¿Es la ética un freno para la investigación científica?

• Autores: Albert Florensa Giménez, José Sols Lucia
• Localización: Afinidad: Revista de química teórica y aplicada, ISSN 0001-9704, Vol. 62, Nº. 519, 2005, págs. 455-458
• Idioma: español
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• Resumen

  • Dos posibles engaños acechan entonces al investigador: 1/ creer que la investigación carece de dirección, cuando en realidad sí la tiene, aunque él no lo sepa; 2/ dejar que la propia tecnociencia vaya guiando autónomamente la investigación, ¿como si tuviera vida propia¿. Los dos engaños se reducen a un solo peligro: que el investigador no lleve el timón de la investigación. El científico debe tomar conciencia de si hay una dirección precisa en la investigación, cuál es esa dirección, y qué tipo de sociedad y de ser humano contribuye a crear. Lo que el científico lleva entre manos es un proyecto antropológico. Sus descubrimientos configurarán el futuro modo de vida de los hombres. Por ello, el investigador debe hacerse preguntas antropológicas, sociológicas y éticas, y debe recibir una formación adulta para planteárselas correctamente. La ética del científico debe contener diferentes elementos: 1/ Debe guiarse por un principio de estilo kantiano: ¿obra de tal forma que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra¿. 2/ Tiene que desarrollar una ¿heurística del temor¿, esto es, adoptar el temor a las peores posibles consecuencias como método. 3/ Ha de constituir una ¿ética de la no-potencia¿, frente a la mentalidad que rige nuestra sociedad, según la cual ¿todo aquello que se puede hacer, se tiene que hacer¿. La ética es un freno para la investigación científica, pero no el freno que nos impide avanzar en un viaje, sino el freno que nos impide tener un accidente mortal a lo largo del viaje. Es el freno de la prudencia. Es el timón del que quiere controlar el rumbo del viaje.