Premesse ed esiti di un processo di integrazione, Pisa, 2002 (Atti del convegno intemazionale Fondazione Niccolo Canussio,
Cividale del Friuli, 27-29 settembre 2001), p. 315-322 (edición digital en http://www.fondazionecanussio.org/).
(39) Sobre estos aspectos vid. mi libro inédito citado : A. M. CANTO, El clípeo de
Teodosio ... [n. 1], capítulo 5 y figs. 11-14, con todas las referencias del caso, y especialmente la monografía de K. G. HowM, Theodosian Empresses. Women and Imperial
Dominion in Late Antiquity, Berkeley, 1982, sobre todo p. 22-44 (Aelia Flaccilla); p. 36
y fig. 7 (Eudoxia) ; p. 105 y fig. 12 (Pulcheria) ; más recientemente el análisis de M.
MARCOs, Política dinástica en la corte de Teodosio 1 : Las imágenes de Aelia Flavia
Flaccilla en La Hispania de Teodosio ... [n. 2], p. 155-164.
(40) L.-S. LE NAIN DE TILLEMONT, Histoire des Empereurs et des autres princes qui ont
régné durant les six premieres siecles de l'Église, tomos II-III, París, 1691 (BN, sign.
3/60897-8). Casi coetáneamente, otro historiador francés, J.-B. BossuET, estaba echando
los cimientos para convertir en «antonina» a la dinastía Aelia (Discours sur l'Histoire
Universelle, París, 1681, lOe. époque; en la ed. española de Barcelona, 1940, p. 195),
cuyo edificio construirían en el siglo siguiente el inglés E. GIBBON y otros historiadores
también europeos, v. el texto supra.
(41) Así todavía en A. LrPPOLD, RE. cit. supra [n. 3] , especialmente col. 839, basándose- ¡trescientos años después!- en LE NAIN DE TILLEMONT. Otro ejemplo clásico sería
J. RlsT, Theodosius 1 en Biographisches-bibliographisches Kirchenlexikon, t. XI; 1996,
402
A. M. CANTO
después del año 379. Pero tal idea- que encuentro por primera vez, como digo,
en Le Nain de Tillemont - me parece que se encuadra perfectamente en el
mismo tipo de minusvaloración intencionada del origen hispano de los mejores
emperadores de Roma, que estuvo de moda en Europa durante los siglos XVII y
XVIII, una época en la que España como potencia atraía grandes odios políticos
y culturales europeos y que, a mi juicio, es la misma devaluación que también
llevó a Edward Gibbon, hacia 1786, a inventar las poco fundadas históricamente - pero casualmente triunfantes - definiciones «dinastía antoniniana» y
«emperadores antoninos», para referirse a todo el feliz y próspero siglo 11 dC y
a unos emperadores a los que, en cambio, las propias fuentes antiguas llaman
más bien la Ulpia progenies (4 2), la proles Aelia (43) o la series Aelia (44 ), según
hace unos años he comenzado en solitario a reivindicar, proponiendo su denominación como «dinastía de los Ulpio-Aelios» (45).
Es necesario ante todo rebatir esta todavía tan seguida tesis del supuesto
«invento genealógico» de Teodosio 1 tras su ascenso al trono para poder a continuación apuntalar mejor las fuentes literarias que afirman, a la inversa, el origen
bético del emperador. Opondré en primer lugar que acabamos de comprobar
cómo Amiano Marcelino elogiaba los ya grandes méritos de su padre anteriores
al año de su ejecución, que fue el 375, que eran méritos generados al menos
desde el 368 en Britannia y, por ende, más de una década antes de la Regierungsantritt de Teodosio en 379 ; y además, según ya avancé, que uno de sus tíos era
comes imperial con Graciano ya en el 378.
col. 989 : (Teodosio) << ••• *11. Januar 347 in Cauca in Gallizien/Spanien. [... ] Aufgrund seiner Geburt in der kleinen norwestspanischen Stadt Cauca, wo sein Vater, Theodosius der
Altere, Besitzungen besaB, bildete sich spater die Legende, Th. starnrne direkt von Kaiser
Trajan dem Musterkaiser des 2. Jahrhunderts ab und sei ebenfalls in dessen Heimatstadt
Italica geboren worden ...» .
(42) CLAUD., de IV cons. Honorii v. 17-18 (año 398 dC) : ... Ulpia progenies et
quae diademata mundo sparsit Ribera domus ...
(43) CLAUD., de VI cons. Honorii v. 420 : Hic proles atauum deducens Aelia
Neruam ...
(44) CLAUD., Laus Serenae (carm.min. XXX) v. 55-56: ...Tibi (Hispaniae) saecula
debent Traianum, seri e s his fontibus A e li a fluxit ...
(45) He iniciado la crítica de esta tergiversación historiográfica moderna desde mis
modestos recursos, aunque soy consciente de que es muy difícil arrancar el equivocado
concepto después de dos siglos largos de incrustación en la bibliografía internacional, y
será tarea casi imposible sin el apoyo de mis compatriotas, que siguen en esto las clasificaciones dominantes. Véase el avance de estas tesis en A. M' CANTO, Saeculum Aelium,
saeculum Hispanum: Promoción y poder de los hispanos en Roma en Hispania. El legado de Roma. En el año de Trajano , Madrid-Zaragoza, 1998 (catálogo de la exposición del
mismo título, Zaragoza-Mérida 1998-1999, Ministerio de Cultura), p. 209-224 (en la 2'
edición, de 1999, p. 233-251), y su desarrollo completo, con 50 textos antiguos, en EAD.,
La dinastía Ulpio-Aelia (96-192 d. C.): Ni tan "Buenos", ni tan "Adoptivos ", ni tan
"Antoninos " en Gerión 21.1, p. 305-347.
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
403
Esto significa que, al menos en la generación anterior a Teodosio I, durante la
dinastía valentiniana, su familia no sólo era muy conocida, sino prestigiada y
muy próxima al poder. Ello hace difícil- casi imposible, imagino -el pretender, años después, concebir y poner en circulación una serie de mentiras acerca
de un falso entronque ·familiar, municipal o de lejana sangre, con el Optimus
Princeps. Cosa bien distinta sería que la propaganda imperial hubiera querido
hacer hincapié en ello, lo que no sólo es cierto, sino que además sería políticamente lo esperable ; pero sobre la base - y he ahí la diferencia de análisis que
propongo -de que tales lazos familiares y ciudadanos eran ciertos. Sin embargo, lo que la erudición histórica pretende es que creamos que se inventó, se
expandió y se mantuvo a posteriori toda una colección de fábulas sobre los
ancestros de Teodosio, y que todo ello se concibió y se consiguió en medio de
una corte llena de hispanos.
Porque, en efecto, según el testimonio de Temistio, Teodosio llegó a Constantinopla «acompañado de un numeroso grupo de parientes hispanos». Un grupo
que tuvo que irse incrementando con los años y a los que vemos ocupar cargos
principales o de mucha confianza : consulados, comitatus de largitiones y de las
res privatae, proconsulados, altas jerarquías militares, etc. Todos éstos formaron
sin duda en el seno de la corte y administración, según comenzó a demostrar en
1965 A. Chastagnol (' 6), un nuevo clan hispano («aunque pequeño», matiza el
autor). Con el paso de los siguientes treinta años, tras la publicación de las fuentes prosopográficas del Bajo Imperio y la valoración de distintos textos y epígrafes, la investigación ha ido acopiando más referencias sobre la larga serie de
familiares y amici de origen hispano que fueron siendo elevados a importantes
honores y cargos civiles y militares del Imperio ya a partir de los valentinianos
pero, especialmente, de Teodosio I (47 ).
(46) A. CHASTAGNOL sí admitió <<Un petit clan espagnol>> : Les Espagnols dans l'aristol'époque de Théodose en VV.AA., Les empereurs romains
cratie gouvernementale
d 'Espagne, París, 1965, y luego en lo., Aspects de l'antiquité tardive, Roma, 1994 (Saggi
di Storia Antica no 6)", p. 11-43, espec. 41), así como K. F. SrROHEKER, Spanien im :,piitromischen Reich (284-475) en AEspA 45-47, 1972-1974, p. 587-605 (y cf Madrider
Mitteilungen 4, 1963, p. 107-132) y K. J. SHEPHERD, Age of Spirituality. Late Antiquity and
Early Christian Art, Nueva York, 1979, p. 74-76.
