Los fenicios y tartesios fueron los fundamentales transmisores de la cultura semita hacia el Hinterland, concretamente hacia la Alta Andalucía, la Antigua Oretania, rica en minas. Allí, se han hallado huellas abundantes de la impronta orientalizante que imprimen un nuevo carácter al ambiente material, e incluso espiritual nativo. Ello lo apreciamos en numerosos rasgos en los múltiples yacimientos de esta región. He ahí el ejemplo de Puente Tablas, y más intensamente aún el de Cástulo. Concretamente, en su santuario de La Muela, de la Edad Final del Bronce, hallamos huellas fehacientes de préstamos materiales y espirituales fenicios, que desarrollamos en ampltud. En otros puntos dle yacimiento también se han recuperado materiales suntuarios para documentar la colonización fenicio/tartésica: en ajuares de enterramientos, datados en época oretana; en estratos no funerarios, con cronología alta (ss. VII-VIII a.C.), aunque dentro del ámbito de necrópolis del siglo IV a.C. (Los Patos, Estacar de Robarinas), en el poblado de La Muela al que pertenece el edificio sagrado al que aludimos más arriba.
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