Los prólogos en prosa de La Celestina
Resumen
Rojas escribió dos prólogos distintos para cada una de sus versiones de La Celestina en los que tuvo en cuenta el prólogo que Eneas Silvio Piccolomini había escrito para su Historia de duobus amantibus. En el primero de los dos, se dirige a un amigo a quien dedica su obra para compensarlo de los beneficios que había recibido de él. En el suyo Piccolomini se dirige a su antiguo maestro de derecho para anunciarle que escribirá la historia de amor que le ha pedido, porque también se siente en deuda con él. El futuro papa Pío II sabe que su interlocutor le ha hecho semejante petición porque sufre una impotencia sexual a la que piensa poner remedio con la lectura de la obra de su discípulo. En el segundo prólogo, Rojas también satisface la demanda de los lectores más jóvenes de la Comedia al alargar por un mes los amores de sus dos protagonistas. A pesar de haber creado parte de sus respectivas obras como un estímulo al amor carnal tanto el autor italiano como el español les han dado un final trágico para disuadir a su público de que lo practiquen.
Palabras clave
Prólogos de La Celestina; Eneas Silvio Piccolomini; Historia duobus amantibus
DOI: https://doi.org/10.7203/Celestinesca.33.20091
Referencias
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