La adaptación de la Ley de Colegios Profesionales a la normativa de transposición de la Directiva de Servicios ha supuesto la oportunidad de aplicar los nuevos principios de buena regulación, necesidad y proporcionalidad, a un sector, el de las profesiones colegiadas, que representa casi un 9 por 100 del producto interior bruto. En este artículo se analizan las restricciones injustificadas al ejercicio profesional que se han eliminado con la reforma de esta ley y las medidas incluidas para modernizar a los colegios profesionales, como operadores públicos en el mercado. Finalmente, se presenta la próxima Ley de Servicios Profesionales como forma de continuar maximizando los efectos positivos de mejora de la competitividad y la eficiencia que ha supuesto esta reforma, extendiéndose ahora a otro de los sectores clave para el crecimiento de la economía española: los servicios profesionales.
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