Epígrafes a nombre de al-Hakam en Madinat al-Zahra, María Antonia Martínez Núñez.

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Guadernos de Madinat al -Zahr谩'

Vol. 4

C贸rdoba, 1999


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ECI SONUECIVIIf


O Junta de Andalucía. Consjería de Cultu¡a (O

l-os autores.

Imprenta San Pablo, S. L. - Córdob¿ Sot Ángela de ia Crtz, 1.2 - TeLéfono 957 283 JO6 ISSN:1139-9996 Depósito Legal: CO. 6041 1999


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SOICINISE


EPÍGRAFES A NOMBRE DE AL-I{AKAM EN

MADIN AT AL-ZAHRÁ M.'ANTONIA MARTÍNEZ NÚñEZ,

J

Ltni¡-ersidad de

a construcción de Madrnat aI-Zah[a, según las

l-¿fuenres árabes (1), duró al¡ededor de cuarenta

i2j H.1936 -o eI 329 H. segírn Ibn Hayyán (2)- hasta eI i66

años, desde eI año

eI A4aqrabis de

H.1911 , abarcando, por consiguiente, más o menos

la mitad del reinado de 'Abd al-Rahmán III, su fundador, y todo el califato de al-Hakam II, hasta su muerte. Sin embargo, aunque las fuentes áral¡es

refieran qr-re al-Hakam compietó Io iniciado por su

padre y prosiguió la edificación de aI-Zahra', no aportan datos concretos sobre las fechas cle ejecución de los trabajos ni sobre el carácter o ia importancia de esas edificaciones.

(l),

Por el contrario, y como señaló Manuel Ocaña <...los vestigios arqueológicos son elocuentes,

sobre todo los documentos epigráficosr, que fueron apareciendo en las sucesivas intervenciones llevadas a cabo en

el conjunto arqueológico de al-

Lahra.

Y es que Manuel Ocaña fue el primero, ya en el año 1931, en adjr-rdicar los diferentes fragmentos de epígrafes clue iban apareciendo, generalmente capiteles, al periodo de 'Abd al-Rahman alNásir o al de al-Hakam al- Mustansir (4). Años después publicó dos arrículos (j) en 1os que prosiguió su estudio de los restos de capiteles enconrrados en Madrnat al-Zahr-a, o cuya procedencia él atribuía a al-Zahr¿i, incluyendo un rotal de ocho epígrafes, más o menos incompletos, a nombre de al-Hakam, Ios cuales le permitiero n Ianzar por pri-

t[álaga

mera vez su hipótesis de que las obras realizadas por este califa en Madrnat al-Zahra' tuvieron lugar a partir del año )t4 H., después de concluir las obras en eI Alcázar de Córdoba (353 H.) y la ampliación de la Mezquita aljama con la erección del mnro de Ia qil,la (6). En los años cuarenta vuelve sobre el tema y amplía y concrera los datos aportados en sus precedentes artículos (7), y es en una publicación del airo 1941, "Obras de al-Hakam II en Madrnat alZahra'" (8), donde realiza un balance de sus aportaciones anteriores y plantea una serie de hipótesis. En primer lugar, atribuye todas las obras de al-Hakam en al,-Zahra' a una fecha posterior al )t1 H., insistiendo en su afirmación anterior. pero ahora distingue dos fases en las mismas: una comprendida entre 354 y eI 357 H. y orra posterior al 357 FI., con restos mucho más abundantes a partir del 360 H. (9). Manuel Ocaña determinó esos dos periodos en función del o¡den en que aparecen Ios títulos dei califa (10), distinguiendo en ese sentido dos series: la anterior al ai'o )Jl H., en la que el orden de los títulos es a/-Intan¿ a/ Mastan¡ir bi-//¿h 'Abd A/l¿h al-Hakatn Amtt alMu'n¿in7n: y otra, posterior a esa fecha, cuyo orden es a/-lxtant 'Ab¿ Allah al-Hakatn al-Mu.¡tansir billa.h Anlr a/-A4u'wintn. En segundo lugar, planrea Madrnat aI-Zahrí como lugar de procedencia de una serie de capiteles que se conservan en distintas casas de Córdoba (11), en el Museo Arqueoló83


gico Nacional, (12) y otros, publicados por R. Amador de los Ríos, de los que se desconoce su paradero (13), todos ellos fechados en el )62,363 y 364 H. o atribuidos por M. Ocaña a esas fechas por analogía con otros e jemplares. Ocaña concluye (14), comparando con otros capiteles conservados en Madrnat al-Zahií , que en época de al-Hakam fue más importante la intervención a partir del 360 H. y que las obras se prolongaron, como mínimo durante los años J6L H . por fragmentos

nes, desconocidas por

M. Ocaña en el momento

de

estudiar y publicar la epigrafía del al-Zahra', aunque corroboren y mantengan intacto el valor de sus aportaciones, también nos obligan a plantear una serie de matizaciones y a establecer aiguna precisión sobre los diversos periodos constructivos. Ese es el doble obietivo del presente artículo: insistir en el acierto de los planteamientos de M. Ocaña, pero a Ia vez, y como mejor mr,restra de respeto hacia la seriedad y el rigor de su investiga-

de un capitel existente en el Coniunto Arqueológico (15); 362 y 363 H., sin ejemplares conservados en

ción, poner de relieve aqr-rellos aspectos que han de ser completados o matizados a ia luz de los

la propia al-Zahrd. (16), y 364 H., con dos ejemplares sin fecha, similares a un capitel publicado por R. Amador de los Ríos y luego desaparecido (17).

nLlevos epígrafes, correspondienres en parte a la etapa de al-Hakam II.

Aunque en años posteriores no volvió M. Ocaña a ttatar específicamente el tema de las

pecto a la época de 'Abd al-Rahmán III -y a falta aún de un necesario estudio sistemático sobre los restos epigráficos de la mezqr,tita y otras zonas del yacimiento-, el análisis de las inscripciones dei Salón Rico y sus dependencias anejas (22) ha proporcionado nuevos datos acerca, por ejemplo, del carácte¡ y estructura de los formularios o de los títulos adoptados por el primer caiifa omeya, y una precisión con respecto a Ia publicado anterio¡-

obras de al-Hakam en Madrnat al-Zahra' , sí continuó aportando valiosos estudios y conclusiones sobre los fragmentos de inscripciones de esa pro-

cedencia: epígrafes del Salón Rico (18), fragmentos de inscripciones procedentes de la mezquita

(1!), aparecidos en la campaña de excavaciones de 1964-6t (20) y epígrafes a nombre del todavía

No obstante,

sll mayor

es preciso señalar que, con res-

fases de construcción, algunas de las cuales pr-rdie-

mente: en los epígrafes del llamado "Pabellón Sur, aparece el eslavo fu'fur no-brad'o como fat) y ntaul) del califa (23). Por consiguiente, ya desde el año )4t H. ostentaba esa doble condición, antes de 348 H., como estableció M. Ocaña por

ron ser remodelaciones de edificios ya existentes. En el periodo de 'Abd al-Rahmám III se distingui-

un capitel conservado en Granada (24), y antes del )41 H., fecha que proporciona otro capitel estu-

rían dos grandes etapas constructivas: una en torno

diado por A. Labana (25). En ese sentido, y a modo de inciso, conviene señalar que a partir de entonces la doble mención de Ya'far el eslavo como faü y ntatul) del califa aparecerá sistemáticamente en epigrafía, o al menos con una de ellas y otros títulos de función. Así, en el capitel del año 347 H. se le designa como sal2)b al tirlz, fat) Amlr al-ntu'ruintrt y

heredero al-Hakam (2 1).

Por consiguiente, de la minuciosa labor lleva-

da a cabo por M. Ocaña sobre la epigrafía de Madlnat al-Zahrd, se infiere la existencia de varias

al 333 H., fecha consignada en un fragmento epigúficct de la mezqr-rita, y otra -con obras de Ia importancia del denominado "Salón Rico" y sus dependencias entre el 742 y 345 H.- que se prolongaría hasta el año de sll muerte (310 H.). Con respecto a al-Flakam II, y aparte de los epígrafes a su nombre del año 3t0 H., aún en vida de su padre, M. Ocaña distinguía las dos fases ya señaladas, con restos más abundantes entre Ios años 361 y 364 H., lo que indicaría el mayor número y la

importancia de las obras realizadas en esas fechas. Pues bien, todas estas hipótesis planteadas por M. Ocaña y que tanto contribuyeron al avance del conocimiento sobre la ciudad fundada por alNasir, se han visto confirmadas en sus aspectos fundamentales, y a pesar del tiempo transcurrido, por los restos epigráficos de los que disponemos en la actualidad. Sin embargo, dichas inscripcio84

¡nau,/), en el capitel del 348 H. y en el arquito de Tarrag,ona (26) del 349 H. como fañ y mawh. Ya du¡ante el califato de al-Hakam II: en los capiteIes del Alcázar de Córdoba del 353 FI. aparece mencionado como ta'far ibn 'Abd al-Rahnutt' ntau/). haiib y lat ¡1, \2- ) o como wau/). hajib y sayf al-daula (28), en los epí¡¡rafes de la Mezquita aljama de Córdoba del año 3t4 H. y en la lápida fundacional (29) deI 358 H. se le designa como ta'far ibn 'Abd al-Rabman, ntawl) y haiib al igual que en Ias inscripciones en mosaico datadas por


M. Ocaña en fecha posterior al fallecimiento de Ya'far en el año 360 H., por ir seguido su nombre de Ia expresión rabima-hu Alla.h (30)- y finalmente, en la pila del 360 H., conservada en el Museo Arqueológico Provincial de Granada (31), ih'far es nombrado -y es la úrltima mención en epigrafía del eslavo vivo- comor&ñ y haiib. Desde mi punto de vista, el uso sistemáticcr de esos términos en los textos epigráficos (32) convierte en problemática la adjudicación a este

alto funcionario de la administración califai de dos capiteles: uno conservado en Valencia (33) y otro aparecido en Córdoba G4), en cuyos epígrafes se nombra a Lrn tal Abu Ahmad ta'far ba;ib Awu a/-ntu'nit¡|n, stn citar al califa concreto, y en los que se ha perdido^la fecha. Frente a la atribución de :una kun1,a aYa'far el eslavo -que no aparece ni en las fuentes árabes ni en los textos epigráficos-, opino que resultaría menos problemáti-

ca la adscripción de ambos capiteles al be¡éber Ya'far b.'Utmán al-Mushafi, del qr-re se conoce la estrecha la relación que también mantlrvo con alHakam y el trato preferente que éste le deparó (11), desempeñando siempre, entre otros cargos de importancia, la fr-Lnción de kailb personal del califa (36). En el año 366 H. fue designado hrlíib por Hi5ám II, y destitr-rido en el 361 H., pero incluso existen dudas de si pudo ser el propio alHakam quien lo nombrara haiil), Io que no sería extraño a partir del 360, año de la muerte de su homónimo, el eslavo. Y si bien es cierto que alMushafi ostentó la kanl-a de Abü l-Flasan, también lo es qlre su primogénito se llamaba Ahmad y que algunos personajes usaron dot¡le kunja (37). Por otra parte, las fuentes mencionan la existenci¿ de w rusiid al-wushafl y de u.na^al-nurnlta almusbaf)11a, propiedad del beréber Ya'far, que fue arrebatada a sus herederos y ocupada por Ibn 'Ámir (38).

