La epigrafía de Madinat al-Zahra; María Antonia Martínez Núñez, Manuel Pedro Acién Almansa.

Page 1

CuaderRos de

Madlnat al -Zahr谩'

Vol. 5 C贸rdob

a, 2004


CTJADERI{OS DE MADiNAT AL-ZAI]RÁ'


Cuadernos de Madinat a|-Zahra Revista de difusión científica del Conjunto Arqueo.lógico Madrnat al-Zahra

CONSEJO DE REDACCIÓN (Miembros de ia Comisión Técnica de Madinat al-Zahra)

Presidente: D. JESÚS ROMERo BENÍTEZ Directur Genera/ d¿ Biene.¡ Calnrales

Vocales: D." MERCEDES MUDARRA BARRERO De/egada

Prorjrcia/ le Ca/ttra

rJe

Cít'daba

D. ANTONTO VALLEJO TRTANO Dirrtor del Con.funto Arquealígico Madjrat dl Z¿br¿ D. MANUEL ACIÉN ALMANSA Uniru':idad

de

rtIálaga

D." CARMEN BARCELÓ TORRES L,ttt. n)J¿J J. \ L/.ttri¡ D." JULIA CARABAZA BRAVO Uú¡w¡irlad d¿ ,\eúllt

D.JUAN STRRANO MUÑOZ Arquitecta

COMITÉ ASESOR D. PATRICE CRESSIER Ca:a de Vlázqrcz

D. CHRIST]AN E\rERT Irntituta Arqaeolígico A lenún

D. PIERRE GUICHARD tJnit,ersidad ¿tt llon II D. ESTEBAN HERNÁNDEZ BERMEJO Director delJardín Batánico rk Córdoba

D, M,'ANTONIA ]\4ARTíNEZ NUNEZ Uniursidal le lIálaga

D. ALASTAIR NORTHEDGE Uniuersi¿lad de

Parí:

I

D. VÍCTOR PÉREZ ESCOLANO fl n irer.¡ i tlad de S eú / la

O Junta de Andalucía. Consejcría dc Cultura (c) Los

Sor

autores

Imprenta San Pablo, S. L. - Córdoba Ángela de Ia Cruz, 1 2 - Teléfir¡o 951 283 106 ISSN:1119-9996 Depósito Legal: CO. 1.64412004


SUMARIO . ESTUDIOS EDUARDO MANZANO MORENO El

círculct de pocler de los califas ornelas cle

Córclaha

Pág. 9

JEAN-PIERRE VAN STAÉVEL

Prítoir jzgaler, bátir : droit de la judiciairu

)

Cordoae rJurant le

cr¡nslruclian et institarians

í'lX'

si¿cle

Pág.

3L

MOHAMED MEOUAK Madinat al-Zabm'

en las fuentes

árabu del occidente

i¡láttica

Pág. 53

BRUNA SORAVIA Une bistaire de la f.rna. Aurariré er le tuIutpaltis

d'Ibn

lígitirnirí dan:

Hayan

Pág. 81

MANIIELA MARÍN A/tos fancionarios para e/ ca/ifa: jueces 1 otras cargos de la

Adntinisnación cle'Al¡d al-Rabntan

III

Pá9.97

M.' ANTONIA MARTÍNEZ NÚÑEZ. MANUEL ACIÉN ATMANSA La epi¡1rafra

de

al-Zabra'

Pá9. I07

ya - pa / e s t i n i enne

Pás.159

Madinar

SOLANGE ORY L'

ep

i grap b i e umayy ade

s

CARMEN BARCETÓ El cíJin andalusi de "praaincias" durante el Califato

(3a0_403t9j2_10j3)

pá9. t73

ANTONTO VALLEJO TRTANO, ALBERTO MONTEJO CÓRDOBA, ANDRÉS GARCÍA CORTÉS /a interaenciín art¡aeo/ígica en /a "Ca:a de Ya'far" 1 en el ecliJicia cle "Patio cle los Pilaru" de X[adinat al-Zahra' Resa/tados preliminares de

Pá9.

I99


PATRICE CRESSIER,

MOURAD RAMMAH S¿bra al-A4ansariya : [Jne autre aille

caltfale

Pág.241

JUAN F. MURILLO REDONDO, MARÍA TERESA CASAL GARCÍA, ELENA CASTRO DEL RÍO Madinat Qar¡aba. Aproxinaciín al procesa de forntaciín de la ciudad emiral 1 califal a patir de la información arquealógica Pág. 217 VICENTE SALVATIERRA La instauraciín clel Califato en el AIra

Gaadalqaiuir

Pá5. 291

PEDRO GURRIARÁN DAZA Hacia una canstrucción del poder. Las prácticas edi/icias en la periferia andalusi duranre el

Pág. 297

ALBERTO CANTO GARCÍA El dinar en al-Andalas en el sigla X

Pás.327

Califaro

CAROLINA DOMÉNECH BELDA La

rnaneda

farimí 1 sa relaciín

con

al-Andalus

Pág. 339

PATRICE CRESSIER Histarias de capiteles: ¿Hubo talleres califales

pratincialesi'

Pá9. 751

TILO ULBERT Resafa en

Siria. Una

residencia

califal

de los últimrts onteyas en

)riente Pá9. 377

BERNABÉ CABAÑERO SUBIZA, VALERO HERRERA ONTAÑÓN La tecbu¡nbre de la ampliación de al-Hakan II rJe la mezqaita aljama d¿ Círdoba. Análisi: tícnico 1 estulio forxul de sa policrarnía

Pá9. 391

SABINE NOACK.HALEY Los capireles de

la hlezt¡aita

de

Madinar

al-Zaltra'

Pág.

Egypte

Pág. 445

4I3

MARIANNE BARRUCAND Le prentier clécor arcltitectural

fatimide

en

PIERRE GUICHARD Canc/usions

.

Pág.463

CRÓNICA DEL CONJUNTO

ANTONIO VALLEJO TRIANO, JOSÉ ESCUDERO ARANDA Crínica del Conlanto, añas 1998-2003

Pág. 47

I


ESTIJDIOS ACTAS DE LAS IV JORNADAS DE MADINAT AL-ZAHRÁ': Nuevas investigaciones sobre eI Califato de Córdoba Córdoba, 10-12 Noviembre 2003


LA EPTcRAFÍA DE M."

MADrxer Ar-zAuRÁ'

ANToNT¡ r,r¡RrÍNpz Núñpz

MANUEL acrÉN ALMANSA U

niuer.ridad de A4álaga

ABSTRACT

RESI]MEN

Attending to the topic raised in these IV Jor-

Atendiendo al tema planteado en estas IV Jor-

a/-Zahrá': nueaas inustigaciones sobre e/ ca/ifato, nuestra contribución se centra en el estudio de los materiales epigráhcos qr,re, realizados sobre diversos elementos v soportes arquirectónicos, permanecían inéditos o no habían sido objeto nadas, ALadjnat

nadas. hladi nat a/ -Z ahrV' : nuertas

i naes I i gaci

rne¡

so

bre

cal{ato, our contribution centres on the study of the epigraphic materials that, realized on diverse

e/

ello partimos de los estudios publicados hasta ahora sobre la epigrafía de al-Zahrá para relacionar y contrastar los resultados obtenidos.

elements and architectr-rral supports, were remaining unpublished or had not been an object of an analysis or a study detailed up to the moment. \(/e have distributed the analysis in several blocks, according to the origin of the fragments (Mosque A/jarna and Dar a/-Mu/k) and, in the cases in which it is not possible to determine it, for the places in which they are deposited (Patio de los Pilares). For it we bear in count the studies published till now on the epigraphy c¡f to al-Zahrá' to relate and to confrrm the obtained ¡esults.

Palabras clave

Key words

un estudio pormenorizados hasta el momento. Hemos distribuido el análisis en varios bloques, segúrn la procedencia de los fragmentos (Mezquita Al jama y DVr a/-X[tlk) y, en los casos en que no es posible determinarla, por los lugares en qLre se encLlentran depositados (Patio de los Piiares).

de r-rn análisis o

Para

Al-Andalus, Madinat aI-Zahrá', epigrafía.

A1-Andalus, Madinat al-Zahra', epigraphy.

f omo especi6ca el título del Proyecto de I+D' U.n el que se ha Jesarrollado el presente trabajo.

ciplinas y ámbitos de conocimiento diversos. Entre todos ellos, Ia epigrafía, ei estudio de las inscripcio-

Madinat al-Zahrá' , y de cualquier otro

nes, presenta unos rasgos específicos, pues participa

yacimiento arqueológico, puede ser abordado a tra-

simultáneamente de los dos registros, al igual que sucede en el caso de las monedas. Ese doble carácter

el estudio de vés

dei registro material y del textual y desde dis-

r07


marca la diferencia entre estos elementos y el resto de materiales arqueológicos y, por 1o que respecta a ias fuentes escritas, su especificidad viene clada por-

que

1os

epígrafes prcrporcionan, junto con las mone-

das, los únicos "documentos directos" disponibles cle este periodo, en tanto que no se l-ian visto sujetos a reelaboraciones y manipulaciones posteriores. Entre los numerosos restos arqlleológicos qlLe ha proporcionado Madinat al-Zahrá', se encuentra un nírmero no desdeñable cle elementos y objeros que ostentan epígrafes. La grafía áral>e está presenre en materiales arcluitectónicos: basas, capiteles, pilastras y elementos de decoración parietal (frisos, arquitos o paneles decorativos), en piezas de cerámica, especialmente en ia conocida como "cerámica verde y manganeso", y en objetos suntuarios (arquetas y botes de marfil o de metai) realizados en los talleres de Ia dár al-sin7'a califal, o atribuiclos a ella. Si los epígrafes realizados sobre ce¡ámica se limitan a reproducir el término al-mulk, en aigírn caso baraka2, no sucede 1o mismo con las piezas de eboraria y otros objetos sr-rntuarios y, sobre todo, con las inscripciones asociadas a ia arcluitectura. Estas írltimas proporcionan un volumen importante de datos históricos concretos y fiables, mencionando el nombre del soberano que ordena la construcción, con slrs títulos, los nombres de altos cargos

de

1a

administración, responsables de dirigirla, el

año de rcalización o de terminación de los trabajos,

etc. Toda esa información contrasta con la presencia bastante escasa cle la escritura en Ia decoración arquitectónica, especialmente si se pone en relación con la abundancia y el relieve que adquieren orros elementos decorativos, sobre todo el ataurique y los motivos geométricos. Esta constatación para la epigrafía del periodo omeya es importante y di6ere de Io que sucede en etapas posteriores, sobre todo durante el califato almohade, cuando la grafía áral:e adquirió un protagonismo en la decoración arquitectónica del qr-re hasta entonces no había gozado, pero los textos reproducidos tenían un contenido exclusivamente coránico y religioso. Sin embargo, Ia mayor difrcultad qLre se presenta a Ia hora de acceder a esa información, al abordar el estudio y catalogación de estos materiales de

aI-Zahrá', es, y ha sido, el estado fragmentario, a veces micronizado, en que han llegado hasta nosotros, fruto no sólo de la destri-rcción de la ciudad 108

sino también de los distintos criterios con que

se

llevaron a cabo las sucesivas intervenciones arqueológicas a lo largo clel pasado siglo XX.

Poner orden en ese inmenso "rompecabezas" ha sido, y es todavía hoy, eI primer requerimiento; algo que en el pasado reciente fr-re posible gracias a la in¿¡ente, y nunca suficientemente valorada, labor de Manuel Ocaña Jiménez y actualmente a la experiencia acumulada y ai trabajo concienzudo del director del Conjunto Arqr-reológico, Antonio Vallejo Triano, y de los escasos miembros de su eqr-ripo de colaboradores. Aunqr-Le una parre mínima de estos materiales se encontrafon y fueron conservados

ia s)ta y otros

fueron restaurados y restituidos en su posible ubic:rción original, como es el caso de los pertenecientes al Salón de 'Abd al-Rahmán III y a al¡¡unas de sus dependencias anejas, el resto, la mayor parte de ellos, se depositaron sin restaurar, junto J orros materiales de diversa índole, bien en los almacenes del Conjunto, bien en distinras dependencias del yacimiento arqueológico. Atendiendo ai tema planteado en

estas

lV-Jarna-

das, Madinat a/-Zahrct': ntret'a-r iuueitiga¡it,nrs sobre e/

cal{ato, nos vamos a centrar, pues, en estos írltimos mate¡iales epi¡¡ráficos, todos ellos realizados sobre diversos elementos y soporres arquitectónicos, cluc, hasta el momenro, permanecían inéditos o no habían sido objeto de un análisis o un estudio pormenorizados. Sin embargo, aunque vamos a conremplar prioritariamente Ia epigrafía de la arquitectura cle al-Zahrá' , habrá que recurrir, cuanclo se esrime oportuno, a su comparación con Ia que ostentan otros objetos y a las inscripciones conremporiíneas de otras procedencias. Asimismo, será necesario tom¿u como punto de partida lo ya hecho, y reiacio-

nar y contrastar Ia información que proporcionen con los resultados de los estudios sobre lzr epigrafía cle al-Zahrá' publicaclos hasta el momenro. Haciendo un rápido balance de esos resultados previos, se puede afirmar con rotunclidad que las aportaciones del epigrafista M. Ocaña Jiménez fueron decisivas para el conocimienro y la comprensión de

1o

excavado en la ciuclad de al-Zahrá'. Antes

de é1, sólo se habían dado a conocer parcialmente los primeros hallazgos proporcionados por las excavaciones de Ricardo YeIázquez Bosco enrre t911 y 192). Entre ellos, cabe desracar r-rna lápida de pie-


dra calcárea (Fig.1), leída y traducida porJulián Riberar, diversos fragmentos de epígrafes, conceniendo eulogias{, y materiales cerámicos de pavimento, hoy desaparecidos, con nombres escritos en sll reverso, como Maysur, Fatah o Nasr. En una de estas piezas se consignaba, en dos renglones,Tarafa I dar al-anir,"Tarafa I (para) la casa del emir", segírn lectura de E. Lévi-Provengal, quien ofrecía también su reproducción forográficat (FiS. 2). Estas son las úni-

inscripciones de Madinat al-Zahrá' que recogió Leví-ProvenEal en su monografía de 1931. cas

Posteriormente el yacimiento proporcionó un número creciente de restos arqueológicos, elementos decorativos y epigráficos, especialmente en las campañas lievadas a cabo por F. Hernández Giménez o en las de B. Pavón Maldonado en la Mezquita. La incorporación de M. Ocaña y la labor que desa-

rrolló en el terreno epigráfico permitieron atribuir cronologías precisas a las diversas edificaciones que iban apareciendo.

Y es que, ya en el airo I')31, M. Ocaña fue el primero en adjr-rdicar los diferentes fragmentos de inscripciones -por esas fechas generalmente capiteles- al período de 'Abd al-Rahmán

III o al de

estudio de capiteles epigrafiados que prosiguió y dio a conocer en años posteriores, en artíclllos aparecidos en la revista Al-Anda/u:'- . En 194i publicó en esa misma revista la lectura y traducción de los fragmentos epigráficos más significativos del Salón excavado por F. Hernández en 19448, el llamado "Salón Rico", lo que le permitió concluir que fue edifrcado por orden del califa'Al¡d al-Rahmán al-Násir, entre los alos 312 y 341 H., al-Hakam

116;

nntrl)

Sunayf, y señalar la utilización simultánea de dos variedades de círlico florido, así como las innovaciones gráficas que

bajo la direcc ión del faü y

presentaban los fragmentos de la inscripción fundacional, rcahzada sobre un friso, especialmente ia

l4f (nan final) en forma de S invertida o de "cuello de cisne". A é1 se debe el dibujo (Lám. I) de esta inscripción, con la restitución de los elementos

del trazo

perdidos, 1o que permitió la restauración del friso y su ubicación, por el arqr-ritecto R. Manzano, en la parte occidental de la arcada de acceso al Salón.

