efdeportes.com
La formación de jóvenes nadadores. Evolución de la
composición corporal y de los niveles de fuerza de
desplazamiento en nadadores/as brasileños/as de
edad comprendida entre los 13 y 23 años

   
*Doctor en Educación Física. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física
y el Deporte. Profesor en la Facultad de Ciencias de
la Educación-Pontevedra. Departamento de Didácticas Especiales.
Área de Educación Física y Deportiva. Universidad de Vigo
**Doctorando en Didácticas especiales (Universidad de Vigo).
Master en alto rendimiento deportivo (COES - Madrid).
Licenciado en Educación Física (FIG - Brasil).
Especialista en Fisiología del ejercicio (UniFMU - Brasil).
Especialista en Metodología del entrenamiento deportivo
(Instituto de cultura física "Manuel Farjado"La Habana - Cuba).
Director Técnico del Club Natación Lalín (Pontevedra - España)
 
 
José María Cancela Carral*
chemacc@uvigo.es  
Emerson Ramírez Farto**
emersonframirez@wanadoo.es

 

 

 

 

 
Resumen
    El desarrollo de este proyecto se fundamentó en el logro de los siguientes objetivos: 1.Realizar un estudio descriptivo de las características antropométricas y de los niveles de fuerza máxima de desplazamiento en los diferentes estilos de 122 nadadores de ambos sexos pertenecientes a tres escuelas de natación en Sao Paulo-Brasil. 2. Analizar los cambios de variables como fuerza de desplazamiento, masa grasa, masa magra, peso, altura, etc. en función de la edad y sexo de los nadadores. Para ello se seleccionó al azar una muestra de 122 nadadores de edades comprendidas entre 13 y 23 años pertenecientes a tres escuelas de natación de Sao Paulo (Brasil). Una vez seleccionados los sujetos se pasó a desarrollar los diferentes protocolos de evaluación: 1.Evaluación de las características antropométricas; 2.Evaluación de la fuerza de desplazamiento. El análisis de los datos refleja diferencias significativas en los niveles de fuerza de desplazamiento y composición corporal tanto en hombres como en mujeres, lo que indica que la maduración biológica en la franja de edad analizada va condicionar en gran medida los resultados deportivos de lo cual deberemos de ser conscientes a la hora de llevar a cabo los diferentes programas de entrenamiento.
    Palabras clave: Antropometría. Composición corporal. Natación. Fuerza de desplazamiento. Crecimiento.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 65 - Octubre de 2003

1 / 1


1. Introducción

    La fuerza como cualquier capacidad física evoluciona paralelamente al desarrollo del ser humano e involuciona al mismo tiempo que este. Dicho desarrollo no sigue el mismo camino en todos los seres humanos, sino que presentan diferencias en función de la edad y el sexo. Hollman y Hettenger (1989), establecen que en la infancia existen pequeñas diferencias entre los niños y niñas hasta aproximadamente los 10-12 años de vida (inicio de la pubertad); será a partir de este momento cuando se hagan más notables las diferencias en los niveles de fuerza, teniendo el sexo masculino un mayor nivel de fuerza muscular.


Figura 1. Evolución de la fuerza y composición corporal en función de la edad (Fleck y Kraemer, 1999).

    El periodo de la adolescencia se caracterizará por ser un intervalo de tiempo importante en el desarrollo de todo ser humano, pues en él se consolidarán las estructuras funcionales. Los cambios más relevantes que tienen lugar en este periodo de maduración se sitúan en el sistema endocrino (hormonal) entre ellas:

  • Aumento de la producción de la testosterona

  • Diferenciación de las fibras musculares (lenta y rápida)

  • Disformismo sexual, es en la pubertad que los hombres se tornan más fuertes que las mujeres.

    Debido a estos cambios en el sistema endocrino, la fuerza muscular y su entrenamiento tendrán en la adolescencia un momento clave para su desarrollo, ya que la asimilación compensatoria (adaptación al entrenamiento) será mucho más rápida (Weineck, 1991).

Tabla 1. Períodos de entrenamiento de la fuerza (Cerani, 1993)

    Será entonces, a partir de la pubertad, cuando las diferencias en los niveles de testosterona entre hombres y mujeres se hagan más pronunciadas a favor del hombre, lo que provocará que el sexo masculino tenga un mayor proceso anabólico. A esta condición de producción de testosterona, inherente a cada género, se le atribuye la mayor facilidad del sexo masculino para alcanzar niveles más altos de hipertrofia muscular. Así mismo, otros factores como huesos y articulaciones más ligeras y frágiles en las mujeres que en los hombres y grados de maduración diferentes entre ambos sexos tienen una gran relación con el desarrollo de la fuerza (Eckert, 1993).