Abi

En relación, asimismo, con el periodo de 'Abd al-Rahmán III, los epígrafes del baño anejo -que discr-r¡ren sobre dos arquitos, dos basas y un tablero decorativo y en los que no se consigna o se ha perdido la fecha (39)- remiten a una cronología entre los añ.os 34j y 3t0 H., más concretamente en torno al 749 H., por las semejanzas epigráficas y estilísticas de dichos arquitos con el de Tarragona de esa fecha y los de Madrnat aI-Zahn' del año

3t0 H. a nombre de al-Hakam como "heredero designado' ('10). Todo ello parece indicar la exis-

tencia de otra fase constructiva, balo la dirección, como en el salón contiguo, deI faü y maal) Sunayf, en los años inmediatamente anteriores a la muerre de al-Násir. Fue precisamente el estudio de Ios epígrafes del Salón y de sus dependencias lo que me permitió conocer Ia existencia de algunas inscripciones, en slr mayor parte inéditas, a nombre del califa alHakam: los restos de un arquito (41) procedente del baño próximo al Salón, escasos fragmentos de

capiteles y un capitel cuyo epígrafe se conserva casi completo, a los que me referiré a continuación.

1." Arqr-rito decorativo de mármol blanco, conservado actualmente en los almacenes de alZahrí con el n.' de referencia I5L46. Apareció, junto a otros elementos decorativos del baño, en las excavaciones llevadas a cabo por F. Hernández Jiménez en la primera mitad de los años sesenta (42). Presenta un motivo ornamental de espigas y un rosetón en Ia albanega. La inscripción discr-rrre por el alfiz y el dintel entre cimacios. La altura de la cartela mide en el dintel del alfiz i cm., en el alfiz derecho 4'J cm. y en el dintel entre cimacios 5'5 cm. (1ám. 1, fig. I). Lectura y traducción: Al{tz: brazo vertical derecho

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Alfiz: dintel

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Dintel entre cimacios

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t.rL]

"En el nombre de Dios, bendición de Dios para el Siervo de Dios al-Hakam alMustansir bi-llah, Príncipe de ios Creyentes, prolongue Dios su permanencia" ... "bajo la di¡ección de..."

El epígrafe está realizado en el

cúrfico propio

de los elementos arquitectónicos de soporte de época de ai-Násir (43): diseño austero en casi todos los grafemas

y

trazo

I4f

(nun) con remate 85


florai ascendente. nexos clrrvos en los términos Allah y al-hllstansir e indiferenciación en la altura de los trazos 2ilI41 enla ba¡nula. En cuanto al contenido. se atiene también al formulario típico de las inscripciones oficiales que

Por tanto, este seglrndo arglrmento epigráfico también nos remite a la realización de unas obras -probablemente de remodelación del baño anejo al Salón, ya construido en época de al-Násirordenadas por el califa al-Hakam, pero en un

conmemoraban edificaciones de carácter residencial o palacieso é4) durante la época de 'Abd alRahman III y al-Hakam II: fórmulas introductorias fijas, basntala reducida y .bendición" para el califa, "por 1o que ordenó hacero (nin-nu atnara bi:ama/i-hi), expresión qlre aparece tras la mención del califa con sus títulos, petición de permtrnencia para el soberano, mención de la conclusión de las obras, seguida del director de las mismas (rras 'alc) )tadqt) y de la fecha, con especificación del año exclusivamente (4J). En este epígrafe sólo se conservan las fórmulas

momento muy próximo al fallecimiento de su

introductorias, ia mención del califa, la petición

ra

de permanencia y Ia expresión 'aD 1ada1, que precedería al nombre del director de las obras, tam-

bién perdido. Esta circunstancia nos impide conocer, entre otras cosas, el año exacto, que probablemente incluiría el texto. Sin embargo, hay una serie de elementos que nos permiten plantear una cronolo-

gía aproximada. En primer lugar, sobre este arquito y otros fragmentos decorativos del beño (una pieza horadada y dos jambas sin inscripciones), se ha señalado la diferencia que presentan slrs motivos ornamentales con respecto al resto de

las piezas adjudicadas a la etapa de al-Nasir (46), sr-r semejanza con los fragmentos hallados en alRummániyya (47), fechados por M. Ocaña, a parti¡ de un epígrafe en cúfico simple, en el año 355 H. En seglrndo lugar, y frente al cúrfico simple de al-Rummániyya, el tipo de círfico florido en el qlle está realizado, semejante al empleado en época del al-Nasir, especialmente al de los mencionados arqr-ritos deI 349 y 350 H., nos indicaría una fecha próxima al año 350 H., puesto que en el año 3J3 H., en el que están fechados los capiteles a nombre de al-Hakam del Alcázar de Córdo-

y

ba, se utiliza ya el cúfico simple característico de la etapa del segundo califa omeya (48). En tercer lugar, al-Hakam aparece mencionado con los títulos califales, pero, al igual que ocurría con el for-

mulario de los elementos arquitectónicos

de

soporte de época de al-Nasir (4c)), se omite el rítlrlo de lraaw, que sí aparecerá en todas las inscrip-

ciones a nombre de al-Hakam desde el añ.c:t 311 H.. con las mencionadas obras en el Alcázar. 8C)

padre. Todo ello nos obliga a contemplar una fase const¡,rctiva de al-Hakam II en Madlnat al-Zahd en años previos a la conclusión de las obras en el Alcázar y en la Mezquita de Córdoba, frente a la hipótesis reiterada por M. Ocaña.

2.") Pequeño fragmento de epígrafe, que discurre por la cinta del ábaco de r,rn capitel de mármol. Actualmente se encuentfa en los talleres del

Conjunto Arqueológico con el n." de referenci¡ l7 5.20. La caja de escritura mide 3'4 cm. de altuy 10'8 cm. de largo. Sólo se conservan restos de las fórmulas introductorias y la mención de alHakam. Inédito (lám.2, fig. II). Lectura y traducción:

.... aJ-]-

....[¿F-3Jl] J*.Í

l-i ¡.^'-[i...

r(.ll ¿pl

¡,,-....

"...bienesta¡ general..." ... "...Siervo de

Dios al-Hakam, Príncipe de los creyentes...>.

Poco es lo qr-re se pr-rede decir de este pequeño fragmento de capitel, salvo que está realizado en cúfico simple y qlre , por el orden de los títr-rlos, es anterior al airo 3J7 H. Se trata, pues, de un nuevo elemento arquitectónico que debe ser añadido al írnico ejemplar (10) qr-re adjudicó M. Ocaña al periodo anterior aI iJ7 H. y del que sólo se diferenciaría en algúrn elemento de las fórmulas introductorias (t1). El estado de conservación de este

capitel de orden compuesto, que publicó M. Ocaña, difiere actualmente del que presentaba en el momento en qlre fr-re estudiado, pues han desa-

parecido, por deterioro, algunos términos del texto, mientras que se l-ra podido restablecer la lectura de otros. Por ello. presento, a continuación su lectura y traducción (lám. 3, fig. III).

¡.^'j [r] ¡f[-L]] / úJl ¿r* ¡S[¡... J..3 {.iJt ,--::*.1,1 dul¡] / [¡r]-.ls -../ le-lt*t -*[1 L] ..É!l ¿tt / .[¡.:,t] et [¡]


"...bendición de Dios general y bienestar completo para el Imam al-Mustansir biIláh, el Siervo de Dios al-Hakam... por Io quc or.lenó hacer... y rrrscientos..

En la

del términcr la conjuntiva u.,a,¿1,, se han perdihan podido leer dos nlrevos fragmen-

¿rctr,raliclad, Ia m¿1yor parte

ía.nú/a, así como

do, pero se

tos ...A//ah t/-flakan y nin-ma amara ú1,

/.¡i-'atn¿t/i-

no incluidos en la lectura de M. Ocaña. Como ya se ha dicho, este capitel, al qr-re hay

que añadir el pequeño fragmento inédito antes analizado, fue fechado por M. Ocaña entre el 354 y eI 351 H., suponiendo la realizaciírn de obras en al-Zahra' una vez terminadas las del Alcázar y Ia Mezcluita de Córdoba. Pero los rasgos caligráficos que presentan ias partes conservadas del epígrafe, así como sus fórmulas introductorias

y otros ele-

mentos del texto, coinciden con los qlie ostentan los capiteles del Alcázar del año 3t3 H., y esto es Io írnico que se infiere del análisis epigráfico.

Actualmente, pues, se dispone de otros

cios

nlrevos epígrafes a nombre clel califa al-Hak¿rm, previos al año )5f H. A la etapa posterior corresponden dos nuevos fragmentos de volutas y un capitel, c1r-Le analizaré a continLración.

