Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de Naturaleza y disidencia: una crítica de la construcción moderna del paisaje occidental

Gonzalo Pernas Frías

  • Es evidente que fijar una definición para cada uno de los conceptos contenidos en el título del presente estudio es el único punto de partida posible para un desarrollo mínimamente riguroso del mismo. Teniendo por finalidad una delimitación clara de los mismos, acometeremos una exposición pretendidamente sintética de las ideas sobre las que se sustentará todo el trabajo de investigación que viene. Primeramente vincularemos "paisaje" -en sí mismo y en sus procesos- con una idea fundamental de síntesis que convierte en apropiada una definición como la que sigue:

    "Espacio sintético, un sistema, hecho por el hombre, de espacios superpuestos sobre la faz del terreno, que no funciona y evoluciona de acuerdo con leyes naturales" .

    La definición precedente precisa a su vez de ciertas matizaciones en torno a la idea de "espacio" o "espacios", de modo que diferenciaremos el espacio en sí mismo del espacio como contexto. Añadiremos pues que "el espacio en sí mismo puede estar básicamente dado, pero la organización y el significado del espacio es un producto de la experiencia, la transformación y la dinámica social" . Por otra parte, estas consideraciones servirán de puente para abordar el segundo de los conceptos fundamentales que habremos de fijar antes de continuar. Del mismo modo que hemos diferenciado espacio "per se" de espacio producido, distinguiremos entre Naturaleza como contexto apriorístico y segunda naturaleza (intencionadamente con minúscula). Definiremos la última como "espacio redefinido por la acción intencionada del trabajo humano" frente a la Naturaleza; es decir:

    "Conjunto de todas las cosas corpóreas y de los fenómenos a ellas vinculados, amén de los procesos y agentes que, de hecho o presuntamente, se hallan en su base, cuya existencia y cuyo modo de ser son independientes de nuestra voluntad y nuestra acción" .

    Partiendo del entendimiento de la acción de disidir como el "separarse de la común doctrina, creencia o conducta" , definiremos la disidencia en la Naturaleza como la acción de separarse de las comunes doctrinas, creencias y conductas que articulan la construcción del paisaje. Enlazando con las definiciones expuestas, las comunes doctrinas, creencias y conductas ¿se corresponden con la citada dinámica social que trabaja sobre un espacio dado (entendido en sentido general y abstracto como forma objetiva de la materia) transformándolo en producto sociocultural, espacio organizado y segunda naturaleza; tres conceptos intercambiables a partir de su confrontación conceptual con "Naturaleza". En efecto y sin más dilación, estableceremos igualmente una correspondencia terminológica entre "paisaje" y "segunda naturaleza", ambas como resultado de un proceso de reordenación de Naturaleza que comienza en la representación del espacio per se. Quiere decirse que el propio acto de representar un espacio dado es ya una reordenación -implica ya un trabajo humano reconfigurador- toda vez que se efectúa una selección intelectual sobre el conjunto inaprehensible contenido en la Naturaleza.

    Hablamos pues de "representación" en el sentido más básico del término: el de volver a presentar la Naturaleza a través de figuras, imágenes o ideas que sustituyen a la realidad (en este caso, la realidad apriorística de la Naturaleza); figuras, imágenes o ideas que de hecho sintetizan la Naturaleza, primero en modelos representacionales y seguidamente en la aplicación de éstos sobre el espacio. A lo largo de este escrito veremos pues, cómo dichos modelos son de alguna manera cánones; directrices éticas, estéticas y filosóficas en el proceso de transformación del espacio en producto sociocultural. Además, nos conducen a una definición alternativa de paisaje como sistema de figuras, imágenes e ideas que sustituyen a la Naturaleza en sí por la selección y el reordenamiento de algunas de sus partes.

    La investigación que sigue vendrá constituida entonces por toda una serie de ejemplos que, sometidos a análisis, demostrarán los supuestos aquí formulados. Sirva de momento el del jardín de Stourhead por tratarse de uno de los modelos más representativos del paisajismo británico. Como era frecuente en los jardines dieciochescos ingleses, su organización espacial se basó casi íntegramente en las perspectivas pictóricas de Claudio de Lorena, quien a su vez inspiró una gran parte de su obra en clásicos de la literatura latina como Virgilio u Ovidio. De esta manera, ideas que conforman el basamento de la cultura occidental -y que obedecen a una interpretación moderna de la Antigüedad clásica- se transforman en imágenes que a su vez sirven de croquis para una figuración sobre el terreno que se impondrá como canon paisajístico a lo largo de Europa y América durante el siglo diecinueve. Es importante notar cómo un itinerario que arranca en el legado de ciertos clásicos grecolatinos desemboca en la creación de perfectas segundas naturalezas. Así se desprende de la construcción de grutas o el trazado de caminos deliberadamente sinuosos en jardines como el citado; ítems frecuentemente incluidos en modelos paisajísticos que han inspirado referentes urbanísticos tan importantes como el londinense Hyde Park o el neoyorkino Central Park y que a su vez reflejan los valores comunitarios contenidos en las dinámicas socioculturales que trabajan sobre la Naturaleza.

    Llegamos así al punto caliente del estudio: la identificación de nuestra idea de "disidencia" con la voluntad de conocimiento trascendental de la Naturaleza; es decir, de conocerla en tanto sea posible hacerlo a priori, desafiando implícitamente las comunes doctrinas, creencias y conductas, las dinámicas socioculturales que las contienen y cuestionando el carácter sintético -en última instancia, artificial- de las segundas naturalezas que las anteriores construyen. Veremos igualmente cómo dicha actitud intelectual pasará por la reivindicación de la experiencia individual de la Naturaleza frente a los consensos comunitarios cristalizados en las dinámicas transformadoras; frente a su finalidad eminentemente práctica y productiva y el efecto alienante de su negación trascendental, toda vez que las segundas naturalezas aniquilan la dimensión apriorística de la Naturaleza propiamente dicha.

    El itinerario a seguir pasará por una selección de momentos fundacionales occidentales que permitirá mostrar cómo todo este gran proceso de formación del constructo "paisaje" ha venido siempre acompañado de una sombra de disidencia decidida a emprender el viaje de vuelta, que ha constituido toda una tradición literaria heterodoxa y que alcanza su punto álgido en la modernidad. A tales efectos estudiaremos los textos de Éttiene Pivert de Senancour, de los trascendentalistas norteamericanos -entre otros autores- y la pintura de toda una serie de paisajistas decimonónicos de ambos lados del Atlántico.

    Indagaremos pues, en las mediaciones íntimas de tan diversos modos de expresión y en la contradictoria relación mantenida entre éstos y los procesos constructores de paisaje. No obstante, procuraremos demostrar cómo la voluntad intelectual de disidencia (tal como la hemos definido en anteriores párrafos) es eminentemente moderna sin dejar de servir a una tradición compleja, deslavazada y sin embargo presente en nuestra cultura desde el hortus conclusus hasta nuestros días, y cuyo leitmotiv es la reivindicación de un replanteamiento de la relación del hombre occidental con la Naturaleza.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus