Programa de Apoyo a la
Calidad de Vida Familiar
Manual Profesional
Marzo 2016
Equipo de Elaboración:
Universidad de Deusto:
Natxo Martínez, Almudena Fernández, Delfín Montero
María Villaescusa,
Universidad del País Vasco:
José Ramón Orcasitas.
Gorabide:
Manuel Martínez, Cristina Mendieta, Diana Cabezas, Amaia Sáenz de Ugarte,
Enrique Aja, Tania Pereda, Marga Arias, Arrate Urizarbarrena, Esther Plaza.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons
Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.
Programa de Apoyo a la
Calidad de Vida Familiar
Manual Profesional
Índice
1. Manual Profesional.....................................................................7
3. HERRAMIENTAS.................................................................................32
• Introducción...................................................................................8
• HERRAMIENTA 1: Folleto...........................................................34
• Marco de referencia...................................................................10
• HERRAMIENTA 2: Compromiso de participación: .................36
• Las Familias..................................................................................10
• HERRAMIENTA 3:
a. Escala de CDVF-E+18..............................................................38
b. Escala Adaptada para personas con DID...........................39
• La Calidad de Vida Familiar........................................................11
• El Modelo Centrado en la Familia.............................................14
2. Programa de apoyo
a la calidad de vida familiar..................................................19
• HERRAMIENTA 4: Carpeta Familiar..........................................43
a. Visión Familiar.........................................................................45
b. Ecomapa...................................................................................48
c. Plan de Mejora Familiar.........................................................50
d. Seguimiento.............................................................................52
• Fase primera:
Información y Compromiso de Participación.........................22
• HERRAMIENTA 5:
Cuestionario de Percepción del Impacto en la Familia........54
• Fase Segunda: Visión Familiar..................................................23
• HERRAMIENTA 6:
Ficha Síntesis y Registro de Aprendizajes..............................59
• En síntesis, las referencias del programa...............................16
• Fase Tercera: Plan de Mejora Familiar....................................27
• Fase Cuarta: Seguimiento y Apoyo...........................................29
• Fase Quinta: Evaluación y Cierre..............................................30
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4. CASO PRÁCTICO.................................................................................61
5. Bibliografía....................................................................................69
1.
Manual
profesional
Introducción
Este manual, resultado de un proceso de investigación
colaborativa, presenta las referencias, objetivos, metodología y herramientas del Programa de Apoyo a la
Calidad de Vida Familiar dirigido a familias con hijos o
hijas -jóvenes y adultos- con Discapacidad Intelectual.
Este programa, producto de la colaboración entre Gorabide y la Universidad de Deusto con la participación
de la Universidad del País Vasco, en el marco de la
iniciativa Bizkailab de la Diputación Foral de Bizkaia,
se ha elaborado a partir de las aportaciones de la literatura en contraste con la práctica profesional. La primera versión se aplicó a un grupo piloto de 5 familias.
Recogiendo esa experiencia y también la perspectiva
de las familias, de los profesionales e investigadores,
se construyó una segunda versión que fue utilizada
en el trabajo con 14 familias. La evaluación de esta
experiencia (Martínez, Orcasitas, Fernández, Montero,
Villaescusa & otros, 2015) ha permitido incluir mejoras
que se han incorporado en la versión definitiva.
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Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
La propuesta se enmarca en la ´perspectiva centrada
en la familia´, proponiendo como objetivo fundamental
el empoderamiento de las familias, utilizando una
metodología de trabajo en la que la familia es la
protagonista principal y el o la profesional es el
acompañante o facilitador de dicho proceso.
El Manual está estructurado en 4 capítulos. En el
primero se presenta el marco de referencia del
programa, incluyendo la comprensión tanto de las
familias como de la calidad de vida familiar, la
descripción del modelo centrado en la familia, para
finalizar con la síntesis comprensiva que orienta el
programa. El capítulo segundo describe en qué consiste
el programa, sus diferentes fases, deteniéndose en los
objetivos y el desarrollo práctico de cada una de ellas.
En el tercero, se presentan las diferentes herramientas
de soporte al desarrollo del programa, para finalizar
en el cuarto capítulo con un ejemplo práctico del caso
de una familia. Por último, se incluyen las referencias
bibliográficas utilizadas.
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1. MARCO DE REFERENCIA
LAS FAMILIAS
Los profundos cambios que están experimentando
las familias hacen que algunas de sus definiciones
tradicionales no se ajusten con facilidad a la realidad
presente. La diversificación de los modelos familiares cuestiona en la práctica los elementos objetivos
(matrimonio, consanguinidad, convivencia…) que habitualmente se han asociado con la familia. En este
sentido, y en la medida que nuestro interés se centra
en las situaciones reales, adoptamos un enfoque amplio a la hora de definir qué es la familia.
En esta línea, Poston et al. (2004) proponen una definición de familia -a menudo tomada como referencia en
nuestro contexto (FEAPS, 2009)- en la que, ante la debilidad de los elementos externos tradicionales, son
las propias familias las que caracterizan su identidad y
sentido de pertenencia:
“…una familia incluye a las personas
que piensan en sí mismas como parte de
la familia, ya estén relacionadas por sangre o matrimonio o no, y que se apoyan
entre sí de forma regular.”