3.' Fragmento de voluta de un capitel

de

mármol blanco. Se conserva en los almacenes del

Conjunto Arqueológico con el n.u de referencia I20.4. La caja de escritura mide 3'6 cm. de altura

y 12'2 cm. de largo máximo conse¡vado. EI filete, que enmarca el campo epigráfico, mide 0'i cm. Inédito 0ám.4, fig. IV). Lectura y traducción

r-fi .! L^ / .-^-;,,J1

éJ1... ..-[¿*-,-gFt

"...aI-Hakam al-Mustan.sir bi-Iláh, Príncipe de los creyentes...r.

simple, con nexos y bi-llclb. Al conservar únicamente la mención del califa y parte de sus títlrlos, sólo se plrede concluir que, Est¿i realizado en círfico

cllrvos en los términos al-A|u¡tan¡ir

por el orden de estos últimos, pertenece a la etapa posterior ¿rl año 357 H.

4." Fragmento de voluta en mármol blanco, conservada en los almacenes clei Conjunto Arque-

ológico. Pertenece a un capitel de orden compuesto que fue publicado por M. Ocaña (12), quien restituyó gran parte del texto, salvo el nombre del director de las obras, que se había perdido. El fragmento aparecido contiene los sigr-rientes elementos:

...csJ-l*j z'.... /

...* €+ .rL.

(tres"...bajo ia dirección de... en el año

cientos sesenta y) uno".

Con esos elementos, añadidos a 1o publicado por M. Ocaña, la restitr¡ción completa del epígrafe sería (Iám. ), fig. V):

ri. lL]-# / úJt [¿- ¿S-* +itt ,-,'i1 / fs^Jl 4JJt / *i t.jJt+ ,&t J.-i L / o) d.tt .1ui ¿*]-:-.!tl €rj ,r13 út / oc{+ i:r d.^,-, ,:.r1

¡ ¿..l+:*r

/

c;..!

¡j-...ié}* [rL

"En el nombre de Dios. bendición de Dios para el Imám, el Siervo de Dios alHakam al-Mustansir bi-Iláh, Príncipe de los creyentes, prolongr-re Dios su permanencia, por Io que ordenó hacer y se terminó, con la ayuda de Dios, bajo la dirección de SLrkkar... en el año trescientos sesenta y :uno (9ll-2 J C')"'

El nuevo fragmento proporciona el término srlnd uaño,, y la primera parte del n¡meral ihd) <<Lrno>), lo que confirma l¿r lectura c1e M. Ocaña. Con respecto al director de las obras (13), cuyo nombre se consigna tras la expresión 'ah 1ada1, , sólo se conserva parte del trazo cúficct (ri, que sería el primer grafema de dicho nombre. En mi opinión, puede tratarse de un s|n y corresponder al nombre del fair al-kabn Sukkar, el cual aparece mencionado en otros capiteles de época de alHakam posteriores al airc¡ 3(¡I H., como se verá después.

5." Capitel de orden complresto de mármol blanco. Se conserva en los talleres de Madinat alZahri co¡ el número de referencia 175.11, pero se desconoce el lugar exacto de procedencia (54). 87


El epígrafe discurre por la cinta del ábaco y por una cartela y se conserva prácticamente en sLr totalidad, alrnque muy deteriorado. El campo epigráfico de la cinta mide 2'3 cm. de altura y el filete que 1o enmarca 0'.1 cm. en la parte inferior y 0'6 cm. en la superior. La cartela, fragmentada en la parte superior, mide 8 cm. de largo y ,i'8 cm. de altura máxima conservada. Inédito (5)) (lám. 6, fig. VI). Lectura y traducción:

Cinta del ábaco

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...11J

"En el nombre de Dios, bendición

de

Dios completa, salud general, gloria perenne y regocijo continuado para e1 Imám, el Sier-

vo de dios al-Hakam al-Mustansir bi-11-ah, Príncipe de los creyentes, alargue Dios su permanencia, por Io que ordenó hacer y se terminó con el auxilio de Dios, bajo la dirección de Sukkar, el Gran faü, en el año trescientos sesenta y dos (972-3 J.C.)". En la cartela

t.t'e.

/

J"-,*.,11

/ l# J"-]

"Obra de Fatah al-Asn, su siervo,. EI epígrafe está realizado en cúfico simple, salvo lo que parece ser el esbozo de un remate vegetal en el final ascendente del trazo 14i sólo en la preposición min. En el resto de ocasiones en clue aparece ese grafema, 1o hace con la forma más

austera, próxima a la del trazct 5f. En general el texto está bastante comprimido y presenta algunos errores, como la sustitución del primer nttnt

de mu'ytinln por el 88

tazo 2l).4116m,

La

grafía

defectuosa de 'a1n en bi-'ama/i-l1. la sustitución de la conjr-rntiva waw en wa-sittln, donde falta también ei grafema 1a-, por el grafema mtm y empleo del numeral .doso en su forma i1tay, por tnat.ryn. En cuanto al contenido del epígrafe, las frases introductorias y el resto de los elementos del formulario coinciden con los que presentan otros dos capiteles de la época de al-Hakam, encontrados en Madlnat al-Zahra', de orden corintio (16). En ellos no se consigna el año, pero fr-reron fechados por M. Ocaña en el 3641914-5 por la seme janza de su formulario con el de un capitel, del que se desconoce su paradero, que fue hallado en Córdoba y vendido al extranjero a finales del siglo pasado (57). Este capitel, hoy desaparecido, conservaba el año, que fue leído por R. Amador de los Ríos como 364 H. También carecían de fecha, sin embargo, otros dos capiteles, con las mismas fórmulas introductorias, qr-re sí se conservafon: uno, de orden corintio, en el Museo Arqueológico Nacional y otro, de orden compuesto, en el patio de una casa de Córdoba. Ambos fueron fechados, asimismo, por M. Ocaña en el año 364H. (58). En todos estos capiteles siempre aparece nombrado, tras la expresión 'a/) yada1,, el mismo alfaü al-kabrr y M. Ocaña, corrigiendo la lectura de R. Amador cle los Ríos, Ieyó iakar, afirmando quc le era desconocido (59). En mi opinión, el personaje podría ser identificado con el faü al-kabn de al-Hakam II Sukkar (60), pues los grafemas cúficos permiten tanto la interpretación de M. Ocaña como esta última. De hecho, este mismo Sukkar aparece mencionado también tras 'a/) laday en otros capiteles de época de al-Hakam II: en dos fechados en el año 362 H., en uno del año 363 H., rodos ellos hallados en Córdoba (61), y en un ejemplar deI 162 H., conservado en el Museo Nacional de Kuwait (62). A ellos habría que aña-

dir el capitel del año 36I H. de Madrnat alZahra', como ya se ha adelantado. Así pues, Sukkar aparece en un lote de capiteles que abarcarían cronológicamente los afos 36I-364 H. El nuevo capitel del )62 H., que aquí se analiza, es el primero que se conoce de esa fecha originario de al-Zahra' y viene, por tanto, a corroborar 1o planteado por M. Ocaña, en el sentido de que probablemente Madr nar al-Zahrá' fue el destino para el que se realizaron todos los capiteles

descontextualizados de esa fecha. Pero también obliga a planrear cierras matizaciones.


Al analizar

las fírrmulas qr-re inte¡¡ran el texto de este epígrzrfe, se com¡rrueba que sus frases

introcluctorias no coinciden exactamente con las adjudicadas por M. Ocaña a la serie cle capiteles clel año )62 H. ((ri); f¡¿ises introcluctorias en l¿rs qr-re basa su at¡ibnción cronológica. Según M. Ocaña, en los capiteles cle ese año f¿rltaría siempre cl adjetivo td.l/tiltt/ tras hrtraka win A//r/h, especificando que el ejemplar consen,ado en Córdoba clel 16l H. era el de f'echa más rernota qr-re conocía con Ia inclusión de dicho térmrno (6.i). Es eviclente clue el nuevo capitel del 362 H. incluye ese eleme nto en su formr-rla¡io, zrl igual clue el fecl-raclo en el 363 y los adjr-rdicados al 164 H. Si se comparll este epígrafe cle Madrnat a1Zahr¡' cc¡n los publicados por M. Ocaña, se observa io siguiente: 1.") los que llevan fecha expresa de i62 H. coinciden en toclos los eiementos del fbrmul¿rrio (61), salvo en qLre no incluyen el té¡mino t¿/n¿lt./ rras bar¿ka ntin A//ah. 2.') Ei capitel con fecha expresa de 363 H. coincide en la inclusión de tñnnu, pero difiere en otros extremos: en las fórmulas introductorias se sulrime rrtrlr ntttttctsi/, se sustitnye a/rtla Al/r7b btrcJVha por a.bqi-hu

A/lih

y se suprime también Ia expresión fa-tcunna b)'au,n A/lah, previa a la mención clel direcror (66). 3.") Los capiteles ¿tribuiclos aI añt> i64 H. coinciden ex¿rctamente y en todos sr-rs extremos (67) con el formr-rl¿rrio dei capitel de al-Zahra'. Tocla esta aparente confusión se simplifica, a mi juicio, si se tiene en cllenta que, de los epígrafes de capiteles estudiados por R. Amador de los Ríos, unos se conservaron y puclieron ser revisados y analizados directamente por M. Ocaña, mientras que otros fi-reron vencliclos al extranjero y su paraclero se desconocía, por lo que hrrbo de conformarse con las lecturas ya publicaclas, rectificando algunos errores.