(47) Para J. F. MATTHEWS (Western Aristoáacies and Imperial Court A.D. 364-425,
Oxford, 1975, p. 112-113) sería incluso <<claramente el grupo dominante>>. Sobre ello
vuelve ahora D. FERNÁNDEZ-GALIANO (De arqueología teodosiana en VV.AA., El Disco de
Teodosio , Madrid, 2000, p. 317 -318), a favor y citando una media docena de los nombres
más representativos. En cambio, G. BRAVO, Prosopographia theodosiana (!)en Gerión 14,
1996, p. 381-398, y Prosopographia theodosiana (Il): El presunto "Clan Hispano " a la
luz del análisis prosopográfico en La Hispania de Teodosio ... [n. 2], t. 1, p. 21-30, después
de realizar un censo de 48 hispanos (de los que 19 tendrían además parentesco con el
emperador) es quien, paradójicamente, concluye que no cree que llegaran a constituir un
verdadero <<grupo de poder>>. En el tomo 1 del citado congreso sobre La Hispania de
Teodosio [n. 2] varios autores, en cambio, valoran o incrementan este clan español, así L.
a
404
A. M. CANTO
Todo ese proceso, dicho sea de paso, recuerda forzosamente el ascenso progresivo de los senadores y équites hispanos que casi tres siglos atrás, y al calor,
primero de los emperadores julio-claudios y luego, decisivamente, de los tres flavios, se habían ido preparando y fortaleciendo para «imperium arripere», consiguiendo instaurar finalmente toda una dinastía hispana, la Ulpio-Aelia, que duraría casi un siglo (98-192) (4 8), y el más brillante, en cuya gestación puede decirse que en cualquier caso «entre hispanos andaba el juego», pues hispano era también el que disputó a Trajano el trono, Cornelio Nigrino.
Al finalizar la década de los 370, la situación político-militar se presentaba de
un modo muy similar, puesto que también otro hispano, Máximo, era el rival de
Teodosio. Esto evidencia que ambas dinastías de origen español, la ulpio-aelia y
la teodosiana, consiguieron su objetivo merced a una situación de poder y presión que era anterior o muy anterior a su éxito. En el caso de la teodosiana, creo
que tuvo que ser clave la presencia en el pontificado del papa Dámaso, también
de origen hispano (366-384 dC).
Como parece natural, la amplia serie de coterráneos que rodeaban y apoyaban
a Teodosio sin duda se conocían muy bien entre sí y sabían mucho, o todo, de la
verdadera genealogía, méritos, riqueza y antigüedad de las familias de procedencia de cada uno. De forma que creo que habría otras hipótesis que contemplar antes de llegar a admitir la tan generalmente aceptada de la mentira natal y
genealógica del nacimiento y ascendencia de Teodosio, para el éxito de cuya
falacia hemos de imaginar a decenas de paisanos, tanto amigos como enemigos,
todos conjurados durante décadas en un vasto y piadoso complot de silencio ;
complot que, además, se supone que tendría que haber empezado ya en la generación anterior. Sin embargo, si la descendencia de Teodosio desde Trajano
hubiese sido una falsedad absoluta, alguna fuente histórica, y sobre todo las hostiles (como es el caso del propio Zósimo) lo habría denunciado, y no hay tal
denuncia. Así que la hipótesis erudita de Le Nain, y de tantos que todavía la
siguen, no sólo no aporta pruebas sobre tal «fabulación genealógica», sino que
va contra los indicios existentes y, sobre todo, contra la lógica de las cosas.
Ya que creo haber demostrado previamente que el nacimiento real de
Teodosio no pudo tener lugar en la Cauca vaccea, paso ahora a presentar a los
cuatro autores, con un total de siete textos, que espero me permitirán defender
con garantías mi hipótesis de que Teodosio procedía en realidad de la célebre
Itálica o, en todo caso, de una zona del territorium italicense muy próxima al río
Baetis, y en su recorrido más vecino a Hispalis; más en concreto en la zona del
Aljarafe frontera a Hispalis e inmediata al actual y célebre barrio de Triana.
A. ÜARCIA MoRENO (p. 81-90: en relación con la Gallaecia), R. TEJA (p. 275-284 : sobre
las mujeres hispanas en Oriente) o J. VJLELLA (p. 293-306 y n. 11 : sobre el ardo senatorius en Hispania).
(48) A. M' CANTO, en los dos trabajos más atrás citados (vid. n. 29 y 45), e in .fine.
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO 1 EL GRANDE
405
1) TEMISTIO. El primero de los textos es fiable y rigurosamente coetáneo de
Teodosio. Se debe a este famoso rétor paflagonio, pagano, que fue desde el año
335 senador muy influyente. En 383 llegó a ser praefectus Vrbis de Constantinopla, fue tutor del joven augusto Arcadio y dirigió a Teodosio 19 de sus 33 discursos. No es preciso destacar que, dadas las circunstancias descritas, Temistio
disfrutaba de una inmejorable información, tanto archivística como directa.
Orat. ad Theodos. 5 (49 ) : La cual, sin embargo (scil. áQErJÍ), no faltó a Trajano, ni a
<Adriano> ni a (Marco Aurelio) Antonino, compatriotas y antepasados tuyos
(áU' OV TQai'avóv ye OVOE MáQXOV OVDE 'Avrwvívov, wv¡;; aov¡;; noAíra¡;; xai
áQxr¡yáa¡;;... (' 0)
Con estas frases del prestigioso historiador y político, estrechamente vinculado a Teodosio, parece quedar claro que no sólo Teodosio era considerado descendiente de la misma familia de Trajano y Adriano, sino que eran originarios de
la misma ciudad o, como mínimo, béticos: tovセ@
。ッカセ@
Zイッᅪ。セ@
... (51 ).
2-5) CLAUDIO CLAUDIANO. ¿En qué fuente consultar mejor, sino en lo que escribió, de Teodosio y sus hijos Arcadio y Honorio, de Estilicón, de Serena y de tantos otros del más íntimo círculo imperial, un escritor que vivió muy cerca de
ellos y los conoció muy bien? Sus méritos literarios, y la fides iudicii sui, le
hicieron acreedor de una estatua, que Arcadio y Honorio, doctissimi imperatores,
ordenaron erigirle en Roma, y precisamente en el foro de Trajano ('2). Sus obras
(49) W. DINDORF, Themistii orationes, Hildesheim, 1961 (Teubner), p. 279.
(50) La <<genealogische Rekonstruktion>>que A. LIPPOLD describe como fabricada para
vincular a Teodosio con Trajano, aparte de no resultar verosímil, en todo caso no necesitaba incluir también ni a Adriano ni a Marco Aurelio, que sin embargo aquí aparecen mencionados como nacidos u originarios de la misma ciudad o provincia que Teodosio, esto
es, respectivamente Itálica y la Bética (Colonia Uccubi).
(51) Este texto presenta un problema que, no obstante, no cambia lo que ahora me interesa. NICOLÁS ANTONIO, en 1696 (Bibliotheca Hispana Vetus, Madrid, 1788 [reed. Madrid,
1996] p. 98 con nota 2), dándose cuenta de que ningún otro documento antiguo autorizaba a pensar que Antonino Pío fuera italicense, y pensando por ello que el error estaba en
'A vrwvívov, propuso su corrección en Hadrianum. Yo, en cambio, creo que Antoninum
está correctamente por Marco Aurelio Antonino (que sí era bético de origen), y sugiero
que <<Marcum>> es la palabra que se debe corregir en Hadrianum, correctamente citado
detrás de Trajano. El msc no tiene ahí otras variantes (ed. cit., ibid.) pero obsérvese, en el
texto comúnmente aceptado, que las palabras «ni a Marco ni a Antonino>> contienen de
todos modos algún error, bien onomástico, bien cronológico, ya que se habla de tres
emperadores, de los cuales A. Pío reinó antes que Marco, no se llamó Marco y no era hispano de origen. Este locus de Temistio es también uno de los más de treinta que recientemente he reunido para demostrar el nacimiento de Adriano en Itálica y no en Roma (en
los trabajos citados supra en la n. 29).