(Postum et al.,2004: 38)
10
Más allá de esta definición, es relevante recoger las
aportaciones de la teoría de los sistemas familiares
(Leal, 2008) y concebir cada familia como un sistema social dinámico y complejo con sus propias características
específicas. Una familia no se puede reducir a las características o experiencias de sus miembros, sino que
conforma una totalidad en la que las interacciones entre
ellos crean una red de interdependencia con su propia
estructura y subsistemas, roles, reglas y patrones que
caracterizan el funcionamiento familiar en un determinado momento y que le permiten mantener un equilibrio
u homeostasis. La identificación de esos patrones o pautas de interacción -prácticas o rutinas relacionales- nos
resultan claves para comprender el sistema familiar.
También, y en coherencia con el modelo ecológico, los
sistemas familiares son sistemas abiertos en interacción con otros contextos sociales más amplios, que van
evolucionando y reajustándose para adaptarse a los diferentes cambios que se producen a lo largo del ciclo
vital. En esta línea, las relaciones con otros entornos
(familiares, de amistades, servicios, empleo o comunidad…) son también determinantes para comprender e
intervenir en los sistemas familiares.
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
LA CALIDAD DE VIDA FAMILIAR
La calidad de vida de las familias de personas con discapacidad está despertando un notable interés desde
el inicio del siglo XXI, existiendo en la actualidad un
cuerpo de conocimiento teórico y una práctica bastante consolidada en este tema (Fernández, Montero,
Martínez, Orcasitas, Villaescusa, 2015).
Zuna et al. (2010) parten de que la Calidad de Vida Familiar:
a) depende de la impresión subjetiva de satisfacción
de sus miembros;
b) refleja en qué medida la familia como unidad es
capaz de satisfacer las necesidades de sus miembros;
c) la familia como totalidad tiene características que
no pueden ser descritas solamente atendiendo a
los miembros individuales, de forma que su calidad
de vida tiene características diferenciales.
En base a estos planteamientos, se puede definir la
CdVF como:
“un sentido dinámico de bienestar familiar, definido de forma colectiva y subjetiva e informado por sus miembros, en el
que las necesidades a nivel individual y
familiar interactúan”
(Zuna et al.,2010: 262)
En esta comprensión se enfatiza la idea de explorar
las percepciones y dinámicas familiares como un conjunto.
La identificación de las dimensiones que componen
la CdVF se encuentra todavía en un momento inicial.
La propuesta que tomamos como referencia en este
trabajo, la Escala de Calidad de Vida Familiar para familias con hijos/as mayores de 18 años -ECdVF +18(Giné et al., 2013), identifica las siguientes dimensiones (Fernández, Martínez, & Orcasitas, 2012):
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Bienestar emocional
El bienestar emocional es una de las categorías más
reconocidas tanto en el campo de la calidad de vida de
las personas con DI como en el de la calidad de vida
familiar.
Esta dimensión se relaciona con el hecho de sentirse bien, estar tranquilo, tener satisfacción personal y
familiar, compartir experiencias y sentimientos…, es
decir, gozar de una buena estabilidad emocional. Otra
fuente de bienestar para las familias tiene que ver con
la percepción de progreso, de felicidad y de bienestar
en general de la persona con DI, así como con su futuro.
Interacción familiar
Esta segunda dimensión hace referencia a la calidad
de las interacciones entre los diferentes miembros de
una familia. Así pues, esta dimensión se relacionaría
con aspectos como los siguientes: apoyarse entre sí,
cuidarse mutuamente, demostrar respeto y confianza
mutua, mantener una comunicación fluida y abierta,
explicitar afecto, compartir dificultades y éxitos, disponer de tiempo con la pareja, estar unidos, clima
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familiar favorable, sentir que todos los hermanos ha
recibido la atención necesaria, compartir decisiones
y responsabilidad en el cuidado del familiar con DI…
Salud
El bienestar físico también es una de las categorías
con mayor tradición en el campo de la calidad de vida.
Concretamente, se refiere a la salud de los miembros
de la familia y a aspectos relacionados con la salud y
nivel de autonomía de la persona con DI (necesidad de
atención médica; grado de autonomía / dependencia
de la persona con DI…). También hace referencia a la
atención médica recibida y a los recursos económicos
que posibiliten hacer frente a los gastos originados por
las necesidades de salud que tenga la familia o el familiar con DI.
Bienestar económico
El bienestar económico/material se refiere a aquellas
condiciones del entorno (físicas y ambientales) que
garantizan la seguridad, la adaptación, la comodidad
y el confort de las familias: disponer de ingresos económicos que posibiliten hacer frente a las necesidades
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
familiares y a las necesidades del familiar con DI, las
características y comodidades del hogar y su adaptación a las necesidades del familiar con DI, los medios
de transporte, los seguros (médicos, de responsabilidad civil…), la autonomía en la gestión de los gastos
de la persona con DI.
Organización y habilidades parentales
Se refiere a las funciones y responsabilidades específicas de la familia con respecto al familiar con DI
y a la organización familiar. Formarían parte de esta
dimensión aspectos como los siguientes: relación que
mantiene la familia con el familiar con DI (respeto a
sus decisiones, escucha, diálogo..); la formación e información de que disponen para afrontar la atención
al familiar con DI; velar por la estabilidad familiar;
compartir la toma de decisiones; realizar actividades
de ocio; conciliar el trabajo con la vida familiar para
garantizar la calidad de vida de los miembros de la familia; compartir las tareas de casa, organización del
día a día; compartir con la familia información sobre
la DI; tener y llevar a la práctica sus proyectos de vida
personal y profesional.
