La diáspora marroquí y su influencia en la construcción de la ciudadanía

La exagerada movilidad humana en las últimas décadas, nos está haciendo reflexionar sobre   nuestra capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias. Un mundo que se mueve vertiginosamente convierte a las personas como moscas en telaraña, parafraseando palabras de Roland Barthes. Cada uno lleva su carga personal, sus problemas, sus inquietudes y su deseo de arreglarlas como pueda. Las personas migrantes que han osado, en algún momento determinado, cambiar de lugar con el ánimo de buscar nuevas experiencias que les conducen al éxito, a la prosperidad o, simplemente, a la seguridad para aquellos que tuvieron que huir de la violencia generada por los conflictos armados, por la violencia social y económica o por un castigo climatológico. Todas y cada una de estas personas, van marcando su camino dentro de este mundo cruel, donde pocos se sienten cómodos, frente a una inmensa mayoría azotada por las penurias fruto de múltiples razones que no es el caso de profundizar en ellas.