    En cuanto a los tejidos corporales debemos decir que sufrirán, en este periodo evolutivo, una diferenciación en función del sexo. Así, los niños durante la adolescencia sufrirán un aumento de la masa muscular mientras que la masa adiposa sufrirá un estancamiento e incluso una reducción, mientras las niñas experimentarán un aumento en ambos tejidos corporales. No obstante el aumento de la masa muscular en las niñas se desarrollará a través de un proceso mucho más lento que en los niños.

    Estos cambios producidos en los tejidos corporales provocaran un aumenta de la fuerza muscular así como de la velocidad de desplazamiento tanto en individuos de sexo masculino como en el sexo femenino.

    Una vez finalizada la adolescencia las diferencias sexuales se evidencian de manera más acentuada, así por ejemplo los hombres pueden aumentar su masa muscular hasta los 17 años, teniendo una proporción de aproximadamente 54% de su peso corporal, mientras que las mujeres el aumento de masa muscular tienen lugar hasta los 13-14 años teniendo apenas un 45% de su peso corporal (Guedes, 1997).


Figura 2. Curvas ajustadas por medio de modelos polinomiales de los valores estimadas de los componentes de masa muscular en niños y adolescentes (Guedes, 1997).

    Debido principalmente a estas diferencias biológicas que existen entre el hombre y la mujer, los resultados que se obtienen en unas y otras modalidades deportivas no pueden ser equiparables. Mas aún, si en el deporte en cuestión la capacidad condicional predominante es la fuerza en valores absolutos. Si comparamos dos sujetos de mismo peso, pero diferente sexo, observamos como los hombres presentan mayor porcentaje de masa magra mientras que las mujeres presentan mayores porcentajes grasos, debido a ello la fuerza que es capaz de desarrollar un hombre será siempre mayor a la de una mujer. No obstante, si comparamos los valores de fuerza en función del peso, es decir si hacemos un estudio comparativo de la fuerza relativa (Fuerza/Peso) de hombres y mujeres observamos que las diferencias existentes entre los dos sexos disminuyen hasta en algunos casos desaparecer. (Bosco, 2000).

    Las mayores diferencias entre hombres y mujeres surge en las disciplinas que predomina la fuerza, especialmente la fuerza máxima (Fleck & Kraemer 1999), sin embargo en aquellas disciplinas en las que predomina otra de la manifestaciones activas de la fuerza como es la fuerza veloz, la evolución de dicha capacidad no presenta unas diferencias tan marcadas en función del sexo, aunque debemos tener claro que los valores más altos serán obtenidos en la población deportista de sexo masculino.


2. Material y método

    La muestra estaba formada por un total de 71 nadadores y 51 nadadoras pertenecientes a tres escuelas de natación de Sâo Paulo-Brasil (Juventus, E. C. Pinheiros y Esperia). La edad de los nadadores seleccionados para el estudio abarcó desde los 13 a los 23 años y sus características se muestran en la tabla 2.

Tabla 2. Descripción de la muestra

    Los nadadores se caracterizaban por ser especialistas en pruebas cortas de los diferentes estilos natatorios y su distribución en función de su modalidad deportiva es la que se presenta en las tablas 3, 4, 5 y 6.

Tabla 3. Descripción de la muestra: estilo crawl

Tabla 4. Descripción de la muestra: estilo espalda

Tabla 5. Descripción de la muestra: estilo braza

Tabla 6. Descripción de la muestra: estilo mariposa

    Una vez seleccionada la muestra se pasó a administrar los diferentes protocolos de evaluación. Previamente, los nadadores fueron informados de los diferentes test que iban a realizar y conocían la normativa tanto de los protocolos para evaluar los parámetros antropométricos como para cuantificar los niveles de fuerza.


Evaluación de la Composición Corporal (Lohman, Roche, Martorell, 1988)

    La composición corporal es uno de los elementos básicos que conforman la cineantropometría, junto con el somatotipo y la proporcionalidad. En la actualidad el análisis de la composición corporal está muy extendido debido a que cuantifica el porcentaje de tejido muscular, tejido óseo y tejido graso de que se compone el cuerpo humano, así como nos informa sobre el grado de "sobrepeso" del sujeto en cuestión.

Figura 3. Distribución de la Composición Corporal (Drinkwater y Ross, 1991)

    Existen diferentes métodos para determinar la composición corporal: 1.Métodos directos, basados en disecciones; 2.Métodos indirectos, se basan en la relación de variables (pesada hidrostática) y 3.Métodos doblemente indirectos que se basan en ecuaciones derivadas del método indirecto (antropometría).

