La elección del canal de implantación en los mercados internacionales es una cuestión capital para la empresa que pretende competir en una economía como la actual: compleja, abierta y global. Algunas pymes apuestan por internacionalizarse con presencia directa en el exterior mediante la apertura de filiales, fábricas, oficinas comerciales o formando joint-ventures, aunque no es lo habitual teniendo en cuenta que la elección de una estrategia u otra depende del grado de compromiso que se quiera alcanzar y de los recursos disponibles. Algunas experiencias empresariales ponen de manifiesto que la joint-venture se ha convertido en la estrategia de entrada en el mercado chino más adecuada, en aras de alcanzar el éxito empresarial en este mercado emergente.
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