Más tarde dio a conocer parcialmente los restos epigrá6cos de la Mezquita Aljama de a|-Zahrá' , excavada por B. Pavón Maldonado entre \')64 y 1961

, aportando sus datos más relevantes: la fecha

de terminación de las obras, el ailo 333

H.,

así como

ia mención del califa 'Abd al-Rahmán III y de sr-r hijo, al-Hakam, como herederoe, y después unos arquitos con epígrafes'0, procedentes del baño de la Vivienda de la Alberca, fechados en el 350 H. y a nombre del todavía heredero al-Hakam, con mención d.el fañ y mau'l) de al-Násir, Ya far, como sVbib al-jay/ tua-l-tiruz, "jefe de las caballerizas y del tirVz" (F|g.3). La atención de M. Ocaña se centró prioritariamente en ios rasgos caligráficos y en esos datos concretos qlre aportan los epígrafes: mención del califa, nómina de nombres citaclos y fechas consignadas. Gracias a esos datos pudo plantear una secuencia cronológica en la construcción de Madinat aI-Zahra' y atribuir dependencias concretas del Alcázar de al-Zahrá'a esas cronologías, en contraste esto último con la información sr-rministrada por otras fuentes escritas, mucho menos concretas de lo que cabría esperar en ese sentido. En resumen, ios resultados obtenidos fueron: 1.') para Ia época de 'Abd al-Rahmán III, el fundador de la ciudad, Lrna secuencia primera en torno aI airo 33) H., fecha de la Mezquita, y otra en torno al 315 H., con la construcción del Salón Rico, que continúa hasta Ia muerte de al-Násir en el 350 H. 2.') Sobre el periodo de su sucesor al-Hakam, aparte de las inscripciones de la Mezquita y de los arquitos del baño de Ia Alberca, en los que aparece como "heredero designado", atribr-rye todas ias intervenciones en al-Zahrá' de este califa a una fecha posterior al

3t4 H.,

terminadas las obras en el Alcázar de Córdoba (353 H.) y la erección del muro de la c|ibla en la Aljama cordobesa (354 H.)rL. En fi-rnción Lrna vez

del orclen en que aparecen los títulos clei califa alHakam, distingue dos fases de intervenciones: una compre ndida entre e I )54 y el 351 H. y otra posterior y de mayor importancia, a partir del año 360, concretamente entre eI 361 y eI i64 H.r), por los restos de i-rn capitel del 361 H. y otros dos ejemplares, sin fecha, pero atribuidos al año 364 H.'), jr,rnto a una serie de capiteles dispersos, algunos desaparecidos, cuya procedencia también atribuye a al-Zahn' La validez general de las conclusiones de M. Ocaña se ha visto corrobo¡ada por todos los restos .

epigráhcos de los que disponemos en la actualidad. Estas inscripciones, que M. Ocaña no pudo cono109


cer, corroboran y mantienen intacto el valor de sus aportaciones, pero han permitido añadir algunas precisiones y planrear t ierros maticrs. La ocasión se ha presentado a uno de nosotros, en primer Iugar con el estudio de todos los elementos epi¡¡ráficos atribuidos al conjunto arquitectónico del Salón de 'Abd al-Rahmán III; conjunto que

incluye el denominado "Pabellón Sur" y el baño en el que culminan las habitaciones ¡-rbicadas en el lado oriental del Salónri, y en segundo. con el análisis de los nuevos epígrafes aparecidos a nombre de al-Hakam II15. Con respecto al Salón y sus dependencias, Ios resultados de ese estr-rdio sistemático son de diverso carácter'. 1.") desde el punto de vista caligráfico, se confirma Ia simultaneidad de dos variantes de cúfico foliado o llorido: una más ausrera, que discurre por elementos arcluitectónicos de soporre (basas, capiteles y pilastras) (Fig. 4) y arquitos decorativos del baño (Fig. 5) y otra, más profusamente ornamentada y con novedades en el diseño de algunos grafemas, que se utiliza en los frisos de acceso al Salón -que serían tres y reproducirían, salvo ligeras variantes, un texto similar, aunque sólo se resrirlryera uno en su posible ubicación original- y en los del Pabellón Sur (Fig. 6,Lár;r. II).2.) En cuanto a los textos, se detecta la existencia de un nuevo formulario estereotipado, que se repite, con ligeras variantes, en todos los soportes y en el que destacan: Ia ñ1eza de sus componentes, el carácter propiciato-

rio para el califa y la ausencia de citas coránicas. En estos textos la fórmula inicial es siempre la basnta/a reducidar6, no se menciona nunca el objeto de la fundación y, como dato más importante, en los frisos del Salón y del Pabellón Sur, 'Abd al-Rahmán

III

es designado por primera vez con todos los títulos que en el siglo X comportaba Ia dignidad cali-

fal (ltnatn, laqab, en este caso al-Nasir li-din A//ab, 'Abd All-ah y Axir al-nru'nrinTn), utilizados ya desde

el siglo

IX por los califas 'abbásíes,

mientras

qr-re

titulatura reducida, de tradición omeya oriental ('Abd Allah y en el resto de soportes se consigna sólo la

Amir al-tnu'tninin) (Fig. 7). 3.") Fue posible aportar una serie de precisiones cronológicas, como la datación del baño entre el airo 345 y el 350 H., con una

remodelación llevada a cabo en Ia etapa del segundo califa, al-Hakam, o la mención de Ya'far como faü y mauh de al-Násir en los frisos del Pabellón 110

Sur (Fig. 8), con fecha expresa del año 345 H., por Io tanto antes del 3,18 H., como estableció Ocaña

por un capitel conservado en Granadalr, y antes del 341 H., fecl-ra qr-re proporciona otro capitel estudiado por A. LabartaLs. 4!¡ F,n cuanro a los direcrores de las obras, mencionados tras la expresión'ali yda1, eI faü y rnatrlá.Sunayf aparece en los epígrafes del interior del Salón y en algunos del baño y 'Abd Allah b. Badr, qlre era por entonces slhib al madTna de Córdoba, en los frisos de arcada de acceso al Salón, mientras que en los del Pabellón Sur sóio se menciona aYa'far. Thmbién se planteó r-rna hipótesis de interpretación para el ambiguo té¡mino 'atna/, que debe hacer referencia no sólo a los epígrafes, como se ha interpretado habitualmente, sino a1 resto de elementos que decoran el Salón y sr-rs dependencias, debido al escaso protagonismo de los elementos gráficos y a la concisión de aigunos de estos textos (Fig. 9 y 10), y para los diversos nombres, consignados a continuación de'ana/, la posibilidad de que fttesen asháb de los distintos talleres de Ia cJar rt/-siná'a, aI aparecer esos mismos nombres en las piezas de cerámica o en objetos de marlil y metalre, aun sin descartar la posibilidad de algrrnos casos de homonimir. Sobre los resultados del estudio dedicado a las inscripciones a nombre cle al-Hakam, se pueden resumir en dos: 1 .") la existencia, frente a la l-ripócesis de M. Ocaña, de una fase construcriva en el baño anejo al Salón -probablemente de remodelación sobre lo constrr-rido antes- en un momento rnuy próximo a la muerte de al-ftrásir, entre los años 3i0 y 353 H, y ello en función de 1os rasgos caligráhcos y de los títulos consignados en un fragmento de arquito, cuya fecha o no se consignaba o se h¿r perdido (Fig. 1I). 2.") Con respecto a las dos fases planteadas por M. Ocaña, la aparición de n¡levos restos atribuibles a La fase previa aI airo 3Jf H., purece otorgar un mayor relieve a las obras realizadas en ese momento y, en cuanto al periodo comprendido entre el 361 H. y el 364 H., el estudio de un nuevo capitei (Fig. 12), con fecha del 362 H., el írnico con esa data expresa conservado en al-Zahrá' , ha permiticlo atril¡uir a ese mismo año los dos capiteles, sin fecha, clue M. Ocaña atribr-Lyó aI 364 H., y conciuir que, por el momento, sólo se documentan en Madinat aI-Zahra' las series correspondientes al año 761 y aI 362, sin ningún ejemplar documenra-


Pues bien, teniendo en cuenta todo el mate¡ial

do en el propio yacimiento de los años 363 y 364, 1o que no impicie que fi-resen realizados también en

conservado, se ha podiclo determinar la existencia

al-Zahra', como propuso M. Ocaña. Pues bien, partiendo de este panorama gene-

de, como mínimo, seis frisos distintos, en firnción de las diversas medidas de los fragmentos, y de las

ral, abo¡damos el estudio de los restantes materiales

diferencias en Ia factura de los grafemas, junto a dos

epigráficos existentes en Madinat al-Zahrá'

, distrt-

buyendo su análisis en varios bloques, segírn la procedencia cle ios fragmentos o, en ios casos en que no es

posible determina¡la, por los lugares en que

se

encuentran de¡osi rados.

1.

15

0

dos renglones-

Friso

fragme

ntos epigráficos

en

piedra calcárea fueron hallados en las excavaciones ¡ealizadas por B. Pavón Maldonado en Ia Mezquita

Sus medidas oscilan ent¡e 15

y 11')0 cm. de

cm. en Ia caia de escritura

I4,Lán.III

y l'2[)

y IV).

Lectura y tradr-rcción:

la=]

l_,+=

jt -^-¡ll Ál ¡^a

él Cl '-l-l [et.: "tJ] csJl

[Jl,i. ]...

Pavón2(', la mayor parte de es-

tos epígrafes aparecieron en torno al alminar2l, otro

f -F

rrduciJo número de ellus. perrenecienrcs a inscripciones de grandes dimensiones, lo hicieron cerca de

ia puerta norte del patio

y en el oratorio", y

con esta última.

dü= CJli ¡^

Jr,+iJ JUYI

ta:ri¡r]

lJ 1r[rd )-i ] ...

Ál

Afi¡ma también que M. Ocaña pudo identilicar varias inscripciones fundacionaies'i, incluida una lápida con fecha expresa de I año 373 H.tl , y retazos de citas coránicas (Q. III, 16 y III, 188)r- y clue todas ellas procederían del alminar, lo que resulta dilícil de aceptar dado el gran número de fragmenros conservados. En cuanto aI ai'o 333, para cuya lectura M. Ocaña sólo tuvo que restituir la centena,

...1¡: ...o[i, ... ["]

;ll¡-;[¡ Ál Jtl"i

*-,J-,

...

...oJ-r ...

&[-+l -r"i] ... ...[d]- ¿l'l €-:J *É¡-tt él] ... ...¿-üJl o¡¡

incomprensiblemente B. Pavón habla clel año 330 como fecl.ra de conclusión de "los trabajos de embellecimiento" y del año )29 para la terminación del

proporciona al-Maqqarr.

élJ

...(f)...i)l-s (f)

nuqsura, aunque no se ha podido encontrar ningírn fragmento que pueda ser identifrcaclo

zona de Ia

"monumento arquitectónico", pretendiendo con ello adaptar la información epigráfica a los datos

(por Éü+, sic)

llJ-*i

una

letra grande e incompleta, de mármol verde, en la

qrre

ll

cm. en el filete (Fig. 13 y

t¡aduccrón de M. Ocaña Jiménez, y por este último en 1970, en El ctíf.co hispano 1 su eaalución.

B.

1

altura, 10'10 y

Aljama de Madinat a\-Zahrí ent¡e los alos 1.964 y 1961 . Cuentan con número de inventario (M1Mi t0) y se conservan en los almacenes del Conjunto Arqueológico. Algr-rnos de estos fragmentos fueron parcialmente ptiblicados por B. Pavón en la h[exun"ia de excavaciones de I 966, co¡ la lectura y

Segírn indica

y una serie de fragmentos sueltos

de frisos, cuyo estado de deterioro no ha permicidc,r

determinar a qr-ré elemento corresponderían.

EPÍGRAFES DE LA MEZQUITA

Un tot¿rl de

lápidas -la publicada por M. Ocaña y otra de dimensiones más ¡educidas y de la que sólo se conservan

En el nornbre de Dias, el Clerrcnte, el h[isericordia'(,

... Dios r¿í0, asiste (a)... 111


... Bendito

sea Quien,

(si quisiera), te daría algo

mejor que eso: jardines (por cuyos balos) flu1,en (Ios arroyos y te claría palacios) (Q. XXV, l1). ... ! n0 digáis a quien... (¿parte de Q. IV 967)... (¿?)

... (¡'Quién es mejor, quien ha cimentado) rz edi/icio (en el temor de Dios y) en ¡a satisfacción... ?...

(Q.

rx,

110)

... pro/ongue Dios sa fierttanencia2-...

....ra bijo... su hererlero clesignado... ... (ordenó Ia) ejecución de este edtJicio... ... el gran (fatd), Dios estí satisfecho de (él)...

En

c¡-ranto a slls rasgos caligráficos, se pueden

destacar varios aspectos: la identifrcación en altura de 2i (bá' inicial) con 12i (/ánt intcial) enla ba.¡ntala, y el nexo curvo en

1a

unión de 12m y 11f (kxt medial

y há' ñnaI) en Al[ah, ambos documentados en la ins-

cripción fundacional del arsenal de'Iortosa2E, del año 333 H., aunque en este friso de ia Mezquita se ha extendido el nexo cllrvo a otros términos, como se observa en yannát y en al-bini1a. El trazo l4faparece de dos formas: con la austera tradicional, en a/-llahntan, y con ápice final ascendente y remate foliado, en ttin, pero sin presentar el diseño en "cuello de cisne". Los remates foliados o florales se han aplicado, allnqlre

no de manera sistemática, a los grafemas con astas o desar¡ollos verticales, especialmente a a/if y km, orientados a derecha y a izquierda respectivamente, pero también a IIf @af frnal), y a 14f cuando presenta ápice ascendente. Se observan, asimismo, dos claros errores gráficos: yalid por q),id y jannalt por jannát, en ambos casos con el remate floral orientado a la izquierda, típico del lam. Con respecto al contenido, comienza con la basma/a completa, habitual en las inscripciones fundacionales omeyas, frente a los epígrafes del Salón que reproducen sistemáticamente la basnm/a reducida2e. En Ias inscripciones omeyas de Oriente, en cambio, Ia fórmula de introducción es baswala completa seguida del final c1e Q. VI, 163 B)¡rni Allah al-I?ahmán a/-Rab/w. lá ilaha i//a Allab lv íar7ka la-bu. como se puede observar en las de la Cúpula de la Rocal''. Incluye citas coránicas: Q. XXV, 11, de la que se han podido reconstituir bastantes elementos, Q. IX, 110, con dos pequeños fragmentos conservados, y probablemente Q IV 96, con Lrn solo frag-

r12

mento. Una alusión a Q. IX, 110 está documentada también en la Mezquita de Córdoba, exactamente en las impostas del arco del nihráFt (Fig. 15). Esa elección para ambas mezquitas parece lógica, puesto que en esta aleya 1 10 de la azora a/-Tauba, y en las clue la acompañan (107-111), se insiste en la necesidad de construir el lugar de oración, ntaslid,"en el temor y la satisfacción de Dios" y no "con ánimo de dañar" y "para dividir a los creyentes". Pero no sucede lo mismo con la aleya 11 de la azora XXV (a/-Farclan), pues no está documenrada en la Aljama cordobesa ni en otras inscripciones fundacionales de al-Andalus. Su contenido alude al paraíso como recompensa divina, "Bendito sea Qr-rien, si cluisiera, te daría algo mejor que eso"... "jardines..." y "palacios", e induce a relacionar esta cita coránica con .la construcción de las diversas dependencias del Alcázar de la ciudad y a explicar su presencia en la Mezquita con el intento de justificar, desde el punto de vista religioso, la decisión califal de ordenar su erección. No deja de ser significativo el hecho de que sea precisamente la Mezquita de al-Zahrá'eL lugar donde se evidencie la búsqueda de legirimación religiosa, mediante la inclusión de citas coránicas, qlre, como se ha dicho, están ausentes en los epígrafes del Salón y de sus dependencias.

En este friso se incluye también un texto de fundación, del que se han conservaclo varios indicios: 1.") la expresión atala Allah baqá'a-bu, qte seguiría al nombre del califa 'Abd al-Rahmán III. Esta fórm¡rla de petición de permanencia para el califa, junto a su variante abqá'a-htt Alláh, se repite en los epígrafes del Salón y en las inscripciones fundacionales de cronología posterior, frente a la expresión a'azza-hu Allah, que l-rabía sido la más utilizada hasta entoncesi2. Según S. Blair, ésta es la fórmula estándar que, a partir de al-Má'mün, se reservaba a los califas durante el periodo 'abbásírr. Es posible que, en este caso, la mención de 'Abd al-Rahmán III fuese acompañada de las expresiones u.alaclu-bu y wa/7 'ahdi-bi, referidas, sin duda, a su hijo y heredero al-Hakam 2.') Thmbién se ha conservado parcialmente la fórmula que contiene la "orden de ejecución", dada por el soberano, mediante ia expresión (anara bi-)-1a'/ hadibi al-biil¡a, que designa con el genérico al-biniya el objeto de la fundación, frente a la ausencia de este tipo de especificación en el Salón.

El término hnila

es eI


que se emplea por dos veces en las inscripciones en mosaico de la portada deI ruibráb de la Mezquita de Córdoba y el que se usa también en una inscripción fundacional del año 3t8 H. (Fig. 16), perteneciente, según M. Ocaña, a un edificio aleno a la Mezquita;4. 3.") Ei término conservado al-kah7r debe formar parte de al-faü l-Kabir, como se ha restituido en la lectura, y la fórmula que le sigue, radiya Allah'anhu, suele consignarse tras el nombre del director o responsable de las obras, por ejemplo el ba¡lbYa'far en algunas inscripciones de la Mezquita de Córdobali. Sin embargo, no tenemos ningírn elemento que nos permita aventurar qr-rién era ese granfará, cuyo nombre se consignaría tras ''a/á yday. Por írltimo, hay que hacer referencia a Ia expresión Allabutnna ayyid, que iría seguida del nombre y títlrlos del califa y que no aparece consignada en las inscripciones de la Aljama de Córdoba. Si bien es cierto que A/láburnwa se documenta en epigrafía omeya oriental, especialmente en los textos funerariosjt', y asimismo en ai-Andalusrr, sobre todo en los grffiti realizados sobre columnas de antiguos santuarios cristianos, como los de Milreu (Estói), en Portugaljs, o los de Extremaduraie, también 1o es que en ninguno de estos casos aparece seguido de ayid, como en la Mezquira de al-Zahra '. La secuencia A/lahuwt¿a ayyic/ debe esta¡ relacionada con un texto oñcial de jutba, segúrn se desprende de1 análisis realizado por J. Sar-rvaget sobre una pequeña inscripción del ntinbar almorávide de la Kutubiyyalt, cuyo texto es: Allahuntrna alyid Aw.ir (al-rnaslirnin)... ibn TaíuJin ¡untma ua/7 'abdi-hi..."t. Sauvaget afirma, acerca de las inscripciones ayyubíes del mismo talante, que esta fórmula era la que recitaba el 1-atib para invocar a Dios en favor de los jefes legales de la comunidad, el califa'abbasí y el gobernador ayyubí"r. Pero más significativo aún es comprobar que algunos textos ofrciales de jutba de época ñtimí, transmitidos por los cronistas, se inician con esra misma expresión. Así, cuando el califa al-Mu'izz li-din Alláh accedió al poder, él mismo empezó su alocución desde el ntinbar de la mezquita de Sabra al-Mansüriyya de la forma siguien te'. A I [-a h annna ay y i d- ni b i -nasr i - k a...4" . Este mismo califa, entre las medidas adoptadas para transferir su poder a Oriente ya desde antes de Ia conquista de Egipto en el 358 H., ordenó que se incluyera en Ia jatlta de los viernes tnalarga tas/iya que comenzaba por Allahuwwa salli'aD... e incluía

la mención de1 soberano ñttmí, según refreren Ibn Hallikán y al-Maqrizi '. Todo parece indica¡, por tanto, que este elemento de 1a inscripción alude o se inspira en un texto oficial de jatba, cuya invocación inicial pedía la asistencia de Dios a favor del califa omeya y quizás también a favor de su "heredero designado" al-Hakam, como en la inscripción del ntinbar de Ia Kutubiyya, lo que implicaría que las expresiones ttaladu-hu 1 '**a/7'ahdi-hi, que hemos incluido antes como parte del texto fundacional, podrían encajar también en esta ocra fó¡mula. Por otra parte, derivados de esa misma raíz AYD* se documentan en algr-rnas inscripciones omeyas de al-Andalus, como la frase ayyada-ha A//áh que aparece, t¡as la mención del califa, en el epígrafe antes citado del arsenal de Tortosa del año

333 H., contemporáneo, por tanto, de la Mezquita de aI-Zahrá'a(', o el término ta'yid, incluido en una

inscripción fundacional de Morón de la Frontera, del año 331 H (kutnila... bi-'au,n Allah taa-ta'11dihi...)t-, en la de Baños de Ia Encina del 317 H (... bi-yawl Allab taa-ta'yt¿i-hi...) en Ia que se conmemora Ia construcción de tn burl8, y en el epígrafe seviliano de año 361 H. a nombre de Subh, Ia madre del califa Hi5ám al-Mu'ayyad bi-//Ab, en el que conmemora la construcción de una fuenteae. Este se encuentra, a veces, en las enumeraciones de eulogias a favor del califa, que se incluyen, tras la hasrnala reducida, en epígrafes realizados sobre los más diversos soporres''. Por los fragmentos conservados es posible concluir que el formulario de esta inscripción constaba de diversos elementos, pero su estado mr-ry fragmentario no permite determinar exactamente en qué forma se ordenaban algunos de ellos, si Allábumtna se

término

aytid

se incluía de trás de Ia basmala o Io hacía detrás de Ias citas coránicas, si éstas aparecían juntas, tras la ba.rmala, o parte de ellas al flnal del texto de fun-

dación, como en algunos epígrafes de la Mezquita de Córdobat', o si la mención del heredero perte ne cía a este elemento fundacional o iba añadido a la invocación Allahuntr¡u a11,id a favor del califa.

