Los nuevos canales electrónicos representan una amenaza para el sector financiero, pero también son una enorme oportunidad de entrar en nuevos negocios o replantearse completamente la entidad y la manera de hacer negocios. Para las entidades lentas y rígidas son una amenaza, pero para el resto son una clara oportunidad y un brillante porvenir. La banca está obligada a gestionar bien este cambio potenciando nuevos enfoques de gestión y a comprometerse con el desarrollo de capital intelectual, la gran diferencia de la mal llamada nueva economía», sí quiere triunfar generando valor de forma sostenible
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