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Revista de geografía Norte Grande

versión On-line ISSN 0718-3402

Rev. geogr. Norte Gd.  n.36 Santiago dic. 2006

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-34022006000200006 

Revista de Geografía Norte Grande, 2006, Nº 36, p. 93-96

RESEÑAS

 

De Mattos, C.; Figueroa, L.; Bannen, P. y Campos, D. (Editores). Santiago en EURE. Huellas de una metamorfosis metropolitana 1970/2000

Santiago: Colección EURE Libros, Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2006. 545 p.

Luis Fuentes
1

1Geógrafo. Investigador asociado Observatorio de Ciudades UC. Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos. Pontificia Universidad Católica de Chile. E-mail: lfuentes@uc.cl


El libro "Santiago en EURE"2 es una invi­tación a viajar a través de la historia de la investigación urbana sobre esta ciudad. Co­rresponde a una selección de artículos pu­blicados en la revista durante los primeros treinta años de existencia (1970-2000), los cuales no solamente muestran detalles de las transformaciones físicas, también revelan las visiones de las autoridades, las preocu­paciones de sus habitantes y el interés de los investigadores de distintas disciplinas en diferentes períodos. Durante estos treinta años ocurrieron pro­fundos cambios en el contexto económico y social en Chile, transitando entre un modelo industrial desarrollista a uno guiado por los dictados ideológicos de la liberalización eco­nómica y la desregulación. Bajo contextos tan distintos surge la inquietud respecto a cómo afectaron estos cambios la estructura y funcionamiento de la ciudad: ¿ruptura o con­tinuidad? Esta es la expectativa que el libro crea y que el lector espera ver respondida una vez terminada su lectura.

La primera "estación" de este viaje se denomina "Desde la ciudad-región" y recoge tres artículos que se caracterizan por una visión territorial de la ciudad contextualiza­da en la macrozona central. En el primero de ellos, Friedmann y Necochea (1970) dis­tinguen cuatro grandes procesos de urbani­zación que relacionan a un centro con su periferia dependiente: difusión de innova­ción, flujos de control de decisiones, migra­ciones y movimientos de inversión de capi­tal.

Aunque con un enfoque centrado en el desarrollismo más que en el crecimiento económico, estos patrones parecen bastante contextualizados respecto a las tendencias actuales de globalización y competitividad.

En base a un análisis de la estructura de urbanización de la macrozona central y su relación con el entorno nacional e interna­cional, los autores realizan una serie de pro­puestas de políticas de desarrollo en las áreas de especialización económica de los distintos polos (Aconcagua, Santiago, Ran­cagua y San Antonio), transporte e innova­ciones institucionales.

Bajo el mismo enfoque, el segundo artículo del "Equipo Macrozona Central" (1972) del CIDU centra su preocupación en promover las premisas básicas para el plan de desarrollo de la "Región Central" de Chi­le. Los lineamientos se basan principalmen­te en desconcentrar Santiago fortaleciendo otros puntos de la zona central, con el fin de disminuir los costos incrementales de ur­banización de Santiago (principalmente en infraestructura, la cual era proveída por el Estado). Según sus autores la política para li­mitar la tasa de crecimiento de Santiago era recomendable y no significaba perjuicio al desarrollo de la economía nacional.

La idea era potenciar Rancagua y Valpa­raíso como polos alternativos de desarrollo urbano e industrial, incluso se proponían metas para el crecimiento demográficos de estas ciudades. El interés por promover la desconcentración influyendo sobre la políti­ca de localización industrial y el crecimien­to de la población es una muestra de que eran otros tiempos, en donde el Estado tenía un grado de intervención muy fuerte en el funcionamiento de la economía.

En el tercer artículo Boisier (1971), plan-tea una serie de restricciones para considerar la macrozona central como una unidad espa­cial. Sin embargo aclara que si puede ser considerada como una unidad espacial en el futuro. Sin embargo, para ello se deben trans­formar un conjunto de componentes hetero­géneos en un conjunto de elementos homo­géneos, conociendo las características de es­tos patrones de crecimiento para poder actuar en forma diferenciada sobre ellos.
La segunda "estación" de este viaje, consta de cuatro artículos y se denomina: "La ciudad en su historia". Corresponde a una revisión de los procesos de urbaniza­ción a través del tiempo y las principales políticas que los han acompañado.