Friso

2

Sus medidas oscilan entre 18

y 1! cm. de altuy 1'40 cm.

ra, con 1"2'60 c'ir'. en Ia caja de escritura en el frlete (Lám. V).

113


Lectura v traducción

...[n]t

)

1l Yi 4

cJr

a*[-:i

¿l

,e

¡*

i].

.

m.ás

cliainidad

var la igualación en la altura de 2i y I2i en Ia basnala y Ia presencia de nexos curvos en la unión de Ios trazos I2m y Iif en Allálc y en ilába. EI nexo /vm-alif, que aparece tres veces, se ha realizado con ,

pues el ángulo que for-

man sus astas no es tan abierto y no presenta remates fiorales. Estos ornatos sólo se han aplicado al nexo lant-alif en los términos la y malá'ika, y no al resto de grafemas con desarrollos verticales. En general este epígrafe presenta unas proporciones en las que destaca la extensión en horizontal y el engrosamiento de los grafemas en relación con la altura de los trazos verticales. Del contenido sólo se ha conservado el inicio de Ia basnula y parte de Q.

III,

16; pasaje que propor-

ciona una de las múltiples variantes coránicas del tah/7/, primera parte de la íaháda sobre la unicidad de Dios. En al-Andalus esta misma cita coránica se encuentra en la inscripción fundacional del año 358

H.,

antes citada, en una inscripción conmemorativa

de la construcción de un alminar en el mismo año del 358 H., procedente de Córdoba y conservada en el Museo de Málaga!, y en epígrafes funerarios, sobre rodo en los del siglo

Friso

Xll'

.

3

Sus medidas oscilan entre 18 y 1! cm. de altura, 12'60 y 14 cm. en la caja de escritura y 0'50 y 1'20 cm. en el filete (Lám. VI).

Lectura y traducción 114

conltletít... (con) la a7-uda de (Dios)...

...

se

...

Sa'7d ibnt6 Hab\h (¿?)... (Yunayd

/

Vubayr)

(¿ ?)

16)

Los escasos restos conservados permiten obse¡-

ilk

...

... (Príncipe de los) cre)elttes, Dios le baga perma-

clue

É/ y lot ángelu (y los poseedores de ciencia) obranda

un diseño diferente en

L--L]+.rl ¡-.,-[-]

ilecertt . ..

... (Dios atestigua) que no hay

III,

...(9)

[Á]].-r-r-[-rJ.... J-S ...

(t) (i>l-*+ /

,,r\L]+ r^.[jrd

En el nonzbre de (Dtos...)...

(equidad...)t'... (Q.

[t]+)

.

ljrir Árl_ü*ll,

...IL

can

...

En realidad, las medidas de estos fragmentos vienen a coincidir con las dei friso n.'2, pero la apariencia de su escritura y sus rasgos caligráficos nos conducen a considerarlo como un friso epigráfico distinto del anterior, del que se diferencia fundamentalmente por slr escritura más compactada, menos gruesa y con Lrn mayor desarrollo en vertical de las astas. Los remates florales se han aplicado en este caso a todos los grafemas con desarrollos verticales (1a y If, 12 f y i1i), mientras que el trazo 14f sólo presenta ápice ascendente y remate floral en el término ''awn, no así en mu'tninin y en ibn, que se han realizado con el diseño austero. Los nexos curvos aparecen en A/lVh, pero también se extienden a otros términos, en la unión de otros grafemas. Todos los elementos conservados remiten a un texto de fundación. Así, en el primer fragmento, se menciona el título máximo califaI, Amir a/-xta'xtitttn, seguido de abqá'a-ltu All-ah, variante reducida de la fórmula atala All-ah baqa'a-hu. Cuando M. Ocaña estudió este fragmento, estaba algo más completo (Fig. 17)¡?, pLles conservaba el final del ism del califa y eI r.érmino Aru7r:

...ia.]Jll 't+i ¿¡+*:^[-.]1] _x.i ,:*-[;Jt ... ('Abd aI-Ra)bman, Principe de (Ios) Dios /e haga permanecer...

+']

...

cre.)-enter,

De esa parte, hoy ilocalizable, sólo se conserva un pequeño trozo del grafema la, perteneciente al térmtno 4ru7r. Los dos fragmentos siguientes contienen la expresión kumilats bi-'atan Alláh,"se completó con la ayuda de Dios", que precedería al año de termina-


ción de krs trabajos conmemor¿rdos; dato que clesafortunad¿rmente no se ha conservaclo. Aunclr-re hay veces qlre no se inclr-Lye este elemento, lo habitual en epigrafía omeya anclalusí, es Lrtllizar fa-t¿trnt¿a bi'attn Al/ib. Sin embargo, csta orra variante, tLsando ktntila, está clocumentada en el epígrafe cle Morón de la Frontera del 331 Hte, también fa-kumila dilika en la inscripción firndacional de r-rna mezquita del año 346 H, hallacia en Arcos de la Fronteraf'o, y cc>mct.fa-ÍttnuLu ua-ktni/a en la lápida fundacional ¡rlmeriense del año 341 IH6\, v en la de Baños de la Encina de I 3i7 H":. No es posible cleterminar si en este epígrafe de aI-Zahrá' la frase era tta-lfa-kant)la l.¡i-'dau A//db o Jtt-tanuu¿ aa-kuraila hi-'aun Allih. Ei írltimo fragmento (Fig. lfl) reproduce un nombre propio cle persona, compuesto del l-ir¡z Sa'id y de un nasaú incompleto. Los grafemas conservados son los correspondientes al término ibn y a continuación 3i (jnt. hA' o je' en posición inicial), y dos trazos 2m consecutivos (hV'. tA'. t-rt', nVn <'t 1á' en posición medial), con 1o clue las posibiliclades de lectura resultantes son múltiples: Ibn Hal¡ib / Hubayb / Yunayd / Yr-rbayr, etc. Este nombre debía de corresponcler a alguno de los personajes nombraclos tras 'ali 1,¿¡l.oy, . Sin e mbargo, por ]a inclusión del na:ab, resu.lta poco probable qLre se trate del mismo al-fatr) l-kabit"del friso n." I . Es posible, por t¿rnto, que existiesen varios di¡ectores, o responsables, de la construcción cle los cliversos elementos o partes de 1a Mezquita (oratorio, patio, alminar, puertas de acceso, etc.), como sucecle en el caso del Salón de 'Abd al-Rahmán III y sus dependencias anejas. Por el momento, nos ha resultado imposible identifrcer, entre los personajes clel entorno de'Abd al-Rahmán III r¡ los altos cargos de Ia administración, a alguien con ese

islt y

ese nasab.

De hecho, M. Ocaña no lle-

gó a restituir eI ¡ta..;ab y sólo leyó Sa'lcl ibn...6).

tmpoco habría clue descartar, en principio,

Friso 4 Sus meclidas oscilan entre 16'10 y 17 cm. altura,0'90 y 1'20 cm. en el filete y con l? cm. Ia cajzr cle escritura (Lám.

tipo de soporte de la inscripción, ya que en Ios frisos del Salón y del Pabellón Sur no se incluye este elemento del fo¡-

mulario, sí en algunos epígrafes de pilastras, basas, capiteles o arcluitos decorativos, m jentr¡s qtie en Ia Aljama de Córdoba, cuanclo se consigna el término 'dna/, no lo hace como p¿lrte integrante de los textos fundacionales.

en

VII).

Lectura y traducción

...J '1-.,-ll1 I

,-¡l¡c

...[.qÁl] JL{ll ...ar"=[il +c]... ... c1ilenes recuerdan a Dirx

en

pie. sentadrtt"...

,'Señor ilueslrl.t (no hzrs creado todo esto en vzrno. ¡Gloria a Ti! ¡Presérvanos del castiélo) del fae-

...

go !

...

... (Abd a\-Ra)htuin... prolrngue (Dios su permanencia)..

.

En cuanto a sus rasélos caligrhficos, se aprecia nexo clrrvo en Al/Vh y una austeridad mayor, en comparación con el resto de frisos de la Mezqnita, plles los trazos verticales no present¿rn ningíLn ornato, habiéndose aplicaclo el remate florai sólo al grafema l.lf, con apénclice fin;rl ascendente. Las proporciones de Ia grafía grosor en relacirin a la altur¿r de las astas- es semejante :r las que present¿1 el f¡iso n." 2, pero las meclidas de este írltimo son sensi hlemen

milyores.

Con respecto al contenido, se han conservadcr dos partes cliferenci¿rdas: una cita coránica y restos de un texto funclacion¿rl. De Ia cita coránica se pueden leer el comienzo y el final de Q. III, 188/ l9l , por Io que debía consignarse el texto completo de esa aleya:

la posibiliclad de que este nombre se ubic¿rse tras 'annl, "obra de..."; posibilidad que, sin embargo, consideramos más remota por el

de

*lc.¡

-;;Yl. ;l.l-il

1

lr;*-s3

l*S

Jfl e^*,ll ¡l=

z:rl

¡lJil

¿;rJl

; ;:-r-S&: e{+_er+

,,'lic 15 ¿L,l-+'r )ü1. lla ,",'¿\i 1.¡ lJiJ

Quienes reuterdan a Dios ea !ie. sentadr.,s o echarJos refexionan ¡rtbre /a creación de /o¡ cie/o¡ 1 r/e /a tienir

(diciendo): ¡Señor rtuestro! No has creada tada

esta en

tano. ,'G/oria a Ti.1 ,'Presírtano.r de/ castigo del fitego.!

lrt


La aleya 188/191 pertenece a un pasaje de exhortación a los creyentes, contenido en Ia azora III (A/ 'Intran), en el clue se enumeran varias fórmulas para invocar a Dios, con la expreslón inictal Rabba-nA (Q. III, 188-190119I-193). Aunque parece Iógica la ubicación de esta cita coránica en los lr-rgares de oración, su presencia en epigrafía andaiusí es bastante inusual. En la Mezquita de Córdoba sólo aparece la última expresión de esta aleya \fac¡i-tta 'ad¿ba al-nar, "¡Presérvanos del castigo del ftrego!") en los epígrafes de la nave axialÁ'. y se documenta, asimismo, en Llna inscripción de la Alcazaba de Málaga del siglo V/XI, rcalizada sobre Lrn alicer de madera, y en un friso de estuco, procedente de Ronda y conservado en el Museo de Málaga, de cronología tardía. siglo Vlll XIV'. Del texto de fundación sóio se han conservado parte del isnt del califa y el primer término de Ia fórmula atala Alláh bac¡a'a-hu.

Entre los escasos fragmentos sueltos que B. Pavón halló 1'unto a la puerta norte del patio y en el oratorio, cuatro de ellos6t pertenecen a un friso de grandes dimensiones, Friso 5. Ninguno conserva la altr-rra completa, pero las medidas de dos de ellos alcanzan 1os 28 cm. de altura, Io qr-re puede dar una idea de las proporciones de este ftiso, el de mayor tamaño de la Mezqutta (Lám. VIII, fragmento superior). Otros dos fragmentos, Friso 6, conservan escasos vestigios de una inscripción tallada en el campo convexo de una moldura con perfrl de nacela. Por encima dei renglón discurre una banda con decoración de ataurique, proporcionando el único caso en la Mezquita en que se encuentran asociados en un mismo elemento la ornamentación epigráfica y la vegetal (Lá-. VIII, fragmentos inferiores).

y

fragmentación de 1o conservado sólo permite identiflcar algunos grafemas, pero no plantear con seguridad Ia restitución de ningírn término. Sí se puede afirmar que, en el Friso 1, los remates florales se aplicaron a las frguras la, de la que se conserva un pequeño resto, y l4f, con ápice escasez

Incluimos aquí un pequeño número de fragmentos (Lám. IX), cuya medidas originales se desconocen por la rotura y pérdida del frlete superior, y en algún caso del inferio¡. En cambio, su contenido es significativo y su lectura no ofrece dudas. Lectura y traducción

"l"'L

tol[LÁl ...L1

iÁllI -:¡c r- ,l--o-lll L I

l:ra

"'

'.i-;'Jl¿ ¿¡,rilI..' .lLti vL-

... (lc:) salae... ... esta ntezquita'Abd (Alieh)... ...'Abd al-Rabnún Príncip¿ (de los creyentes)...

Frisos 5 y 6

La

Fragmentos sueltos de frisos

... (Príncipe de los) crqtenter,

prolongue68 D)as ¡a

pennanenc)a...

En ninguno de Ios fragmentos se observan remates florales, aunque algunas astas, hoy desapare-

cidas, hubiesen podido ostentarlos, sí se aprecian dos nexos curvos, uno en sa//anta y otro en A//Ah.EI

término atá/a aparcce con scriptio defectiva. EI vocablo reproducido en el primer fragmento, s a / I arna, debe correspo nder a u' a -.r a / / anu tas /7 n/"', expresión con la que habitualmente concluye la ta¡/i1a, y sería el único indicio de qr-re esta fórmula se utilizó en las inscripciones de la Mezquita de al-Zahrá' . En la Mezquita de Córdoba sí está docu-

menrada h ras/)¡a: en les inscripciones en mosaico de la portada del nibráb, con la forma escueta sa//á

Allvh 'ah Mubatn¡nad tua-sallaru, y como salli. AllVh'aD Muharnrnad 1átiw al-aabiya' en la puerta del Sábát6e. Una tasli1ta más profusa se incluye en la inscripción del año 358 H: salD Allah'a/á Mubatzunad 1átitn

al-nabilin wa-sa11tid al-nursi/7n

Ji l-'álawin, "Dios bendiga a Mahoma, sello de los profetas y señor de los enviados y lo wa-sallan¿a

final ascendente, y ia existencia, en el Friso 6, de un nexo clrrvo en la unión de dos posibles trazos 2m

salve en los mundos"70. Cualquiera de las variantes que incluyen wa-sallama podría haber sido ttlhza-

consecLltivos.

da en al-Zahrá'

.


."["] j:"'

El contenido del resto de los fragmentos se 1nscribe en el formulario de textos fundacionales. El

...r

objeto de la fundación aparece acluí explícitamen-

te mencionado mediante hVala l-nas1irJ. El térm1no tnasyid se empleó también en la inscripción del

...[+1-.1]t

tímpano de la portada de San Estebanrl, en laMezquita de Córdoba, de época del emir Mul-iammad

[+.,L"

I, pero no así en los epígrafes de la ampliación

de

al-Hakam, donde se recurre a los términos a/-bini1,a, mencionado antes, y en Lrn caso a rnusa//)'-2. A

...

los e¡ígrales omeyas-'.

En el penúltimo de los fragmentos volvemos a encontrar eI istn'Abd al-Rahmán, seguido del inic.io

d.rli

ii,

"/ceredero designado"

y...

.É]-n,

... (y se terminó esta) rnezquita

que debe corresponder al apelativo propiciatorio

rn

úJ''r rs.-"ll [lrA ¡:A]...

¿.JiJ

,,. a/-Hakan'2, su

continuación del término naslid se consigna'Abd,

calila

..J; É[-..tt]...

,r¡...

... su bijo.,,

Dios...

'Abd All-ah, que precede sistemáticamente al isw del

ó.r4e

en el aña trer )t

con

la

a1,uda de

treinta (y trescientos) (944-945

JC) Sólo los trazos altos presentan remates floraies se han realizado en los términos con la habitual escritura último sana y LaláL, este

y ios nexos curvos

del títuio califal máximo, Atnir a/-mu'ntinin, y en el último, la fórmula de petición de permanencia,

defectiva. Hay que destacar, por insólito, el hecho

atala A//áh baqá'a-hu, y ésta es la quinta vez que aparece repetida la mención del caiifa en los frisos

en talat-y en ¿a/a¿|n, aparecen orientados a la derecha; orientación típica del alif.

de la Mezquita, bien mediante eI ism,bien por sus

títulos o por la ñrmula que les acompaña. Junto a la repetición de otros elementos del formulario, de este hecho se infiere que

el número de inscripcio-

y de los frisos que les sirven de soporte, podía sobrepasar el mínimo que hemos establecido. nes,

Lápida fundacional Aparte de Ios frisos, la Mezquita proporcionó r,rna lápida fundacional, restituida a partir de siete fragmentos en el momento en qLle la leyó M. Ocañar". Las medidas máximas qlre se conservan son: 10'5 cm. de altura y 81'5 cm. de anchura, sin poder determinar si su forma era rectangular o cuadrada,

o si presentaba algún tipo de filete de enmarqlle (Lám. X).

