La esquizofrenia es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de múltiples alteraciones neuropsicológicas. Por ello, es habitual el establecimiento de pautas generales que aparentemente facilitan el funcionamiento cognitivo de estos pacientes, tales como la realización de terapias en lugares tranquilos y estructurados. En este trabajo se analizan los resultados obtenidos en diferentes pruebas de evaluación neuropsicológica de cuatro personas diagnosticadas de esquizofrenia con el objetivo de reconocer la importancia de la individualidad de los perfiles cognitivos para optimizar su funcionamiento. Algunos pacientes parecen funcionar mejor en ambientes que demandan mayores recursos atencionales mientras que otros lo hacen en ambientes menos demandantes.
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