Acomodación de la familia
Esta dimensión contempla la aceptación y las consecuencias de la presencia de la persona con DI en la
vida personal y colectiva de los miembros de la familia. Se incluye el sentimiento de respeto y aceptación
del familiar con DI; el nivel de dependencia respecto
del familiar con DI; la adaptación familiar a la presencia del familiar con DI en la vida familiar; los cambios
en la organización familiar; el interés por formarse y
buscar recursos para atender adecuadamente al familiar con DI, etc.
Inclusión y participación social
El hecho de que tanto la familia como el familiar con
DI pueda disponer de relaciones/redes sociales ejerce
un impacto en la calidad de vida de las familias como
ha sido puesto de manifiesto en la literatura en los
últimos años. En este sentido, esta dimensión guarda
relación con los niveles de participación y de inclusión
social de la familia y del familiar con DI. Se incluyen
aspectos como la posibilidad percibida de las familias
de poder llevar una vida lo más parecida posible al resto de las familias de la comunidad DI; la realización de
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actividades sociales junto con el familiar con DI (dar
una vuelta, viajes y excursiones, ‘tomar algo’…); la
aceptación y participación del familiar con DI con personas y en contextos de la comunidad, etc.
EL MODELO CENTRADO EN LA FAMILIA
El modelo centrado en la familia se empezó a formular
en los años 80 en el ámbito de la atención temprana,
trasladándose luego a otros momentos del ciclo vital
(Kim & Turnbull, 2004). Se refiere a un conjunto de
creencias, valores, principios y prácticas orientadas
a dar apoyo y fortalecer la capacidad de las familias
de promover el desarrollo y aprendizaje de sus hijos
(Dunst, 2002).
Aunque encontramos diferentes aproximaciones referidas a la atención centrada en la familia, existe un
consenso acerca de sus elementos centrales (Allen &
Petr, 1998; Murphy, Lee, Turnbull & Turbiville, 1995):
• La familia es la unidad de apoyo: es el conjunto de
la familia, definida por sí misma, quien recibe y
presta el apoyo y los servicios, y no sólo la persona
con discapacidad.
14
• La familia toma las decisiones, enfatizando su protagonismo a la hora de formular sus necesidades,
establecer las prioridades y definir las acciones. De
ello se deduce que se hace necesario disponer de
espacios y momentos de conciencia colectiva sobre la orientación deseable del cambio y cierto consenso sobre sus valores, preferencias, intereses…
Por su parte, la perspectiva del empoderamiento enfatiza, en esta misma línea, las fortalezas de la familia, su competencia y capacidad de tomar decisiones,
apoyando que experimenten control de sus vidas y
desarrollen acciones para conseguir lo que quieren y
necesitan (Turnbull, Turnbull, Erwin & Soodak, 2006).
Esta perspectiva centrada en la familia, habla de capacitación/empoderamiento como proceso y de calidad de vida familar como resultado (Turnbull, 2003). El
elemento central de la capacitación gira en torno a la
creación de oportunidades para que la familia pueda
actuar para conseguir lo que quiere y necesita, mejorando así su funcionamiento y percepción de control
(Dunst,Trivette & Deal, 1988). Según esta perspectiva,
todos los miembros de la familia son importantes a la
hora de contribuir al proceso.
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
Actualmente disponemos de suficiente evidencia empírica que muestra que el tipo de modelo relacional
que se establece con las familias -centrados en el profesional o centrados en la familia- tiene gran impacto
en los sentimientos de control y autoeficacia, satisfacción, conducta parental o valoración de la utilidad de
los programas (Dunst, Trivette, y Hamby, 2007; EspeSherwindt, 2008), por encima de las características
de los miembros de la familia o su estatus socioeconómico. Además, dentro del enfoque centrado en la
familia, se pueden diferenciar las prácticas de apoyo
relacionales o participativas (Dunst, Boyd, Trivette, y
Hamby, 2002). Las primeras se configuran en torno a
las competencias de comunicación como escucha, empatía, aceptación y honestidad, mientras que las practicas participativas se orientan a la toma de decisiones
y al desarrollo de cursos de acción -compartir información, animar en la toma de decisiones, en el uso de sus
conocimientos y recursos, ayudar a definir acciones,
ayudar a poner en práctica nuevas habilidades…-.
Aunque ambas contribuyen al empoderamiento de las
familias, las prácticas participativas tienen una relación más fuerte con los sentimientos de control de los
padres y madres (Dunst, y Dempsey, 2007).
Apoyándonos en Van Haren y Fiedler (2008), podemos
identificar las estrategias clave para apoyar y empoderar a las familias:
• Considerar y aceptar el punto de vista de las familias, a través de la escucha y la empatía.
• Respetar los diferentes ritmos de las familias y las
modalidades y estilos preferentes de participación.
• Reconocer a las familias como expertos y construir
a partir de las fortalezas familiares.
• Valorar y apoyar la toma de decisiones por parte de
la familia.
