La implicación de los padres en la escuela es un objetivo crucial si se quieren mejorar los logros de los estudiantes y la misma enseñanza. Pero no se puede seguir utilizando como modelo de padres a los de clase media.
La participación de la familia depende, pues, de las circunstancias sociales y culturales de cada centro y del modelo por el que se opte.
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