Además de sus componentes dinásticas y políticas, el carlismo parece tener también el carácter de un movimiento de reacción popular ante la transición desde una sociedad tradicional a otra caracterizada por unas relaciones de producción capitalistas. Campesinos afectados por la desamortización o por la apropiación burguesa de los comunales, artesanos arruinados por la competencia de las manufacturas industriales e incluso obreros en paro a causa de la crisis del textil pudieron encontrar en el carlismo un cauce para expresar de forma organizada y violenta su descontento. En el presente articulo se procede al análisis de las bases sociales del carlismo catalan a lo largo de un conflicto específicamente centrado en esta tierra (la segunda guerra, también llamada de los "matiners") para tratar de dilucidar en que medida crisis económica y traumas generados por la transición pudieron favorecer su adscripción a la causa de D. Carlos
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