Aunque la Sierra de Cádiz fue rápidamente controlada por los sublevados en el verano de 1936, la violencia republicana de retaguardia afectó a nueve municipios y causó 76 víctimas en la comarca. Fue en gran medida una reacción frente a la gran oleada represiva desatada por los sublevados a mediados de agosto para desarticualar las organizaciones de izquierdas y las bases sociales del adversario político. La represión fascista, ejercida inicialmente por el procedimiento expeditivo de la aplicación del Bando de Guerra y a partir de marzo de 1937 mediante el Consejo de Guerra, afectó a todos los municipios de la comarca, causando un umbral mínimo de 1.082 víctimas mortales.
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