• Implicar a las familias en comunicaciones abiertas,
tanto en la propia familia, como con los servicios,
utilizando canales y formatos diversos.
• Considerar y fortalezar la red de apoyos y servicios
tanto informales como formales.
• Reconocer y celebrar los éxitos y logros de las familias.
• Orientarse a la mejora del sentido de autoeficacia
de las familias.
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• Desarrollar competencias y capacidades familiares.
• Promover y animar la participación de la persona
con discapacidad en los encuentros y reuniones.
• Promover y abrir expectativas de futuro.
• Ayudar a las familiar a articular una visión del futuro.
EN SÍNTESIS,
LAS REFERENCIAS DEL PROGRAMA
La perspectiva “centrada en la familia” orientada a la
mejora de la calidad de vida familiar implica:
• Considerar y buscar la implicación de toda la familia.
• Mejorar los resultados que consigue la familia
en diferentes dominios de su funcionamiento
(Bienestar emocional, Interacción familiar, Salud,
Bienestar económico, Organización y habilidades
parentales, Acomodación de la familia, Inclusión y
participación).
• Mejorar los resultados familiares que tienen que
ver con el aprendizaje de nuevas acciones que la
familia puede poner en marcha para abordar las
dificultades o necesidades que percibe. Supone un
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proceso de empoderamiento y capacitación de la
familia en su conjunto.
• La mejora de los resultados también tiene que ver
con ajustar la perspectiva que tiene la familia con
relación a esas mismas dificultades o necesidades
(se relaciona con el sentido o creencias que tiene
la familia y con la vivencia –emociones- de las mismas). Este reajuste le puede permitir a cada familia
desarrollar acciones diferentes.
• El acompañamiento va orientado a dar soporte a
esas nuevas acciones de forma que mejoren la eficacia y el bienestar familiar.
Recogiendo las aportaciones anteriores y relacionándolas con nuestro enfoque de Calidad de
Vida Familiar, podemos plantear un modelo desde el que ordenar las actuaciones con las familias
(Cuadro 1).
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
Cuadro 1: CdVF y Enfoque centrado en la familia: Modelo
Base
• Familia en conjunto.
Objeto de trabajo:
empoderamiento familiar
• Activación y control familiar,
autoeficacia.
• Fortalezas y recursos
• Autoconocimiento y reflexión.
familiares.
Resultados
CdVF
• Bienestar emocional.
• Interacción familiar.
• Salud.
• Colaboración familia- • Competencias comunicativas.
• Bienestar económico.
profesionales.
• Decisiones y planes.
• Organización y habilidades
• Redes de apoyo.
parentales.
• Regulación de roles y rutinas.
• Coordinación de acciones.
• Acomodación de la familia.
• Acceso a servicios y apoyos.
• Inclusión y participación.
La base de la intervención se puede resumir en las
creencias y valores clave que guían la actuación profesional y que se relacionan con una mirada a la familia
como totalidad, poniendo en primer plano las fortalezas
y recursos familiares, enfatizando la relevancia de las
redes sociales de apoyo (tanto formales como informales). Todo ello en el marco de una relación de colaboración, en clave de igualdad y de respeto a la singularidad
y perspectiva de la propia familia.
Estrategias de
Intervención
• Estrategias
de relación.
• Estrategias
de participación.
El foco de intervención se sitúa en el empoderamiento
familiar para tratar con los principales asuntos de su
vida. Ello supone, en primer lugar, orientar la intervención a la activación familiar y ‘control’ familiar entendidos como la movilización de sus recursos para afrontar
sus necesidades, con lo que implica de profundizar
en el conocimiento que la familia tiene de sí misma a
través de compartir las diferentes perspectivas de sus
miembros.
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Un tercer aspecto tiene que ver con facilitar conversaciones efectivas en la familia a través de reconocer los
diferentes puntos de vista y de facilitar contextos comunicativos ‘controlados’ que promuevan la expresión
de inquietudes, la escucha, los acuerdos, mejorando
las competencias comunicativas.
El cuarto aspecto, relacionado con los anteriores, tiene
que ver con la capacidad de la familia para proponerse metas y planificar cursos de acción, parte de ellos
vinculados a rutinas de la vida cotidiana, para lograrlas a través de coordinar acciones tanto internamente,
dentro de la familia, como en su relación con las redes
de apoyo. Vinculados a esos aspectos, aunque con un
papel central, se sitúa el acceso a recursos y servicios,
tanto para la persona con DI como para el conjunto de
la familia.
Los resultados tienen que ver con el ‘contenido’ de
las preocupaciones familiares y que se relacionan con
las dimensiones relevantes de calidad de vida familiar. Desde el punto de vista de la intervención, estos
“contenidos” o “temas a tratar” los identifica cada familiar y con la referencia para que cada una plantee
los aspectos que desea mejorar o las metas que quiere
lograr.
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Por último, los profesionales, para facilitar este proceso, pondrán en juego, por una parte, estrategias de
relación orientadas a la construcción de un contexto
adecuado y, por otra, estrategias de participación
orientadas a animar a que las familias pongan en marcha diferentes acciones.
2.
