Amador Calafat Far, José Ramón Fernández Hermida, Elisardo Becoña Iglesias, Maria Angels Duch Moyá, Elena Fernández del Río, Joan Salvà Coll
Emborracharse es frecuente en la vida re- creativa nocturna, relacionándose con comportamientos de riesgo. Una estrategia potencialmente preventiva sería rea- lizar pruebas de alcoholemia in situ , alentando a los jóvenes a responsabilizarse. El objetivo de este estudio es evaluar la eficacia de tal medida.
Método.
Una muestra de 555 jóvenes fue entrevistada en zonas recreativas nocturnas populares en tres ciudades españolas. Tras responder a un cuestionario, realizaron la prueba de alcoholemia y se les informó del resultado, co- mentándoles cuál es la alcoholemia autorizada en España para conducir. Posteriormente se les preguntó sobre sus in- tenciones de beber para el resto de la noche y si pensaban conducir.
Resultados.
Tras conocer su alcoholemia sólo el 21,6% declaró que dejaría de beber o bebería menos, mientras que un porcentaje similar (21,5%) dijeron que beberían aún más de lo previsto. La regresión logística indicó que la decisión de beber más o menos venía afectada por el nivel de alcoholemia, el alcohol que se había planeado beber previamente a la prueba así como por puntuaciones altas en �búsqueda de sensaciones�. Por otro lado, las personas que deciden conducir tuvieron una menor tasa de alcoholemia y ya tenían planeado beber menos el resto de la noche antes de realizar la prueba de alcoholemia.
Conclusiones.
La realización de pruebas de alcoholemia como método preventivo da lugar a resultados contradicto- rios, ya que si bien en algunos casos lleva a beber menos, en otros los jóvenes terminan bebiendo más de lo que habían
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