Letrura y traducción La lectura que se ofrece a continuación es la de

M. Ocaña, a la que nada hay que objetar, salvo la adición de un pequeño fragmento nuevo, que casa en la parte superior

izquierda de la lápida. Con este aña-

dido, la escritura discurre ahora por cinco renglones, en vez de Ios

cuatro qlre presentaba en las reproduc-

ciones fotográficas anteriores (Fig. 19).

de que los remates florales aplicados aI grafema lam,

El contenido de lo conservado corresponde a la última parte del texto de fundación, que debía contar, al menos, con la bastna/a completa como fórmula introductoria. la mención del califa con sus títulos, la fórmula invocando a Dios su permanencia, y Ia voz awara para introducir 1a orden de

construcción, todos ellos desaparecidos. La primera parte conservada consiste en el ism

al-Hakam, precedido de

-*ala¿lu-hzu

y seguido de

wd/7'abdi-hi. Los pronombres posesivos que acompaian a ambos términos sólo pueden hacer referencia al califa'Abd al-Rahmán III, cuya mención precedería a ia de su hijo y heredero. Estas expresiones, referidas a al-Hakam, son las mismas que ya hemos

visto en el friso n." 1, pero en ninguno de los dos casos contamos con elementos que nos permitan determinar la forma precisa en que estos elementos se insertaban en el contexto. Sólo podemos afirmar que en la lápida iría entre la mención dei califa y la del objeto de la fundación, pero en el friso puede

estar incluido en el texto de jutba, en ese caso sí conocemos la forma exacta de inserción en el contexto. o en el texto de fundación. En otras dos ocasiones se nombra a al-Hakam corno uah

/:ahd,

pero poco pueden aclararnos sobre

esta cuestión. Una de eilas la proporcionan los epí-

grafes de los arquitos de ia Alberca, anteriormente 117


citados. En esa ocasión -año

i)0 H., poco

antes de

la muerte cle al-Nási¡ al-Hakam cob¡a un mayor protagonismo: la inscripción está a su nombre y a él se dirige la eulogia haraka ntin Allah, :ras Ia ba.rnnla reducida, qlre en las inscripciones del Salón y sus dependencias se referían aI califa. L¿r fórmuIa exacta es la siguiente'. Bistni Alkb haraka tuin

Alkb ü-l-Hakam u,ah ''abd al-t¡tulin¿ln ibn A¡tir al-ruu'tninin..., "En el nombre de Dios, bendición de Dios ¡.:,ara al-Hakam, heredero del pacto de los musulmanes, hijo del Príncipe de Ios creyentes...", donde la mención del califa, sólo por su títuio, se hace en función de Ia de sr-r hijo al-Hakam. Este írltimo es designado como "heredero del pacto de los musulmanes", en consonancia con la ausencia de mención previa del califa, frente al "heredero de sL1 pacto" que encontramos en la Mezcluita, donde el protagonista de las inscripciones es el califa, reiteradamente consignado con sLrs títr-rlos. EI ot¡o caso se aleja aírn más del que nos oclrpa. Lo proporciona, una vez más, la inscripción del 358 H, por tanto, en pleno califato de al-Hakam, errien aparece nombrado con todos slls títlrlos:... atil.tr.t al-Inzáru,'Abd Alleh al-Hakan a/-Mustan.¡ir hi-/lAb

a/-wl'ntin7n... , "ordenó eI lntin, el Siervo de Dios al-Hakam al-Mustansir bi-11áh, Príncipe

centena se ha perdido, pero su restitlrción tampoco puede ofrecer ninguna duda, 1o que es importante,

ya que, definitivamente, ésta es la írnica fecha que l-ian proporcionado todos los restos epigráficos de la Me zquita.

Plaqueta

A la lápida fundacional, l'ray que añaclir otra de pequeñas dimensiones, a modo de una plaqueta, de la que se conservan dos rcnglones de escritura y la parte superior y lateral izquierda del filete cle enmarque. La parte inferior y lateral derecha están fracturadas. Sus medidas son: 1,i'50 cm. de altura, l.l'30 cm. de anchura y 1 cm. en el filete (Lám.

XI). Lectura y traducción

crsr L¡]r [4-]il ücrr (Q.

... (y en verdad) Dias xxrY 20) ... (;,! t... /.r t',/r¿i,írt...

es

(f)Jt

t¡i:l

...

l

cornpasito, tnisericr.¡rdiosa.

An¿7r

de Ios creyentes"..., y a continlración se Ie dcsigna como u'a/7 'ahdi-bi ua-ja/ifata-bu'dh 'ibVdi-bi al-faJiz li-haranú-bi... No hay duda, f¡ente a 1o clue sucecle en ios epí¡¡rafes de la Mezquita cle la-Zahrá' , de clue en este caso esos pronombres posesivos de tercera persona hacen referencia a Dios, en primer lugar, porclue no hay ninguna mención al dif¡rnto al-Násir, y, en segundo, porque las expresiones "sr-r califa sobre sus siervos" y "el que conserva slls preccptos . no Jrian lrrgar a Jrr.las El objeto de la fundación es en este caso ¿/ntasyid, como en los fragmentos sueltos de frisos. El hecho de ir seguido de bi-'attn AllAh y del año, nos ha aconsejaclo restituir antes fa-tanutta y

el de-

mostrativo hal4 . ptes es la fórmula habitual para introdr-rcir la fecha de terminación de la obra conmemorada. En último L-rgar se menciona. dicha fecha de la forma más escueta, sólo el año, igual que ocurre en toclos los epígrafes del Salón y sus dependencias con fecha expresa. EI numeral conse¡va el nombre íntegro de la unidad, el comienzo de la decena, cuya identificación no presenta difrcultad, y Ia

118

Desde el punto de vista caligráfico, hay qlre seña1ar la ausencia de nexos clrrvos y de cr-ralquier or-

nato, incluso el grzrfema 74f carece de remate floral, aunque presenta ápice final ascendente.

El texto reproducido aleya 20 de la azora

coránico: el final de la (a/-Nrr), XXIV incluida en un es

contexto en el clue se exhorta a los creyentes pafa que no presten oídos a las murmuraciones y las calumnias y se insiste en la sabiduría, compasión y misericorclia divinas. No hemos podido localizar, por ahora, ningún otro caso, entre los epígrafes omeyas de al-Andalus, en que se Lrtilice esta aleya.

A moclo

cle balance general, se puede afirmar: 1.") E1 estado muy fra¿¡mentario e incompleto de los textos conservados indica que se han perdido numerosos elementos y que, por tanto, la e1>igrafía hubo de tener en la Mezquita una presencia mayor que en las dependencias del Alcázar de al-Zahra'. 2.') En la Mezquita los epígrafes discurren só1o por frisos y lápidas; es decir, por elementos cle la decoración parietal y no por los de soporte arquitectónico (basas, capiteles, pilastras). Y es que los capiteles de Ia Mezquita, frente a los de otras de-


al-Zahrá' , se caracterizan, entre otros rasÉios, por ser anepígrafos. Sin embargo, ei formulario de Ios frisos de Ia Mezquita, del mismo talante que el de la lápida, diflere del empleado en los frisos del Salón, a pesar de tratarse de I mismo soporte. En Ios de la Mezqr-rita está más sujeto al modelo convencional, mientras que en los frisos del Salón, y en los elementos de soporte , se empiea un tipo distinto pendencias

cle

de formulario fundacional, también estandarizado, según Sheila Blair'6, por los 'abbásíes.

3.") Nada se puede concluit, sin embargo, de los lugares de ubicación original de esos frisos y lápidas, puesto que los objetos de fundación mencionados se reducen a los términos hadihi al-binila

!

/Jaú. l-xusyid, frente a la mayor especificación

qr-re

se observa en la Mezquita de Córdoba, mediante

la inclusión de expresiones como bi-bunyan hac{a lu,ayb ("la construcción de esta fachada"), en la lápida de la Puerta de las Palmas, o fi-rná íayyada-hu nin báü l-ntihrab ("en Io que erigió de e ste mihráb" ) en el zócalo de mármoi del wihrub, entre otras. La abundancia de los restos y las diferentes me-

didas que presentan parecen indicar qr-re Ios lugares de ubicación podían ser

múltiples, como sucede

en

la Mezquita de Córdoba: alminar, puertas de acceso, arcos del in¡erior del oratorio y, en el caso de

los frisos de mayores dimensiones, puede ser que bordearan, junto al techo, el contorno de alguna de las naves interiores. ,1.") Todos los epígrafes están realizados en cúrfico tallado en relieve sobre la piedra y con dos variedades simultáneas de cúfico florido: una más austera, con remates florales sólo en eI grafema I4f cuando presenta apéndice Énal ascendente, aunque en ningúrn caso adqr-riere la forma de "cuello de cisne". La otra variante, más ornamentada, se caracteriza por Ia extensión de esos adornos a todos los trazos altos. No se observa ninguna estilización vegetal exenta para rellenar lo huecos dejados entre las astas, frente a los frisos del Salón y del Pabellón Sur. Estimamos que la presencia y la forma de estos motivos ornamentales indican el mayor reiieve otorgado a algunos de estos epígrafes y no respondían, ni quedaban sujetas, al arbitrio de ios artesanos que pridieron labrar las inscripciones. Sí pueden achacarse a las distintas manos que intervinieron otras variaciones relativas a la rigidez de la

grafía en algunos fragmentos o algunos errores en la labra de los grafemas. 5.") Con respecto a los elementos del formulario, la fórmula

inicial

es

basnala completa, y se incluyen

citas coránicas diversas, algunas sólo documentadas en la Mezquita de aI-Zahrá'. Los pasajes coránicos se reúnen, a veces, en una misma inscripción, algo habitual en la Mezqr-rita de Córdoba, como también lo es que, en otras ocasiones. aparezcan junto a tex-

tos fundacionales, formando parte, asimismo, de la misma inscripción. 1.") Sólo se ha conseryado Ia fecha consignada en la lápida, alrnque en los frisos también se hizo constar ese elemento, hoy desaparecido. Los rasgos caligráficos de los frisos no difieren de los que presenta Ia lápida, por 1o que el margen de oscilación cronológica entre ambos hubo de ser reducido.

6.) El califa es nombrado con la titulatura reducida, de tradición omeya oriental, sin que se mencione en ningírn caso el título de ltnám ni el /aqab en

Alláb, que se docume ntan por primera

vez

para este califa en los frisos del Salón, sí existe coin-

cidencia en la fórmula de petición de permanencia, atala A//áb baqá'a-bu. Por tanto, ya desde el momento en que se construye la Mezquita, la epigrafía de al-Zahrá' muestra la preferencia por esta fórmula, que a partir de entonces acabaría por desplazar y sr-rplantar a la más tradicional a'azza-ha AIláb y a otras expresiones que sólo tuvieron repercusión en momentos concretos, como la ya citada a1\ada-hu Allab o waffar1a-hu Allah y aslaha-ha A//ah, que se consignan en los epígrafes de la ampliación de al-

Hakam en 1a Mezquita de CórdoJ:ar7. En definitiva son muchos los rasgos, especialmente textuales, que distinguen estos epígrafes de ios realizados en las dependencias del Alcázar de al-Zahrá', mientras que los aproximan a Ios de la Mezquita de Córdoba. Pero, si es cierto que existen estas semejanzas lógicas, también 1o es que se detectan diferencias no desdeñables entre ambas Aljamas, que no se refieren en exclusiva al tipo de cúfico utilizado. 2. EPÍCRAFES ATRIBUIDOS A LA DAR

AL-MULK Entre los numerosos restos arqueológicos depositados en los Hangares) zofla de aimacenes del

ttg


Conjunto Arqueológico, se encllentran diversos fragmentos de frisos epigrahados, cuya procedenc.ia se atribuye a la Dár al-Mulk, la residencia privada del califa. En dichos almacenes hay también depositados otros materiales epigráficos de distintas procedencias, como fragmentos de capiteles, ya publicados, o de procedencia desconocida, una basa, muy deteriorada, con escasos vestigios de inscripcióntS y la lápida leída por J. Ribera, que hemos mencionado al principio de este trabajo. Nada en esta lápida, ni su tosca grafía ni el texto que reproduce, guarda relación algr,rna con los diversos epígrafes que ha proporcionado el yacimiento y que corresponden a la etapa de al-Násir o a Ia de al-Hakam II. Junto a todos ellos, existen abundantes restos de ataurique y de decoración geométrica. Los materiales atribuidos a la Dár al-Mulk proceden fundamentalmente de las excavaciones realizadas por R. Yelázqtez Bosco entre IgII y I9231e. Los fragmentos epigráficos corresponden a dos tipos distintos de frisos, caracterizado uno de ellos por presentar el campo epigráfico completamente rodeado por una cenefa geométrica de meandros, presente en el Salón de al-Násir, entre el resto de motivos geométricos, y en otras dependencias del Alcázar, mientras que el otro tipo no presenta ningún otro elemento asociado.

Frisos I y 2, con cenefa geométrica La recomposición de distintos fragmentos ha permitido distinguir la existencia de dos frisos o bandas, pues se han conservado dos ángulos inferiores derechos de la cenefa geométrica, junto al filete derecho e izquierdo, o inicial y frnal, que bordeaba Ia caja de escritura de uno de ellos. Sin embargo, esta constatación no impide que fuese una sola ins-

cripción la que discurría por ambos frisos, como parece desprenderse de los elementos del formulario.

Ambos presentan características comunes, la altura de Ia caja de escritura, con leves oscilaciones, es de 19 cm. y la grafia empleada es cúllco florido tallado en relieve sobre la piedra. Friso 1. Como se ha adelantado, conserva la esquina inferior derecha de la cenefa geométrica, con el arranque de la inscripción, y en otro fragmento el final de la cartela epigráfrca (Fig. 20). Poco más ha llegado hasta nosotros.

t20

Friso 2. De este segundo se ha podido restituir la esquina infe¡ior derecha de la cenefa geométrica, pero no el comienzo ni el final de la cartela epigráfica (Fig. 21). Se conserva ia parte central del friso, con su enmarque geométrico, y otro fragmento, muy deteriorado (Fig. 22), que ha perdido, casi por completo, ese ornato. Fragmento suelto. Es un pequeño resto, que conserva solamente el cuerpo de unos cuantos gfafemas (Fig. 2)). Por el tamaño y el tipo de letra, puede corresponder a uno de los dos frisos anteriores. Su importancia redica en qLle su texro con¡iene la mención del califa. Lectura y traducción

t.

incluye la lectura de lo escrito en ambos fri-

,or. Friso

(f)

dll ..l...(f) t...Jlsi. il-.

1

¡]+

.1. [nl

Friso 2

...(f)

[e>]],á+ -l'

+1t¡+

... 1...-l-llr

;[-1] ü....

+J ;t-...1...

Fragmento suelto

....t¿#'dl Jt]'-i r.n[sJl

r+o]...

En e/ nowl,te dt Dia:... ;onfattza (),'11... (¿,1\... ... por la que ordenrl con¡truir hajo la dirección de

Ta... (¿Tanfa?)... ...

(¿ ?)..

.

... ('Abd al-)Rahtnan Príncipe (de los tes)..

creyen-

.

El cúfico de esta inscripción presenta una gran 1o que le aproxima al realizado en el Salón. En Ia baswala, el grafema 2i adquiere la altura de l2i y su mismo remate fioral. La traza 14 f se presenta con el doble diseño, austero en el fragmento suelto y con apéndice final y remate floral en el friso 1, pero sin la forma de "cuello de cisne". Las termi-

esbeltez,

naciones florales se han aplicado a las figuras 1a, 1 1i

y 8i (tá' inicial) y e.l nexo curvo en AllVh. Si los rasgos descritos asemejan este cúfico al de los frisos del Salón y del Pabellón Sur, otros lo relacionan con el cúfrco previo aI año 34J H., fecha


consignada en esos frisos, y con el que se utiliza en los elementos arquitectónicos de soporte, como la

forma que adopta el grafema lla (yá'aislado), la ausencia de remate floral en 4a @al aislado) o la de elementos decorativos exentos entre las astas. Poco es 1o que se ha podido restituir de la iectura, pero permite determinar, al menos, que se trata

de un texto conmemorativo de una construcción, cuyo formulario responde ai modelo tipo utilizado en el Salón y sus dependencias, alrnque con alguna variante. Ese formulario basmala reducida

tipo, aparte de comenzar con la

y la eulogia baraka tnin Alláh

a

lavor del califa, a veces con extensiones y variantes, incluye la orden de ejecr-rción de 1a obra conmemorada mediante ntin-ttu ax¿ara bi-'anta/i-h)8o o tttittmá'arni/a, "por lo que ordenó hacer" o "por lo que

sucesiones, del que fr-re cesado ese mismo año, y fue

al-tnatbaj enlapropia aIZahrá'gi. Su traslado a la sede califal permite apuntar esta posibilidad, que resulta aún más sugestiva si se pone en relación con el ladrillo de pavimento"i. hoy desaparecido. cuya procedencia se atribuía a la Dár al-Mulk. En su re-

sVhib

ve¡so estaba escrito, según Lévi-ProvenEal, precisa-

mente el nombre Tarafa. Por otra parte, y de

ser

correcta la lectura dVr al-anúr, del segundo renglón, sería Ia úrnica vez qlre en un epígrafe se menciona un lugar concreto del Alcázar de al-Zahñ' . Lo que ocr-rrre es que este epígrafe presenta la particularidad de portar :una grafía que qr-redaba oculta a la vista, un texto cuyo destino, como el de otras piezas semejantes, también desaparecidas, no era su lectura, con 1o que se abre otra vez el interrogante de qué finalidad írltima tenían estos textos y quiénes eran

se

las personas nombradas en el1os.

denado era una construcción.