    El Método doblemente indirecto es el que se ha empleado en este estudio. La recogida de medidas antropométricas fue llevada a cabo en el lado derecho de todos los sujetos atendiendo a las recomendaciones de Martorell (1988) quien nos dice que aunque no existen grandes diferencias entre la toma de medidas del lado izquierdo y derecho del cuerpo, existe una preferencia por la parte derecha en gran parte de los trabajos de campo realizados.


Pliegues Cutáneos (Carter y Healch, 1990; Fry y Morton, 1991)

    La medición de los pliegues cutáneos se ha hecho con el sujeto en bipedestación, con los pies separados unos veinte (20) centímetros y brazos pendientes a lo largo del cuerpo. Se utilizará un compás medidor de calibre (Sanny) de precisión 0,5 milímetros. Entre los dedos pulgar e índice de la mano no dominante se obtiene un pliegue de piel y tejido adiposo subcutáneo, evitando incluir el músculo (Lohman, 1988). Este pliegue se realiza aproximadamente a un (1) centímetro. del lugar donde se tomará la medida, lo cual es necesario para que la presión de los dedos no afecte a dicho valor. Con la mano dominante se coloca el compás medidor del calibre a un (1) centímetro del punto de agarre sin soltar el pliegue, debiendo permitir que la presión tenga efecto. La lectura se realiza a los dos o tres segundos de haber aplicado el calibrador tal como recomienda Carter (1990).

    La medida de los pliegues se expresa en milímetros y su ejecución se lleva a cabo siguiendo el protocolo recomendado por Pollock et al (1980) que se expone a continuación:

  1. Pliegue del tríceps. Se encuentra situado en el punto medio de la distancia Acromio-Radial, en la parte posterior del brazo. El pliegue es vertical y paralelo al eje longitudinal del brazo.

  2. Pliegue subescapular. Se toma en el ángulo inferior de la escápula, con una inclinación de 45º respecto a la horizontal, oblicuamente hacia abajo y afuera. los brazos estarán relajados a los lados del cuerpo.

  3. Pliegue del bíceps. Se sitúa en la parte anterior del brazo. el pliegue es vertical y paralelo al eje longitudinal del brazo, se toma a un centímetro por encima del punto en el cual se obtiene el pliegue tricipital.

  4. Pliegue suprailíaco. A dos dedos atravesados internamente, a nivel de la espina ilíaca anterosuperior se realiza una marca en la piel y en dicha marca se obtiene el pliegue paralelo al pliegue inguinal. El sujeto está de pie con brazos relajados a lo largo del cuerpo.

  5. Pliegue anterior del muslo. Se toma la referencia del perímetro del muslo y se coge en la misma dirección del eje longitudinal de éste. el sujeto se encuentra de pie, pasando el peso a la extremidad izquierda, mientras que la derecha se adelanta flexionada ligeramente por la rodilla.

  6. Pliegue medial de la pierna. El sujeto, estando de pie, coloca su extremidad inferior derecha apoyada en un taburete de tal manera que tobillo, rodilla y cadera forman 90º. La medida es vertical y paralela al eje longitudinal de la pierna, en el punto donde previamente se ha obtenido el perímetro de la pierna.

  7. Pliegue abdominal. Para esta medida la musculatura abdominal debe estar relajada y el sujeto respirará normalmente. El punto se sitúa tres centímetros a la derecha y un centímetro por debajo del ombligo en el lado derecho del sujeto. El pliegue es horizontal al suelo.

    Otras medidas recogidas:

  1. Altura. Es la distancia entre el Vértex y las plantas de los pies. El sujeto permanece de pie, guardando la posición anatómica con los talones, glúteos y espalda en contacto con el plano vertical del tallímetro y la cabeza en el plano de Frankfort. El valor de los datos se expresa en centímetros.

  2. Peso. El sujeto permanece colocado en el centro de la báscula con el peso distribuido en los dos pies y en posición funcional, de espaldas al registro de la medida. El cuerpo no podrá contactar con nada. Está se expresa en kilogramos.

  3. Masa grasa. Para calcular el peso graso, calcularemos primero el porcentaje graso corporal a través de la ecuación propuesta por Faulkner (1968). Esta ecuación utiliza la suma de los seis pliegues que posteriormente relacionaremos. Una vez determinado el porcentaje graso aplicaremos la ecuación siguiente:

    Siendo:
    Pt : Peso total en Kilogramos.

