¿Por qué la televisión incumple su misión de servicio público?: la desatención de las personas mayores desde los medios de comunicación de masas

• Autores: Alfonso García Gutiérrez
• Localización: Red digital: Revista de Tecnologías de la Información y Comunicación Educativas, ISSN-e 1696-0823, Nº. 5, 2004 (Ejemplar dedicado a: Valores Educativos de las TIC orientadas a los Servicios Socilales)
• Idioma: español
• Enlaces
  • Texto completo (html)
• Resumen

  • Dentro de la pirámide poblacional de las sociedades desarrolladas se distingue un estrato de particular interés al estudiar el perfil de los consumidores de la oferta audiovisual: las personas mayores son definitivamente quienes siguen con más intensidad y fidelidad los programas de la pequeña pantalla, observándose la coincidencia de que son, en términos generales, quienes presentan un nivel formativo más bajo y quienes más necesidades sociales tienen, en especial referidas a la soledad y el riesgo de dependencia, que son los retos fundamentales de la gerontología y la geriatría en este siglo XXI. Ninguna cadena española se ha planteado seriamente el análisis de esta relación entre las preferencias de los telespectadores (y radioyentes y lectores) de más edad y la cobertura de sus demandas, desde un punto de vista mediático, derivadas de su estatus social. Salvo casos anecdóticos y rápidamente extinguidos, ninguna cadena ha programado, en consecuencia, una oferta informativa, formativa y de entretenimiento adecuada a las preocupaciones y los intereses reales de este segmento demográfico, cada vez más numeroso y relevante desde todas las perspectivas.

    Esta exclusión, que cabe ampliar a otros colectivos sociales en situación de evidente marginalidad, nos conduce a cuestionar plenamente el cumplimiento de la meta que deben conquistar todas las cadenas (tanto las de titularidad pública como las de naturaleza privada) como "servicio público esencial". Nos lleva a debatir en profundidad hasta qué extremo las cadenas han perdido su identidad real como "medios de comunicación social", en la medida en que renuncian a establecer una auténtica comunicación con TODOS los usuarios, desatendiendo los intereses prioritarios de un colectivo (las personas mayores), en supuesto beneficio de una mayoría ideal (la "masa" de adultos jóvenes, urbanos y productivos). Nos guía, en fin, a demostrar no sólo que resulta indispensable una televisión "de calidad" (la más "útil" y también la más "necesaria" desde la visión que nos ocupa: el valor educativo de las tecnologías de la información orientadas a los servicios sociales), sino que esta televisión de calidad es totalmente posible, con unos resultados probados de rentabilidad comercial ( share ), de prestigio institucional y de valoración social.