Resumen de Burnout y disfunciones sexualess [sic] en profesores portugueses: Burnout e disfunçôes sexuais em profesores portugueses
Burnout es un síndrome que impide a la persona tener una vida sana y bienestar, ya que lo desactive para relacionarse de manera adecuada y gratificante con la gente que se dirige su trabajo, sus colegas y superiores en el trabajo y también a la familia y amigos. Por esta razón, el agotamiento se convierte en un importante objetivo de las investigaciones que puedan contribuir al desarrollo de intervenciones apropiadas, permitiendo el regreso de la persona a una vida atractiva y agradable, al tiempo que evita el síndrome se presenta en personas que son felices y bien adaptados en el trabajo y en la familia.
El síndrome de burnout lleva una sintomatología asociada que consta de psíquica, síntomas físicos, conductuales y de defensa. Hay varios síntomas físicos que este síndrome puede llevar a la persona, y entre ellos, algunos autores hablan de las disfunciones sexuales en hombres y mujeres.
Este estudio presenta la relación entre el agotamiento del trabajo y de pareja, la satisfacción familiar, los índices de la función sexual y la satisfacción laboral, tenendo como población, los profesores portugueses del 3º ciclo.
A través del análisis estadístico de los 422 cuestionarios recogidos en el territorio continental de Portugal entre 2007 y 2010, encontramos que el agotamiento emocional es alta para los profesores en el 3º ciclo, lo que representa 40,28% de la muestra, y un porcentaje de profesores de moderado a severo desgaste entre 5,21% y 40,28%. Otro dato relevante es que hemos encontrado en nuestro estudio, los niveles más altos de burnout conyugal en mujeres que en hombres y 15,4% de la muestra total tiene burnout conyugal. También se encontró que más de la mitad de las mujeres en la muestra tienen deseo sexual hipoactivo (57,6%), lubricación reducida (56,54%), dispareunia (55,48%) y vaginismo (53,36%), por lo tanto hay un gran número de mujeres con bajo total de funcionalidad sexual (39,58%). Llegamos a la conclusión de que aunque la población tiene altos niveles de agotamiento emocional, esto no parece afectar muy profundamente la cohesión familiar y la capacidad de adaptación familiar, ni la función sexual masculina, ni la satisfacción en el trabajo en general, sin embargo, afectan más significativamente el burnout conyugal y la función sexual femenina.