  4. Ecuación para calcular el Porcentaje graso.

    Varones:

    Siendo:
    P: La suma de los pliegues del abdomen, anterior del muslo, posterior de la pierna, tríceps, subescapular y bíceps expresados en milímetros.

    Mujeres:

    Siendo:

    P: La suma de los pliegues suprailíaco, anterior del muslo, posterior de la pierna, tríceps, subescapular y bíceps expresados en milímetros.

  5. Masa magra. Una vez conocidos la masa grasa y el peso total calcularemos la masa magra a través de la fórmula definida por (Drinkwater y Ross, 1991).

    Siendo:

    Pt : Peso total en kilogramos.
    Masa magra : Todo aquello que no es masa grasa expresado en kilogramos


Evaluación de los niveles de fuerza de desplazamiento.

    El material empleado para evaluar la fuerza de desplazamiento fue el siguiente: un dinamómetro de modelo DL de la empresa "KRATOS" con capacidad de 50 Kilogramos, una goma elástica de cinco (5) metros de largo, un cinturón de la marca Actual, una tabla y un pull-boy.

    El desarrollo del test se ejemplifica en la figura 4. El dinamómetro se colocó en el borde de la piscina, lo más horizontal posible y próximo a lámina de agua con el fin de reducir al máximo el ángulo formado por la goma y el nadador durante el desarrollo de la prueba. La goma elástica (tubo elástico) se sujeto por un extremo al dinamómetro y por el otro al cinturón del nadador. El sujeto a testar permanecerá en la piscina con el cinturón en la región pélvica y con el elástico sujeto al mismo.

Figura 4. Esquema protocolo dinamométrico en piscina (estilo crol).

    Una vez en esta posición y cuando el evaluador da la señal, el nadador se desplazada en línea recta y nadando su principal estilo y ejerciendo la máxima fuerza posible. Dicho desplazamiento se desarrollo de diferentes modos:

  1. Tren inferior (MII): El deportista sosteniendo una tabla con sus manos y con los brazos extendidos realizará el movimiento de acción de piernas ejerciendo la máxima fuerza posible. El evaluador registrará la máxima fuerza que ha desarrollado en esta acción.

  2. Tren superior (MSS): El deportista sosteniendo una pull-boy entre sus piernas(muslos) realizará el movimiento de acción de brazos ejerciendo la máxima fuerza posible. El evaluador registrará la máxima fuerza que ha desarrollado en esta acción.

  3. Global: El deportista sin ayuda de ningún material se desplazará nadando su estilo principal, ejerciendo la máxima fuerza posible. El evaluador registrará la máxima fuerza que ha desarrollado en esta acción.

    Entre cada prueba de desplazamiento se contemplaron unos intervalos de descanso de unos 10 minutos aproximadamente.


3. Análisis estadístico

    Medias y desviaciones típicas fueron calculadas para todos los parámetros medidos teniendo en cuenta la edad y sexo de los nadadores, es decir se analizó descriptivamente el comportamiento de la altura, peso, %grasa, masa magra, masa grasa, fuerza de desplazamiento del tren superior, fuerza del desplazamiento del tren inferior y fuerza de desplazamiento global. Asimismo se calculo la existencia o no de diferencias significativas en las distintas variables, citadas anteriormente, teniendo en cuenta la edad de los sujetos testados a través de una ANOVA de un factor. Posteriormente se estudio si la diferencia de cada variable en función del sexo era significativa, para ello empleamos la prueba T para muestras independientes.


4. Resultados

    Una vez llevado a cabo los diferentes protocolos de recogida de datos y aplicadas las distintas pruebas estadísticas se presentan a continuación los valores de las medidas antropométricas y niveles de fuerza de desplazamiento de todos los estilos obtenidos durante la participación aislada del tren superior, el tren inferior y para la participación conjunta de ambos, tanto para hombres como para mujeres

Tabla 7. Características antropométricas de sujetos de sexo masculino y femenino

Tabla 8. Niveles de fuerza de desplazamiento(Kg) para el estilo crawl en sujetos de sexo masculino y femenino de edades comprendidas entre 13 y 23 años.

Tabla 9. Niveles de fuerza de desplazamiento (Kg) para el estilo espalda en sujetos de sexo masculino y femenino de edades comprendidas entre 13 y 23 años.

Tabla 10. Niveles de fuerza de desplazamiento (Kg) para el estilo braza en sujetos de sexo masculino y femenino de edades comprendidas entre 13 y 23 años.

Tabla 11. Niveles de fuerza de desplazamiento (Kg) para el estilo mariposa en sujetos de sexo masculino y femenino de edades comprendidas entre 13 y 20 años.