Programa de
apoyo a la calidad
de vida familiar
Finalidad del programa
Mejorar la calidad de vida familiar, a través del proceso de empoderamientocapacitación que se logra creando un espacio de encuentro de toda la familia para
construir y poner en práctica un plan de mejora familiar que incluye la perspectiva y
necesidades de todos los miembros, con el apoyo de un profesional - testigo-
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El programa consiste en encuentros sistemáticos y
regulares de un o una profesional con el conjunto de
la familia para afianzar sus posibilidades de éxito en
sus interacciones prácticas (las acciones que realizan
habitualmente tanto dentro de la familia como fuera).
Ello supone una mejora en la capacidad de acción de
la familia - competencias familiares - y en su sentido
del bienestar - calidad de vida -.
La segunda fase, denominada “Visión Familiar”, tiene el objetivo de establecer contacto con la familia y
compartir información relacionada con los diferentes
puntos de vista e inquietudes de los miembros de la
familia.
El programa se compone de una serie de encuentros
con toda la familia precedidas de una primera fase
denominada “Información y Compromiso de Participación” en la que se informa a las familias, vía telefónica
o presencial cuando sea necesario, de las características del programa con el apoyo de un folleto (Herramienta 1).
La cuarta fase corresponde al “Seguimiento del Plan
Familiar” y la última fase, “Evaluación y Cierre”, con la
que finaliza el Programa y en la que la familia valorará
la experiencia y analizará los avances realizados derivados de las acciones establecidas en el Plan.
La tercera fase, “Plan de Mejora Familiar”, concreta
los temas o cuestiones sobre los que va a trabajar la
familia y planifica las acciones que se van a realizar.
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
En síntesis, el proceso de intervención consta de las siguientes fases:
A.
Fase Primera:
Información y Compromiso de Participación. Informar a la familia
y establecer un compromiso inicial de participación.
B.
Fase Segunda:
Visión Familiar. Compartir información relacionada con las diferentes visiones e
inquietudes de los miembros de la familia facilitando la emergencia de una narración aceptable para todos y que permita la acción deseable.
C.
Fase Tercera:
Plan de Mejora Familiar. Consensuar con la familia los objetivos y
acciones a realizar.
D.
Fase Cuarta:
Seguimiento y apoyo. Acompañar y apoyar a la familia en el plan de mejora
familiar planificado.
E.
Fase Quinta:
Evaluación y Cierre. Valorar la experiencia y analizar los avances realizados.
Por último, el programa incorpora un instrumento destinado a evaluar la CdVF y el impacto del programa en la
calidad de vida de la familia: las Escalas de Calidad de Vida Familiar (CdVF-E) (Gine et al., 2013) para familias con
hijos con DI menores y mayores de 18 años. Las Escalas se utilizarán al comienzo del proceso de apoyo, más en
concreto en la fase segunda ‘Visión familiar’, y en la fase quinta de “evaluación y cierre”. También incluye una
escala adaptada para la persona con DI.
21
FASE PRIMERA: INFORMACIÓN Y
COMPROMISO DE PARTICIPACIÓN
El programa se inicia cuando una familia, por iniciativa
propia o por sugerencia de algún profesional, se interesa por el programa y es informada del sentido, características e implicaciones de su posible participación.
La finalidad de esta primera fase es que la familia
pueda tomar una decisión informada sobre su participación.
OBJETIVOS
Los objetivos a tener en cuenta son los siguientes:
• La familia entiende la oferta del Programa y el compromiso que implica su participación.
• La familia con el apoyo del profesional decide qué
miembros de la familia participarán en el programa
y concretan dónde y con qué periodicidad se desarrollarán los diferentes encuentros. El profesional
sugerirá la participación del mayor número posible
de miembros del núcleo familiar.
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DESARROLLO
En cuanto a las acciones a realizar en esta primera
fase, serán las siguientes:
• El o la profesional contactará con la familia y le
entregará o enviará el folleto donde se explica en
qué consiste el programa.
• En el formato más adecuado a cada familia (vía
telefónica, por correo electrónico, de manera presencial…), informará de forma clara y precisa de la
oferta del Programa de Apoyo de Calidad de Vida
Familiar, asegurándose de que la familia entiende
en qué consiste y el compromiso que implica la participación en dicho programa. En este primer momento, el profesional explicará a la familia el sentido del programa, su duración, en qué consisten
y cómo se desarrollan las sesiones, el papel que
tiene el profesional como facilitador, la duración
del programa y los compromisos de participación y
asistencia que aceptan los miembros de la familia
que decidan participar.
• Se comentará qué miembros de la familia, incluido
el familiar con DI, participarán en el programa. Es
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
importante que nos aseguremos que los participantes constituyen un núcleo familiar significativo
(que pueden tomar decisiones, que pueden contribuir a cambios relevantes en el funcionamiento
familiar…).
• La familia puede plantear al profesional todas las
dudas que tenga al respecto y formulará todas las
cuestiones que considere necesarias para poder
tomar una decisión de la manera más informada
posible.
• Una vez que la familia ha sido informada y ha comprendido en qué consiste la oferta del Programa,
esta deberá decidir si desea o no participar en el
mismo.
• Profesional y familia acordarán los compromisos
de participación y asistencia que aceptan todos
los participantes en el programa (confidencialidad,
comprometerse a llevar a cabo las acciones acordadas, asistir a las sesiones…). En el caso de que
toda la familia esté en ese momento se puede firmar el documento ‘Compromiso de Participación’
(Herramienta 2). Si no es posible en ese momento,
se hará en la primera sesión que estén todos.