Si se repasa ia sue¡te de cada uno de esos epígrafes, se comprr-reba qlre , de los dos fecl.raclos en el )62 H., el primero fue pr-resto e n venta e n Madrid hacia el año 1888 y M. Ocaña ofrece , con trl¡¡unas correcciones, Ia lectr,r¡a de Amador de los Ríos, y en cuanto zrl segundo, se conservaba en el

patio de Lrna casa de Córdoba, pero mientras clue Amacior de los Ríos lo estudió cuando est¿rba exento, M. Oc¿rña lo hizo cuando el primer y el segr-rndo cle sus f¡entes est¿rban cubiertos de tabiquería y ladrillos, por lo que siguió la lectura ya publicacla de ias fórmuias introductorias, pero

corregir la fecha del i66 H. c1r-re le l'r¿rbía sido asignada. El caprtel clel año i6i se conser\¡aba, asimismo, en Lrna c¿rsa cle Córdob¿r, io clue perpr-rclo

mitió a M. Ocaña corregir .los er¡ores cle lectu¡¿r cle R. Amador cle los Ríos: inclusión del términt, tannttz g.ue r-io había sido le íclo, corrección cle all'adcr-htt por aút1t|-htr. cle .Satar, su secret¿rrio' por Sakar al-faü ¡/-k¡l¡/r y del año 366 H. por ,163 H. Con respecto a los clel año )61+ H., el único que conservaba 1a fecl-ra fi,rc vencliclo al extranjero, por lo qr-re M. Ocaña ofiece la versión rle R. Amaclor de los Ríos, corrigienclo 1¿r lectura errónea /)ar¡tnti-hj <para su pueblo", clLre este írltimo clio de

tinnta; y el texto de los dos restante s, aLlnqlre pr-rdo ser revisado, se intermmpía en l¿r r¡ención del director de las obras. De todo lo ¿rnterior se infiere que M. Oc¿ñ¡ no puclo comprobar las f-órmul¿rs introciuctori¿rs cle c1r-re consignaban el año 362 H., ni la fecha leícla por R. Amacio¡ cle los Ríos

los capitales revis¿rr

como 364 H. Por ello, y a la luz cle los clatos aportad,rs por el nuevo capitel cle al-7.ahra' , es ¡rreciso

concluir que los formularios de los czrpiteles del año 362 -ori¡¡inarios toclos ellos, sir-r cluda, de Maclinat al-Zahra' incluirían eI término fitula entre slrs frases introductorias, ¿rllnqlre R. Anraclor de los Ríos no 1o transcribiera, como sucedió en el caso del capitel del i63 H. Por otro lado, creo qLrc los cinco capiteles -incluiclos los clos cle al-Zahrá' fécl-rados por M. Ocaña en ei año .16.i H., ¡:,odrían ser ¿rtribr-ridos ¿l ¿rño )62 H., clacla 1¿r ex¿rcta coinciclencia de sus formul¿rrios con e 1 cle alZahn' de es¿r misma fecl-ra, puesto qr-re pr-rclo existir un error en la lectura del año por parte de R. Amaclor de los Ríos, como en otros casos ya reseñaclos.

En resumen, se pr-rede afirm¿rr con seguridacl que clurante los años i6l y 362 H. se ¡ealizaron por orden de al-H¿rkam II numerosos capiteles para las depenclencias cle M¿rdlnat al-Zahrá', hoy en paracleros diversos. Con respecto al año 36i H., sigue sin haber constancia de ningúrn cjernplar en

1a

propia al-Zahra'.

Por írltimo, he de referirme a la lectura clue he ofrecido del epígrafe conteniclo en la cartela: ('at¡¡¿t/ Fatah) ¡/-A.¡7r 'al¡di-bi. La ¡estirución de 'atna/ Fal¿th resulta práctrcirmenre se:{ur.l, fLlcs estr

misma leyencla está contenida en las c¿rrtelas cie dos czrpiteles, fechados también en el '.rño )62 H.: en el capitel de orclen compLresto, hoy desaparrcrri9


do, donde R. Amador de los Ríos leyó "Obra de Fatah al-Aysar, su siervo, (68); y en el conservado en el Museo Nacional de Kuwait, aunque en esre

último caso se lee por enor Fal7h seguido de ,r/A¡7r

cc¡n

interrogación (69).

Es posible qLre este mismo apelativo a/-Al7r ("el prisioneror, .el car-rtivo") fuese el ad judicado a Fatah en la cartela de un capitel procedente del Salón Rico, pues en él sólo se conserva, tras el

nombre, el inicio del artículo (70), aunqr,re en otros capiteles de la etapa de al-Násir Farah va seguido de los términos r.tl-nrtqqaí o a/-r,a1ja.nt (.eI esculto¡' o.el marmolista") (/l). El mismo nombre Fatah es mencionado rambién, tras el término 'antal y junto a Aflah y Tar-f, en la inscripción cle la pilastra S\7 del Salón Rico (12); en el interior del nilhrab de Ia Mezqr-rita de Córdoba (73); y en la cartela de

r-rn capitel del año 363 H., hoy en el Salón de embajadores del Alcá-

zar de Sevilla, labrado con destino a una mezquira (7,1). Asimismo, y segírn C. Barceló (75), aparece

un tal Fath "gr/alt del Emir de los creyenres> en una Iápida conservada en Éci¡a y fechada en el )28 H. Por otra parte, en la pilastra NE del Salón Rico figura, entre otros y tras el término 'arta/, un tal Sa'ld ibn Fatah (16) y en un capitel de Córdoba, Ahmad ibn Fatah, nombre este írltimo que indujo a M. Ocaña a plantear que debía rrararse de .una familia cie escultores " (11). Esta conclusión se podría hacer extensiva a otros personajes que aparecen mencionados en el Salón Rico tras el término 'anta/, así como el hecl-ro de consignarse sus nombres no sólo en los epígrafes del Salón y de la ampliación de la Mezquita de Córdoba, sino en los de otras proceden-

cias y, algunos de ellos. en inscri¡ciones sobre objetos mobiliarios, realizados en diversos materiales y en las cerámicas verde y manganeso de Machnat al-Zahr-d (1 8).

Realmente, las coincidencias de esros nombres, en epígrafes sobre los más diversos sopomes

y materiales, son tan

numerosas que -aunclue no

se clescarte la posibilidad de algún caso de homo-

nimia-

es legítimo concluir que dichos nombres no se refieren a los artesanos, sino a asb¿b de Ia dal a/-sina.'a califal, que ejercerían Lrna función de

control, o dirección, sobre la Iabor rcd.izada por Ios auténticos artesanos; función de control diferente de la alta dirección ejercida por el personaje mencionado tras ia expreslón 'aD ),adq _-qne M. 90

Ocaña (79) identificaba con el sal:ib a/-abni1,a-, y

así 1o planteé, junto a otras conclusiones, en el

la epigrafía del Salón Rico (80). De hecho, o los casos de homonimia son tan abundantes que no se puede llegar a concl¡-rsión alguna, o hay clue admitir también que algr-rnos de estos personal'es nombrados en los epígrafes tras 'araa/ -como Aflah, Badr, Sa'd, Mtzaffar, Fatah- eran los mismos fitlan gue mencionan, a veces, Ias fuentes cronísticas (81) y que desempeñaron diversos cargos en la administración califal estr-rdio sobre

y en " jefaturas" de la dar a/-.rina-a, 1o que expl.icaría la citacia función de control y el qr-re slrs nombres se consignen en inscripciones sobre diversos soportes y materiales. Algo parecido sucede con algunos de los personajes mencionados tras 'a/) ),add.)', pves sus nombres se incluyen en inscripciones lapidarias de diverso carácter y en las de objetos mobiliarios (82). No obstante, también planteé la posibilidad de clue -alrn en el caso de admitir qne los nombres citados tras el ambiguo término 'atua/ se pudieran referir efectivamente a los artesanos- Ia lal¡or realizada por éstos no se ceñiría a los epígrafes, sino clue abarcaría Ia labra del resto de los elementos

decorativos de basas, capiteies, pilastras o paneles, c¡-re servían de soporte a las inscripciones. P¿rra ello me basé en la reducida presencia de la epigrafía en el Salón Rico, como se aprecia en slrs pilastras y paneles, pero también en el tablero clecorativo del baño ane jo (Iám.7) -donde una diminr-rta cartela se limita a consignar 'amal Badr al-rajjan 'al:di-hi

("obra de Badr el marmolista, su siervoo) (83)

,

igual que en la placa decorativa, procedente cle alZahri (84) (1ám. 8), cuyo pequeño epígrafe consigna'araal Raitcl ("obra de RaSTq"). Resulta, pr-res, extraño que, entfe tantos artesanos nombradcls, supuestamente para los epígrafes) no se consignaran los nombres de aquéllos clue realizaron los elementos ornamentales más relevantes y de un predominio casi absoluto en el Salón.

APÉNDICE En una reciente publicación, ya citada (85), C. Barceló expone sus discrepancias con respecro a estos planteamientos; actirud clue considero no sólo legítima sino necesarir y posiriva en cualquier ámbito de investigación. Sin embargo, y puesto que, en mi opinión, se han tergiversado o


interpretado mal a.lgunas de mis ar¡¡umentaciones -tal vez porque yo no Ias expresara con toda la claridad exigida-, creo necesario referirme y aclarar algunos extremos. En dicha obra se afirma textualmente (86): .Mi opinión es cont¡aria a Ia manifestada recren-

temente por Martínez, ... .al estudiar la epigrafía hallada en Medina Azaharu (Córdoba) en el llamado "Salón de 'Abd al-Rahmán III". Frente a la opinión de Ios que consideramos a estos personajes los autores de los diseños epigráficos, los nomb¡es de r>ficict naqqa-í o rajjan, clue acompañan a algunas .firmas, en elementos arquitectónicos y decorativos, alr-rdirían -según esta autora a Ia persona que hizo el cliseño del ornato vegetal qr,re estas piezas ostentan; estos artesanos l-rabrían dibulado las decoraciones de los objetos donde aparece su onomástica y habrían dejado constancia de su autoría usando el nombre'ailtct/,,. En efecto, frente ¿r la consideración de las personas nombradas tras el término 'antal corto <autores de los diseños epigráficos", yo planteé que, en el caso del Salón Rico y sus dependencias, los artesanos qr-re esculpieron los epígrafes pudieron lab¡ar también el resto de los elementos decorativos, pero especificaba que en otros casos, especialmente cu¿rndo se consigna Iavoz kataba, aludiría al artesano del epígrafe . Sin embargo, lo cierto es qlre en ningúrn momento hablé, ni aludí siquicni de epíra, a <¿1lltores", "diseños" o "dibujos" grafes ni de otros elementos decorativos. Sí insistí, en cambio, en el control ejercido por el poder sobre todas estas prodr-rcciones, qlre no se dejaban al a¡bitrio de los artesanos, y a sr-r fi.rnción propagandística (87). Descle mi punto de vista, la hipótesis de que la labor de los artesanos no se ceñiría sólo a los epígrafes se justifica por la mención cle