    A la vista de los datos presentados en las tablas 7, 8, 9, 10 y 11 podemos observar como conforme los nadadores van madurando cronológica y biológicamente su altura, masa magra y niveles de fuerza aumentan, sin embargo este crecimiento no sigue el mismo camino en hombre y en mujeres.

    Si analizamos, por ejemplo, la evolución de la altura en nadadores de sexo masculino (ver figura 5), observamos como la altura sigue un crecimiento progresivo con respecto la edad hasta los 18-19 años, momento en el cual la altura sufre un estancamiento. No obstante, si estudiamos el comportamiento de la misma variable (altura) en las nadadoras notamos como ellas parten de una misma altura a la edad de 13 años (160cm) con respecto a los nadadores y su crecimiento no están brusco como en los nadadores, sino que sigue una incremento más progresión haciéndose dicho aumento paralelo al de los hombres en el intervalo de edad que va desde los 20 a los 23 años.

Figura 5. Evolución de la altura en relación a la edad en nadadores brasileños

    En cuanto a la composición corporal: masa magra y masa grasa (ver figura 6 y 7,) observamos como al igual que pasaba con la altura, el comportamiento difiere si analizados a los nadadores o a las nadadoras. Los nadadores sufren con respecto a la edad un aumento de la masa grasa hasta los 14 años, momento a partir del cual surgirán periodos de incremento y decremento de dicha variable, pero siempre rondando los 10 kg de masa grasa. En cuanto a la masa magra, el comportamiento de dicha variable se caracterizó por sufrir, durante el periodo de edad que va de los 13 a los 19 años, un incremento progresivo que se estabiliza de los 19 a los 21 años para aumentar de nuevo hasta los 23 años.

Figura 6. Evolución de masa magra y masa grasa con la edad en nadadores brasileños

    En lo referente al comportamiento de las citas variables (masa magra y masa grasa) en las nadadoras debemos decir que se caracterizaron por sufrir pequeñas variaciones. La masa grasa, por ejemplo, sufrió un pequeño incremento de los 13 a los 16 años, momento a partir del cual los valores permanecieron casi constantes rondando los 10kg. En cuanto a la masa magra, debemos señalar que sufrió un decremento de los 13 a los 14 años, para a partir de este momento sufrir un incremento brusco de los 14 a los 15 años. A este periodo le seguiría otro en el cual los valores se mantuvieron más o menos estables y rondando los 46,5kg. Por último, y para finalizar la descripción del comportamiento de las variables de composición corporal en nadadoras, destacamos que durante el intervalo de edad que va de los 19 a los 20 años la masa magra sufrió otro incremento, para posteriormente seguir aumentado débilmente.

Figura 7. Evolución de masa magra y masa grasa con la edad en nadadoras brasileñas

Figura 8. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadores en función de edad

Figura 9. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadoras en función de edad

Figura 10. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadoras en función de edad

Figura 11. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadoras en función de edad

Figura 12. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadoras en función de edad

Figura 13. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadoras en función de edad

Figura 14. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadoras en función de edad

Figura 15. Evolución de la fuerza de desplazamiento en nadadoras en función de edad

    Analizando brevemente la tabla 8 podemos observar como conforme los años pasan los niveles de fuerza en los nadadores van incrementándose, hasta en nuestro caso los 20-21 años periodo en el cual podemos decir que se alcanza el nivel máximo de fuerza de desplazamiento tanto a nivel global como segmentaria. Esta evolución de la ganancia de fuerza no es constante si no que a lo largo de la vida del nadador existen momentos en los cuales se produce un estancamiento e incluso un deterioro tal y como se muestra en las figuras 8 y 9.

    En cuanto al comportamiento de los tres niveles de fuerza analizados en nadadoras, podemos señalar que tanto la fuerza de desplazamiento ejercida por el superior como la fuerza global de desplazamiento presentaron variaciones muy pequeñas, las cuales estaban seguidas de periodos prolongados en los cuales los valores permanecían constantes.

    La otra variable de fuerza analizada (fuerza de desplazamiento del tren superior) presentó incrementos progresivos de fuerza acompañados de decrementos.