• Seguidamente se concretará dónde y cuándo, es
decir, en qué lugar (en la Entidad, en el hogar, una
combinación de ambos…) y con qué periodicidad
se desarrollarán las sesiones del programa.
Por último, se acuerda la primera cita y se recuerda el
compromiso de participación de las personas elegidas.
FASE SEGUNDA:
VISIÓN FAMILIAR
Esta fase se desarrollará habitualmente en una sesión
presencial que tendrá como finalidad compartir cómo
la familia se ve a sí misma, qué es lo importante para
ella y para cada uno de los miembros, con qué apoyos
cuentan, qué aspectos de la vida familiar ven como
fortalezas y qué otros les gustaría mejorar.
OBJETIVOS
Los objetivos en esta segunda fase son los siguientes:
1. Todas las personas se sienten a gusto y pueden expresarse con libertad a través de la creación de un
contexto de confianza, diálogo y colaboración.
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Es importante prestar atención en este primer momento a que todos los miembros de la familia se
encuentren a gusto, que se sientan en confianza
entre ellos y que todos puedan expresar su opinión
y sentirse reconocidos. También se ha de explicitar
que el o la profesional respetará la confidencialidad y mostrará una actitud empática y positiva
hacia la familia, evitando emitir juicios sobre ella.
Cuando hablamos de contexto de colaboración,
también nos referimos a que la familia se sienta
protagonista del proceso, siendo el o la profesional
un facilitador.
2. Todos los miembros de la familia disponen de toda
la información del programa y expresan su voluntad de participar.
Antes de comenzar es importante aclarar y concretar todos los detalles referidos al programa y
sobre todo a la participación en el mismo. Esto es
especialmente importante si en la fase previa no
ha habido un encuentro con toda la familia.
3. La familia comparte sus puntos de vista sobre su
funcionamiento, reconociendo las inquietudes y
aportaciones de todos y construyendo una imagen
en positivo de la familia.
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Se persigue que los miembros de la familia compartan entre ellos y con el o la profesional su visión
acerca de cómo están, cómo les van las cosas, sus
inquietudes, preocupaciones y lo que es importante para ellos en relación al bienestar familiar y los
apoyos con los que cuentan. Es un momento en el
que podemos decir lo que nos gusta y valoramos de
los diferentes miembros de la familia y de la familia
en su conjunto. A este respecto, es importante que
el profesional ayude a la familia elaborar un perfil
positivo del funcionamiento familiar: enfatizando lo
bueno que tiene, destacando las fortalezas que tiene
cada miembro de la familia individualmente considerado y la familia en su conjunto. Es importante
que cada miembro de la familia perciba que tiene su
espacio para decir lo que piensa, siente, propone…
y que se sienta reconocido por los demás.
4. La familia identifica unas primeras inquietudes y
prioridades a través del análisis de los aspectos
que funcionan y no funciona en la vida de la familia, partiendo de lo que es importante para ellos y
de los apoyos con los que cuenta.
5. Evaluación inicial de la Calidad de Vida Familiar
que permita una valoración del impacto que el programa pueda tener en el bienestar de la familia.
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
Con este objetivo se pretende recoger información que
permita evaluar los niveles iniciales de CdVF utilizando
las Escalas de Calidad de Vida Familiar (Herramienta 3).
DESARROLLO
En cuanto al desarrollo de la fase y las formas de facilitarla por parte de los y las profesionales, la sesión o
sesiones transcurrirán de la siguiente manera:
a) El o la profesional se presenta, recordando, a su
vez, el programa -en qué consiste, sus objetivos, el
papel de la familia y del facilitador...-. También procederá a recordar el compromiso adquirido tanto
por la familia como por el profesional (participación
activa, acudir a las sesiones, confidencialidad….)
y las `reglas´ de la sesión. Una vez terminado con
esto, el profesional presentará el objetivo de la sesión.
b) En caso de que no se haya realizado en la fase primera, estos acuerdos y compromisos previos adquiridos por la familia se formalizan con la firma
de cada uno de los miembros que participan en el
Programa del “Copromiso de Participación” (Herramienta 2).
c) El o la profesional invita a la familia a realizar una
ronda de presentación, en la que cada uno se presenta dando información básica de quién es, qué
hace…. Un elemento interesante en este momento es preguntar por lo que nos gusta o valoramos
en cada uno y de la familia en su conjunto. Además
de contribuir a crear un clima positivo, nos ayuda
a llevar la atención hacia los aspectos positivos y
que funcionan. Es importante que todos los miembros tengan un tiempo para cada uno.
d) Una vez haya terminado la ronda de presentación,
el o la profesional se centra en el funcionamiento
como familia, explorando las cosas que son importantes para la familia (en su conjunto, pero también de los miembros individuales), con qué apoyos
cuentan y cuáles son las cosas que funcionan y no
funcionan (Sanderson, Acraman 2004). Esta información se recogerá en la Herramienta 4.a ‘Visión
Familiar’.