(52) CIL VI, 1710 = ILS 2949, dedicada por ambos imperiales hermanos como evidente muestra de su agradecimiento al obtener Claudiano los honores de tribunus et notarius, en el 401 dC : (statua) Cl(audi) Claudiani u(iri) c(larissimi). 1 Claudia Claudiano
u(iro) c(larissimo) tribuno!' et notario ínter ceteras 1 decentes artes praegloriosissimo 1
406
A. M. CANTO
eran leídas en público y, según S. Mazzarino, eran verdaderas «crónicas del régimen» (5 3) : Se trata del que es unánimemente considerado como el último de los
grandes poetas clásicos, el bardo por excelencia de la corte teodosiana y sin duda
el más importante usuario - cuando no acuñador - hoy supérstite del lenguaje simbólico vigente en ella (54).
La lectura atenta de las muchas composiciones que Claudio Claudiano dedicó a miembros de la imperial familia demuestra que él es, no sólo una fuente histórica de primer orden, sino un depósito de datos muy interesantes para el estudio «arqueológico» de su reinado y el de sus dos hijos (sobre todo de Honorio),
aunque, paradójicamente, y como he tenido ocasión de comprobar, sea un autor
prácticamente nunca utilizado con esos propósitos (5 5). Cuando en efecto buscamos en Claudio Claudiano, testigo directo y próximo y cuya familiaridad con la
domus teodosiana era tan grande (circunstancias de las que tan lejanos están
tanto Hidacio como Zósimo), comprobamos, en lo que ahora nos interesa concretamente, que en toda su vasta producción no hay una palabra o una imagen
literaria que relacione a algún miembro de la familia imperial, ni siquiera de una
forma metafórica, con ninguna ciudad o región de la Meseta norte de España ; el
río Durius o Duero (a cuya cuenca hidrográfica pertenece Cauca) se menciona
una sola vez en toda su obra, y sólo como una parte más de Hispania (5').
poetarum licet ad memoriam sem l 'piternam carmina ab eodem 1 scripta sufficiant adtamen 1 testimonii gratia ob iudicii sui 1' fidem. DD( omini) NN( os tri) Arcadius et Honorius
1 felicissimi ac doctissimi 1 lmperatores senatu petente 1 12 statuam in foro Diui Traiani 1
erigi collocarique iusserunt./ Eív évi bセqya■ッキ@
vóov 1" xai MofJaav 'O¡,d¡(!OV 1
f8wav.
KA.av&avov 'Pw¡,¡,r¡ xai 1 サS。エaゥ■セ@
(53) Vid. sobre Claudiano O. SEECK, RE. III A 2, col. 2523s., y el fundamental ensayo
de A. CAMERON Poetry and Propaganda at the Court of Hon orius, Oxford, 1970,
Introducción y p. 46-47. Y asimismo S. MAZZARINO, Stilicone, Roma, 1942, p. 61 y B.
KliLERJCH y H . ToRP, Hic est : hic Stilicho. The Date and Interpretation of a Notable
Diptych en Jdl 104, 1989, p. 319-371 , y especialmente p. 350.
(54) He utilizado la edición bilingüe de M . PLATNAUER para la col. Loeb (Cambridge,
1922 [1972], t. I-II); y la de M. CASTILLO BEJARANO, Claudiano. Poemas. 1-ll, Madrid,
1993 (Biblioteca Clásica Gredos núms .. 180-181) (sólo en español). En 2002 se ha celebrado el coloquio internacional Aetas Claudianea : Claudian und die lateinische Literatur
(Berlín junio 2002, ed. W. W. EHLERS, G. THOME et al., cf programa en http://www.divusangelus.it/claudianus/aetasclaudianea.htm). Pero en ninguna de estas obras se ha tratado
ningún aspecto de los que aquí estoy desarrollando.
(55) De él me he servido, con gran provecho, para mi monografía sobre el en mi opinión mal llamado «missorium» de Teodosio (citada supra en la nota 1).
(56) Cf P. G. CHRISTIANSEN, Concordantia in Claudianum, Hildesheim, 1988 (AlphaOmega, serie A, no XLVII). La cita en carm. min. XXX, v. 71-75 : ... Callaecia risit 1floribus et roseis formosus Duria ripis 1 uellere purpureo passim mutauit ouile. 1 Cantaber
Oceanus uicino litare gemmas 1 expuit; effossis nec pallidus Astur oberat 1 montibus :
oblatum sacris natalibus aurum 1 uulgo uena uomit, Pyrenaeisque sub antris... (Galicia ...
el hermoso Duero .. . el océano Cántabro ... el pálido astur... las grutas de los Pirineos ... ) :
como se ve, se trata sólo de una mención genérica.
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
407
En cambio, Claudiano escribe distintos versos en los que vincula a Teodosio
y sus hijos con Trajano (5') y, más en general, con las domus Ulpia y Aelia (58 ),
lo que es una forma indirecta de relacionarles también con la patria de origen de
Trajano y Adriano. Pero en algunos otros versos, que veremos a continuación,
Claudiano hace proceder a Teodosio expressis verbis, como también a su padre
el comes, de las orillas del gran Baetis.
Y esto en verdad es lo más lógico y lo más probado : La acumulación de las
más ricas familias senatoriales hispanas siempre se produjo en la mitad meridional y en la franja costera oriental de la Península Ibérica, porque es en esas dos
zonas donde se dio el más temprano y alto grado de romanización, junto con las
más excelentes condiciones para prosperar económicamente. En efecto, el reparto de las familias hispanas senatoriales conocidas en el Alto Imperio según sus
ciudades de origen, a tenor del mapa que recientemente elaboré (fig. 3), nos confirma la ausencia de senadores en toda la zona central de España, donde se
encuentra Cauca, a excepción de tres miembros de la misma familia en Sego briga (Cuenca) ; y también que dicha ausencia se extiende a todo el cuadrante
noroeste de Hispania, abarcando por supuesto a la totalidad de la verdadera
Gallaecia. Y, aunque es cierto que durante el Bajo Imperio se incrementa el
número de grandes uillae rústicas con lujosos pavimentos en la Meseta Central
y en la Norte, hasta el momento no se ha podido conectar ninguna de ellas con
alguna familia senatorial (5 9).
No quiero dejar de apuntar tampoco que, aunque Septimio Severo se ocupó de
liquidar política y físicamente a muchas familias senatoriales béticas, nunca
hubiera acabado, o no totalmente, con la Ulpia o con la Aelia, por ser aquéllas
las gentes con las que, como es bien sabido, él mismo - aunque muy fraudulentamente - se autoemparentó (60) .
(57) De VI cons. Hon. v. 646-650: .. .regius auratisforafascibus Vlpia lictor. .. colla
triumphati proculcat Honorius Histri. 1 exeat in populos cunctis inlustrior annus, 1 natus
fonte suo ... (en el foro de Trajano ... la silla curul de sus antepasados ...Honorio ... nacido de su misma fuente, .. ) ; súmense también XXVIII, v. 58 (t. II, p. 78 PLATNAUER), y VIII,
18-21 (ibid., t. I, p. 287-288), etc.
(58) Además de las ya citadas aquí en las n. 30 y 42-44, véanse ad ex. Fesc. Honor. et
Mar. II, v. 21-25 : ...procul audiant Hiberi,/ fluit unde semen aulae, 1 ubi plena laurearum
1 imperio jeta domus 1 uix numerat triumphos («Que lo oigan los Iberos a lo lejos, de
donde proviene la sangre del linaje imperial, donde una Casa rica en coronas de laurel,
fecunda en emperadores, apenas puede contar sus triunfos>>). Se refiere sin duda a la
domus Ulpio-Aelia: véase además infra, en el de IV cons. Hon. v. 18-23.