mentos decorativos y, sobre todo, si se tiene en cuenta el papel qLre posteriormente desempeñaría en al-Andalus la grafía árabe como motivo de ornamentación arqr-ritectónica; y así, con estas consideraciones previas, iniciaba yo mi artículo (88). Pero admitir eso no supone en modo algr-rno plan-

tear una escasa habiliclad técnica por parte de

.los

artesanos que realizaron los epígrafes, ni merma algr-rna de su valor documental. Lo cierto es qlle en el Salón Rico los elementos predominantes no son

los epigráficos, sino los table¡os decorativos, las pilastras, etc. y hubo de haber t¿rmbién unos artesanos que los escr-rlpieron o labraron o, segírn Bar-

celó, "diseñaron>, cuya labor demuestra -y en ello coinciden las opiniones una gran pericia técnica o dominio de su oficio. Por ello, no puedo compartir la interpretación y 1a crítica c1-re C. Barceló hace de esas reflexiones, cnando expone que he cometido el error de armonizar onomástica de diferentes piezas, poner

'Ia

en relación datos procedentes de objetos cle

las

consideradas artes menores con los que ofrecen los

epígrafes monumentales y en Lrna concepción del artesanado más acorde con Ia idea moderna de <artista> que con la distribución del trabajo en los países musr-rlmanes de la Edad Media, descrita

abundantemente por numerosos expertos en el tema>.

Y concluye,

sob¡e los rlrtesanos:

"EI

secre-

to está precisamente en el hecho de habe¡ stdo fornados proJbsiona/rnente en l¿r cotte omeya, puesto que Ia instrucción de estos 'abld era sobre todo cr-rltural y lo mismo actuaban de amanuenses de cartas oficiales que copiaban coranes o trazaban

pequeñas carteias epigráficas, frente a la profusión

los epígrafes de ornato para los califas en los objetos más variados (89). Lo más sorprendente para mí es que se me atribuya una concepción del artesanado medieval acorde con la iciea moderna de a¡tista. cuando en modo alguno me he referido en ningún caso, ni he

del resto de los ornatos , pero sobre todo por los tableros decorativos, mencionados antes, clryos

aludido, a <artistas> ni a ..arte , ni siqr-riera a <<alltof >> o .aLrtoríar, noción esta última que sí Lrsa

reducidos textos epigráficos se limitan a consignar

C. Barceló y qlre es tan burÉjuesa como la de artista. si se habla de .autoríao como única fuente del senticio de un;r .obrar. Y me extraña clue se me atribuya esta noción porclue otras person¿s (90), no citadas por C. Barceló, sí han sostenido explícitamente la identificación de los "refinados artesanos andalusíes> con <art.istas>, libres en el ejercicio de su arte, sin ataduras del poder y .creacloreso de un estilo; nociones sobre las que yo he

varios de estos nombres en las pilastras -con

de Badr", .obra de Ra3Tc1". ¿Qué se supone "obra que hicieron o labraron o "diseñaron" Badr y Ra5rc1, un epígrafe con la única finalidad de constatar que ese epígrafe, qr-re sólo consi¡¡na su nom-

bre, lo esculpieron o "diseñaron" ellos? Es preciso admiti¡ que Ia epigrafía en ese salón de al-Zahra' tiene una lresencia escasa y Lln papel redr,rcido, si se compara con el resto cle ele-

9I


expresado mi discrepancia (91). Cuando en mi artículo hablo de "pericia técnica", me refiero a eso, a técnica, a habilidad en la realtzación de una labor artesanal o de un oficio, pero no d <<a,rte . r7i

rcaltzada por los diversos artesanos, especializados estos últimos en oficios concretos- antes que en artesanos polifacéticos, pues esa posibilidad de

a.creaciónrr. En cuanto a la distribución del trabajo en la Edad Media islámica, creo que todos los datos que poseemos indican la existencia de una gran especialización, sobre todo en zonas urbanas y en medios oficiales (92); es decir, en medios relacionados y vinculados con el poder establecido, 1o que concuerda mal con la multiplicidad de funciones o de oficios que C. Barceló atribuye a los 'abtd formados profesionalmente en Ia DAr a/sina'a caljfal: amanuenses de cartas oficiales, copistas de coranes, tallistas de epígrafes de ornato; podría haber añadido también bordadores y tejedores en eI tiraz califal, pues los tejidos tam-

diversos niveles de dirección y supervisión que los califas encomendaban a los fitlan y a orros cargos

bién Ilevan inscripciones. En mi opinión, es más lógico pensar en esa posible función de dirección -que ejercerían las personas nombradas en los epígrafes sobre Ia labor

92

interpretación se aviene también mejor con los

de la administración, según recogen las fuentes cronísticas (93). Esos diversos niveles de dirección y supervisión explicarían la aparición, sobre diversos soportes y materiales, tanto de Ios nombres citados tras 'awa/, como de los que se consignan

ttas'a/)

1,ar/a1.

Ciertamente yo puse en relación "los epígrafes monumentales, con .los de artes meno"Ias res>, y Io hice porque estimo que, a pesar de las diferencias existentes entre ambos, no se pueden obviar tampoco las coincidencias que se producen no sólo en los nombres aludidos, sino también en muchos aspectos del formulario. Thles coincidencias se explicatían, a mi entender, por Ia función y el uso propagandísticos qr-re el poder confería, en úrltima instancia, a todas sus producciones.


NOTAS l. A.

Lab¿rrta y C. Barccló, "L¿rs fuentes árabes sobrc alZah¡a: cst¿do cle la cuestión". Ctulunas le i\la¿ltnat ¿/ Z¡hr¿'. I (1987), pp.9l-106. 2 lbídn, p. )6. i. M. OcañaJinénez, uObras cle al-Hakam II en N{¡rdlnar ¿rlZthra','. t\/-Anla/n.¡. Vt ( 19,1 I ), p. I 58. l. M. Ocaña Jiménez, "Capitclcs de la residencia califhl de Bol¿ín d¿ l¿t Ru/ Academia de Cienn¿l, ^z,-7,tbra,. Bt//as Le¡ra.¡ I Nob/e.t Artes & Círdaba. 32 (julio-septiem

Madin¿t

bLe, 19.11), pp.

21

riclo, discurren sob¡e tres arquitos, abicrtos y t¡rllados en placas de mármol blanco, están a nombre de trl-Hakam u'd.b ,lhd ahuts/itutn y llevan la fccha dcl i50 H.; por lo que se realizarían poco tiempo antes clel fallecirniento

"Capiteles epigrafiados del B¿rlo clel Alb¿ricín de

Gran¿r-

22

M." 4. M¿rrtínez Núñez, L¿z Qigrtffu de/ Salín de 'Abd ¿/Rabnan 111. cn A. Vallejo (coord.), Alddtildt a/-Z¿brl', E/ S¿lín de Abd al Rab¡taV lll. Córdoba, 1995, pp. 707 -It2.

21

Ihikn, p¡>. 129-114, 1 j2-l 3i.

24

Jiménez, "Capitclcs ltch¡rdos del siglo X", n. " .1, .ü'ñt sl s5l¿1'6', p. 21!. A. Labarta, ulnscripción cúrfica cle un capitel califil". A/Qankrra. XIII (l !!2), pp i41-147 . La inscripción cle este capitcl adelanta al año .1.:i7 H. la mención .le ir'lar como .,¡nhib al .tiraz, frente al -i50 H. quc plantcó Ocaña para snhib al-11/ u,a-/-.ir¿2 ¡"ü'far el eslavo', p. 21t)-230). C)cañar Jiméncz, E/ rtíJica hislan0..,, p. 34, n." 17, lám.

Ocañ¿ Jiménez, "Capitcles epigrafiados de Madin¿rt ¿rll¿11¡i'> ,

8.

M. C)caña Jiménez, nCapitclcs fechaclos del siglo X". ,,1/And¿lrs. V (1910), p¡'. .i.lf 149, en el que incluyc cinco inscripcioncs ¿ nombre dc al-Nasi¡ y seis a nombre de al H¡k.rm. ,le Jircr.,r' I'ro,rJcn, ia'. Al-Andalr:. VI (19.i1), pp. 1 57-l6lJ, ya citaclo y en el que ¿r

nomLrre de al-Hakam.

L0.

Ibídun, p. I18. M. Ocaña Jiménez, nCapitclcs epigrafiaclos clel Alcázar Có¡doba". A/-And¿/r¡. Ill (193i), p. 162.

11.

OcañaJiménez, .C)br¡rs clc al-Hakarn

L).

12.

13.

i.

16.

n.os 2,

cle

) y 6.

i. Ibidtn,n.osly4.

26

califal dc

Macjin¿t-Az-Zahra', n." .i, pp. 8 !; del mismo arutor, "Capitelcs cpigrafiados de Madin¡rt al-7,¡hra'",n." i. Ocaña Jiménez, "Obras de al-Hakam II...", n.os I y 2 capiteles del 162 H.. y n." 3 capitel del lól H., toclos cas¿s de

28

Có¡doi¡a.

Iúidm. n." 1. Ocnña ofrece la versión de R. Amaclor de los Ríos, cluien leyó Ie fecha del l6li H. Sobrc los restos cle ¿l Zahrá' fech¿dos en el 16.l por analogía con este capircl,

Ocaña

Jinénez, "Inscripciones árabes descubiertas cn

N{adinat al-Zahra' en 1944". A/-¡\tt/¿/as.