    Si bien, al analizar de forma conjunta los distintos nadadores/as que han participado en el estudio, los niveles de fuerza parecen ser similares indistintamente del estilo propio de cada deportista, esto no ocurre así, pues tal y como se muestra en las tablas 8,9 y 11 y en las figuras 8, 9, 10, 11, 14 y 15 los nadadores cuyo estilo propio es crawl, espalda o mariposa, tienen niveles de fuerza semejante, siendo la fuerza del tren superior la que más condiciona el desplazamiento, sin embargo esto no ocurre con los nadadores cuyo estilo propio es la braza, puesto que, como queda reflejado en las figuras 12, 13, 16 y en la tabla 10, será la fuerza desarrollada por las piernas la que más influye en la fuerza de desplazamiento, aunque los niveles de fuerza global son muy semejantes independientemente del estilo propio. Estas diferencias encontradas entre los niveles de fuerza de desplazamiento del tren superior y del tren inferior en relación al estilo natatorio propio, quizás estén condicionadas por el modo de intervención de los diferentes grupos musculares y que función desempeñan en cada estilo.

Tabla 9. Niveles de fuerza de desplazamiento para el estilo crawl en sujetos de sexo masculino y femenino de edades comprendidas entre 12 y 23 años en función del estilo propio.

Figura 16. Estudio Comparativo de los niveles de fuerza de los nadadores/as de estilo crawl y braza

    Una vez analizados descriptivamente los resultados se llevo a cabo un estudio de significatividad con el objeto de determinar si las diferencias encontradas en las distintas variables, teniendo en cuenta las edades de los nadadores eran significativas. Para ello se llevó a cabo un análisis estadístico ANOVA de un factor.

Tabla 12: ANOVA de un factor

    Observando los valores obtenidos en la significatividad (Sig.) tras la aplicación de la prueba estadística pertinente, y debido a que es su valor de Sig<0,05 podemos decir que las diferencias observadas en las variables: Fuerza tren superior, Fuerza tren inferior, Fuerza global, Peso y altura en función de la edad de los nadadores es estadísticamente significativa, es decir que la evolución de los resultados obtenidos está condicionada por la edad, por lo que no tendrá sentido comparar resultados de nadadores de diferentes edades, pues dicho parámetro nos condicionara el logro de los niveles de fuerza muscular

    Así mismo con el objeto de analizar si el sexo influía en la mejora de ciertas variables analizadas, se llevo a cabo el siguiente análisis estadístico (Prueba t para muestras independientes).

Tabla 13: Prueba T para muestras independientes.

    Los resultados obtenidos nos muestran, que a igualdad de edad, el comportamiento de las variables: fuerza tren superior, fuerza tren inferior, fuerza global, peso y altura sufren modificaciones en función del sexo del nadador y estas modificaciones son significativas.


5. Discusión

    Según Hollman y Hettinger (1989) durante la infancia y hasta aproximadamente los 10 años de vida (inicio de la pubertad), existen pequeñas diferencias entre niños y niñas en los niveles de fuerza, pero será a partir de ese momento cuando dicha diferencia se haga significativa, ha favor de los chicos los cuales alcanzarán valores más altos en los niveles de fuerza muscular.

    Las mujeres empiezan su crecimiento adolescente aproximadamente 2 años antes que los hombres. Los varones tienen un crecimiento adolescente más largo que las mujeres y también tienden a ser más altos, debido a los cambios hormonales de la pubertad. Este crecimiento súbito puberal ocurre más pronto en las chicas entre los 10 - 12 años, aproximadamente y dos años más tarde en los chicos. La duración del crecimiento súbito es corta, normalmente de uno a dos años, pero durante este tiempo de crecimiento en altura casi se duplica (Pérez y col, 2001).

    En cuanto a la composición corporal: masa magra y masa grasa, observamos como al igual que pasaba con la altura, el comportamiento difiere más una vez entre los géneros. Podemos observar que en los varones hubo un aumento significativo progresivo de masa magra hasta la edad de los 23 años, sin embargo en la masa adiposa hubo un momento en que surgió un incremento y decremento de dicha variable. Por otro lado, en las mujeres hubo un pequeño aumento de la masa magra, conjuntamente con un aumento de la masa adiposa.

    Según Pérez y col (2001) durante la infancia, la masa magra aumenta de forma similar en ambos géneros. La aceleración de la masa magra que se produce en los varones a partir de la pubertad refleja el aumento de la masa corporal que se manifiesta con la fase de crecimiento súbito de la adolescencia. Por el contrario, la ausencia de aumento en la masa magra de las mujeres significa que éstas han alcanzado niveles cercanos a los de la edad adulta, aproximadamente 5 años antes que los hombres, cuya masa magra madura en la edad de 19-20 años. Siguiendo el mismo autor la diferencia de la masa adiposa en ambos los géneros es más obvia en los años puberales en lo que las mujeres acumulan un mayor tejido adiposo. Por otro lado, los hombres muestran un porcentaje graso que declina lentamente, reflejando el desarrollo de masa magra en la pubertad.