(59) Cf A. M' CANTO, Saeculum Aelium.. . [n. 45], p. 235-250; en la exposición y en
el catálogo paralelo (ibid., fig. 1, p. 240) presenté este nuevo mapa de senadores, que
actualizaba mucho el de R. Étienne de 1965. Aunque creo que en el futuro podrán verse
mayores conexiones senatoriales con la Meseta durante el Bajo Imperio, lo cierto es que
por el momento éstas no se pueden probar.
(60) Una parte de la modernafictio antoniniana a la que me refería más atrás [n. 45 y
texto a ella] revalida involuntariamente la granfraus seueriana : ésta sí se vio en el pasa-
408
A. M. CANTO
No es extraño así que, como dije en el apartado anterior, los esfuerzos de la
Arqueología no sólo no puedan demostrar en la Cauca tradicional (6 ') el supuesto nacimiento allí de los Teodosios, sino tampoco niveles claramente representativos de hallazgos imperiales de la época o posteriores. El único cambio que creo
sí puede sugerirse en el panorama del ordo senatorius Hispanus durante el siglo
IV dC es una mayor presencia de senadores de un nuevo origen, oriundos de otro
gran valle fluvial . Pero no el del Duero precisamente, sino del segundo más
famoso de los grandes ríos ibéricos : el auriferus Tagus (62 ), de cuyo valle creo
que puede asegurarse que procedía la célebre Flauia Serena, sobrina y más tarde
hija adoptiva de Teodosio (uide infra).
Pero retomemos el hilo. Como dije, diversas referencias del varias veces citado Claudio Claudiano, «el cronista oficial del régimen teodosiano» según S.
Mazzarino, señalan directamente. al valle inferior del río Baetis (moderno
Guadalquivir) como el lugar de nacimiento de Teodosio. Antes de ello, me anticiparé yo misma a puntualizar que el poeta no afirma en ningún momento de
forma expresa que Teodosio fuera nacido en Itálica. Ahora bien : siendo
Claudiano un propagandista oficial, y dado su evidente interés por resaltar los
nexos de Teodosio con Trajano, hubiéramos debido esperar que, sirviendo a la
supuesta «fabulación», sí la hubiera citado. De tal forma que, a mi juicio, el
hecho de no hacer una mención expresa de Itálica precisamente presta a sus testimonios una mayor credibilidad. Esto es, más bien confirma la idea de que
Teodosio con seguridad era bético, aunque no fuera estrictamente italicense. Está
de más aclarar que, pese a tal falta de referencia explícita, estos versos en las que
indica el lugar de procedencia de Teodosio no se pueden aplicar de ninguna
forma, ni siquiera figurada, ni a Cauca ni a la zona central peninsular, sino sólo
y claramente a la zona dicha del sur de Hispania . Y este dato no puede ser esquivado o silenciado, como es tan habitual, por quienes defienden la posición caucense, que consuetudinariamente se limitan a no citar nada de Claildiano al respecto. Relaciono ahora los cinco textos que me interesan, sin orden cronológico,
indicando en ellos los términos pertinentes al tema :
do como una completa «genealogische Konstruktion>> (SHA, passim) , según hace años
·
fue bien explicado por sir Ronald Syme.
(61) Además de la frase citada de R.C. KNAPP, Latin inscriptions... [n. 28], p. 300,
recuerdo el juicio de J. F. BLANCO GARCIA, en Aproximación [n. 27] : << ••• creemos que su
peso específico [el de Cauca] dentro de ese ámbito [el valle del Duero] fue bastante
modesto y de no haber sido la cuna de Teodosio 1 no hubiera dejado huella entre los escritores de la romanidad tardía... >>.
(62) Ya avancé esta tesis al tratar de mi nueva datación del clípeo de Teodosio, en : A.
M ' CANTO, Las quindecennalia de Teodosio 1 el Grande (19 de enero del 393 dC) en el
gran clípeo de Madrid en VV.AA., El Disco de Teodosio ... [n. 47], p. 289-300, espec. p.
299 con su n. 52, y la desarrollo muy ampliamente en la op. cit. en n. l .
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
409
2) La primera de sus tres referencias la encontramos en el canto 11 del poema
que celebra el primer consulado de Estilicón, el año 400, en la parte del exordio
de Hispania:
..... glaucis tum prima Mineruae
nexa comam foliis fuluaque intexta micantem
ueste Tagum tales profert Hispania uoces
[... ] exiguumne putat, quod sic amplexus Hiberam
progeniem nostros inmoto iure nepotes
sustinet, ut patrium commendet purpura Baetim ? ... (63).
Parece claro que patrius Baetis sólo puede referirse al origen de Teodosio en
una ciudad o lugar muy inmediato al río Baetis.
3) El segundo testimonio de Claudiano, casi tan explícito como el anterior
aunque no mencione al río mismo, lo hallamos en el poema que él mismo recitó
en Roma, con motivo del IV consulado de Honorio, en el 398 dC :
Haud indigna coli nec nuper cognita Marti
Ulpia progenies et quae diademata mundo
sparsit Ribera domus. Nec tantam uilior unda
promeruit gentis seriem: cunabula fouit
Oceanus ; terrae dominas pe lag i futuros
inmenso decuit rerum de príncipe nasci,
Hi c processit auus ... (64) .
En este para mi propósito muy importante texto (y cf en el mismo sentido el
no 4, a continuación) se. nos dice, por un lado, que Honorio desciende de la pro(63) CLAUD., de cons. Stil. II, v. 228-230 y 236-238 (PLATNAUER, t. II, p. 18) :
« ... Entonces Hispania, coronada su cabellera con la glauca fronda de Minerva y con un
vestido radiante entretejido con oro del Tajo ... [exhorta a Estilicón para que acepte el conc
sulado, porque] ... ¿es acaso po'co mérito el haber abrazado a la progenie ibera, y sostener
a mis nietos [Arcadio y Honorio] con su firme poder, de tal modo que la púrpura ennoblezca al Betis patrio?» Se supone que habla la propia Hispania , vestida de olivo bético y oro del Tagus. Como hijos de Teodosio, Arcadio y Honorio son sus nietos. Cabría
también entender patrium Baetim como <<el Betis de su padre>>, o <<el Betis de su patria>>,
pero en los tres casos el resultado es idéntico : Teodosio, padre de Honorio, ha nacido
junto al río Baetis; y el aserto es válido también para su abuelo el comes (Hic proces sit auus, en el texto no 3) y para su hermano mayor, Arcadio ( ... hinc s e nior, pater,
hinc iuuenum diadematafratrum ...., en Laus Serenae, v. 57).
(64) CLAUD., de IV cons. Hon. v. 18-23 : <<Es la familia Ulpia digna de ser adorada y
conocida por Marte desde hace tiempo, y la casa de Iberia que esparció diademas por el
mundo. Y no mereció acoger a una descendencia de tan ilustre estirpe [scil., Honorio] una
corriente de poco valor: Océano bañó s u s cunas [i.e., de la estirpe, su patria]; fue
conveniente que los futuros dueños de la tierra y el mar nacieran del gran padre de todas
las cosas. De aquí descendió tu abuelo ...>> Éstos y parte de los anteriores entraducción de M. CASTILLO, ed.cit. (que no observa las importantes consecuencias de estos
versos).
410
A. M. CANTO
genies Ulpia y, por otro, que su familia «nació del Océano», «del inmenso piélago», como también el abuelo del emperador. Si esta afirmación, debido a sus
referencias al Océano, ha parecido incomprensible a casi todos los autores, igual
a los muchos que defienden la Cauca vaccea, como a los (muchos menos) que
en el pasado pensaron en Itálica, por el contrario pienso que es muy clara y muy
explícita.
