A comienzos de los ochenta toda una línea de investigación se pone en marcha con una idea central: romper el tradicional abismo existente entre teoría pedagógica y praxis escolar. Los estudios del mes a examinar de Chicago de 1980 con bloom a la cabeza abanderan esta dirección que encuentra terreno abonado en realizaciones paralelas tales como la investigación-acción o el interés por la evaluación procesal- cualitativa. Se toma conciencia de que existen variables curriculares repetidamente constatadas, definidas y estudiadas que son inamivibles por la escuela, tal es el caso del nivel de ingresos de los padres. Al mismo tiempo se reconoce que existen variables de proceso que pueden y deben ser alteradas, con objeto de optimizar el proceso de enseñanza- aprendizaje. Este trabajo se inscribe en esa línea voluntarista de acercamiento entre teoría educativa y praxis escolar, de intervención sobre esas variables archiconstatadas a lo largo de las tres ultimas décadas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados