Objetivos: revisar la etiología y el manejo de la hemorragia cerebral espontánea de la infancia. Conclusiones: el manejo del paciente crítico con un sangrado cerebral no traumático se basa en tratar o prevenir la hipertensión endocraneal. La monitorización de la presión intracraneal, la saturación yugular del oxígeno y el ECO-Doppler transcraneal, son técnicas que nos permiten conocer de forma indirecta el flujo sanguíneo cerebral. La exéresis precoz del hematoma mejora el pronóstico. En el caso de malformaciones vasculares es posible la embolización endovascular y la radiocirugía.
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