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EDITH STEIN: FILOSOFÍA Y CONTEMPLACIÓN De Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) puede desta- carse su proverbial capacidad para penetrar los entresijos de la vida espiritual. Considerada una de las más destacadas intelectuales del siglo XX, pese al momento histórico que marcó su incorporación a la Universidad, reacio a la presencia de la mujer en el mundo acadé- mico, fue también un ejemplo de superación y entrega; un dechado de humildad y de generosidad poco comunes en los círculos acadé- micos. Dado que su acceso, oficialmente reconocido, se realizó en 1901, bien puede considerarse pionera de las numerosas mujeres que se formarían después en los paraninfos universitarios sin los contra- tiempos que habían venido padeciendo, entre otros, su restricción al ámbito docente. Aunque no fueron las únicas discriminaciones que padeció. Años después, por el hecho de ser mujer hubo de renunciar a la cátedra universitaria que le fue negada de antemano, lo que sig- nifico el inicio de una nueva vía de exploración antropológica y teo- lógica, emprendida con el único objetivo de fundamentar y convertir en dominio público lo que en su ser más íntimo era manifiesto: la existencia indudable de la dignidad de la mujer, diversa pero comple- mentaria al hombre. Así lo expresaría: «Dios es uno y trino : como del Padre procede el Hijo y del Hijo y del Padre el Espíritu, así la mujer procede del hombre y de los dos la descendencia. Es más: Dios es amor . El amor no es posible si no existen al menos dos» 1 . Pese a tantos contratiempos, su capacidad intelectual fue sobra- damente probada. Y, de hecho, siendo todavía muy joven se espe- cializó con brillantez en el campo de la fenomenología, junto al que sería su maestro y propulsor de esta nueva corriente de pensamiento filosófico, Edmund Husserl, lo cual no era habitual. Quizá por ello, por haber logrado entrar a formar parte de la vanguardia de la filo- sofía de su tiempo, elite reservada al varón, debiendo remontar las dificultades que conllevaba su condición femenina, tiene un mérito 1 Cf. “Vocación del hombre y de la mujer”, en E. STEIN, Obras selectas (Burgos 1997) 123.

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