En el primero de los artículos, Gross (1991) realiza un análisis de la relación existente entre los planes de transformación, así como algunas de las políticas y proyec­tos que pretenden ordenar el desarrollo ur­bano de Santiago entre 1925 y 1990. De esta manera va relacionando los procesos sociales, urbanos y políticos de cada una de las épocas con el crecimiento y desarrollo urbano de la ciudad llegando hasta las Polí­tica Nacional de Desarrollo Urbano en 1979 la cual era bastante coherente con los linea­mientos de la política económica global im­puesta por el régimen militar.

Distinto es el caso del artículo de Cáce­res (1995) quien hace una revisión similar a la anterior pero concentrándose en un pe­ríodo mucho más acotado, específicamente entre 1927-1931 en el gobierno de Carlos Ibañez del Campo. Según el autor, la visión de las autoridades sobre la capital era "San­tiago de Chile, Capital de la República, polo de crecimiento, núcleo densamente pobla­do, cara visible del desarrollo nacional". Sin embargo esta ciudad proyectaba a los ojos de la nueva administración una imagen glo­bal que no se compadecía con sus propósi­tos modernizadores. Al final concluye que durante este período fue evidente que la ca­pital de la República había conocido un en­sayo de modernización urbana.

Posteriormente, en el tercer artículo Pal­mer (1984) centra su foco sobre la comuna de Providencia y el desarrollo del modelo de urbanización de la "ciudad-jardín" en este lugar de Santiago. Finalmente en el últi­mo artículo Geisse y Valdivia (1978) sinteti­zan los principales aspectos de las interrela­ciones entre desarrollo económico y la urbanización desde principio de siglo hasta fines de la década de los años setenta.

La tercera "estación" del viaje reúne cin­co artículos que concentran su interés en el estudio de los sectores populares y su rela­ción con la ciudad en distintos períodos de la historia. El primero de ellos, parte de una relación conflictiva entre los sectores popu­lares y la ciudad. Las palabras con las que Romero (1984) describe esta relación nos hacen pensar que se refiere a la actualidad, sin embargo su período de estudio es entre 1830 y 1875.

En el segundo artículo, De Ramón (1990) realiza un análisis de la bibliografía escrita sobre la población informal de San­tiago entre 1920 y 1970. De esta manera el autor indaga desde la forma de ocupación popular de "arriendo a piso" hasta llegar a los "campamentos". El principal cambio tiene que ver con que la reivindicación de la vivienda a partir de la década de los 60 pasó a ser planteada directamente al Estado en su representación más concreta, el Pre­sidente de la República. De esa manera ya no funcionaría el esquema de la ley, los re­sultados eran casi inmediatos y se obtenían mediante medios políticos y no administra­tivos.

El tercer artículo de Castells (1973) plantea que uno de los aspectos más espe­cíficos de la lucha de clases en Chile es la importancia que había tomado en ella, el llamado movimiento de pobladores. En el desarrollo del artículo, Castells, explica la forma en que se constituye y organiza el movimiento de pobladores en torno a la di­námica de tres grandes corrientes popula­res: la Unidad Popular, la Democracia Cris­tiana y la Izquierda Revolucionaria. En la misma línea, el cuarto artículo del equipo de estudios poblaciones del CIDU (1972), realiza un análisis de la reivindicación ur­bana y lucha política de los campamentos de pobladores en Santiago, caracterizándo­los en función de su base social dominante y tipos de organización.

Finalmente, Espinoza (1998) realiza un análisis sociológico de la historia de la ac­ción colectiva urbana de los pobladores de Santiago entre 1957 y 1987, extremos que corresponden al inicio de los conflictos por acceso a la tierra urbana hasta las protestas de mediados de los ochenta en busca de la democracia.