Ya que, como de un tiempo acá se ha podido comprobar (se conocían sobre el
fenómeno sólo las referencias literarias), el Océano Atlántico penetraba efectivamente en la Antigüedad por los esteros del Baetis, hasta Hispalis y más arriba,
confundiéndose sus olas con las del río, de forma que las mareas oceánicas eran
perfectamente apreciables aún 15 km aguas arriba de Sevilla, hasta !lipa (Alcalá
del Río), y con más motivo ante los muros de ltalica, a la que el Guadalquivir
bañaba por entonces (65 ). No en balde el poeta Silio Itálico (otro personaje retribuído hasta comienzos del siglo pasado con la origo italicense, pero hoy apátrida) cantó a Sevilla como ... alternis aestibus, Hispal, esto es, «Hispalis, la de las
mareas alternantes ... » (Pun., III, v. 392). Y en el siglo XIII la ciudad contaba
todavía con un distrito llamado «barrio de la Mar>>.
Aunque en la actualidad todo esto es suelo fijo ganado al océano y al río, su
antigua fisonomía pudo ser comprobada geológicamente ya en 1959, en tiempos
del ingeniero Juan Gavala y Laborde (66) (fig. 4). Cuatro décadas más tarde, en
los últimos años del siglo XX, numerosos sondeos geo-arqueológicos en el espacio entre Hispalis y la actual desembocadura del Guadalquivir, más precisos aún,
demuestran cada vez mejor que por aquí se producía un gran entrante del
Atlántico, formándose un gigantesco golfo o, mejor aún, un verdadero delta, en
el que las aguas del Baetis y las del Oceanus se confundían, y hasta era posible
explotar la sal marina en un punto tan avanzado hoy del interior como La Puebla
del Río (67 ) (fig. 5). Puede incluso comprobarse que el Baetis, y por tanto las
(65) A. M' CANTO, Die Vetus Urbs van Itálica. Probleme ihrer Gründung und ihrer
Anlage en MadriderMitteilungen 26, 1985, p. 137-148, con los argumentos hidrográficos
y arqueológicos para ello. Véase ahora : EAD., La Vetus Urbs de Itálica, quince años después. La planta hipodámica de D. Demetrio de los Ríos, y otras novedades en Cuadernos
de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid 25.2, 1999, p. 145191 y, para la ubicación antigua de Itálica a orillas del Baetis, p. 182-188.
(66) Mapa Geológico de España escala I:50.000. Explicación de la Hoja n• I061.
Cádiz, Madrid, 1959, y especialmente su apéndice: El poema "Ora marítima" de Rufo
Pesto Avieno, p. 3-139 y iii-1xxx.
(67) J. L. EscACENA CARRASCO y A. PADILLA MoNGE, El poblamiento romano en las
márgenes del antiguo estuario del Guadalquivir, Sevilla, 1992 (complementando los trabajos de J. de M. Carriazo, infra n. 79), y J. L. EscACENA CARRASCO et al., Guadalquivir
salobre. Elaboración prehistórica de sal marina en las antiguas bocas del río, Sevilla,
1996, especialmente sus fig. 3 y lám. VII: el yacimiento estudiado lleva el expresivo nombre de «La Marismilla». Se halla además en pleno desarrollo un estudio muy detallado de
esta carta geo-arqueológica, dirigida por O. ARTEAGA, de la Universidad de Sevilla.
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
411
mareas oceánicas, llegaban antiguamente hasta los muros de la misma Colonia
Aelia Augusta Italicensium, como pudo documentar J. Vanney a través de los
niveles alcanzados por las aguas, particularmente en las terribles riadas de 1892
y 1961 , y yo misma en un trabajo reciente, a través de grabados y textos de los
siglos XVIII y XIX (68 ) (fig. 6).
Por todo ello mantengo que cuando Claudiano define al Oceanus como padre
y generador a la vez de las domus Ulpia y Theodosiana, no está utilizando un
recurso poético, sino enmarcando la regio natalis de todos ellos en un contexto
físico-geográfico antiguo no sólo perfectamente plausible, sino real, tal como en
nuestros días se puede comprobar de forma más fehaciente (69 ) . La bella metáfora oceánica implica un buen conocimiento de Claudiano de la zona (supongo que
de referencias escritas y orales a las que tenía acceso), y además permite afirmar
que no sólo Teodosio, sino también su padre, el comes Flauius Theodosius, eran
originarios de algún punto dentro del espacio que se extiende entre la desembocadura del Baetis y la ciudad de !lipa, que es hasta donde creo que sería legítimo afirmar que «el Océano [Atlántico] bañó las cunas de su estirpe» C0 ). Pero
esta observación sobre la bahía o golfo (gurges) encontrará más confirmación y
precisión en el siguiente texto claudianeo, el no 4.
4) Se encuentra en el Panegyricus de tertio consulatu Honorii, vv. 175-177,
insistiendo y complementando la misma idea acabada de expresar en el texto no
3, ahora en una invocación del poeta al ya fallecido Teodosio I, cuyo nacimiento no sólo está cerca del Océano (scil. , el Atlántico):
O decus aetherium, terrarum gloria quondam,
te tuus Oceanus natali gurgite lassum
excipit et notis Hispania proluit undis,
(68) J. VANNEY, L'hydrologie duBas Guadalquivir, Madrid, 1970, passim y fig. 65 .
Véanse también, aparte de los textos de Estrabón sobre el fenómeno de los esteros del
Baetis y su navegación (ad ex. III, 5, 9, o III, 2, 4-5), los trabajos de L. ABAD, El
Guadalquivir, vía fluvial romana, Sevilla, 1975, p. 51-59 (con bibliografía de las riadas
de 1595, 1602, 1876, 1892 y 1961 , en todas las cuales el Baetis se remontó fieramente
hasta unos niveles muy parecidos a los antiguos), el ya aquí evocado de 1992 de EscACENA
y PADILLA [c;f n. 67] y su fig . 2, así como los míos de 1985 y 1999, supra n. 65 (en 1999,
p. 160).
(69) Aunque, repito, esto ya se podía pensar desde 1959 y los estudios de GAVALA.
(70) Cf también ibid., v. 41-43: Sed laudes genitor longe transgressus auitas 1 subdidit O cea num sceptris et margine caeli 1 clausit opes, quantum distat a Tigride
Gades ... Otra prueba indirecta se encuentra en de cons. Stil. III praef., v. 8: Se refiere a
Escipión Africano, que en el 206-205 a.C., precisamente tras la definitiva batalla de !lipa
(Alcalá del Río), situada unos 5 km al N de Itálica: ... subderet Hispanum legibus
Oceanum (<<sometía .. . al Océano de Hispania bajo nuestras leyes ... >>, donde está claro que
con <<el Océano de Hispania» se refiere al SO de Hispania y, con ello al área meridional
del Baetis.
412
A. M. CANTO
sino en relación con una natalis gurges, que puede ser perfectamente traducido en lenguaje poético (OLD, s.v., ac. 2") como «el golfo de tu nacimiento», esto
es, una bahía o entrante del océano en la tierra firme (cf el comentario al texto
n° 3).
5) El quinto texto decisivo, y cuarto de los de Claudiano, que ahora evoco está
entre los versos fesceninos (repentizados) que el poeta dedica a la boda de
Honorio, hijo menor de Teodosio, y María, hija mayor de Estilicón y Serena :
Habet hin c patrem maritus,
habet hinc puella matrem.
[... ] decorent uirecta Baetim,
Tagus intumescat auro
ge n e risque pro c re ator
sub uitreis Oce anu s
luxurietur antris (' 1).
Llamo la atención sobre las que veo como dos parejas de imágenes literarias :
Theodosius!Baetis y Serena!Tagus. Me he servido de este mismo texto, junto a
otros, para proponer (en la monografía inédita citada) que el segundo hermano
varón de Teodosio (72 ) , el padre de Serena y María - a cuyas hijas huérfanas el
emperador ·adoptará años después - tenía en cambio su residencia y propiedades, como otros senadores del siglo IV, en el fértil valle del Tagus o Tajo. Pues,
como aquí avancé, a la potencia económica y social que había tenido el valle del
Baetis en el Alto Imperio, se incorpora en época bajo-imperial la del ancho y fértil valle del Tajo (para lo que existen también algunos textos antiguos significativos, poco o nada explotados por la Historiografía). Dicho sea ya de paso, este
fenómeno y desplazamiento pueden tomarse como preludio, y casi justificación,
de por qué, no muchos años más tarde, los invasores godos eligen para ser su
regia sede la ciudad de Toletum, que desde la época prerromana era ya la capital
natural de la Carpetania y de la propia cuenca del Tajo ('3) . Dejando este asunto
(71) CLAUD., Fescen. de nupt., canto 11, v. 26-34 (PLATNAUER, t. I, p. 234, trad. M.