En cuanto al término tataakku/, cuya lectura hipotética hemos restituido en uno de los fragmentos del friso 1, podría acompañar a las eulogias inicialesst. El Corán recoge diversos vocablos de esta raíz y el concepto de "confrarse en Dios" o "encomen-

hizo", y Ia mención del director de las obra tras 'ah yada1. Ese esquema se reproduciría aquí, con la salvedad de que la expresión hi- antali-hi ha sido snstituida por otra algo más concreta: bi-bina'i-hi, mediante la cual queda claro, al menos, que lo or-

El uso del término biná' está documentado en al-Andalus; por ejemplo, en la inscripción fundacional del arsenal de Tortosa, del año 333 H., con la

darse a Dios"86.

expresión fa - tan¡ma b i n a' u - h7, habiéndose mencionado previamente el objeto de Ia fundaciónsr. Más

Más de 1) fragmentos se han conservado de la otra modalidad de friso, más común en al-Zahra' , sin cenefa asociada y con un filete liso, tallado en relieve, bordeando el campo epigráfico. Los fragmentos que han conservado los frietes superior e inferior presentan una altura máxima de 2f '5 cm.

parecidos

al caso qlle nos ocupa, pues responden

formulario que no especifica el objeto de la fundación, son algunas inscripciones fttimíes, como la de Ia Mezquita de al-Azhar del año 360 H., a nombre del califa al-Mrfizz, hoy desaparecida, pero cuyo texto incluía, tras la basma/a: miwttu anzara a1

j-bi 'Abcl Allah... al Irnám al-Mu'izz /i-ún Anúr al-mu'nzinin... A. Fu'ad Sayyidsr, quien Altab

Friso

3

(Fis.24-28). Lecturl y traducción

bi-bina'

recupera este texto de

al-Maqrizt,

+Lljl... r Ál .r^ [K-x Ál] e*

aQrma que está

...Ie]uN )]-*.r... r

en perfecta armonía con el protocolo de otras ins-

cripciones Íátimíes que él mismo recoge.

En el nombre de Dios, (bendición) de Dios

1t.

,

, as is-

Del personaje nombrado tras 'a/) yday solamente se conserva el grafema 8i Ua'), Io que per-

ttnt)a

mitiría varias lecturas. Sin embargo, resulta sr,rmamente tentadora y sugerente la posibilidad de que la persona en cuestión fuese el fatá y mauD. de aI-

El cúfico llorido empleado es muy semejante al de los frisos del Salón y del Pabellón Sur: profusión de remates florales, aplicados no sólo a alif y lant

Násir, Tarafa

ibn'Abd al-Rahmán. Por eI Muc1tabis

V sabemos que, aparte de su nombramiento como gobernador de Cabra, Carmona, Éctia y Jaén, por el año 131/ 942 ostentó el cargo de supervisor de

1t..,

I

t"ryn;ijo

para ,/ lttV¡lu-...

en Ia basntala (FiS. 24)" 4f ñnal) e incluso a 2i y 2m consecutivos (la') en

sino también a

2ill2t

(la/ ta'fd (Fig. 26) a pesar de que mantienen

su altura

convencional. Pero las semejanzas no acaban ahí,

r21


pues también se observa una serie de estilizaciones flo¡ales que se ubican en Ios huecos dejados entre las astas, exactamente igual qLle en los frisos del Salón y

Pabellón Sur. Algunos de estos motivos se insertan en el fllete superior, desde el que penden sol¡re los grafemas (Frg. 27), mientras otros aparecen como elementos añadidos al cuerpo de los grafemas, sobre 13f (Fig. 25) o sobre 16 a(u,a.u,aislado) (Fig. 26). El

término A//Vh presenta el nexo curvo. La úrnica diferencia con respecto a los frisos del

I4f lleva apéndice final ascendente y remate floral, pero no la forma "cuello de cisne", qlre parece haber quedado reservada en alZahn' a los frisos de ese conjunto arquitectónico. Aunque es poco lo que se ha mantenido del texto, también responde a las frases iniciales del formulario tipo que reproducen los epígrafes del Salón y sr-rs dependenctas'. hastna/a reducida y enumeración de eulogias a favor del califa, como en los frisos del Pabellón Sur. En este caso, y entre las eulogias que acompañarían a baraka, se han cc:nservadct ta'yic/, término que hemos mencionado en relación a una expresión del Friso I de la Mezquita, y surur. Éste último aparece jr-rnto a ai'nta en uno de los frisos del Pabellón Surss y se documenta taml¡ién en las inscripciones realizadas sobre diversas piezas califales de marfil o de metalse. En época posterior es frecuente el uso de éstos y otros términos parecidos, a los qr-re suele seguir Ia expresión li-sáhibi-bi, " para su dueño", como en los zócalos de mármol de la Alcazaba de Málaga, de cronología almorávideeO. A estas eulogias sigue la expresión /i-/-Inta¡¡t, qr-re precedería aI istn del califa con el resto de sus títulos. El título de IntVm y el laqab al-Násir sólo se habían documentado hasta ahora en los frisos del Salón y en algunos del Pabellón Surer. Con posterioridad a ellos y flrera de al-Zahrá' , se consigna el laqab en la inscripción de la Puerta de las Palmas de la Mezquita de Córdobae2, del año 346 H. Éste sería, por tanto, el segundo caso, en testimonios epigráficos, en que el título lwar¡t se aplica al primer califa omeya, lo que aproxima aún más este friso a los del coniunto arquitectónico del Salón y a su cronología. Flemos de decir finalmente que aunque se ha conse¡vado el comienzo de este friso, con el filete lateral derecho (Fig. 24) y, asimismo, el frlete de cierre, en el lateral izquierdo opuesto (Fig. 28), esto Salón es que la traza

122

no implica que sea posible plantear la longitud total de este friso, ni siquiera de manera aproximada, pues faltan elementos fundamentales del texto y, más importante, porclue ese final del friso, marcado por el filete izquierdo, no corresponde con el final de ia inscripción, como demuestra el hecho de que dicho Élete corta r-rna palabra por el centro del grafema )m ('a1n o gdltr, medial). De ello ha de

inferirse que necesariamente este texto tendría su continuación en un friso semejante, ubicado a Ia misma altura, y qr-re la aparición del filete, cortando r-rna palabra, vendría impuesta por la existencia de algún ángulo o esquina en el elemento arquitectónico qr,re le sirviera de soporte.

Fragmento de basa

En la escalera de acceso a la Dár al-Mulk

se

ha localizado recientemente un fragmento de basa (Fig. 29). El director del Conjunto Arqueológico atribuye hipotéticamente su procedencia a estas dependencias.

Como es habitual, el epígrafe discurre por Ia escocia

y sólo conserva el inicio de la fórmula in-

troductoria:

...[i]l

c_+

En el nrtntbre cJe (Dios)...

El único rasgo que se pr-rede señalar es la igualación entre los trazos 2i y l2i, pero, en conrrasre, destaca el aspecto rígido de su grafía; rigidez que le

confiere una apariencia arcatzante, desconocida en los frisos de Ia Mezquita, y remite a una cronología bastante temprana.

En resumen, se puede concluir que en Ios Hangares se han mantenido depositados los restos de varios frisos epigráficos que se atribuyeo a una zona

residencial del Alcázar. Esto constituye una excepción, pues los frisos epigrafiados suelen proceder de dependencias protocolarias, como el Salón y el Pabellón Sur, mientras que las viviendas del AIcázar no han suministrado inscripciones

y

menos

aún sobre este tipo de frisos. Solamente los baños presentan arquitos decorativos y basas epigrafiadas, como el del Salón y el de la Vivienda de la Alberca. La excepcionalidad puede deberse a que se trata de la residencia del propio califa. Sin embargo, cabe plantear también Ia posibilidad de que al uso re-


sidencial de la Dár al-Mulk se añadiese el protoco-

escasos restos conservados

lario, especialmente por la inch-rsión del título de lrnin, consignado para el primer califa sólo en los

fragmentos miden entre

lrisos del Salón y en los cle mayor relieve del Pabe-

llón

del más grande. Otros

2l y 2I'1

cm. de alto.

Fragmento de arquito de mármol Como en otros ejemplares semejantes de al-Za-

Sur.

sólo el fragmento de basa se podría adjudicar a esa

hrá', el conservado en trragona del año i49 H.'J y los procedentes del baño de Ia Alberca, del 310 H., el epígrafe iría distribr-rido en las tres bandas del alfiz y puede que también en el dintel entre cimacios, como en los procedentes del baño anejo al Salón de'Abd al-Rahmán III. En este caso sólo se

etapa cronoló¡¡ica, anterior incluso a la Mezquita,

ha conservado Lrn resto muy pequeño, perteneciente

mientras que los f¡isos con cenefa geomét¡ica de enmarque remiten a fechas previas, aunque cercanas, a la construcción del S¿rlón y el friso 3 debe ser

al frnal de la banda horizontal del alhz, y la correspondiente al lateral izquierdo, aunqlre no completzr (Fig. 30).

Por otra parte, se admite clue la construcción de la Dár al-Mulk corresponde a una cronolo¡¡ía temprana) por la semejar-rza entre sus materiales decora-

tivos y los de la Mezquita. Sin embargo, y en función del anlrlisis de los epígrafes que se le atribuyen,

contemporáneo de éste.

A falta de cualquier resto o indicio cie fecha en los epígrafes, 1o que sus rasélos caligráficos y textuales indican es la realización de obras constructivas en fechas próximas al 345 H., posiblemente se trataba

de remodelaciones sobre lo construido

anteriormente , como sucedió en otras dependencias del palacio. 3. EPÍGRAFES DEPOSITADOS EN EL

PATIO DE LOS PILARES En las naves occidentales del clenominado "Pa-

tio de los Pilares" estaban depositados numerosos restos de decoración parietal, especialmente atalr-

rique, y fragmentos de epígrafes. Su procedencia se atribuye al conocido como "S¿rlón de las Dol¡les Columnas", aún no excavado, que se sitúa al occidente de dicho Patio.

En este conjunto epigráfrco, compuesto por numerosos fragmentos, se hn podido distinguir, en función de las medidas y de los rasgos epigráI1cos, la existencia, como

mínimo, de cuatro frisos de pie-

dra, aunque pueden ser más. Junto a ellos, se ha localizado un fragmento de arquito decorativo en

mármol blanco, cuya posible procedencia está por determinar. Todos los frisos presentan cúhco llorido tallado en relieve

y el campo epigráfico bordeado por

Lcctura y rraJrrt'ción

AIhz. Bancla horizontai

(t)...a-l-i1... Alfiz. Banda vertical izquierda .'11Á

Ji" +

++

é[-]

..

.

... en el añ0... (¿?) ... ba1,, la dincLión

J, Yaltr.

su

faü...

Está realizado en la variante más austera del cíLfico, propia de los elementos arquitectónicos de soporte de época de al-Násir y, en especial, de estos

arquitos decorativos de cronologías diversas. Aunque no se ha conservado ningírn rem¿rte floral, es posible c¡-re el grafema 14f sí 1o llevase, como es habitual en este tipo de soportes

El hecho de que no

consigne la fecha, o clue ésta haya desparecido, obliga a intentar ajustar sr-r se

cronología en función de las similitudes con respecto a otros arquitos en que se menciona aYa'far tras'a/) yadal. Dejando a un lado los frisos del Pabellón Sur, deI 345 H, donde Yu'fur es nombraclo como fatá y r¡tau,/), con la grafía muy ornamentada y solemne propia de este tipo de soportes, volvemos a encontrar la mención de Ya'fa¡ en un arcluito, conservado en Tarragona, con fecha expresa del año del 349 H.er y en ios dei baño de la Vivienda de la Alberca

un lilete liso. La altura de los fragmentos va desde

del 350 H.

los 17 cm., correspondiente al friso de dimensiones más reducidas, hasta los 30 cm. que presentan los

En cuanto al arquito de Tarragona, presenta un tipo de grafía próximo, una misma composición e

r23


idéntica decoración en el borde del intradós (Fig. 31). De hecho, rec.ientemente se ha planteado que

el lugar de procedencia de este arquito hubo de ser Madinat al-Zahra', concretamente el baño del Jardín Altoet. Difieren, sin embargo, los motivos decorativos de los cimacios y de las albanegas y el florón en los ángulos de Ia banda epigráfica del alfrz. En el de Tarragona se menciona r Ya far, tras 'a/) yaday, pero como frtü y xtau,l) de I califa, aquí sólo como fañ, y el texto cle trragona concluye con Ia mención del año, mientras qlle en éste, Io hace con Ia del célebre faü. Es por ello que se ha restituido hipotéticamente el término irlnd, al final de la banda horizontal, pues ei año de terminación debía, en este caso> mencionarse antes de 'aD 1ada1-. Aunque también cabe la posibilidad de clue no se mencionase el año y clue Ia tnza ltf (bA' final) corresponda al final de atVla Allah baqá'a-ha. En cuanto a los arquitos de la Aiberca, hay qr-re marcar las grandes diferencias clue se observan en los elementos decorativos, al igual que sucede con los del ejemplar de época de al-Hakam II, del baño próximo al Salón de al-Násir, ya mencionado. Sin embargo, sus rasgos caligráficos le aproximan a estos últimos y, especialmente, la forma en que se ha tallado el nombre ia'far y el grafema 17f y a, en 'ah 1-ac/a1 , encuentran su paralelo más cercano precisamente en estos arquitos del año 3i0 H. Por úrltimo, la cenefa geométrica de enmarque no f,parece en estos otros arqrricos. pero se asemeja a la que presentan los Frisos I y 2, de la Dár al-

Mulk. En función de todos esos datos, la cronología de este arquito debe situa¡se a partir del airo 349 H., fecha expresa del arquito de Tarragona, y más concretamente, por sus rasgos caligráficos, entre los años 350

y 3t1 H.,

fecha esta ú1tima considerada

como tope para el arquito de al-Hakam II del baño anejo al Salón de al-Násir, realizado todavía en el cúfrco típico de los elementos arquitectónicos de soporte de época de al-N,rsir"t.

Friso

1

Tras establece¡ un cie¡to orden en r-rna serie de fragmentos (Fig. 32), se ha podido aislar este friso, clryo cúfico, como el de los frisos del Salón, se caracteriza por la extensión de Ios remates florales a todos los grafemas con desarrollos verticales, in-

t24

cluyendo entre ellos eI trazc¡ 7f @Ad final) (Fig. 33 y 34), y por la utilización de elementos clecorativos de relleno (Fig. 35), en este caso también sobre 7i (.rad inicial).

El texto que reproduce difrere, en cambio, de los formularios empleados en el Salón, fundamentalmente por la inclusión de citas coránicas. En este caso se trata de Q. XXXIX,74, cita que se reprodr-rciría completa, pues se ha localizado un fragmento de la úrltima palabra Q/- amilTn) (Fig. 36). En cuanto a Ia ha.rnmla, junto al filete lateral derecho de arranque de la cartela, sólo conserva el primer elemento, por lo que no se puede saber si era

completa, como en la Mezqr-rita, o reducida, como en el Salón. Lectura y traducción

S:lri, o:cl; GJ* cLü] ,''r.,- lryl

g]*

i9g

L+J'

J-ltül

....ru¡ut>l*i .[-,.j¡ En el nr¡xtbre de (Dios...)... Dios (y) clirán la (alabanza a Dios, Que) nos ha cuwp/ido

.ru prowe.ra 1, nos

ha hecho heredar /a tierra. Poc/ernos estab/ecernu en (eI jardín) clande (qteramos. ¡Qué) grata es la recortpensa de

lrr

que obran

bien,t(Q.

XXXIX,

74).

No hemos podido documentar esta cita coránica en ningún otro texto epigráfico; sí 1o está, en algunos epitaflos, el frnal de Q. XXXIX, 75, donde se afrrma, como en otros pasajes coránicos, a/hantdu /i-/kh rabb a/-'á/antin ("Ia alal¡anza a Dios, Señor de los mundos")et. Pero no es ese el tono de Q. XXXIX, 74, sr-r contenido es más rotr-rndo y explícitoeS, por lo que el hecho de circunscribi¡se su vso a al-Zahra', como ya se ha visto con otras citas coránicas de la Mezquita, debe responder a alguna calrsa, qlre sólo, y en el mejor de los casos, podemos llegar a intuir. No obstante, la alusión en esta aleya a la tierra como herencia concedida por Dios, en cumplimiento de su promesa, y especialmente ia frase "podemos establecernos en el jardín, donde queramos", como recompensa de Dios a los que obran bien, dejan entrever Ia relación simbólica que


se desea establecer entre la alusión al paraíso del texto revelado y el establecimiento y la erección de

la ciudad de al-Zahra'

Friso

.

por favor suyo, en la Morada de la Estabilldad (dar a/-rnuqanta). No sufriremos en ella pena, no sufriremos cansancio". Por tanto, esa alal>anza a Dios por haber "retirado de nosotros la tristeza" está en relación con la "entrada en los jardines del Edén", en Ia

2

Presenta unas características gráficas semejantes al anterior y es en este friso donde mejor se aprecia la extensión de los remates florales a todos las astas y grafemas con desarrollos susceptibles de llevar esos ornatos (FiS.37). Se ha conservado la parte central del friso con el hlete superio¡ e inferior, pero ningún elemento del comienzo o el final de la cartela.

"Morada de la Estabilidad", otra forma de designar el paraíso coránico. Si cualquiera de estas aleyas, o las dos, acompañase, como es posible, a la conservada, la hipótesis, que hemos planteado sobre la equiparación de la ciudad de fundación califal con el paraíso prometido a los creyentes, se vería aún más rcforzada.

Friso

Lectura y traducción

3

Dios (que ha re-

Este friso conserva el comienzo de la cartela, con parte del filete lateral derecho y diversos fragmentos correspondientes a la zona central. Aunque el tipo de cúfico florido es semejante al de los precedentes, con extensión de las terminaciones florales, presenta un acentuado adelgazamiento de las astas y del cuerpo de todos 1os grafemas, 1o que confiere a su grafía un aspecto especial, diferenciándolo de

tirado de nosotros la) tristeza,t En aerdad nuestro Señor es (indvlgente y mriy agradecido)... (Q. XXXV,

los dos anteriores (Fig. 38 y 39). Otro rasgo insólito consiste en la colocación de una estilización vegetal

3U34).

sobre el grafema

ajr

(por r.o:,J|, 51s)

¡"-l

El;l J[Fl

l3Jliis

"L[...]

\lc ','+:i

.e:Jl.]

...[t:s-,::r'-]l ... (¿?) Y clirán: ¡Alabado

sea

Con respecto aIa caligrafía, junto a lo ya apuntado, este friso también permite comprobar que el uazo L4f lleva apéndice flnal ascendente y remate l1oral, pero no adquiere la forma de "cuello de cisne". Por otra parte, se observa un caso de haplografía en al-bantdu, con supresión del alif deI artículo tras el final de qa/u. Este fenómeno, aunque documentado en algún casoee, no es mlry frecuente en textos epigráficos. En cuanto al contenido, sin restos de la fórmula

serto sobre su apéndice final, con el típico retroceso a la derecha y en horizontal, muy marcado en este caso, 1o que ha dificultado realmente su correcta

El texto comenzaba con la basntala (Fig. 38), tampoco sabemos si completa o no, y continuaba con Q.