X (19,i5),

pp.

li.'1-159, clonde publicó lo luncl¿rmcnt¿rI de Ia epigrafía

M. Ocaña Jiménez, I1/ nífiat bispana 1 .¡t etolncitín. Madrid, 1970, pp. lO-11, n." 12, lám. XII. En los fragmcntos cluc publica en csta monografíiL se consigna la fécha ciel j.lJ H., sc nombra ¿l calif¿ Abd al-Ralmán IIi y a su hijo al Hak¡rm como uLl/,'¿h¿i-/ri: cs dccir, como .succsor designaclo".

B. Pavón Maldon¿rdo. Menari¡ t/e /¿Lt exLatd.ioileJ de /¿t AIezqrita c/e AIdin¡t ¡/-Zahr¿. Extat,¡t¡iont: Arqneo/ífitt de E:ltaña. 50. Maclricl, 1966. Fr¿gnren¡os de inscripciones con lcctur¿ de N{. C)cañer, pp. 126-127 , y láms. LXXX-

LXXXIV.

X", p.

1/t3,

M. Ocaña Jiménez, "Capitelcs epigrafiados del Alc¿ízar Córdoba", pp. 155-167. 7

cle

.

M. OcañaJiméncz, "Inscripciones á¡abes fundacionales de la Mezcluita Catedral cle Córdoba. Cra¿/ernos Je lladtnat a/-Zahrn'.2 (19llU-90), pp. 9-37, especialmente, p. 19, E. Lévi-ProvenEtI, In:criltians dtttba d'Eslngne, Pa¡ís, 1911,

n. ) l5:

ULrn.r Jimt nr

z. Ío lnr el eslrro . 1. )2): y

D.

Cabanelas o.l-.m., "La prla árabc del Museo Arqucológico y de la Casa del Chapiz". lli.¡ce/ánea de E.¡tadio.¡ Árabes 1' llebr¿ica¡.

\2

XXIX XXX, 1 (1980-81), p. 25.

En din¿rres dei 357 y 358 H. aparece mencionado en la segnnda tirett a/-haiib

fo'f.r, ,{t.

ATorrcda ¿nrJa/u:í en /¿

Alhanl¡ra. Expo.riciín. Granada, 1997, n.os 16 y 41 , pp. 1 I 5-1 1 6; mención escueta que dcbc referirse, desde mi punto de vista, al eslavo y que se explica por el reducido

espacio del que se dispone cn

l¿rs

monedas.

11. C. Barceló, P. Cressier, J. V. Lcrma, "Bases et chapiteaux calif¡rux inéclits de Valence". Cutdsnos cle AI¿tdtna¡ a/Zahr¿t'. 2 (1 988-90), pp. 29-11, fig. 5, láms. I-II. En este

sLr acljudicación al caliia alNásir y su fecha dc consr¡ucción ent¡e el j.l2 y j{5 H.

20

OcañaJiménez, "C¿piteles iichados del siglo

nota rl.

lt

proceclente cle este salón, como

r9

31..1, pp.

C)caña

lbident, p¡t. 20-21, n."

Jl)

C)caña Jiménez, "Capiteles epigraliados de M¿rdinar alZahrri", n.os lt y 5. 1u

J1.l I

XVII, )1

.

Ocaña Jiménez, "C¿piteles de l¿r ¡csiclencia

ellos consen.ados en t7

II...',

n.1)s

n"I

lbí¿lun, n."

r1. IbL/ert. pp. 166-161 r

2t

p. 61.

analiz¡r scis epígrales

cspecialmente

pp. 14I-442; y

da". lbíden, pp. 1ó6-168.

6.

de

al-Násir.

t-16.

5. M. OcañaJiménez, "Capiteles epigrafiaclos de M¿din¿t al Zahrá". Al Andalr:. IV (1916-39), pp. 158-165; y

M. C)caña Jiménez, "Ya'far el eslavo". Craderna.¡ ¿le la A/hanl:ra, l2 (1916), p. 220. Los epígrafes, en cúfico flo-

artículo no identifican aírn al personaje. Sí apuntan la

i4

techa ciel 970 J.C. por los datos estilísticos y epigráficos. C. B¿rceló y M. Cantero, cordobcscs dcdicados a

ü'far

"Capiteles

al-sic1labt,. Al-QanÍdM.

XVI, 2 (1995), pp..l21-

430. Aquí estudian un capitel inédito cordobés, de 1¿r colección Romero de Torres, semejante al valenciano, y atribuyen ambos capiteles a i¿'far el esl¿rvo y en función de esa atribución y del título de l:aiih, que restituyen, los lbch¿rn entre el 150 H./9ó0 y el 360 Hi970-l (pp. 1Z9 y 430). Consideran quc ambos capiteles podrían proceder de un eclificio construido para el eslavo en Córdoba -la ntnyat Ya'fln'que citan las fuentes (p. 129) y rech¿rzan la posibiliclacl de idcnti|icación clel personaje .o. f,,'fo.

9)


b.'Utmán al-lr{ushafi.

L¿rs

mismas conclusiones sobre

ambos capiteies sc rccogcn en C. Barceló, [,a escritlrt tír¿tbt

er I P¿tí: Vl/tnci¿nt. Inscripciom.r t¡taltnenl¿/e.¡. Valcncrr, L99fl, n." Al,pp. 22i-226.

15.

sc

estos rextos como <no ofici¿les" cleriv¿ de que en todos los

cle /a.¡ lteríber¿.¡

& ¡/-Andalrs. Madrid,

(Btr

celó v Cantero, "Capitclcs corclolreses dedicados...", p. 1t25), podría corresponcler tarnbién ¿ri final clc la palabra

ki¡il¡ y

rcfertrsc a i¿'fhr ¿rl-Nfushafi.

J7. M. Marín.

"C)nomástic¿r

¿'rr¿rbe

en ¿l-Ancl¿lus: i.vn a/¿nt y

ka4a". A/-Qanr¿ra.IY (198)). pp. l3l-l.l!. i8. De Fcltpc, Iclenridad 1 oronuística..., pp. 182, 185 y 329. De hecho, crL¿ndo E. Lévi-Provcnqai (E/ ¿/u¡rra/lo rrbaw

c/.t

Círdofu, e¡ Hi:tttri¿ de Et:lnña de R. Aleníndez Pida/. tomo V. Madrid, 1971, p. 2,17, nota 125) habla c1e It ntnlat ta'.far, citrndo aI Ba1án 111, sc rcflcrc ¡r clla como resiclencia de Hjlhn II, por lo que nacla impediría pensar que sc tr¿rtil, cn cstc cilso

tanbién, del beréber.

L¿ eligraJ'fu del Stlín...,126-129. Atgunas cle est¿s piezas fueron rcprocluciclas y parcialmente trtrducidas por B. P¿vón Malclon¿clo y F. Sastre, "Capitelcs )'

l{aclrnat il-Zahra' tras las írl¡im¿rs exc¿n rciu nes (Hacia un corplrs del capitcl hispano-musulmán)".

cim¿rcios dc

Archito Esltdñol de Art, XLll.l6r, r1t)6'rl. 1.. 16tt: un fragmento del arquito cn que se nomlrra 5.,nuyf es iclcntifi " cado como "un¿r jamba de mármol", la misma dcsignación cluc lc otorgan al arqulto decorativo a nombrc cle Abd alRahmán III (lám. XXVI), clcl quc no lccn la inscripción del dintel entre cimacios. LJna nueva ¡rlusión ¿r los matcri¿les del baño, cn cse mismo sentido, se recoge en B. Par'ón Malclon¿do, Trattdo r./e'zrrltr itec/ma bi spano-nrsa lnana.I. Agna. M¿drid, 1990, pp 158 it9. L¿ correcta iclentiflcación de esos matcriillcs como arcos decoratir.os, en A. Vallelo Trano, "EI b¿ño próximo al salón dc 'Abcl alRahnrán III". Cradsnos & ll¿tdtu¿t al-Ztbrl . 1 (1987), pp. 1.11 165. .i0. Martínez NíLñez, l¿ ep)gnrfiz Jel Salín.,,.p. 12). .11. Reprocluciclo, junto a otros mllteriirlcs del baño, en Pavón M¿ldon¿do y Sastre, "Capitclcs,v cimarcios...", lám. XXVII, rraduccrón parcial p. 169; referencia en Martíncz Nírñcz, L¿ ep)graJh de/ Salín,,,,p.1). Vallcjo Triano, nEl baño próximo al Salón...",

4.). Mrtíncz Núñez,

1-¿

eligrtfit

del Sdlón...,

p. 141. pp. 136-137

v

111

Ibíden, pp. 138-1/t2. En mi opinión, este fbrmul¿r¡io este reotip¿clo, propiciatorio para cl califa, ticnc -lrllnqlre no se cspccifique el objeto de 1a funclación c¡rrácter conrnemor¿rtivo de la rc¿liz¿rción o terminación de ob¡¡rs oflciales de prLes el lbrmulario dc cpígraf'cs diflere clel acluí contemplado. Sobrc csre tipo de textos C. Barceló (La c¡citara ,írabe en el P¿í: V¿lenciana..., p.93)lfirma: "en realid¡id se trata de un t:ipo de texto <\'otivo> y así Io manifiesta l:r fbrma cn quc sc rcclacta,... (tras la ln:nn/a, la expresión úar¿k¿ tuit

nirtllraleza

"

no religiosa",

re¿rlizados para mezquirers

A//ih, seg¡ido del nombrc

'

¡ro..c inttrl'rt (J,t)..1ra \ontt

t t,t/r.t. r'n \'()r

Ih J!(nr'\.r.