CASTILLO, ed. cit.) : « ... De aquí (de Iberia) tiene el esposo a su padre (Teodosio), de aquí
tiene la novia a su madre (Serena) ... Que frondosas riberas adornen el Betis (Teodosio),
que el Tajo (Serena) crezca ·con su corriente de oro, y que quiera Océano, procreador
de s u e s tirpe , ser espléndido bajo sus cuevas cristalinas ...>>.
(72) Creo que tuvo al menos tres : Flavio Honorio, Flavio Euquerio, y una hermana,
por lo demás desconocida, pero de cuyos hijos también se ocupó. Así lo afirma el Epit. de
Caes. 48 , 18: ...patruum colere tamquam genitorem, fratris mortui sororisque !iberos
habere pro suis ... De esta hermana no se sabe casi nada, sólo que debió de quedar viuda.
(73) Idea que ya avancé en mi trabajo Las quindecennalia ... [n. 62] ; vid. también lo
mencionado en las n. 45 y 59, y mi libro inédito El clípeo de Teodosio ... [n. 1], capítulo
13 : El clan español del Tajo : Flavia Serena y la otra Thermida. Me baso para ello en
diversos testimonios literarios y arqueológicos, y señalo allí varias grandes uillae que
pudieron pertenecer a tales senadores tardíos, como las de Las Vegas de Pueblanueva
(Toledo), Complutum (Alcalá de Henares, Madrid), Carranque en Toledo (con seguridad
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
413
sólo apuntado, para lo que aquí me importa en este momento queda claro que ·
también en los cantos nupciales de Honorio y María el poeta de la corte,
Claudiano, asocia una vez más a Teodosio con las orillas del Baetis y con el
Océano, al que llama procreator generis: «el generador de su estirpe».
Hasta aquí los cuatro muy interesantes textos claudianeos que quería aportar
con objeto de probar la procedencia de Teodosio de la Bética y del valle del
Baetis, bien de Itálica o de algún punto en todo caso muy próximo a ella, esto es,
de su territorium. Digo esto bajo los dos supuestos que adelanté, que a) el poeta
conocía muy bien a la familia imperial, y b) que hubiera sido imposible inventar
tales extremos y pretender que fueran creídos en medio de una corte con un alto
número de hispanos conocedores de la verdad. No será preciso tampoco que reitere que todas estas referencias oceánicas son de imposible aplicación a la Cauca
(vaccea e interior) que viene figurando hace décadas en tantos trabajos sobre el
emperador como su ciudad natal, y algunas son tan concretas que no pueden aplicarse vagamente a una simple descendencia trajanea.
6) EL CoNDE MARCELINO. Puede prestarse igual o mayor crédito al sexto testimonio, el Chronicon del canciller imperial y uir clarissimus comes
Marcellinus. Aunque es un documento escrito en el siglo VI dC, tiene un carácter aséptico y oficial, por recoger año por año la crónica del reinado de Teodosio,
aportando muchas veces fechas muy precisas para distintos acontecimientos. De
hecho es, a juicio de Th. Mommsen, una de las fuentes cronográficas del Bajo
Imperio más dignas de confianza, y suele contener datos bien probados :
(Año 379 dC) Theodosius Hispanus /talicae diui Traiani ciuitatis a Gratiano
Augusto apud Sirmium... imperator ·creatus est ... (74 ) .
Creo que se podrá admitir que no se puede tratar de sostener ni a Hidacio ni
a Zósimo (y menos aún con los problemas textuales y administrativos que detallé en la parte I de esta investigación) como mejores fuentes históricas que el
comes Marcellinus, que es como el equivalente en Bizancio de los hechos recogidos en los Fasti consulares o en los Fasti triumphales de Roma. Y vemos que
Marcelino, a la hora de recordar el año de la consagración del nuevo emperador
a partir de la información oficial procedente de los anales imperiales de
Constantinopla, señala con claridad que era hispano, y más precisamente que era
natural de Itálica, «la ciudad del divino Trajano» (el término ciuitas aquí es además plenamente acorde con la época).
7) AL-RAsís. Como séptimo y ya último texto directo a favor, invocaré al
prestigioso historiador hispano-árabe, andalusí y cordobés por más señas,
fundus y última morada de Cynegius Maternus, v.c. y pariente de Teodosio fallecido
durante su consulado del 388 dC) y otros lugares.
(74) MGH, t. XI cit., ed. MoMMSEN, p. 58.
414
A. M. CANTO
Muhammad al-Razí, del siglo X, llamado «Rasís» en las cortes cristianas, donde
se le traducía a la lengua romance con devoción. Era natural de Corduba, la capital de la vieja Bética romana (por entonces ya Qurtuba), y se formó con las mejores bibliotecas clásicas de aquella importante ciudad intercultural (1 5). En su crónica, llegada a nosotros en lengua romanzada, Rasís nos conserva una noticia
similar y que encaja perfectamente, como veremos, con los testimonios de
Claudiano:
«E Teodosio era de un logar a (la) par de Sevilla » (1 6).
Al-Razí conocía perfectamente Itálica, y sabía (y así lo recoge en su crónica)
que la prestigiosa ciudad era la patria tanto de Trajano («e dizen fue natural de
ltalica a par de Sevilla») como de Adriano («e dizen que fue natural de Ytalia e
Sevilla [scil., de Itálica de Sevilla]») (11 ). Pero, cuando llega a Teodosio, no nos
dice que «era de Itálica», sino «de un lugar junto a Sevilla ». Y esto nuevamente, como en el caso de Claudiano, resulta un detalle que añade más credibilidad
a su afirmación, ya que ambos autores, Claudiano y al-Rasís, aunque tan lejanos
entre sí en el tiempo, el espacio y la cultura, señalan para Teodosio un nacimiento
próximo a Itálica, pero sin mencionar a ésta expresamente. La explicación tiene
que ser que, según sus respectivas fuentes , Teodosio fuera en efecto natural de
un lugar, bético, muy próximo a Hispalis , al Baetis y a ltalica- por tanto, recordemos, dentro de lo que eran los antiguos estuarios del Baetis - pero no de uno
tan célebre y conocido.
La frase de al-Razí, aunque tan breve, contiene otros dos datos preciosos. En
efecto, este autor cordobés (que, como digo, además de ser él mismo un andaluz,
bebe de inmejorables fuentes latinas) no nos dice que Teodosio era «de una ciudad», sino «de un lugar ». Dadas las connotaciones que este término tiene en la
(75) Sobre AHMAD IBN-MUHAMMAD IBN-MUSA AL-RAZÍ, llamado «el historiador por
excelencia de al-Andalus>>, y sobre la gran utilidad de las fuentes árabes para la Historia
y Arqueología hispanorromanas, en general desconocidas y desaprovechadas (o incluso
despreciadas) por los estudiosos de la Antigüedad, he escrito ya en algunas ocasiones
desde 1989, pero véase por último A. M' CANTO, Fuentes árabes para la Mérida romana
en La Islamización de la Extremadura romana, Mérida, 2001 (Cuadernos Emeritenses no
17), p. 13-86 y para el valor histórico de ai-Razí especialmente p. 21-25.
(76) D. CATALÁN y S. DE ANDRÉS, Crónica del moro Rasís, Madrid, 1974, p. 331: Se
trata del cap. CII, De cómo rreyno Teodosio e le llamaban todos el Grande, del manuscrito de Copenhague, versión del siglo XVII de G. RODRÍGUEZ DE EscABIAS donde se hallan
los capítulos que faltan en las copias cristianas o romanzadas de Rasís, que omiten precisamente a todos los emperadores posteriores a Juliano el Apóstata. Confío en que pronto
podamos tener la traducción correspondiente de AL-RussATí, el autor árabe que mejor
recoge, en sus textos hasta ahora conocidos, el espíritu y la lengua de al-Rasís.
