NG200701013

SORPRENDENTE CRÓNICA DEL ÚLTIMO DÍA ENTRE LOS MASHCOS (Homenaje a Dionisio Castillo, quien en otra misión apalabró la vida de los Barí) UNA noche puede ser demasiado larga si no brinda claridad a tu desconcierto. Corta resulta la noche que te permite visionar la luz de las ausencias. A. P. A. ERA la noche del Chinduteumankaeri, el brujo que instigaba a los malos espíritus para lanzarme flechas envenenadas con sus fuertes brazos invisibles. (¡Pudiste ver, Dionisio, el tamaño de los arcos!) Furia marrón el lenguaje de las lianas alucinógenas, violentos remolinos adentro de la cabeza, escupitajos de discordia pretendiendo desnudarme el alma, corriendo fuera de mi cuerpo... Yo mismo me veía metido entre serpientes de mortales venenos, corriendo por bosques oscuros con aves agoreras reproduciéndose hasta la desmesura, esquivando caimanes que alzaban sus fauces a la luna...

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