    Observamos en el presente estudio algunas diferencias en el comportamiento de la fuerza entre los sexos cuando comparados mismas edades de los nadadores. Así por ejemplo un nadador de 17 años posee un nivel de fuerza de desplazamiento global de 14,39 Kg, mientras que una nadadora de 17 años presentaba un nivel de fuerza de desplazamiento global de 9,72 Kg. Diferencias que se muestran significativas tal y como se refleja en la tabla 11 (F=30,335; Sig=0,0001). Algo semejante acontece al analizar la fuerza de desplazamiento producida por el tren superior (F=12,116; Sig=0,006). y por el tren inferior (F=15,089; Sig=0,006) de por independiente. Según Eckert (1993) este fenómeno podría ser explicado debido a una diferenciación en los niveles de testosterona entre hombres y mujeres siendo que, los hombres a partir de la pubertad presentan una tasa significativamente mayor. Las diferencias en el desempeño competitivo entre hombres y mujeres son fácilmente demostradas, especialmente, en lo que se refiere a los esfuerzos en la capacidad condicionante y predominante en la fuerza en los valores absolutos (Fleck y Kraemer, 1999), reforzando así, los resultados obtenidos en nuestro estudio.

    En cuanto a los niveles de fuerza observados a diferentes edades, independientemente del sexo, destacamos que las diferencias encontradas, tal y como se refleja en la tabla 10, son significativas tanto si analizamos los niveles globales de fuerza (F=3,338: Sig=0,001) como los niveles de fuerza de desplazamiento provocado por el tren superior (F=1,784: Sig=0,046) o el tren inferior (F=2,518: Sig=0,007).


6. Conclusión

    Las modificaciones biológicas observadas en los nadadores/as muestran como el ser humano independientemente de su sexo está sometido a unos cambios en su composición y estructura corporal que no siguen una misma cronología para todos.

    Aún así se pueden establecer criterios de desarrollo, en función del sexo, los cuales deben ser tenidos en cuenta para lograr un desarrollo armónico de los deportistas noveles. Los resultados obtenidos en este estudio son de gran importancia pues serán un punto de referencia a la hora de llevar a cabo distintas metodologías de entrenamiento en la natación, principalmente en la capacidad física estudiada, es decir, la fuerza. En nuestro estudio observamos como, tanto hombres como mujeres, presentaban distintos procesos de maduración que se reflejaron en la evolución de las variables analizadas, tanto de composición corporal como de fuerza muscular. Estas diferencias podrán servir como punto de referencia en la organización y planificación de la metodología del entrenamiento deportivo. En otras palabras podríamos organizar la intensidad, la densidad y el volumen del entrenamiento, respetando así, el principio de la individualidad biológica a través de la comprensión de la teoría del crecimiento y desarrollo relacionados a la maduración biológica.


Bibliografía

  • Badillo, J. Ayestarán, E. (1995). Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Barcelona. Inde.

  • Bompa, T. (2000). Periodización del entrenamiento deportivo. Barcelona. Paidotribo.

  • Bosco, C. (2000). La fuerza muscular. Barcelona. Inde.

  • Carter, J. y Healch, B. (1990). Somatoryping: development and applications. En Garcia Manso, J., Navarro, M. Y Ruiz J. Pruebas para la valoración de la capacidad motriz en el deporte. Madrid. Ed. Gymnos.

  • Cerani, J. (1993). Las cualidades físicas y sus etapas sensibles: la fuerza. Sport & Medicine. Enero-Febrero:15-18.

  • Colwin, C. (2000) Nadando para o século XXI. São Paulo. Manole.

  • Cometti, G. (1998). La pliometría. Barcelona. Inde.

  • Cometti, G. (1998). Los métodos modernos de musculación. Barcelona. Paidotribo.

  • Counsilman, J. y Counsilman, B. (1994) The new science of swimming. New Jersey: Prentice Hall.

  • Drinkwater, D. y Ross, W. (1991). Antropometric fractionation of body mass. Baltimore. University park press.

  • Eckert H. (1993). Desenvolvimento motor. São Paulo. Manole.

  • Ehlenz, H., Grosser, M. y Zimmermann, E. (1990). Entrenamiento de la fuerza. Barcelona: Martínez Roca.

  • Faulkner J.(1968). Physiology of swimming and diving. En Falls, H. Exerc. Phy. Baltimore. Academic Press.

  • Fleck, S. y Kraemer, W. (1999). Fundamentos do treinamento de força muscular. Porto Alegre. Artmed.

  • Forteza, A. (1999). Entrenamiento deportivo alta metodología carga, estructura y planificación. Medellín. Komekt.