(77) !bid. : La referencia a Trajano se encuentra en el cap. LXIX (p. 322). El origen de
Adriano sí figura en la versión primitiva en castellano de la catedral de Toledo, msc. Ca :
cap. LXXIV (ibid. p. 176).
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
415
toponimia española medieval, creo que es legítimo deducir que no había nacido
propiamente en una ciudad, sino en un núcleo de menor entidad o, casi mejor
aún, en unos dominios privados. Como segundo dato de interés, la expresión castellana «a par, a la par» puede indicar una simple proximidad, pero también, e
incluso más exactamente, un paralelo en el espacio, esto es, «a la misma altura
o latitud de». Estos detalles nos serán de gran utilidad para definir el lugar más
o menos exacto de lo que pudieron ser, dos siglos atrás, unos privata Traiana.
Para resumir, pues, los siete textos ofrecidos - cinco de ellos prácticamente
coetáneos y de miembros próximos a la domus, uno procedente de fastos oficiales, y el último de un excelente y bien informado historiador andalusí - tienen
la suficiente entidad y credibilidad como para confirmar que el comes Teodosio,
Teodosio 1 mismo, y seguramente también Arcadio (ya que éste nació durante el
retiro de su padre en Hispania) eran originarios y nacidos en Itálica o, más precisamente, en un lugar muy próximo a ella, quizá de su territorium, en un punto
bañado por el Océano Atlántico en los términos que más atrás analicé y de algún
modo cerca del gran golfo hispalense. Se puede concluir también, gracias a alRasís, que tal «lugar» no estaría <<junto a Hispalis», sino «a su misma altura». O,
lo que es lo mismo, «enfrente».
111. Conclusión. - Quizá sea éste el momento de ofrecer una explicación
acerca de cómo pudo producirse la confusión textual sobre el verdadero lugar de
nacimiento del emperador Teodosio. Recordaré la perplejidad (que dejé registrada al principio) ante el hecho de que en los códices de los dos únicos autores
sobre los que se apoya el axioma del nacimiento de Teodosio en Cauca Hidacio y Zósimo - nunca aparezcan bien escritas las palabras Gallaecia y
KaJ.). mxía, sino otras formas y variantes, algunas de ellas muy extrañas, como,
respectivamente, gatita, gallicula, gallucula, calletuta, o kallegía, kalékoua,
kalekoula, kalíkoula ... Acerca de las cuales adelantaba yo [cf parte 1] como más
próximos dos topónimos béticos parecidos en dos autores altoimperiales :
Ptolomeo, en efecto, ofrece dos Kallékoula (Geogr. 11, 4, 9 ; 10), la segunda casi
a continuación de dar las coordenadas de Hispalis.
Pero el caso de Plinio el Viejo es el más sorprendente. El preciso polígrafo cita
en la Bética tres Callet diferentes (Nat. Hist. III, 12, 14 y 15, las dos segundas
próximas a Hispalis), y una de las dos Callicula de Ptolomeo. Y se da la circunstancia, realmente extraordinaria, de que las variantes desechadas de esta
Callicula pliniana (Nat. Hist. III, 3, 12), según la edición de C. Mayhoff y L. Ian
(1906-1967, p. 236) son callicula, gallicula, gallucula, calucula, calletula y
calecula, esto es, prácticamente las mismas que las variantes desechadas de
Hidacio. No se escapará al atento lector lo insólito de tales semejanzas entre los
códices de dos autores tan remotos entre sí en todos los órdenes como Plinio y
Zósimo. Y también que, a semejanza de parejas de ciudades como Obulco/
Obulcula (Nat.Hist. III, 10-12) o Ilipa!Ilipula (ibid. 11-12), una Callecula permite pensar en una Calleca.
416
A. M. CANTO
Por todo ello, una vez hemos comprobado que la provincia natal de la domus
Theodosiana no pudo ser Gallaecia sino en realidad la Baetica, se nos ofrece la
posibilidad de que tal vez en los dos autores «contrarios», Hidacio y Zósimo, lo
que pudo mencionarse fue una de tales ciudades meridionales : Si la referencia
original era algo como ;<natus apud Calleculam» , o «apud Callecam», cabe pensar que, ante la ignorancia sobre el topónimo, un escritor o un copista, ingenua
o interesadamente, hubiera pensado que se trataba de «Gallecia», añadiéndole
entonces delante, como cosa lógica, la definición de prouincia.' Ésta es una explicación cuya prueba requeriría un reexamen directo y detenido de los códices de
ambos autores, que no tengo medios para hacer ahora. Pero la creo posible y conviene que la deje aquí ya apuntada, como un argumento más en favor de mi hipótesis, dada la pasmosa coincidencia de todas las variantes para esta Ka)).,bwvÁa
o Callecula bética.
Para resumir y concluir ya : Pienso que hay testimonios sobrados y de mucho
peso en contra de que Teodosio el Grande procediera, como axiomáticamente se
viene diciendo, de la Cauca segoviana, y que en cambio sí los hay, en más número y más fiables, para proponer legítimamente que pudiera ser bético, de Itálica
o de una zona muy inmediata a ella. Como hemos visto, cuatro autores históricos, mejores por coetáneos y muy próximos (Temistio y Claudiano), por cronográficos (el conde Marcelino) o por paisanos (al-Rasís) vinculan insistentemente a Teodosio con el Baetis y el Océano, con ltalica, con Trajano y con la domus
Ulpia.
Curiosamente, ésa fue también la tradición en la historiografía española entre
los siglos XVI al XIX. Desde las Odas a Itálica de humanistas del XVI-XVII
como Medrano o Caro C8 ), hasta muchos de los viajeros europeos a España en
los siglos XVIII y XIX C9), o los historiadores españoles más acreditados en distintas épocas, como Ambrosio de Morales, el padre Mariana y tratadistas tan bien
informados como Fr. Fernando de Zevallos (80), todos ellos tuvieron la creencia
(78) FRANCISCO mi MEDRANO (1570-1610), soneto XXVI: A las ruinas de Itálica, que
ahora llaman Sevilla la Vieja : «Estos de pan llevar, campos ahora/ fueron un tiempo
Itálica. Este llano/ fue templo. Aquí a Teodosio, allí a Trajano/ puso estatuas su patria vencedora [... ]. Muy similar, pero mucho más famosa y mejor compuesta, es la oda A las ruinas de Itálica de RoDRIGO CARo (1573-1647) : «Estos, Fabio, ¡ay, dolor! que ves ahora[ ...]
1 Aquí de Elio Adriano,/ de Teodosio divino,! de Silio peregrino,/ rodaron de marfil y oro
las cunas ;/ aquí, ya de laurel, ya de jazmines/ coronados los vieron los jardines/que ahora
son zarzales y lagunas/[ ...] >>.
(79) Ad ex. H: SwiNBURNE, Travels through Spain, Londres, 1787, vol. 11, p. 23 ss. Es
la descripción de una mañana en Sevilla, «devoted to an excursion in search of the ruins
of Italica, where Trajan, Hadrian and Theodosius the Great, are supposed to have been
born ...>>.
(80) F. DE ZEVALLOS, La Itálica, manuscrito de 1783 que fue publicado en Sevilla en
1886, p. 118-12l(recién reeditado : Córdoba, 2005). Resulta de especial interés, ya que el
erudito jerónimo comenta todas las fuentes al respecto, haciendo su reprobación (somera
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO 1 EL GRANDE
417
y afirmaron siempre que en Itálica habían nacido los tres grandes emperadores :
Trajano, Adriano y Teodosio. Es en el siglo XX, sin embargo, y otra vez- como
en los casos de Trajano y Adriano - por influencia de la bibliografía extranjera, cuando la idea se abandona por completo en favor de la Cauca segoviana, y
a pesar de sus evidentes contradicciones.
