Tras la Segunda guerra Mundial, W.E. Deming recibió el encargo de impartir una serie de seminarios sobre control estadístico y gestión de Calidad a empresarios japoneses. Hoy, se le considera el principal impulsor de la espectacular recuperación económica del país, y uno de los "padres" de la excelencia. Su filosofía revolucionó de tal modo la cultura empresarial japonesa que el máximo premio a la gestión excelente en Japón lleva su nombre. Décadas después, Deming tuvo que acudir al rescate de la industria norteamericana, que se mostraba incapaz de resistir la competencia de sus aventajados discípulos orientales. Este es el primero de una serie de artículos en los que se recordarán a algunas de las principales figuras en la historia de la gestión. Porque volver al pasado nos sirve para enfocar mejor el presente y entrentarnos al futuro.
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