• Se trata de identificar, en primer lugar, lo que es
importante para la familia, es decir aquello que
reconocen o señalan como valioso. Pueden ser
relaciones que mantienen entre ellos o con otras
25
personas, actividades que realizan, rutinas y ritos,
valores, ritmo o estilo de vida, servicios y apoyos
con los que cuentan, sentimientos o estados de
ánimo. También puede haber un momento para señalar aspectos importantes para cada miembro de
la familia.
• En segundo lugar, recogemos tanto los apoyos que
nos damos como familia, como los que recibimos
de otras personas o servicios. En este sentido, utilizaremos el ‘Ecomapa’ (Herramienta 4.b) que nos
ayuda a plasmar de forma visual el conjunto de
apoyos con los que cuenta la familia y las relaciones entre ellos.
• En tercer lugar, la familia, analizará, de lo que es
importante y de los apoyos que está recibiendo,
cuáles son las cosas que están funcionando (o tienen sentido) y cuáles no. La distinción de funciona/
no funciona proporciona un esquema sencillo que
puede ayudar a identificar áreas de discrepancia.
Pueden aparecer tanto aspectos referidos a la familia en su conjunto como a los diferentes miembros. El profesional también puede apuntar algunos aspectos. Este análisis ayudará a identificar las
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cuestiones o temas más relevantes sobre las que
centrarse y puede servir de base para preguntar a
la familia sobre sus prioridades, es decir, sobre qué
cuestiones sitúan en primer plano y qué les gustaría mejorar.
• En este proceso de diálogo, aunque pueden aparecer cuestiones relacionadas con la historia de
la familia que es importante escuchar, el foco de
atención se centrará en la situación actual de la
familia y en las cosas que les ocurren o hacen en
el día a día. Es clave que centremos la conversación en las cuestiones cotidianas, en las personas,
actividades, rutinas que hacemos regularmente, de
cara a identificar cuáles de esas acciones funcionan y cuáles no.
• En la conversación se trata de poner en primer
plano los recursos y fortalezas familiares (sentido
de compromiso, nivel de cohesión, ganas de pasar tiempo juntos, respeto, comunicación familiar,
apoyo de familia extensa, acceso a recursos y servicios,….), resaltando los aspectos positivos y reformulando en positivo las afirmaciones negativas.
Es muy importante escuchar y devolver lo que la
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
familia dice, para asegurarse de que se ha entendido bien. Otra estrategia interesante que también
puede ayudar en el diálogo es pedir ejemplos de
las afirmaciones para ayudar a focalizar el diálogo
en situaciones concretas.
e) Para finalizar la sesión, se plantea la tarea de cumplimentar la Escala de CdVF (Herramienta 3.a). La
Escala deberá ser cumplimentada por cada miembro de la familia que participa en el Programa.
De cara a facilitar la respuesta a la escala, al finalizar la sesión, el/la profesional presentará a la
familia la escala y les ayudará a cumplimentarla.
Cada miembro de la familia completará la escala,
atendiendo a su propia valoración aunque considerando la perspectiva de todos los miembros de
la familia. También se recogerá, si es posible, la
opinión del familiar con DI a través de formato entrevista, utilizando una Escala Adaptada de CdVF
(Herramienta 3.b).
FASE TERCERA:
PLAN DE MEJORA FAMILIAR
Esta fase se desarrollará habitualmente en una sesión
que tendrá como finalidad concretar el plan de acción
que tendrá que llevar a la práctica la familia.
OBJETIVOS
Los objetivos a trabajar en esta fase son los siguientes:
1. La familia selecciona y decide los temas que más
les preocupan sobre los que quiere profundizar y
plantear acciones de mejora.
Se trata de que la familia dialogue sobre las cuestiones o puntos que se han comentado en el apartado de ‘Funciona/No funciona’ de cara a seleccionar aquellos aspectos sobre los que les gustaría
proponerse cambios o metas.
2. La familia elabora el Plan de Mejora Familiar en el
que se definen las metas, las acciones y las responsabilidades para desarrollarlas.
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Una vez seleccionadas las cuestiones sobre las que
se quieren centrar, la familia y el profesional formulan
con claridad cuál son las metas que quieren conseguir
y las acciones a poner en marcha para lograrlas y los
responsables de las mismas.
DESARROLLO DE LAS SESIONES
El desarrollo de las sesiones y las estrategias a utilizar,
son las siguientes:
a. Para comenzar, el o la profesional pregunta a la familia sobre cómo están, que tal han estado desde
la sesión anterior. A continuación, presentará el
objetivo de la sesión que consiste en elaborar el
Plan Familiar.
b. Se recoge lo dialogado en la sesión anterior, resumiendo, revisando y, si fuera necesario, introduciendo los ajustes o cambios oportunos con relación a lo que se dijo sobre los elementos importantes para la familia, los apoyos y lo que funciona y
no funciona.
c. A continuación, y en base a lo comentado hasta el
momento, se identifica algo que queremos mejorar,
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una o varias prioridades para la familia. Puede ser
de utilidad apoyarse en el análisis que se ha hecho
de los aspectos que funcionan/no funcionan (dirigiendo la atención hacia aspectos muy concretos
de la vida cotidiana), qué hay que hacer para ello y
quién puede ayudar.
d. Para cada una de las prioridades, se identifican
las acciones concretas a realizar, quiénes las van
a llevar a cabo y cuándo se realizarán. Se puede
preguntar si alguien necesita alguna ayuda o apoyo
para realizar esas acciones.
e. Para terminar, se acuerda cómo se va a realizar el
seguimiento (por lo menos el siguiente contacto),
quién o quiénes van a ser las personas de contacto,
concluyendo con una valoración de la sesión.