  • Fry, R. y Morton, A. (1991). Pysiological andkinanthropometric attributes of elite -flatwater kayakits. Med Sci. Sports Exerc. Vol.23, nº11, pp1297- 1301.

  • Garcia Manso, J., Navarro, M. Y Ruiz J. Pruebas para la valoración de la capacidad motriz en el deporte. Madrid. Ed. Gymnos.

  • García Manso, J., Valdivielso, M., Caballero, J., (1996). Bases teóricas del entrenamiento deportivo, principios y aplicaciones. Madrid. Gymnos.

  • Garcia Manso, J., Valdivielso, M., Ruiz Caballero, J. (1996) Bases teóricas del entrenamiento deportivo principios y aplicaciones. Madrid. Gymnos.

  • Garcia Manso, J., Valdivielso, M., Ruiz Caballero, J., Acero, R. (1998) La velocidad. Madrid. Gymnos.

  • García-Manso, J. (1990). La fuerza. Madrid. Gymnos.

  • Guedes, D.P; Guedes, J.E.R.P. (1997) Crescimento composição corporal e desempenho motor de crianças e adolescente. São Paulo. Balieiro.

  • Harre, D.(1988) Teoría del entrenamiento deportivo. La Habana. Editorial Científico técnica.

  • Hollman, W. y Hettenger, T. (1989). Sportmedizin-Arbetits-und traingsgrundlagen. En García-Manso, J. La fuerza. Madrid. Gymnos.

  • Kuznetsov, V. (1989). Metodología del entrenamiento de la fuerza para deportistas de alto nivel. Buenos Aires. Stadium.

  • Lohman, T., Roche, A. y Martorell, R. (1988) Antropometric standardization reference manual. Illinois.Human Kinetics Books.

  • Maglischo, E. (1999) Nadando ainda mais rápido. São Paulo. Manole.

  • Makarenko, L. (1991) El nadador joven. La Habana. Científico técnica.

  • Martin.D; Carl. K; Lehnertz. K. (2001) Manual de metodología del entrenamiento deportivo. Barcelona. Paidotribo.

  • Martorell, R., Mendoza, F., Mueller, W. y Pawson Y. (1988) Which side to measurement. En Garcia Manso, J., Navarro, M. Y Ruiz J. Pruebas para la valoración de la capacidad motriz en el deporte. Madrid. Ed. Gymnos.

  • Navarro, F.V.(1998) La resistencia . Editorial Gymnos.

  • Pérez, L.M.R; Sanmartín, M.G; Sanz, J.L.G; Iglesias, J.L.L; Valdivieso, F.N. (2001). Desarrollo, comportamiento motor y deporte. Madrid. Sintesis.

  • Platonov, V., Fessenko, S. (1995) Los sistemas de entrenamiento de los mejores nadadores del mundo. Barcelona. Paidotribo.

  • Pollock, M. Schmidt D. y Jackson A.(1980) Measurements of cardiorespiratory Fitness and body composition in a cliniacl setting. Comprehesive terapy. 1980;6:12-27.

  • Ramírez E., Brito, C. (2000). Comportamiento de la Fuerza especial y relativa de los nadadores brasileños de competición. XX congreso internacional de actividades acuáticas y natación deportiva. AETN-Toledo.

  • Raposo, A.V. (2000). Planificación y organización del entrenamiento deportivo. Barcelona. Paidotribo.

  • Román, I. (1998) Mega Fuerza. La Habana. Deportes.

  • Sharp, RL. Costil, DL., Frink,WJ., King, DS. (1986) Effect of eight weeks of bicycle ergometer sprint training on human muscle buffer capacity. International Journal Sports Medicine. 7:13-17.

  • Siff, M, y Verkhoshansky, I. (2000). Super Entrenamiento. Barcelona. Paidotribo.

  • Suárez, I.R. (1998). Multi Fuerza. La Habana. Científico técnica.

  • Verkochansky, I.(1995). Preparação de força especial. Sâo Paulo. Grupo Palestra Esporte.

  • Verkoshansky, I. (1999). Todo sobre el método pliométrico. Barcelona. Paidotribo.

  • Weineck, J. (1999). Treinamento ideal. Sâo Paulo. Manole.

  • Weineck. J. (1991). Biologia do esporte. São Paulo. Manole.

  • Zatsiorsky,V.M.(1999). Ciência e prática do treinamento de força. Sâo Paulo. Phorte.

Otros artículos sobre Actividades Acuáticas

  www.efdeportes.com/
http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
   

revista digital · Año 9 · N° 65 | Buenos Aires, Octubre 2003  
© 1997-2003 Derechos reservados