y si en el c¿s<¡ de'¡tn¡i/¿ se tr¿ta cle Ia interpretación habitual, no sucede igual con la segunda voz, considerada con frecnencia y siempre por M. Ocaña conlo tctiy¡, dln¿lrd, .,,lrrc r'rJo. 'i .r ticnc cr) (Ucnt.¡ !Uq. J vs{c\. (\J mi\m.r expresión va seguicla dcl sulcto dc Ia oración, cono succclc en el epígrafe cle un plato en que ¿rparece ¿l Nlu'tamid como sujeto dt anara v cn los clc algrrnos capitclcs tlc la Allafería a nombrc dc al Muqtadir bi llrrh (J. Guerrero Lobillo, A/-Qa.tr al-lI¡tber¡1.. E/ A/cázar ú la hncliiía, Disctrso de ruzltciín (19 dt norienhre d¿ lt)70) tn /¿ Rul

L*as ¿lt Santt ls¡l:e/ Je Htr,¡rla. Sevilla, l9 I, p. 102; C. Las¿ (iraci¿, "Inscripciones cle Ia

Atladetnia dc Bell¡s t-

Aljafería ,v Fonclos Islánicos clel Nfuseo de 7.aragoz,t,'. t\lu¡ea de Zaragtz,t. Boletín 6 (19117), pp. 21 ,1 \' 26)); o bien de un nombrc de persona en caso clirccto, mcdi¿rnte l¿

19. M¡rrtíncz Núñez,

94

hizo' o 'dc lo cluc

\'cn concrc-

epígrafc clcl término que han restituido cono htrjih

.1j.

sc

to sobre Ia biografía cle este personaje, cfr. H. dc Felipe,

Sobre esta f;rmi1i¿ cle .beréberes de Valencia"

16. De hecho, el tazo 2f (l,r'), el único que sc consctva cn cl

14.

tninni tntir¿t bi-'¿ttali-hi. 'dc Io cluc

ordenó hacer"...'. No puedo coincidir en esta afirm¿ción por varios motivos. En primcr lugar, la consiclcr;rcicin clc

Identifud 1 0il0il1.ílÍi..1 1997, pp. I 77- 1 80.

.12.

esta benclición; inclic¿ t¿mbién clue no se tmt¡r cle textos 'oflci¿rlcs" la fbrma de señal¡rr la ¡rcción ltirutu¿t lltil¿ o

clc pcrsona a quien sc cledicm

cual se alude al personajc cluc rccibc Ia "o¡dcn clc h¿rcer" l¿r olrr¡r no mcncionacla explícitamentel corno es el caso dc lir

inscripción clc la prla

¿r

H., traclucicla por D.

Cabanelas

nomb¡c clc aI-Hakam clcl ¿ño 160

como (...po¡ lo qrrc orclcnó haccr

("La pila írrabe..., p. 3l) ¿r

su ofictal (.fr/r;) y h,|iih

ü'ftr...",

recogiendo también el matiz caus¿rl cle la prepo sición nin: cs clecir, sc picle nbendición" y .permanencia"

para el califa "por lo clue ordenó h¿rcer". Descle rni puntcr clc vista, cst¿r úl¡ima ¡edaccicin constituye un¿r v¡rriante

aunque no en el

sentido

cle Io que h¿bitualmente

expfesa en estos tb¡mula¡ios mediante

LtrtLtr.t

lt

exprestón

se

nin-rui

bj 'atta/i-hj... ¿/) 1ac|a1.... "por Io que orclenri

hacer... bajo l¿ dirección de...", seguid¿ clel nombre del

director

lt

cle las obras orden¿rclas

por cl caliin. Por otra parte,

voz rtu¿trrt es l¿ utiliz¿cl¿r en epígrafes oflci¿ies,

parece entenderlo

y

¿rsí

tanl¡ién C. B¿rrccló (La ercrittra árabe...,

p. 19.1), y está teservada a las obras ordenad¿s por el calila o por miembros de su enrorno familiar y, en algunos casos,

por altos personajes clc la ¿rdministración estatal. La prueba cs qLlc no sc cmplca cn cpígrafcs clc construccioncs rc¿rlizaclas a instancias

cc, cn cambio,

v

¿ expensas c1e parriculares, doncle apare-

taua/h bt4an.., "¡omó

a su cargo la cons-

trucción cle...'. como se obser\.a en una inscripción clel 158i969 (M. Acién Almansa, lVf." A. N{artínez Núñcz, Catálogo de las in:tiption¿! .írdb(j ¿lel AIr¡u de i\Itílap. Madricl, 19U2, n." ), p. 25); o tlc un¿ comrLnicl¿rcl sin intc¡vcnción del Estaclo, en los que suele aparecer //!tiJd o hani (Barceló, La escriur¡ ártbe,,,, r."' 1t), 'i5 y .i6, pp. 19i,

1rz

204-201). En segundo lugar, Ia afirmación de clue

se trata

de .textos voti\.os,, supone acimitir que todas las b¡rsas, pilastras, capiteles, arcos decorativos, pilas y f¡isos cle al7,ahrt' y de otras procedencias y en los que se repite, con Iigeras variantes, el mismo formrrl¿rrio no fueron ¡e¿rlizados por orclen dcl cerliia, sino por orden <le alguien no mencion¡rdo como ofrencla o regalo dedicado al c¿lifa. En mi opinión, sólo en el caso de algunos epígrafes sobre

obletos mobiliarios, las

ll¿rm¿rd¿rs <.ilrtcs

mcno¡cs),

sc


puecle hablar de textos de c¿rráctcr \¡otivo p¿ra personirs cle su entorno

cl calif¡r

quc no scrllr oficiales¡ por ejemplo, cu¿rndo se lee: haLli

'rni/¿ /i...

o

n¡i

lo cluc sc hizo para...", sin i¿ fórrnula de be nclición (Lór,i-Pror.engal, ln:triftittts.... n." 191; J. D.

las inscripciones clue ostenran los elementos arrquitectónicos y los frisos, y ello se debe, como cs lógico, al carácter y l¿r

n¿turalcza misma del soporre.

16

Vallejo Triano, "El baño próximo al Salón...", p. 1.1!,

11-

Ihifunt,

láms.

.iil 19

i1

.

i8.

ria', rrn yacimiento arqueológico erróneamentc clcnominac|o". A/-Q¡ntara. V (1981), pp. i67-3[iL. OcañaJinrénez, E/ uiJitt hi:fdal,,,, pp. li-16. En las inscripciones dc clementos arquitectónicos a nombre de al-Narsir estí auscntc t¿imbién eI larph qtte ostentó Jimelncz, "Capitcles epigrafiados de Madinat alZ¿hra", n." 1,pp 161 162. En cstc criso, y por Io consenado, las fórmulas introcluctories posiblenrente serían: bi:ni A//¡h h¡raka nin Al/¿b L¿tnj/¿t tt¿t-rj ¿ttrt í¿ttnila /i-/-Inin ¿/ t\\t.¡t¿n¡jr bi llíb...; un orden que no he conseguiclo documentar en ningírn otro capitel cle época cle al-Flakam. Sí aparece, aunque sin lt basna/a, cn la pila del 160 H. clel Museo Arqueológico C)cerña

tl

ó1.

M. Meoual<, Lei rutrgu

de

/'atlninistr¡tian

/tispano-trna11acle

debnt V,elXl.e siic/u): prasapographie

th

1981J, n." 27, p. )22. El /zri Sukkar ostentó, cntrc los sr¿rndcs scrviclores, el título de ja/-t.fu y acabó por scr nomb¡¿rdo ¡rl servicio clel h¿rén y clel palacio por YL'fnr b. 'Utm¿rn ¿l-Mushafi. y C)caña Jiménez, "C)bras de al-Hakam II...,, n.os I, 2 i

respectivamente, pp. 1 60-1 62.

62.

Doclds, A/-And¿/u¡. Ld¡ arte:..., n." 39, p. 247. D. Fnr chilcl Rug-qles no ofrece l:r lectura completa del epígrafe e inter¡rreta dl .[aü

al k,tt)ú

Sadacl por al

faü al fubtr

Stk-

kar.

6j.

OcañaJiméncz, uObras dc al-Hakam

64.

Ibídun, pp.

6)

Ibídern.n.osIy2.

IL..", p.

167.

IQ-16i.

66. 67.

Ibíd.et¡¡¡,

n."

l con lech¿r

exprcsrl, lcíc1a por Amaclor

c1c los

Ríos, n.os > y 6 sin fccha. 6¡l

OcañaJiménez, "C)bras de al-Hakam II...", p. 160. La lccturaa/ A1.rar es aceptable, pero, en mi opinión es rzz, y no

69

1,ri', el grafema que aparece tras eI a/i.f. Doclcls, A/-Aud¿/u. Las artes,,, , p. 247

70

M¿irtínez Núñez, L,z eligraffu del Saltín..., n." 17,

7L

Ocaña Jiméncz, uCapitclcs cpigrafiados de Madrnat alZthra'", n." .1, p. 160. Como a/-nar1qd.í es mencionado en

.

p. l2-i.

l¿r volrrta dc un capitel de Madinat lJ-Zahrá' y conio .t/ rajjan en uno de la Fonda Suiz¿ de Córdoba, acrualmente

en el Museo de Berlín; cfr. L. Torres B¿lbás, L¿ d¿corttciín

la arqtiteúrrtt cdlila/. en Hi.¡toria de E.tpaña de R. Menín PiJa/, tomo V. In.ttitr.i0ne¡ ) dfte, p.668, quien afirma clue el mismo Fatah aparecía en un¿r basa del ¿rño 3i0 H.i961 2 y en un capitel, sin fecha, que se ubicaba sobre la pila cle baptisterio de la Catedral de Pisa. Martíncz Nírñcz, L¿ epigrqlía Jel Sa/ír¡..., n." 5, pp 11.) y de

d¿z

cle Granacl¿, en el que también her desaparcciclo la parte correspondiente al nombrc clcl di¡ecto¡ de las obr¿s.

12 7a

l/t2-14). M. Ocaña Jiménez, "Arquitectos y

marno de obr¿r en la

constrncción de la Gran Mezquira cle Occidente". Baletln

comprobar quc, cntrc los mate¡iales epigráficos corresponclicntcs:r Ia etapa clel primer calrfa orneylr, se incluía estc

5t

n.os 5 y 6 rcs-

16'i-165.