En todo este proceso, el o la profesional escucha lo
que la familia tiene que decir y devuelve la información, para asegurarse de si está comprendiendo lo que
la familia quiere transmitir y para ayudar a la familia a
poner palabras, a concretar…
La herramienta a utilizar en esta tercera fase será el
‘Plan de Mejora Familiar’ (Herramienta 4.c), que se
Programa de Apoyo a la Calidad de Vida Familiar
cumplimentará con la familia para recoger los aspectos importantes a tener en cuenta en el plan de trabajo.
FASE CUARTA:
SEGUIMIENTO Y APOYO
La finalidad de esta cuarta fase es la de hacer un seguimiento y, aún más importante, un acompañamiento para que se realicen las acciones propuestas en el
plan de mejora familiar. En este sentido, es importante
prever algunos apoyos que el profesional puede tener
que prestar.
Aunque el seguimiento y apoyo se puede realizar de
diferentes formas, ajustando tanto las posibilidades
de las familias como las de los y las profesionales, pudiéndose realizar de forma presencial, telefónica, por
e-mail o combinada y pudiendo participar uno o más
de un miembro de la familia, es un requisito necesario
que se realice al menos un encuentro presencial en el
que estén presentes todos los miembros de la familia
que están participando en el programa.
En esta fase, en algunos casos, puede ser interesante
establecer quién es la persona o personas de contacto
con las que se va a realizar el seguimiento.
OBJETIVOS
Los objetivos de esta fase serían los siguientes:
1. La familia se siente acompañada en su esfuerzo de
mejora, a través de la realización de un seguimiento del plan acordado y de prestar los apoyos que se
necesiten.
2. El profesional y la familia mantienen una interlocución fluida y eficaz.
3. La familia revisa las acciones que se están desarrollando y las adapta en función del impacto que
estén teniendo.
4. La familia aprecia los cambios que se van produciendo y todos los miembros se sienten reconocidos y valorados en su esfuerzo.
DESARROLLO
En cuanto al desarrollo de las sesiones, el proceso
será diferente según cómo se concreten (de manera
presencial, telefónicamente, vía e-mail…). Algunas
sugerencias pueden ser:
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a. Se recuerda el último encuentro y el objetivo de la
sesión.
b. Preguntar a la familia qué tal están, dedicando un
tiempo a que cada persona cuente cómo se encuentra.
c. Preguntar a la familia sobre cómo les ha ido con
las acciones a realizar. El profesional podría realizar preguntas abiertas, que ayuden a la familia
a hablar de lo ocurrido desde la sesión anterior.
Escuchará y devolverá a la familia lo escuchado,
destacando los avances realizados e identificando
fortalezas desconocidas por la familia. La ejemplificación también puede ayudar a que la familia se
visualice ante algunas situaciones.
d. Según las nuevas necesidades, avances… realizados por la familia, el siguiente paso y último consistirá en realizar, junto a ésta, los ajustes necesarios en el Plan de Mejora.
La herramienta a utilizar en estas sesiones será la ‘Herramienta de seguimiento’ (Herramienta 4.d).
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FASE QUINTA:
EVALUACIÓN Y CIERRE
OBJETIVOS
Los objetivos a trabajar en esta última fase de cierre
de proceso son los siguientes:
1. La familia evalúa cómo se ha desarrollado el Plan y
los logros conseguidos.
Se persigue que la familia pueda valorar las acciones desarrolladas y si se han logrado las metas que
se habían propuesto.
2. La familia evalúa los cambios percibidos a través
de un cuestionario y de la Escala de Calidad de
Vida Familiar.
Se trata de situar en primer plano los cambios de relaciones y acciones más positivos que han ocurrido en
el curso del plan de trabajo y que han empoderado a
la familia y a cada uno de sus miembros, facilitando
reconocimientos mutuos. Con la finalidad de conocer
la percepción de los cambios producidos y la valoración de la experiencia vivida por la familia, del Plan
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de Mejora y del impacto producido en la CdVF se utilizará el “Cuestionario de Percepción del Impacto del
Programa” (Herramienta 5) y las “Escalas de CdVF”
(Herramientas 3.a y 3.b).
DESARROLLO
En cuanto al desarrollo de la sesión y las estrategias a
utilizar, la sesión transcurrirá de la siguiente manera:
a. El o la profesional recoge la sesión anterior y a continuación, presenta el objetivo de ésta.
b. Se realiza el seguimiento de las acciones realizadas hasta el momento mediante el Plan de Mejora
Familiar (Herramienta 4.d).
c. Se realiza el cierre del proceso. El o la profesional
recoge el proceso realizado hasta el momento destacando los avances conseguidos por la familia y
procede a preguntar a la familia de forma abierta su
opinión, valoración… del proceso-experiencia. Las
respuestas de la familia podrían responder a preguntas como por ejemplo: ¿Qué hemos aprendido?,
¿qué nos llevamos?, ¿en qué hemos cambiado