Si Teodosio el Grande no nació en la propia Itálica, como tan claramente lo
dice Temistio, lo registra el generalmente verídico Chronicon Marcellini comitis,
o un autor andalusí tan prestigioso como al-Rasís, al menos, de acuerdo con el
claro testimonio de Claudio Claudiano, su familia pudo residir en su territorium,
en la zona alta del Aljarafe, a la que llegaban las mareas oceánicas, en algún
hábitat privilegiado sobre el Baetis, entre Hispalis e /lipa, «a la par de Sevilla».
Un punto intermedio de todo ese escenario, una zona residencial conectada con
. Hispalis e Italica, quizá en los que ya habían sido priuata Traiana, dominantes
y antecesores del actual baf!io sevillano de Triana. Puede probarse que esta zona
alta sobre la margen derecha del Baetis, el Aljarafe, ha sido y es, desde la remota época fenicia hasta ahora, un espacio rico, saludable y propio para el hábitat y
recreo de príncipes y de nobles. La precisión del lugar más o menos exacto, en
la zona del Aljarafe entre el actual barrio de Triana y el emplazamiento de Itálica,
será objeto de publicación posterior.
La hipótesis que aquí propongo tiene además un corolario muy oportuno :
Explica mucho mejor que a comienzos del año 376, después de la ejecución de
su padre, el joven Teodosio se autoexiliara en sus propiedades del sur de
Hispania, y . aprovechara el forzado retiro para contraer matrimonio con una
mujer noble, bética- quizá incluso italicense-, y que esta noble dama, de elevadas cualidades humanas y culturales, llevara todavía el noble y prestigioso
nomen de la familia de Adriano, junto con un cognomen de añejo sabor senatorial : Flauia Aelia Flaccilla (81). Aunque nada se sabe documentalmente sobre la
patria de Aelia Flaccilla, puede comprobarse, como en otro lugar he expuesto,
que los miembros de familias ilustres béticas tenían la costumbre de contraer
matrimonio en su propio círculo geográfico e incluso de sangre, preferentemente entre consobrini y·consobrinae (primos), con objeto de mantener reunidos los
patrimonios económicos y fundiarios dentro de la misma familia y, si era posi-
pero clara) de Hidacio y de Zósimo, y poniendo asimismo de relieve el valor del testimonio del comes Marcellinus, «a quien llama [Ambrosio de] Morales autor grave y diligente ... >>. Zevallos ya criticó la hipótesis conciliadora que ideó E. FLóREZ (España Sagrada,
t. V, Madrid, 1750, p. 416 y 420 y n. 1 al Chron. de Hidacio, y t. 12), porque «hizo a
Teodosio oriundo de Itálica y nacido en Galicia, con lo cual introduce una opinión singular; para la que no le queda ningún testigo ni antiguo ni moderno ... >>.
(81) A. H. M. MART!NDALE y J. R. MoRRis, Prosopographia ofthe Later Roman Empire
(PLRE), vol. 1: A.D. 260-395, Cambridge, 1971, s.v. Sus muchas virtudes fueron descritas y ensalzadas principalmente por el propio Temistio, y por Ambrosio de Milán,
Gregorio de Nisa, Sozomeno y Teodoreto.
418
A. M. CANTO
ble, acrecentarlos. Este hábito social del matrimonio entre primos, aunque hoy
muy debilitado en su práctica, se sigue llamando en España <<juntar tierras». Tal
consuetudo bética se puede de hecho verificar en el seno de las gentes Ulpia y
Aelia, por ejemplo en los matrimonios de Aelius Hadrianus Afer (el experimentado militar padre de Adriano), del propio Adriano, de Marco Aurelio, de Lucio
Vero y, según he propuesto hace pocos años, posiblemente también en el de
Trajano con Pompeya Plotina (82 ), todos ellos contraídos con primas hermanas.
De forma que no nos puede parecer nada extraño que, retirado a su tierra
natal, y posiblemente a comienzos del año 376 dC, el noble, joven y prometedor
general Flavius Theodosius contrajera matrimonio con Aelia Flaccilla. Un enlace quizá largamente proyectado entre un descendiente de Trajano y una descendiente de Adriano, y nada extraño, ya que esto mismo era lo que sus respectivas
familias habían acostumbrado a hacer durante siglos. Antes de que, dos años y
medio más tarde (en el otoño del 378 (8 3) su fatum reclamara a Teodosio para
cumplir su papel como último emperador del Imperio unido, y a Aelia Flaccilla
para ser su única Augusta y la más tenaz inspiradora del definitivo giro de Roma
hacia el catolicismo, la joven pareja tuvo todavía tiempo de tener allí mismo, en
el 377 - y hemos de suponer que en los privata familiares - , a su hijo primogénito, Flavius Arcadius. Otro bético que sucedería a su padre como emperador
del Oriente ya dividido y garantizaría la futura continuidad de la segunda dinastía hispana de Roma, que además sería la que presidiera el fin del antiguo
Imperio.
A diferencia de Trajano, su ancestro y su modelo, que no pudo tener un hijo
propio, huius (scil., Theodosii) autem Orienti simul atque Occidenti per succiduas usque ad nunc generationes gloriosa propago dominatur (84 ). Estas líneas
las escribía Paulo Orosio hacia el 417 dC. Faltaban aún bastantes años para la
muerte accidental (en el 450) de su nieto, Teodosio 11, y algo más (455) para la
de Valentiniano III. Ellos fueron los últimos emperadores descendientes de
Teodosio el Grande, auctor de su dinastía, al que el destino había llevado a imperar, desde casi las columnas de Hércules, hasta el otro confín del Mare Nostrum.
Universidad Autónoma de Madrid.
Alicia M• CANTO.
(82) Véanse para todas estas propuestas mis trabajos citados supra en las notas 29, 36
y 45 . Para la novedosa condición de general de Hadrianus Afer, Athenaeum cit. (n. 29),
p. 395.
(83) D. KIENAST, Romische Kaisertabelle. Grundzüge einer romischen Kaiserchronologie, Darmstadt, 1990 [1999], p. 332 y 335.
(84) ÜROS., Hist. adu. pag. VII, 34, 4 : << ... la gloriosa descendencia de Teodosio, sin
embargo, domina al mismo tiempo por Oriente y Occidente, a través de sucesivas generaciones, hasta nuestros días ... ».
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
419
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FIG. l. -Divisiones administrativas de la Península Ibérica en el Bajo Imperio. (De :
W. TRILLMICH et al., Hispania Antiqua. Denkmiiler der Romerzeit, Mainz, 1993, fig. 4) .
FIG. 2. -Extensión «problemática» de Gallaecia. (De : A. TRANOY, Hydace.
Chronique, 1974, t. 11, mapa 11, del Laboratoire de Cartographie Historique, Bordeaux).
420
A. M. CANTO
GALLIA
Mas de 15 senadores
De 10 a 15 senadores
De 5 セ@ 10 senadores
-
De 1 a 5 senadores
Senadot&s'de ciudades
FIG. 3. -Procedencia de los senadores hispanos en el Alto Imperio, según sus
provincias y ciudades. (Mapa de A M. CANTO, tomado de : Saeculum Aelium,
saeculum Hispanum ... [n. 45], 1999, p. 240).
Fla. 4. -
Estudio geológico de J. GAVALA LABORDE, de 1959, sobre el gran estuario del
Baetis, escala 1: 400.000. (De: In., Mapa Geológico ... [n. 66]).
SOBRE EL ORIGEN BÉTICO DE TEODOSIO I EL GRANDE
421
ATLANTICO
N
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FIG. 5.- Reconstrucción del antiguo golfo-estuario del Baetis, según los estudios
geológicos más recientes. (De: J. L. EscACENA CARRAsco et al., Guadalquivir salobre ...
[n. 67] fig. 3).
Gf::OCRAPHIE DE l 'INONDATION
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FIG. 6. -Alcance de las mareas oceánicas hasta más al N de Hispalis e ltalica, según
las crecidas del río Guadalquivir en 1892 y 1961. (De: J. VANNEY, L'hydrologie duBas
Guadalquivir [n. 68] , passim y fig . 65) .