Marlrid,

Ocaña Jiménez, "Capireles epigraf iados clc X{¿rclin¿rt al-

capitel perteneciente a la ctapa clc al-llakam II. El capitel había sido utilizado como modelo para las copias, en piedra artiflcial, cle los capiteles empleados cn la rcst¿ruración de la crujír sur clcl Salón, suprimiendo Ia inscripción. Cfr.

p.

fanctionnttires d origine stqltbt, esc/at.e et afranchi. cn M. Marín (ed.), Estmlios onanásÍ)n-biagrtíJiro: rle ¿l-Antl¡lr.¡.

Albaicín

i.1

IL..',

OcañaJiménez, .Obras cle al-Hakam

(rui/iu ILeIVIILe -

Zahri'", n.'' 3, pp. 1(r2-i61. El epígrafe de cstc capitel es jclelntico a otro clc orden corintio,v de la misma fccha, rLbicaclo en el baño clel

Cfr. Nlt. Ocaña .liménez, "Capiteles epigrafiados del baño clel Alb¿icín cle Gran¿da". ¡\/-¡\nda/ts. IV (19 j6-19). n." 2, pp. 1 67-1138. Cu¿nclo estudié la epigrafía dci Salón de al-Nruir, pude

Madrnat al-

Ihíchn, p. 16.1; OcañaJinénez, "Ob¡as de al-llik¿m 1I...", n." ¿, pp. 161-164.

j). Ihítlen,p.l60. 60.

P¡ovinci¿l clc Gr¿nada, ya citacla. 52

C)caña Jiménez, .Capiteles epigrafiados de 'Ztrhrt'", n.os,l _v 5, pp. 163-l6,i.

pecrivamente,

VIII, IX y XIII. p. 151; M. OcañaJiménez, .Las uinas de 'Alami-

este c¿rlifa.

i0.

51

<esto es

Dodds (ecls.), A/ Aafu/r:. Las ¿trÍes is/,í¡nic¡.¡ en E.rpaíid. Madricl, 1!!2, n.os I v 2). Sin cmb:irgo, en la mayor parre tle cstas inscripciones se reprocluce t¿rmbién el fbrmulario conmemorativo y propiciatorio para el califa "por lo que ordenó hlrcer), incluycndo, a veces, tr¿s esta expresión la mcnción cle Ia persona para la cual ordenó realizar cl objcto, precedida de Lr preposición /l- "para..." (Lévi Prcr vcngtl, In.tcriptia71.r..., n.os 191 y 196). Pero ese natiz \¡orivo, añacliclo al formul¿rrjo tjpo, que prcscntan en algunos c¿rsos los epígrafcs clc objctos mobiliarios, est'.'r ausenre en

a

56.

familiar, aunclue ello no impiiquc

de

la

Real Ac¿denia

dt

Córcloba de Ciencj¡s, Bellas

Arrts. I02 (1!81), p. 117. OcañaJiménez, "Capiteles fechados clel siglo

Letra:

y

Nabhs

7:i.

X", n." i,

p.

441. 7

5.

Barceló, L¿t escritrr¡ árabe... , p. 9) . M¿rrtínez Nírñez, L,z epi,graJ'ía del S¿/ín..., n." 7,

P. Crcssicr, La.t rdpit¿e: del S¿/ín I?ico: trn aslacto dtl clisntrso art¡nitertíniro u/i.fa/, en fi[nlanat a/-Z¿ht'i'. E/ .¡¿/tht de 'Ahd al-Rahn¡r IIl,foto 2, pp. 86-87. Referencja ¿r la fecha clcl capitcl y il otros ejemplares simi,

76.

larcs, cn lfirrtíncz Núñez, L,z eltigraJíd dtl Salín..., p. 12), not¿s 29 31. Reproduccicin fotográfica, en Cressier, La:

78. M¡rrtínez Núrñez, Lz efugrufía del St/ín...,pp.112-113. 79. Alta dirección, nominal u honorífica, distint¿r de la clirec-

r4titdes cll Salín R)at...,ioto 1, p.86.

1

77.

L5

y

pp.

11.1-

143.

C)caña Jiménez, "Capiteles epigrafiaclos clc MacLnat al-

Tahra'",p.160.

ción cf-cctiv¡r o técnicil llcvad¿r

¿r

cabo por e\:akh a/-btul.rtt,

9t


según Ocaña Jrménez, "Arquitectos

ltila lrallertd sohre ld denan)naciín de un e.¡illa. en Hamenaje al Praf. Darío Cab¿nelas Rodrígaez 0.F.A4. can motiao de sn LXX aniaer.rario. II. Granada, 1987, pp. 2))-2)5; o el ya citado

y mano de obra...),

pP.10t-106.

80. 81.

82.

83.

Martínez Núñez, L¿ eligrafía del Salín..., pp. 14-f 44. Véase la nómina cle fit1an que recoge Meouak, .Les marges de I'administratjon hispano-umayyade...", especialmente las pp. 319, 32I,125 y i32. Por ejemplo, Yawdar al-Hakamr, qa-)d y al-faü al-kabtr de al-Hakan II, aparece como director de construcciones oficiales, tras 'a/á 1ac/a1, en dos inscripciones lapidarias, pero ttrmbién en un bote de madera y plata; cfr. Lévi-Provenga.l, Inscriptions..., n.os 16, I7 y 1!1, respectivamente. Martínez Niñez, La epigmfía del Salín..., n;' 2c1, pp. 128 y

de Pavón Maldonado y Sastrc, "Caprteles y cimacios...", donde se aflrma sobre Fatah: .ar¡ista que labra una de las piltrstras del Salón Rico' (p. 1 i6), y sobre Sunaif, director en los epígrafes del Strlón: "Muchas e importantes debieron ser las actuaciones de este artist¿r en los reinados de'Abd alc)'l

decorativa cali-

92

fal procedente de Madlnat ¿l-Zahra'". Acta: del XXlll Congreso Internacional de

Histaria del Ar¡e. España entre

el

1 el Atlántico. Granada, 1973. II. Granada, 1977 , pp. 709-177 . La pteza se encuentra actualmente en

Mediterráneo

cock, Arr¡úleclos, dftesdna:

el Museo Arqueológico provincial de Córdoba, a cuyos responsables agradezco las facrlidades que han brindado Barce.ló, La e:ritura árabe... Ibídent,

91

p.92.

Martínez Núrñez, L¿ tPigrofío del Salín..., pp. 135 y 138. lbíden, p. lO). Barceló, La escrittra árabe..., pp. 92-93.

citar, a modo de ejemplo, los artículos de M.'J. Rubiera Mata, Las inscripcionx árabu deJátita: utta bipríte.,i, 1,

Se pueden

I 96

)

.lnslrilcÍares.

l[aleria/ü | lécili-

G. Michell (dir.), La arr\uitectura del nnndo islámico. St hi¡toria 1.ru:igniftcada soúal. Trad. J. Aguadé y B. del Castillo. Maclrid, 1985, pp. If 2-141. Véase, por ejemplo, 1o recogido por ibn Hayyán acerca de ias obras de reparación de un puente cn Córdoba, por orden de al-Hakam II, en el año 160 H.; E. García Gómez, E/ ca/i.fato de Círdoba en el llur1tabis de ibn Ha11'm. Anal,: ptl.rt)ttu, d.1 ;alt[a a/-Habar. tt. far 'l,i il tt Ah'uil al-Raz¡. Madrtd,7967 , pp.71-7 8. cas, en

para fotografiarla.

85. 86. 87. 88. 89. 90.

y

epigrafía andalusí". Arqueo/ogía 1 Tewitario lledietnl, (1997), pp. r40-I42; y .Epigrafía y propaganda almohades" . Al Qanrara. XVIII, 2 (1997), pp. 420-421. Sobre esa especialización se puede consultar, por ejemplo, J. M. Puerta Vílchez, Historia del putsanjento esl,llica ¿írabe. Al-Ancla/rs 1' la utítica árabe clásit¿. Madrid, 1997, pp.21 , 110, 119, 1611,177-183,41>-416, entre otras; o R. Lew1+

r13.

84. F. Hernández y A. M." Vicent, "Plaqueta

Rahmán III y de al-Flakam II..." (p. 169). M.' A. Martínez Núñez, "Escritura árabe ornamental


Lchr. I : Arqtt)ta

d.ecarctÍjutt clel haño

lrrixinut ¿l Salín Rirrt. ¡t." de referencia I51

.1+6.

c)l


L¿hn. 2:Fragaento.l¿ c.lpitel dnteúor al ¿ño 357

H., n." de

re/erencia 17 5.20.

Lín. 3: Capitel

98

anterior al aña 315 H.. Pablicddl

lar M.

Ocdña

Lín.

,1: Fragnt,:nf o de

utl¡ttd. n." de reJerencia 120.1


Lánt.

):

Cap)tel de/ año .J6l H.. pttl.,/iudo por

lI.

Ocañct.

Ltin. 6: C¿pirel del./ña 362 H.. n." de referencia 115.15

99


Lát¡t. 7: 'fablero decoratitu del baño ltróxino a/ Salón Rjct,

Lánt. 8: Plaqteta deatr¿tit,a lrocedenfe

1(X)

de

al-Zabra'. AImeo Arclteo/ígjca Prat'incial

¿lt (.rhzJnh¡


,rffil .-*

)

-_----f

r--f

I I I

i

of ru

Fig.

l:

Epígrafe c/e/ arquita de¡araÍ)m del baño príxinra

al Salrín

Rica.

o@ Fig.

lll:

E.ttd¿0 act//d./ del epígra.fe del capitel dnterior

locñ

tot'

al año 3t7 H., pab/icarlo por M. Ocaña.

101


o

F)9.

ll:

Epigrafe

O

cm.

del

fragnunta

cle cap)te/

auterior al año 357 H

F)g.

lV:

lOcm

Fragntenla epigráfin de la t,alata n." 120.'1

10 cm F)g. V: Estado actual del epigrafe del capirel del año 361 H., paltlicada por AL Ocaíía

102


5

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101


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