Tampoco hemos encontrado en epigrafía omecuyo contenido se enmarca también en un contexto de referencia al paraíso como recompensa a los creyentes por sus buenas obras. La aleya que le precede

XXXY

30133) dice: "Entrarán en los jardines (lannVt'acln). Allí se les ataviará con bradel Edén zaletes de oro y con perlas, allí vestirán de seda", y la siguiente (Q. XXXV 32135): "Nos ha instalado,

(Q.

XXY

11, una de las citas coránicas presentes

en la Mezquita, que aquí conserva algún elemento de los perdidos en dicho edifrcio y, por e1 contrario, se han perdido parte de los allí salvados. Lectura y traducción

ránico, Q. XXXY 71134, su comienzo y algunos

ya de al-Andalus, rastro alguno de esta breve aleya,

in-

cerpretación.

o fórmulas iniciales, reproduce un fragmento coelementos centrales, el resto ha desaparecido.

I7 a (yá' aislado), exactamente in-

f

J,+ ,l\-i

¿l

+Il c[:S]...[...nl -]-.+ I 3li v'* LÁ tJl rn "'L"' J

En el nortbre de (Dios...)... Bendito sea quien qaisiera te (daría algo mejor que eso...)...

s)

Como hemos come ntado en relación a la Mezquita, esta cita coránica alude al paraíso, concedido por Dios. El no estar documentada en otros epígra-

L2t


fes andalusíes

y

aparecer, en cambio, reperida por

(o bien

dos veces en al.-Zahrá' , e n la Mezquita y en el Salón de las Dobles Columnas, puede indicar la preferen-

... pra/ongue Dios

cia, entre los círculos del poder de aI-Zahra', por esta aleya o por lo que su conrenido venía a representar o a simbolizar para ellos. Esa preferencia parece dirigirse, en realidad, al

tema del paraíso coránicol0i), pues, de hecho, todas las aleyas de este Salón coinciden en ese punto: el aspecto central de su contenido es el paraíso. Si a eso se añade que la utilización en epigrafía omeya de estos textos coránicos se circunscribe a Madinat al-Zahrá't01, parece lógico concluir que el objerivo de la elección y reiteración de esos pasajes coránicos era representar simbólicamente la nueva ciudad, sede del califato, a través de 1a imagen del paraíso coránico con sus jardines y palacios, esrablecer, e inducir a que se estableciera, tal asociación. La ciudad representada simbólicamente por el paraíso, imagen habitual en el Islam medievalr02, se matenaliza y se hace parente, enrre otros medios, a través de los textos epigráfrcos, de la escritura propagandística del poderr0:i. Sin embargo, en Madinat al-Zahrá' sólo determinados enclaves, la Mezquita y Salón de l¿rs Dobles Columnas, han proporcionado inscripciones con pasajes coránicos, indicando qr-re era precisamente en esos ámbitos donde se requería la legitimación religiosa. Si Ia presencia de1 Corán resulta lógica en 1as Mezquitas, ranro en la de aiZahra', como en la de Córdoba, en el caso del Salón de ias Dobles Columnas dicha presencia plantea una serie de interrogantes sobre la función especíhca que en sll momento se deparó a este edifrcio.

(st permanencia)...

... (sino) É/ y lot ánge/u... Q. III, 16 (o bien Q. en el últirto día 1 en lrr áagelu...).

II,

172: ...1

La grafía círfica parece igual a ios anreriores, aunque sólo se puede comprobar la presencia de remates llorales en las astas y de nexo crlrvo en

A/kh. Lo poco que se puede resrirlrir de su contenido importante, pues suministra el írnico vesriélio de un texto de fi-rndación -afala Ailah (Frg. ,10), c1r-re iría tras la mención clel califa- y viene a confirmar, es

también en este caso -por la expresión, sin duda coránica, u'a-l-malá'ika (FiS. ,í1)-, la ftrsión de rextos coránicos y fr-rndacionales, como en Ia Mezclr-rita.

El relieve

hubo de tener este Salón de la Dobles Columnas plrecle intuirse por la abundancia qr-re

de restos de atauricpre y epigráficos. Sobre la epigra-

fía,

se

puede allrmar que falta br-rena parte de 1o que

originalmente tlrvo que existir. Así, no ha quedado ni rastro de los títuios califales, que tenían que consignarse, ya fuera en su versión amplia o en la

ni de otros elementos fijos en los formularios fundacionales. Los rasgos caligráfrcos remiten a una cronoloredr-rcida, ni de fecha alguna

gía próxima a la construcción del Salón de 'Abd al-Rahmán III, aunque el contenido tan diferente de sus inscripciones, indica un carácrer o Lrn uso especial de este otro Salón. ,I. EPÍGRAFES DEPOSITADOS EN EI,

CAMINO DE RONDA BAJO

Friso 4 Ha quedado constancia de este cuarro friso sólo por dos fra¡¡mentos de epígrafes (Fig. .i0 y 41), clue se

[¿S])L"ilr

diferencian de Ios anteriores por sus medidas: 30

cm. de altura, y ésta no es completa, pllesto que faka eI ñlete superior, por lo que e1 friso al que pertenecieran hubo de ser el de mayores dimensiones de los hallados hasta ahora en aI-Zahrá' .

Lectura y traducción

.... [,tÁ.,.],ir1

J[Lti]...

Bien poco es 1o que, por ahora, podemos decir sobre estos restos epigráficos, cuya selección, clasificación y estudio se abordarhn próximamente . Pero

sí queremos señalar que en esa zona de al.Zahra' se encuentran depositados numerosos materiales decorativos con motivos de atauriqr-re, geométricos y epigrá6cos, muy fragmentados y mezclados (Fig. 42 y 43). Entre estos írlrimos se pueden distinguir restos de frisos, con grafía en el mismo círfrco florido que venimos analizando, como puede verse en ios remates llorales de las astas.

j[--Yl 126

¡:Jl_i...]) ...[4s])^ll_, ].[-A Y]]...

En algr-rno de los fragmentos epigráÉcos se pue-

de leer parte del i:m deI primer califa (Fig. 44) y


en otro el elemento final del

título máximo de la

dignidad califal (Fig. 45).

let

... de (Dios)...

sr-r

e1'ecución. En la parte conservada se

Ia hastta/a complera.

Lectura y traducción

Lectura y tradr-rcción

...

diferentes en

rr^;-[ll .+t]...

.'..ri,.Jl J'a:JJl 4-[lll .,a]

1...,ú,t] ."r"...

(En el nombre de) Dios, el Clentente, el /úi:et'j-

('Abd al-)Rahmán...

. .[úr,^]3Jl []^i1... La expresión win Alláh debe corresponder del califa, baraka min Allab

..

a

5.2. Fragmento de piedra calizablanca, de pavimento (Fig. 47), con inscripción en grafía cursiva, pintada en manganeso. Procede del patio de la

o

Casa de Ya'far

... (Príncipe de) /os crelentes ...

las eulogias a favor

cordioso.

y apareció en las excavaciones realiAntonio Vallejo, Director del Conjunto Arqueológico.

cualquiera de sus variantes, que se ubican tras la basnala reducida en los epígrafes del Salón Rico y

zadas recientemente en dicha zona pot el Dr.

sus dependencias.

Es la única que cuenta con contexto arqr-reológico,

El motivo de adelantar ahora dichos datos

es

parietal debieron pertenecer a otro edificio de representación de época de al-Násir, aún no excavado y de ubicación

porqLre esos elementos de decoración

incierta.

i.

Reunimos aquí, por último, tres epígrafes localizados en diversos enclaves y descontextualizados, excepto uno de ellos.

i.1. EI primero

estaba depositado en la vivien-

la Casa de Ya far, pero su lugar de procedencia se desconoce. Presenta una fractura en horizontal, que lo divide en dos mitades (Fig. 46), y

da de servicio de

a

Lectura y traducción

..._^_JI Át pi En e/ non¡bre de Dios. el C/entente...

OTROS EPÍGRAFES DIVERSOS

su altura

aunque no se l-ralló in situ.

total

es

de 29'1cm. Esas medidas apLrntan

un friso de grandes dimensiones, cercanas a las del

Friso n.",1 del Salón de las Dobles Columnas y al n." 5 de la Mezquita

Su texto reproduce la basmala completa, falta sólo el término al-Rahint, y su interés radica en el tipo de grafía cursiva Lrtilizado -cuyo único paraIelo en al,-Zahra' lo proporcionan los nombres, en letra cursiva incisa, grabados en Ias cerámicas de

pavimento de las excavaciones de Yelázqwez Bosco, hoy perdidas- y en la técnica empleada, pues, por el momento, es el único ejemplar en piedra con ins-

cripción pintada'o'1. En este caso no se puede determinar si el texto pintado quedaba oculto a la vista en su disposición original, debido a que tanto el anverso como el reverso de esta pieza presentan unas características seme jan

trs.

Realizado en cúfico florido, presenta una inusitada

prolongación de las astas y del apéndice frnal as-

cendente del grafema 74f , pero sin llegar a la forma

de "cuello de cisne". Los remates florales aparecen en todos los trazos

altos y se incluyen estilizaciones

vegetales sobre el grafema

)i

(lrA').

Por los rasgos caligráficos, pertenece a la etapa

de'Abd al-Rahmán III, con una cronología próxima a la del Salón de las Dobles Columnas. Sin embargo, su grafía ofrece un aspecto más rígido que la de los frisos precedentes o los del Salón Rico

y

Pa-

bellón Sur, que no creemos se pueda achacar a una cronología distinta, sino a la intervención de manos

5.3. El último de ellos es un pequeño fragmento de friso (Fig. 48), localizado recientemente en el Jardín Alto, entre los materiales decorativos que F. Hernández atribuyó al Pabellón Sur ¡ efectivamente, puede encajar en alguno de los f¡isos ya publicados del Pabellón, pues el término que reproduce encajaría en la enumeración de eulogias a favor del califa que aparecen tras Ia basntala teducida. El hecho de no conservar ningún resto de ornato Io identifica con las partes más austefas que se nos han consefvado de esos frisos, exactamente con Lrn fragmento de friso sin remates florales, correspondiente al frnal 121


de la cartela y en el que se menciona la fecha'i". La

parte integrante de la decoración parietal, y

altura de este nuevo fragmento, 16 cm., también le relaciona con este friso del Pabellón Sur, que tiene como medida máxima 16'60 cm., mientras que en el resto de los frisos sobrepasa los 20 cm.

basas, capiteles y pilastras, entre los elementos arquitectónicos de soporte. Los epígrafes realizados sol¡re frisos presentan un tipo de grafía cúfica más solemne y ornamentada, mientras que en los arquitos, capiteles, basas y pilastras el círfico es de diseño más austero.

Lectura y traducción

...ri;!1...

1)

El uso de frisos queda aún más re stringido, pues só1o han proporcionado este tipo de materiaies los salones mencionados, la Mezquita y la Dár al-Mulk. Y la presencia de lápidas sólo se ha constatado en la Mezquita. Por otra parte, en época omeya sólo se han localizado este tipo de frisos epigrafiados en Madinat al.-Zahra'y en la Mezquita de Córdol¡a, frente a la dispersión de otros elementos, como capiteles, basas o pilas.

t)

Por tanto, se puede afirmar que la escritura más solemne, la de los frisos, se reserva a las depen-

... la glaria 1...

Ei término a/-'izza tendrá una presencia frecuente en la epigrafía andalusí post-omeya y especialmente durante las etapas almorávide y almohade , a ambos lados del Estrecho, a través de la expresión al-''izza li-ilAb, "la gloria pertenece a Dios", cuyo uso se mantuvo en la epigrafía posterior de nazaríes y meriníes. Se trata cle un u¿asdar de la misma raíz que la fórmuIa a'azza-ltu A//áh, invocación a favor del califa omeya consignada en los textos fundaciones antes de que en aI-Zahra' se optara por el uso preferente de atála Alláb baqa'a-ha. Apesar de ello, se puede constatar cómo en determinados momentos y sobre determinados soportes se rememoraban estas expresiones. Así, a''azza-bu A/kb volvió a vttlizarse, tras la mención del califa, en las pilastras del Salón Rico, pero sólo en ellas, por Io que sll uso en ese contexto se calificó .le "arcaizanre' 'ó.

dencias más cualificadas, y, dentro del Alcázar, a las dotadas de función protocolaria o de representación, no residencial, con la excepción de la

Dár al-Mulk, cuya firnción pudo sobrepasar ese uso estricto. estos materiales, se confrrma que Ia epigrafía tiene una presencia relativamente escasa, en comparación con la abundancia y mayor relieve del resto de elementos decorativos y que la inclusión de pasajes de Ia revelación, de citas coránicas, se reserva a espacios mily concretos: la Mezquita y el Salón de las Dobles Columnas, estando ausentes en el conjunto arquitectónico del Jardín Alto, en la Dar al-MuIk y en los baños. por supuesro rambién en los epígrafes de capiteles y basas cuya ubicación original se desconoce.

7)

Hasta el momento, la fecha expresa rr,ás arcaica, proporcionada por las inscripciones, es eI ail 333 H. y la más reciente el airo 362 H., consignado en el capitel a nombre de al-Hakam II, sin que exista ningún indicio de intervenciones por parte del califa Hifim II. Frente a 1o que sucede en el caso de ai-Hakam, Hifim no aparece mencionado en ningírn epígrafe, ni como heredero designado ni como califa1o7.

8)

Entre esas dos fechas, se ha podido comprobar que el grueso de los epígrafes pertenecen a la

De todo Io que hemos explresto hasta aquí, se puede inferir, a modo de resumen y conclusión, lo siguiente:

1)

En Madinat ¡l-Zahra' la presencia de Ia epigra-

fía queda restringida a dependencias concretas y aparece siempre asociada a Ia decoración parietal de atauriqi-re y orros morivos ornamenraies.

2)

Las dependencias que, por ahora han proporcionado epígrafés son: la Mezquita Aljama, Ia Dár al-Mulk, el Salón de'Abd al-Rahmán III, el Pabellón Sur, el baño contiguo a este Salón y el de la Vivienda de la Alberca, el Salón de las Dobles Columnas y otro, aún sin excavar, y cuya ubicación se desconoce, aunque, según el director del Conjunto, podría estar sobre el

Jardín Bajo.

3) Sirven de soporte a Ias inscripciones: frisos, lápidas, tableros y arquitos decorativos, como

I28

A la vista de todos

6)


etapa del primer califa, con una primera fase fundacional en torno al 333 H., con la construcción de la Aljama, y orra posrerior. cLryo inicio se sitúa enrre

los años 342

y 34t H., cuando

ntala completa seguida del tdhl¡|, según Q. VI,

t63. esa basma/a omeya oriental, sí se mantuvo en las leyendas de las monedas de los

11) Sin embargo,

se erige el Salón de al-Násir. Esta írltima supuso, en el terreno epigráfico, la introducción de innovaciones significativas en caligrafíay en los formularios, especialmente en lo relativo a los títulos califales; innovaciones qLre coinciden con Ia profunda remodeiación llevada a cabo en

califas omeyas andalusíes. Esta diferencia entre

el registro epigráfico y el numismático tal vez haya que achacarla no sólo a que la acuñación de

moneda a nombre del califa era, como en el caso

deIajutba, una prerrogativa soberanal0t, sino al hecho de qlre, por su trascendencia y repercusión económica, la moneda debía ajustarse, en mayor medida que Ios textos epigráfrcos, a las pautas y los cánones ya establecidos y fijados desde Ia reforma de 'Abd al-Malik.

eI AIcázar.

9)

10)

La epigrafía de aI-Zahrá' , esta escritura de aparato oficial, evidencia el abandono dehnitivo del círfico arcaico de tradición omeya oriental, según la denominación de M. Ocaña, y su sustitución por el cúrfico florido, en el que destacan la existencia de nexos curvos, que rompían con la absoluta rigidez anterior de la línea de base de escritura, la prolon¡¡ación de determinados grafemas mediante apéndices finales y los remates florales aplicados a éstos y las astas.

El contenido es, asimismo, innovador, con

la

12)

El registro epigráfico

es, por tanto, aquel en el que se manifiesta de la forma más eviden-

te el abandono de la tradición omeya siria por

parte del califato omeya de al-Andalus

y

la

adaptación de éste a las exigencias de su propio momento histórico, aunque en cualquier momento pudieran rememorar ciertos elementos de ese nirá¿ omeya, de la "herencia" de sus an-

imposición de un formulario frjo, sin citas coránicas, conmemorativo y propiciatorio para el

tepasados. Y es que ostentar la dignidad califal

califa, reservado a las diversas dependencias del Alcázar. Pero, incluso en la Mezquita y aunque se inclr-ryan la ba¡nmla completa, citas coránicas y el objeto de Ia fundación, no se reproduce la secuencia introductoria típica de La epigrafía omeya oriental, denominada por Solange Ory como "ba¡xm/a omeya", consistente en la bas-

al-Andalus, implicaba superar las expectativas que se habían marcado sus ancestros en Oriente, y equipararse a sus competidores, mediante la adopción de todas las reformas introducidas por los califas 'abbásíes, de las que también se

en el siglo

X, como

1o

hicieron los omeyas en

habían hecho eco, con slrs matices específrcos, los frtimíes

t2g


NOTAS Reférencia del Proyecto de I+D: BHA2002-04101-CO201. Título: Aladinat al-Zahru': relresentación I Prol,rr¡¡o ,t, lodr caltJa/ a traaís del registro maleria/ ), rexlial. Financiación: Ministerio de Crencia y Tecnología. Cfr. M. Ocaña Jrménez, E/ cíJico hislau 1 :u etoluciín. Madrid, 1970, pp. 34-3), lám. XVIIL

R. Velázquez Bosco, noria

A/ Andalu¡. La.¡ ¿rtes islán¡icas en Eslaña. }f.a' drid, 1992, p. 241 , n." 3:i. En epigrafía funer¡rria and¿lusí Dodds (ed.),

17.

i'.

1iJ. A. Labarta, "Inscripción cúfica cle un capitcl califáI". A/-

Excauaciones en Medina Azahar¿. t\Ie-

sobre la de:cthierto en dichas excaaaciaues .

Madrid.

192 3.