La última "estación" denominada "Hacia la región-ciudad" recoge trabajos que des­criben los cambios y transformaciones más recientes que han configurado la metrópolis actual. En el primero, Sabatini (2000) discu­te las consecuencias que la temprana y radi­cal liberalización de los mercados urbanos chilenos ha tenido en los precios del suelo y en la segregación urbana residencial en San­tiago. Plantea que estos cambios en la polí­tica urbana y la conformación de un robusto sector inmobiliario serían las principales causantes de la reducción de la escala geo­gráfica de la segregación residencial en la capital chilena. En base a este análisis plan-tea orientaciones de política para seguir po­tenciando esta tendencia.

Otro de los efectos visibles de la liberali­zación económica sobre la ciudad fue el descontrol del sistema de buses. Tal tema es abordado por Opazo, Del Valle y Figueroa (1993), haciendo un diagnóstico de la situa­ción previa a la licitación de recorridos y entregando bases concretas para el diseño de una estrategia de regulación eficaz y via­ble. Como conclusión se plantean tres crite­rios para un política pública de regulación del sistema (regulación global, no de varia­bles aisladas; aprovechar los mecanismos existentes; y buscar el desarrollo y no solo la resolución de problemas), las cuales han sido o pueden verse reflejadas en el actual plan Transantiago.

En el tercer artículo Galilea y Hurtado (1988) analizan los efectos del metro en la estructura urbana de Santiago. Los princi­pales efectos identificados fueron peligro­sos efectos segregativos, valorizaciones desiguales de los suelos, acentuación de la diferencial infraestructura y de servicios, efectos zonificaciones diversas y una con­tribución importante a la centralidad de la ciudad.

El siguiente artículo de Ducci (2000) es un estudio integral de los efectos sociales y espaciales de la expansión urbana. Comien­za describiendo los cambios que ha sufrido la ciudad en la última década contrastando las dos caras que la ciudad muestra en esta época, el Santiago del consumo y los arte­factos de la globalización versus la ciudad de las carencias. Termina describiendo la di­ficultad de construir una imagen de ciudad en base a los anhelos y temores de los habi­tantes, por las incongruencias entre los que quieren y lo que hacen.

El último artículo del libro es el cierre ideal para llegar a la estación terminal de este viaje, cuando rememorando el camino intentamos responder a nuestras inquietudes iniciales. De Mattos (1999) plantea que en lo fundamental, el conjunto de transforma­ciones de los últimos años puede interpre­tarse como la culminación de ciertas ten­dencias y fenómenos inherentes al proceso de construcción urbana capitalista que ya se habían esbozado nítidamente en el período desarrollista.

Concluyendo esta reseña y teniendo como referencia las preocupaciones pasadas y recientes expresadas en el libro, es posible esbozar un par de reflexiones. Las inquietu­des respecto al crecimiento de la ciudad y su relación con el entorno regional que nos mostraban los primeros artículos continúan en la actualidad, después de 30 aún no sa­bemos dónde va Santiago, aún no existe un proyecto integral que nos permita generar una visión a futuro, más allá de imágenes parciales.

Respecto a las características de la relación de conflicto que los sectores po­pulares han tenido históricamente con la ciudad, es evidente que aun después de tan­to tiempo, no hemos sido capaces de inte­grarlos física y socialmente.

Ese es Santiago y su historia, una ciudad "llena de furia y dolor, sueños y mitos, corto de esperanzas, largo de decepciones"3. Para cerrar, respecto a nuestra inquietud inicial: ¿ruptura o continuidad?, después de leer el libro y a pesar de los grandes cambios, po­demos decir que… "lo que existía sigue existiendo" (De Mattos, 1999).

Notas

2 Obra dedicada a la memoria de Andrés Necochea, Arquitecto y Urbanista, fue director del Instituto de Estudios Urbanos. Nació en 1943 y murió en 2002

3 FRANZ, C. La Muralla Enterrada. Madrid: Editorial Planeta, 2001.

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