19.

pp. 17-18; E. Lévi-ProvenEal, lnscúltions arabes d'Espagte. Leiden-París, 1931, p. 8, n." t3, p1. II d. R. Velázquez Bosco, Ale¡hna Azzahartt 1 Alaxtiriy. Madrid, 1912, lám. XXXVI; referencia en Lévi-Provenqtl, Inscri! tians, p.8, n. 2. Esta es la lectura de Lévi-Provengal, lucúptions, p. 8, n. 2, pl. II e; mientras que la traclucción "Tarafir para la cas¿r de ei Ibquí" es la ofrecida por R. Jiménez Amigo; E. Ruz Martínez; R. Castejón y F. Hernández Gtménez, Excauaciaues eu t\4edina Az-Z¿hara (Córdoba). t\letnoria de los trabajos rea/izados par la Conisióx de/egada director¿ ¿le hts nisnns. Madrid, 1926, pp.6-7, lám. XXIIL M. Ocaña Jiménez, "Capiteles cle la residencia califal de

6.

Madinat az-Zahra". Baletíx Bellas Letra¡

1 Nobles Artes 1931),pp.5-16.

de

l¿ Rea/ Acad*ni¿

de Córdoba.

"Capiteies epigraliados de Madinat al-Zahrt"'. A /-A ndalrc. IV (19-16 1939), pp 15ti-165; "Capiteles fechados dei srglo X" . A/-Anda/a:. Y (1940), pp. 437 -449t "Obras de al-

20.

¿t

I / i rt.

Pavón Malclonaclo, AIennrLt dt /¿s exut¿ciones de la Mezqttta.

25.

Jiménez, E/ cúf.co b)spana, n." 12, lám. XII. Pavón Maldon¿do, lTenori¡ le las excata¡iant: lám.

dc

/a frIezqr)ta,

LXXXIII y LXXXIV

26. Reproducción fbtográhca,

aunclue incomplcta, en Pavón

Maldontrdo, l[etloria dc la excataiane¡ cle la l[ezqaita, lán. LXXXIII, a, y lectura y traducción cn Ocaña Jrménez,, El ú.f.co hiEtano,

n." 12, lám.

Xll,

parte inicial.

pp. 157 1ó8. "Inscripciones árabes clescubierttrs en Madrnat ¿L-Zthra' en

29.

Acerca de la dos vari¡rntes de esta fórmula cn epigrafia ome-

II

en Madrnat a|-Zahra"'.

Al Andalu¡. VI

(19,11),

C)caña,

pp. 12ó-

través de los datos proporcionados por la epigrafía. Ocaña Jiménez, "Capiteles epigrahados cle Madinat al-ZaOcaña Jrménez, "Obras de al-Hakam

hrá"', p.

J0.

ya de al-Andalus, M.' A. Martínez Núñcz, "Senticlo de la epigrafia omeya de al Andalus", en M.'J. Vigrrcra Molins y C. Castillo (coords.). E/ e:ploilor cle las Onre1n cardobeses. L¿ ciLj/ización ntlu/rt¿tua de Erropa )ccidntal. Exposiiín en l[adind¡ al-Zabra'. 3 de na1,o a .3A de.reptienbre clt 2001. Granada, 2001. Yol. Esndias, pp. 413 414. S. Blair, "-What Date of the l)ome of the Rock", enJ. Ilaby y J. Johns (ecls.), Balr a/-Xtaqdi:. Abd al AIalik's Jeut.¡ale¡¡t. P¿rt One. Oxford, 1992, pp. 59-88; de la misma autora, 1.r/anic Inscriptiarn, pp. 29-10.

31. M.

Ocaña Jiménez, "Inscripciones árabes funclacionales de

la Mezquita-Catedral de Córdoba" . Cuaderna: de t\4adin¿t

II

Zabru'.2 (19¡l¡l-90), p.

en Madinat al-Za-

15t3.

OcañaJiménez, "Capiteles epigrafiados de Madrnat al-Zahrá"', n." 1,4y ).

M." A. Martínez Núñez, "La epigrafía del Salón de 'Al¡d al-Rahmán III", en A[adinat al-Zaltrá . El Salín de'Abd a/I?ahrún lll. Córdoba, 1995, pp. 107 I52.

M." A. Martínez Núñez, "Epígrafes a nombre de ai-Hakam en Mtrdinat al-Zahra"'. Ca¿dernos de Mar/inat al-Zabra'. 4 (1999), pp 83-103. t6. Sobre la bavna/a reducida en el Salón, Martínez Núñez, "La

L'

epigrafía del Salón de'Abd al-Rahmán III", p 1 39. EI único precedente en el uso de la b¿¡t¡tala ¡educida lo proporciona

un capitel de época del emrr'Abd al-Rahmán II, cuya procedencia se ha atribuido a la Mezquita de Córdoba, cfi. J. D.

130

veces a algúrn nomb¡e dc ofrcio, pero

una lectura y traclucción menos complcta (p. i 26) que en la obra de Ocañe

hrá"', p.61.

11

ar

táel o nn'

p. 126.

p. 220. tn e\ts Jrri(ulo de.cribe la trayecrori.t Je Y¡ lir ¡

13

m

y reproclucción en Pavón Malclonaclo, lIu¡t,tu¿ de l¿s exc¿taacione¡ de la t)Iezqilta, p.12ó, lám. LXXXII a. 28. OcañaJiménez, El cífn h:pana, p.30, n." 11, lám. XL

127. Algunos de ellos ftreron incluidos y descritos en Ocaña .limétez,El cúfica hispano, pp. 30-31, n.'' 12, lám. XII. En "Ya'far el eslavo". Cuaderno.¡ de la Alh¿tnbra. 12 (1976),

1)

relleren

2L lbíden. Iám. LXXXI-LXXXIV 22. lbídut¡.lám. LXXX. 2). I hídun, pp.126-127, lám. LXXXII a-d. 24. Ibíd¿n,lám. LXXXL En 1a l[unr ja se ofrece

1914". AI-AndaIu.¡. X (1915), pp. 15I-Ii9. Volvió a rriltar el tema en E/ cíjlca h)spana, pp. 3l-i2, n.'' 1,i, lám. XIV B. Pavón Maldonado. .I[enori¿ de /as excauacione: de /¿ Mezqaira de Medinat al-Zahra. Madrid, 1966, láms. LXXX-

tl

se

otr¿s a ntbail)s,

Traducción

LXXXIV y fragmentos con lectura de M.

t0.

miltcrialcs,

27.

Hakam

9.

Qantdv. XIII (1992), pp. t4) 147. Esto mismo es lo que pltrntea, entre otros, S. Blur, ls/auic lnsliptor. Eclimburgo, I998, p. 50-11, cu¿rndo alirma que estos nombtes ttas'¿trild/, sobre los más diversos soportes y

de Cienci¡s.

l2 (julio-sepnembre

no e stá clocumenttrda, pues se emplea la basna/¿¿ completa. Oc¿rña Jiménez, "Ctrpiteles fechaclos en cl siglo X", n." 'l; ''Yx ldr,I cslaro . )¡'r.

i2.

a/

l, lám. J.

Martínez Núi'ez,"Laepigrafía del Salón de'Abd al-Rahmrn

III", pp.

33. 34.

11i, n."

139-1,10.

Biair, Islaruic In:triptanr, p. 3f3. Ocaña Jiménez, "lnscripciones ¡írabes tunclacionales de la Mezquita-Catedral cle Córdol¡a", pp.16-i7, n." 5,Iám. 5 y p. 20, n." 7 ,lám. 1 En ltrs de las impostas y en la del zócalo de mármoi dcl ,.,/bub: lb/d,".. ff. I I li. .

15. 36.

de A1 n Gtr". Br/le¡in da XX (1967), pp. 98-148, especialmente,

S. Or1', "Les graffiti uma)yrLlcs Mnsíe de Bt1,vs¡r¡¡.,

AA.W, Chateatx onnlyader de Sy)e. París, 1991, p. 19, n." 1 6. 'Ihmbién aparece en la inscripción conmemorativa de la presa de TI'if, en el Hifz, del año 58 pp.143-114;

H.,

a nombre del calila

Mu'awiyya, G. Miles, "Early Islamic


Inscriptions near Ta if in the Stil.li¿t.

f (1!48), pp.

Hty-az" . Jaat'nal af Near Ea.rteru 2)6-21+2. Se clocumenta, asimismo,

en inscripcioncs frLnera¡ias posr omeyas; F. Imbert,

"La

nécropole islamique de Qasral al-Balqá'cn Jordanie". ,4r rhíologie Is/aniqtrt, 1(Ir)92), pp. 17 )9, especitrlmente pp. 5i-511. Son cle cronología'ablxsí

1'

50.

51.

el cúfico cn el que están

realizad¿s es arcaico y sin decoración.

i-

A/libttnn¿t se incluye antes de ttuttffl,at en el epitafio una

¡iriy

c\elr

Ocaña Jirnénez, El uiJica h)spano

Iár¡. J

iJ.

)9

clc

52.

emir Muhammad I, f¿llecida cn cl año 268H.; 1,

.rr etnlatiítt, p. 26, n.'' 5,

Y

5

3.

A. Siclarus; F. Teichner, "'le¡mas romilnas no Gb¿rb al-An d¿/n:¡. As inscrigóes ár¿rbcs clc Milreu (Estói)". Art1rua/ogitt Itedieul.5 (1997),pp. 117 189. C. Rarceló, "Column¿s a¡¡rbizadas' cn basílicas y santuarios clel occiden¡e <le al-Andalus. en L¿ i.¡lantizacirht dc /a Lxtrt

5,i.

n¿drr¿ ranana. Méricla, 2001, pp. 87-137, donclc incluye Ios graJ!.il cie Milreu y corrigc cr¡orcs en su lectura, pp. !2En cstos gra.[fiil stele aparecer formando pnrte de la invoc¿ción rnicial y va seguicla frecucntcmente de iglr /i , "perdo-

11

nécropole islamique de Qastal alBerlqa'enJordanie", pp. 29 j0, n." j .v pp. 32-33, n." i. J. Sauvaget, "Sur le minbar cle la Kutubiya de Marrakech". Hr.r/r'rur.

1)

XXXVI (7919), pp. 313-.)19.

Arir a/ ruts/irtin A/7 se cncucnrra cn un cluirate, sin fecha ni ceca, dcl cmir almor¿ívide'Ali b. La lei'encla a1y,acla A/lah

\'üsuf; S. Peña Martín; M. Vega Martín, "Lpigrafía y traducción: el iema n¿rz¿rrí en su marco numismático". en M. A.

Arjonilla (clrrs.), Panorana atf ta/ la inte:tigdtiín n tradrctiír¡ e iiltelpreÍd.iíil (Voltrun II).

Grtrntrda, 200

i,

p.

.115.

+l

Sauvagct, "Sur le minbar de la Kutublya de Marrakech", pp.

11

A/-1illd al Jarinilyt bi-/-llagrib (296-365 H.i 909-915 AL). A/ tt rij al-silisi ttzt-/-nu'a.¡.¡a¡it. Berut,

117

.l)

.16

11

a/

en Aclas de /cts V -Jarnat/as t/e Tena:

dlornnen:u (26

j() *!rinúre 2001). Sevill¿, 2003, pp. 23-28.

Esta rns-

cripción está incompieta v en ella se clesigna, tras 'ah 1ada1,, ú jtt) v ntau./) Ibráhim como gobcrnador de la cora de Morón. 48

Lévi-Provengal, ln.rtriltion.t, pp.

1

l.i- l I5,

n." 15{), pl. XXXIT

M." 4. M¿r¡tínez Nírñez, "Epígrafe califál de Baños de la Encina", en'ltsoto¡ Je /¿ Rea/ Anden¡i¿ de /¿ Hi¡¡oria. t\bri/jrnia de 2001. t\Lulrid, 2001, pp. 280-281, n." 161. +9 Lévi-Provenqal, Inscrilttians, pp. 37-38, n." iO. a;

Estttdios Árabu 1, Hehraicos.

. lIi:re/¿í

,4i (I9c)6), pp. 135-136 y

Publicaclo por OcnñaJiménez, E/ uíf.ca hi.;ltaro 1 .ru eL,olttiíu, n." I2, Iám. XII, iiagrnento centrlrl; y en Pavón Malclonado, Xlenoria Je /a.¡ extaLacioues de /a l[ezquita, p. 126, lám.

LXXXII

c.

Publicado en Pavón Nfaldonado. lftrnria dt las ucauactuntt t/e la Mezqait,r, p. 127, l:ím. LXXXII cl.

)/

Vra\e¡

+¡l

5t3. T¿mbién c¿be ser leído: k¿nt/a, kanti/a. e incluso kamrtila, con el nismo significacio.

59. Véase n. ,1.i. 60. E. Gálvez, "Aclaración

sobre la inscripción iiLnd¿cional de

una mezquita, halltrda en Arcos de la F¡onte¡¿r". A/-Qantara.

V (19u9), pp. 1rt1-1ri3.

ó1. M. OcañaJiménez,

llepertoria de lrn inscripciones ár¡ba tle

A/-

pp 'i-5,

n." 5, lám III a; del mismo autor, El úf.co hspano 1 st eulaciórt, pp. l2-33, n." 15, lám. XV; J. Liroltr Delgado, "Inscripciones ¿írabes inédi-

nteri¿. Madrid-Gr¿nacltl 1964,

ll8.

Ftontera",

¿le

j6.

Cfr. F. Dairáwi,

199,i, p. .131. El califir cra nombrado, con sus títulos, a continuación del Profeta, de'AIi, Fatima, a1-Harsan, al-Husayn y de los califas ri.íi¿lrn (¿/ a'intn¿ al-uíidin ibi'átnIr al nn'ruinin...), A. Fn'ad Sayyid, La nfutale de /'Egylre jasqt'r) /'ípoqae Jatirnide. Al-Qdhira F mtlt. E:s¿ti de renwtrilctiul tapalrdphiqile. Beirnt, 1998, p. 21, n. 3. Es¡a misma lrase se incluye, tras el nombre dcl calif¿, en un dirh¿m acuñado en el año 320 H.; Peña Martín; Vega Martín, "Epigrarfía y traducción", p. ,12. Nf." A. M¿rrtínez NÍrñez, "Ipigraija árabe de Mo¡ón de la

instiptioue: ¡ir¿bes del fu[useo de llá/agd. Nfadric], 1!82, pp. 25-26, n;' 5, lám. V En esta lápida sólo se incluye el final de laileya: lV iltha i//¿ htua ¿t/.az7z a/-b¿tkint. C. Barceió, "Estructura textual de los epitafios andalusíes (siglos IX-XIII)" , en Honenaje a llanael 0uíia Jinín¿2. Cór doba, '1990, p. 50; M." A. Martínez Núñez, "Estclas func-

I 19.

55.

Garrcía Peinado; E. Ortega

de

Rcproducido parcialmente en Par'ón Malclonxlo,I[enutri¿t de las uc¿t,adows de la Mezqilta,lám. XXXIII b, fragmentos centrales, e identificación de Ia cita coránica, p. 27. M. Acién Almarnsa; M." A. M¿rrtínez N(tlez, Catálago de /a.r

uet

na a...", y a veccs clc irhatn..., 'ten misericorcli¿i de...'. En los oricntales se utiliza, junto a ésras, lar cxpresión A//¿hunrna

tt//i a/t)...; Imbert, "La

I9j, n.'' 217, respecrivamente. Por e jemplo en la inscripción clel zócalo clel uihub, Ocaña Jiménez, "Inscripcioncs ¿irabes fundacionales cle la Mez.iuita-Catedral de Córdoba", p. 1 5.

rari¿rs de époc:r almorávide aparecidas en Córdoba"

91y 12c)-til. ,i0.

Como se observa en un cofre dc marfil dcl 155 H. o cn Lrnil prla de mármol a nombre de'AL¡d al-Nfalik ibn Abi'imir; Lér.i'Provenqal, lnstripriaru, pp.187-1138, n." 199 y pp. 19,1-

tas en el Museo Provinci¿l de Almería". A/ Qanrara, XXI (2000), 1 05-l 09. En esta inscripción, que está incompleta, se nombra el t¡a'id MLthammacl ibn Rumáhis tras'a/) 1a-

dq.

62. 6J.

Véase n. ,i5. Pavón Malclonaclo. Menoria de /d.¡ ex:tat,¿ciones de la rtt,

p.

127

Mcqtti

.

6.1. Este fragmento ha siclo publicado, Ibíden, p. 127,Lám.

XXXIV 6i.

"El programa epigráfico de la Mezclorta el siglo X: un alegato a fávor de Ia doctrine malikí". Qtrtuba.5 (2000), pp.2i-21. Aunclue resulta muy S. Calvo Capilla,

cle Córdol¡a en

sugerente la hipótesis de esta autora, en iávor de la adhesión

II a la doctrina malikí, de que se srrprimieron en las inscripciones de la Mezquita todas las citas coránicas en las que se basaban los defensores del "libre albedrío", es de al-Htrkam

preciso plantear alguna matizerción, pues en los epígrafcs, aún inéditos, cle una portada original de al-Hakam, ul¡icada en la fach¡rda occiclental, sí se incluye una de estas citas co

ránicas Q. XL, l6 17, sobre el dintel- contrari¿ls a l¡r tesrs de

lar

predestinación: "Ese dí¿r cacl¿r uno será retribuido

segúrn

sus méritos. ¡Nada de injusticias ese clía! Dios es rápido cn ajtLstar las cuentas" (Q. XL, 17).

L3I


66.

Acién Almansa; Martínez Núñez, Catílaga de lns inscriptatns Mcilagt, ¡tp. 1J-11, n ;' 29, Iám. XXXIII-

86 87

67.

2 y p. 52, n." 44,Iám. XLVIII, respectivamente. Reproducidos en Pavón Malclonado, A4enoria de /¿ excataciu-

8¡J

68. 69.

la Mezqilta, lám. LXXX d. lbí¡len,lám. LXXXII b., reproduce sólo cstc fragmento. Ocaña Jiménez, "Inscripciones árabes fundacionales de

Por ejemplo, Q.

nes de

Mezquita-Catedr¿rl dc Córcloba", pp.

l7 y

1¿r

1'

ti9

Por ejemplo, ltr arqueta de la Catedral de Gerona, el coiie de

marfil del Monasterio

18.

reltrcionada con Ia Aljama de Córdoba, sí debía corresponder

Fitcro o el botc

cle

al-Mugira; Lévr-

lrc, Las ar¡es islinticas

en

llsltaiitt, n.'' 3 y 9; OctrñaJiménez,

círtat hispano 1 st etoltcióa, n." 22, lám. 9t)

,írabu dtl Mrceo dc lIál'tga, pp. 34--i6, n.'' 18

XVIII-XIV

III", pp. 117-1

1.

/¿ t\lezqilta,lám.

Iám.

En las monedas, en cambio, este título y e\ laqah son de uso común, no así el apelativo religroso 'Abd A/lAh; Martínez Núrñez, "La epigrafia del Salón dc'Abc1 al-Rahmán III", pp.

92

Ocaña Jiménez, "Inscripciones áraL¡es fund;rcionales de la Mezquita-Catedral de Córdoba ', p. 13, n." 2, lám. 2.

9i

OcañaJinrénez, EI cífto b):pana

tf4-t46

Está publcada cn Pavón Maldonado, Menoria de /¿.¡ exut,aciones de

y i9,

91

y t44-14t.

20

LXXXI y traducción parcial,

126: y en Ocaña Jiménez, E/ cífto lil.;pano 30-31, n." 12, lám. XIL

1t

sa

p.

eulutióa, pp.

lám.

utili-

:t

eutltciótt, p. 34, n.'' 17,

hispano 1,sr

etolrciót, p. 3.i, n." 17,

1,

XVIL

94

OcañaJiménez, E/ lám. XVII.

Jiménez, "Inscripciones árabes flndacionales cle Ia Mezquira-Catedral cle Córdoba", p. 20.

r)t

L'Islan i Catalan1vt. Caülag. Barcelona,

76

Blat, lslanit lnscriltiau, p. 32.

96

2r. Martínez Nírñez, "Epígrafes a nombre cle al-Hakam

71

En las inscripciones cn torno al ntibrab: en las impostas, en el

Es 1o que dejan entrever las mayúsculas que M. Ocaña

za para \a t¡aducción de estos pronombres posesivos; Ocaña

zócalo de mármol del interior y en las de mosaico del nilhrab y de la puerta

<IeL

91

SabVt; OcañaJiménez, "Inscripciones ára-

r4-r9.

98

infirior, muy

La lectu¡a de esta expresión, con la voz ilnara en voz aÉlentiva, es lar misma que hizo M. Ocaña en sus publicacJoncs, ya citadas, sobre ios carpiteles calilales y sobre los epígrafes

del Salón Rico, y

La que hace Sheila Blair cuando cita la transcripción clc una de las variantes de textos fundacron¿les; Blair, I.rlantit Inscriptians, l¡. 3I-72. t31. Ocaña Jim énez, El úJico h:pana 1 v et,alrcióx, p. 30, n.' 1 1 82. F-u'ad Sayyicl, la upiralc de /'Eglpte ju:qr') l époqre t'atiniú, pp.191-192, n. 3. ill. Ibn F]ayyán, Crónica del cal)fa'Abd¿rahntin III an-N-asit ¿ntre /o¡ aña: 912 1, 942 (a/-lLryrabis V), trad., not¿s e índices por M." J. Viguera y F. Corriente. Zaragoztt, 1981, p. 367; .

M Meouak, Poruair

sauueraiu, adrnini.¡h'alian centra/e et í/i¡es

lolirityte: dan.r / Espagne nrtallade (ll-lVl Helsinki, 1 999, pp 200-201

VIll' X'

.¡iiJe.¡).

.

Sul. Véase n.

5

85. No hemos

podido documentar paralelos andalusíes de época

omeya con este uso del término tau'¿kka/, pero existen algunos en el I¡ak del siglo X, cono los textos sobre cerámica viclriada que reproducen baraka nin Allab 1 rau'akkal takJi, "conliar (en Dios) es suficiente"; llirat ¿/-I:ktn. Ereditá

Duah. 30 )rtobre 1993 )0 aprile l994.Mllán, 1993, n." 9 y 10.

del/'lsl¿nt. Arte islánico in lta/i¿t.

112

Venaci¿t. Palazza

1!!8,

pp. 14-16, n." en

.

C. B¿rceló, La e¡ciltara árabe en el país talenci¿na. ln:crifdoues noutruentales. Valencia, 1998, pp. l8,i-186, n.' 36. Se trllta de una estela funeraria de la primera mit¿d clel siglo XII. Y, por cierto, esta cita coránica, prueba que, al menos en alZahra' , no se evitabtrn ni suprimían las reférencias coránicas a la recompcnsa llnal otorgada por las buenas obras, como se

perdido la parte superior de todos los grafemas y cle Ia gastada, se puecle leer algún término aislado, como ¿/-mu'ninirz, parte final del título calf¿rl. Véase n. l, 1.t y 5. Se ha

79. 80.

cí.Jico

Maclinat al-Zahra"', p. 86.

bes lunclacionales de 1n Mczcluita-Catedral de Córdoba", pp.

78.

l}z

XXII.

Ibíden, p. 12, n." 1, lám.

ur¡alk-ba en la f?rja epigráfica inferior del arrabá tle \a EZb al-Sabát: lbídun, p. 18, n.", 6. Ma¡tínez Núñez, "La epigrafía del Salón de'Abd al-Rahmán

75.

clc

Provengal, ln:cription.s, n." 191, 197 y 200; Dodds, Al-Anda-

a cualcluier otra mezquita o fundación pía.

Exactamente se ut;liz¿r

74.

A/ttmiril'a, lám. XXXVL

Martínez Nírñez, "La epigrafía dcl Salón dc'Abd al-Rahmán III", p. 13'1, n." 31. 2, lám. XII.

que hemos citado repetidas veces, con esra tat/4ta y con crtas coránicas, apunta il qlre "esta construcción", aunque no esté

7J.

n la Eclacl Mecli¿r islámica.

e

Reproducción parcial en Velázquez Bosco, llerhna Azz¡bara

70. lbíden, p. 20. EI formulario de la inscripción del 158 H,

71. 72.

XI, 90. El latlab calllá, al Alntau¿kki/ ¿/)

A//a.h es f¡e cucntc

árab¿¡ del Maseo de

aÉrma acerca de la Mezquita <lc Córdoba; Calvo Capilla, "E1

programa epigráfico de la Mezquita de Córdoba en el siglo

X". n. 61. 99

Se

documenta en un epígrafc fundacional de la taifi'aL¡bádí

y en Lrna inscripción falsa de Málaga; Lévi- Provenqal, 1z:criptitn:, pp. 40-t+2, n." 32, pl. X c; M." A. Martínez Núrñez, "Inscripción fiLlsa a nombre de I'timád", en Hanrcnctje al Prof. Darío Cab¿nela¡ Rodríguez ú/¡ iltllitr) de sl I.XX anit,ersarit¡. Granada, 19u7, vol.

II, pp. 262, n. 5, y 267

.

10t) El paraíso como recompensa de Dios para los creyentes fuc,

por otra parte, uno de los ejes de las disputas cloctrinales, no aceptado por ios heréticos masarríes, como acertadamente ¡ecuerda Calvo Capilla, "El programa epigráfico de la Mezquita cle Córdoba en el siglo X", p. 2t+. 101 En Ia Aljama dc Có¡doba también se incluyen citas coránicas sobre el paraíso, pero no son éstas de al-Zahrá. En el interiordel c¡ratc¡¡io: Q III, 191-193; VII, 43 y XLI, l0-12. En portada de ¿rl-Hak¿rm: Q XL, 12-Ll y 16-17, sobre la recompensa por las buenas ob¡¿¡s en el juicio final. 102 M. Acién Almansa. "Madinat al-Zahrá' en el urbanismo musulmán". Caalernas de h1¿dinat a/ Zahru'. I ( l 987), pp. I2-I5, Jiménez Martín, "Los jardrnes cle Madinat al Za-

hrá"'. Ibídon, pp. 82-84Í.

L0j Sobre

esa equiparación en época almohade, a través de los tex¡os coránicos incluidos en las inscripciones del califáto


106. Martínez Núñez, "La epigrafía del Salón de'Abd al-Rahman III", p. 140. Y en acuñaciones de Fez a nombre de Hiiám II, se incluye en el anverso, tras el año, al:izz li-llah;Pei'a Martín; Vega Martín, "Epigrafía y traducción", p. 43. 107. Hay que exceptuar el caso de la arqueta de Ia Catedral de

mu'miní; M." 4. Martínez Núñez, "Epigrafía y propaganda almohades". Al Qantara. XVIII, 2 (1997),p.438. 101 Se han conservado los restos de una inscripción también pintada, pero se trata en este caso de p¡rafía círfica pintada sobre el yeso de un enlucido. La basmala es e1 texto repro-

ducido; R. Castejón y Martínez de Arizala,

Gerona, donde aparece mencionado como uah'ahd dlrnu:limitt; cfr. Lévi Provengal, lncription.r, n." 191, p. 185. 108. Sobre Ias diferencias que se detectan también entre e1 registro epigráfico y el numismático en el caso del califato almohade mu'miní, cf¡. Martinez Núñez, 'Epigrafir y propaganda almohades", pp. 431-415.

Excataciones del

Plan Nacional en Medin¿ Azahara (Córdoba). Madrid, 1945, p. 42,1án. XV. Castejón afirma que procedía de un poyo del corredor de acceso de una vivienda de servicio, que ha sido identificada como la del sáhib al+natbaj, pero A. Vallejo opina que el grosor del enlucido plantea muchos problemas para esa ubicación. r05 Martínez Núñez, "La epigrafía del Salón de'Abd al-Rahmán

III", pp. 133-134, n.'31.'6,

Iám. XVI.

T r3)


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Árlffi1i

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Iirg. I: Lcípida

"

de!ositadtt m

/as

H angare.r.

I'ig. 2: Cuáúca de

patinenfo.

desaparedcla.

r34

ha1


Fig. ): Arquito del

baño de /¿

uit,ienda Je la A/berca.

q;r,w,,**

Fig. 4: Btsa

pt'acec/ente del b¿ño

anejo a/ Salón de al-Na.rir.

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Fig.5: Arquito del baño anejo

al Salía

tle

a/-Nisir

Fig. 6: F r¿tg7]zentot de

frisos del

Pabellón Sar

r36


:,, ri,1ir;; ,,1 , i ,'l rr;1, ,

Fig.7: il|i/iaria

del

ca/)fa'Abd a/-Xt¿/ik.

l[ueo

d¿ ¿rte

Islíaico

d.e

E¡lanbu/.

i¡1¡,,lfi iiili;i4rl,irr'"i

l

Fig. 8: Fragltenta.r de.fri:,,.; del P¿bel/rht Srt

t)1


diF,

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pt.Ll

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p

iffij Fig.9:

''5'i",;',,i

Pildsrrct

SE Jel Salón

1ffiji

¿le

¿/ Nasir.

¿1:y''rr

Irig.

10:

f"ragnento

cle/

derulina¿/.a

"T¡b/ero de la¡ Fr¡tto.¡". Baíio anejo

al Salón

¿/ N¿sit.

Li8

de


Fig. 11: Arc¡tito del baño anejrt a/ Salrfu Pu,i¡do fu al-H¿k¿¡¡t

de

dl-Nasir

Fig. 12: Capirel

de/ añrt

362 H

ll.

I II II II II t Fig. 13: l'Iezc|uita. Fragntertto de/ Frisrt 7. Basmala conp/eta

r39


Fig. I/t: i\Iezqtira. Fragrnento del Fri.¡a Texto inspiratlo en j

Fig. 1i: l/)tplttdt

140

¿/e/ ¿rco de ¿zccesa

.//mihráb. AIezt¡trita

de Cót'dob¿

utba.

lt

l


F.--fiI-*t*j

ürflfl tutJ H;t+a,n

M. 65

Fig. l8: i\lazqrita.

l'^ragrtettfrt

le/ Friso

3

Fig. L6: [,,í¡i,.h.findaciona/ del ¿íio 358 H

i.

E*

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\o

3.

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#;4&.,'t

F' h.'-i u,

,,

lf:;i'J,,.: p,i.ieii

lrig. 1r: llczqttita, Frtgrrunto tlcl Fri¡o ) rQwdttcido lrtr 0caña.litúne:.

ll.

Frg. 1!: llezqrita. Ltípit/,t reJtnducida ytr AI. O¿tña .linínez.

111


Fig. 20: Dir a/-Abt/k. Friso

Fig.

t42

2 1:

Dir

I

¿/-Ala/k. Friso 2

can cenefa geuntítrica

con tenefit geotny'trtca


Eig.22:

Dir a/-AIu/k. Fragtuttlo ¿lel Friso 2 con rcnefa

Fig. 2i: D¿r ¿/ lta/k. I'ragnnnfo

de los Fúsrt.r 1 1 2

geotúh')tct.

Fig. 21: Dlr a/-Nu/k. Fragnenro t/e/ Fri.ro

fi¿. ) t: D.rr.tl- \lt,l/. l-ta;t,.,t¡¡,1 J,l

F,

.)

i,n,

t4i


Fig. 26: Dár

d/-lh/k.

Fnrgrrunto tlcl Friso

j

2f : Dar ¿/- j\Itt/k. Frctgltento del Fri.¡o

lrig. 28: D¡r ¿/-Ahlk. Frctgnento t/e/ Fri-rr¡

-)

3

Fig. 29: l-rapnertto de b¿.;a /ac¡¡/izad¡ ¿ /a

t41

Dir a/-t\lrlk,

en l¿ e.¡ca/¿r¿

¿/e acce¡o


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Fig. 30: Frttgrunftt Pi

de

I

arc¡rifa d4tositada

,-"4o;i;

en el

Patia de lrr¡

Fig. 31: Arquita del ¿ño 319 H.

crtnsert:ado en Tarragona

l¿res.

Irig.32: Friso 1,

depositado en el Patia Je los Pilares 1, a¡rih¡ti¿lrt

a/ Sa/ín de /,2.¡ Dabl¿¡ Calutnnat

r4t


Irig. i.1: I-ragnotta-r del Friso L Patiu

Fig. .i.i: Det¿lle de l,t l¡rsmala. Ptfia r/.¿ lot Pi/¿rt.¡ (S¿/rjn fu Dob/t.¡

de lo¡

Pi/¿ru (S¿l,in

¿le

la¡ Dobles Collt¡¿¡t¿t.¡).

/¿.¡

(,t,/tnna:). Fri.to

Fig.

l

-31: Det¿lle del r"ri¡o (lilr¡¡u¡¿t¡).

l.

P¿tio de /a.¡ Pi/are.¡ (S¿/rin tle

h:

Dobles

Irig. 16: Det¿//e del Fri.¡u L Ptttirt t5.tl'itt J, l.t, l)"/1., L,,/t,il,¡t.t: t.

Je lo¡ Pil,¿re.t

* ',tii ,diii

;ffi ,t". f

lrig. ir: Fri¡a 2. Patio

t46

tle los Pi/¿res (S¿lrín dc

h:

Do/,,|e¡ Lolttutat.¡)


Fig. 38: Frttg,ttnÍo ttn la l¡:rsmal¿r r/c/ Frisr¡

j.

de /0.¡ Pildres (S¡tlrin

P¿ztia

le

/¿.¡

Dob/e.r Lr,/tutna.¡).

ilffi',*,,

Fig. 39: Fraguertto, Jel Frisrt 3. Patia de lt¡ Pjl¿re¡ (Salín de /as Dol¡les Colttrutas)

t41


&/

Fig..i0: Frtgnunta Jel Fri¡rt 4. Pario de /a.¡ Pilare.r (S¿lrin dt

Fig..iL:

/¿t¡ Dob1e.¡ (,o/ut¡tna..¡

/¿¡ Dnb/¿¡ (.ilulnrt¡).

).

12'. Fragnurta.r tle afarritTte 1 epigrafes depasita.dos et¡ el L¿¡¡tino

1,18

&

Fragtneato

Roada Ba.itt

Frj.;rt

I.

Patjo de

/0.¡

Pjl¡tre.¡ (Srt/in,/e


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Fig. .i3: FugntnÍu

cle

cttutrritTru

i 1, epigrcrfer

Irig.

C¿aninr¡ de

llrnda Ba]0.

Je

tWd

'¡t¡¡

ffi;.ffiE

.z¡1, Fragnrcttto.r eligráy'.nts cua

llonla

el ism de/ cttlila. C¿n¡inu

Baju.

H{

ffitffi

ry

Fig. ,i5: Fragtnenlos can e/

epigráfucos

titalrt calila/. Canin,t le

KAtlLlJ D.l/0.

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II LI t, tf It L'f *. '"1 ,}

Fig. ,i(r: Fragmentos de Friso depaiit¿da en raa habitaciún del cín¡bito de sen,icio

cle

la

Ca.;a tle Yd'far.

r49


lj; ry

Fig. ,17: Piedr¿ c¡liz¿

de

pauiaenlr.t. Excat¿cione.¡ et¡ e/ Patia d¿

/¿ C¿.¡¿ tle ia'far.

*1#]

"1j,fl.; 1t .\!

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Fig.

.:iÉ3:

Fragrtento

tle

frisa

/o¡t/izrtdo ut el-lardin A/to

atribrido ¡t/ Pab¿llrfu

ri0

.ru..

1,


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8cil

Lám.I: Dihajo de AL

Ocdnd -Jiil¡éileZ. Frisa

fi.ndaciona/ del Sa/ín

de

al

Ná.¡it".

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Alifato Cúfico: Friso dei

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II: Alifaros del Salín d¿ al-NVsir.

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Alifato Cúfico: Elementos arquitectónicos de soporte Lám.

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Lรกm.

iII:

Fragntentas del Friso 1 . A[ezqaita

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Lรกm. IV: Fragnentrts del Frisa 1. Mezquita

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Lรกm. V: Friso 2. A,[.ezquita

rt4


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Lรกm. VI: Friso 3. Mezquita.

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Lรกm. VII; Friso rt. Mezquita.

155


Lรกm.

l)b

VIII;

Frisos 5 1 6. Alezqaira


Lรกm. IX: Fragmentos sueltos defrisas. Alezqait;t

ttl


Lรกm. X: Lรกp)da fanclacional. A[ezquira.

Plaqtera )Irzqrt)ta

1t8


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